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sábado, junio 06, 2015

La guerra de los pranes

El día viernes hubo un gran tiroteo en Caracas, la verdad entre tanto horror de muertos y balas unos disparos ya no asustan a nadie, en cualquier parte te puede tocar, acá todos andamos mirando siempre encima del hombro, solamente en nuestras casas, bajo siete llaves, forrados en rejas y candados podemos darnos el lujo de no andar paranoicos, pero cada mañana toca salir a comenzar otra vez el circulo vicioso del miedo.

Hace un par de tardes salí a visitar a unos amigos, ellos viven en una urbanización grande, como todos los urbanismos de mi ciudad, esos de clase media baja para arriba, viven encerrados en sus casas muertos de miedo (muy justificadamente por cierto) lo que hace a las urbanizaciones los sitios más peligrosos, pues sus calles están desiertas a todas horas. Mientras esperaba que mi amigo bajase a buscarme, salió un señor mayor que me sonrió y me comentó que apenas hace diez minutos habían atracado a alguien a veinte metros de donde estaba parado, lo único que me salió contestar fue un “menos mal que no vino por acá”, el señor se fue y me quedé pensando en lo que dije.

Me imaginé a un fulano puñal o revolver en mano exigiéndome plata y teléfono, también me imaginé mi suerte cuando el fulano se diera cuenta de que dinero no tenía y mi teléfono aunque no es del todo feo, tampoco vale la gran cosa, eso seguramente me hubiese valido una reprimenda acompañada de un disparo y en el mejor de los casos un amago de puñalada, quizás me hubiese defendido, a lo mejor el fulano hampón se hubiese cobrado de mi parte toda la bronca que tengo encima por las mil cosas que pasan y las que no pasan, terminara  preso por agredir a quien me quisiera agredir, uno nunca sabe por dónde salta la adrenalina, aunque prefiero pensar que no va a pasar nada, como los que van a la guerra, saben que muchos no volverán pero tienen la esperanza que a ellos no les tocará, algo así es salir a la calle en Venezuela.

Comenzaba este articulo hablando de un hecho sucedido en Caracas, a cien kilómetros de donde vivo, sin embargo llama la atención el saldo, un policía muerto, nueve motos quemadas, mucho miedo pero nada en ningún lado sobre lo que sucedió allí, no sabemos ni siquiera quienes cayeron del lado de los atacantes. Hace un mes hubo algo similar en mi ciudad y el saldo de muertos según gente de mucha credibilidad sobrepasó los cuarenta pero en la prensa se habló de tres apenas, esta gente del gobierno miente hasta cuando dice la verdad, nunca jamás dirán nada para seguir haciéndose los locos.
Desde hace días vengo pensando en que no habrá ningún estallido social, tampoco elecciones y de esas si las hubiere serán manidas y fraudulentas como todas, no importa lo que me digan, no creo nada.

La cosa de la violencia desatada, esa que se lleva 24 mil compatriotas o más cada año, que los idiotas del gobierno al verse sin poder responder, por un asunto político (recordemos que en las barriadas están los votos duros así como los posibles defensores en caso de que algo suceda) decidieron firmar unos “tratados de paz” con las bandas armadas, de paso a muchas les dieron armas de fuego con potencia de guerra, les dieron zonas desmilitarizadas que llamaros ostentosamente “zonas de paz”, les han permitido acumular poder desde las cárceles mismas apuntalando a los fulanos “Pranes” quienes gobiernan con la anuencia de las autoridades desde los penales, ahora les ha vuelto la espalda y se han sacado la verdadera naturaleza maléfica, lo que pensaban usar contra la oposición ahora les mata a su gente.

Todo este embrollo político se ha extendido hacia quienes deberían ser los enemigos de TODOS, pero los chavistas en su eterno idiotismo ideológico que les da por tomar atajos en contra de toda lógica y cuando la cosa sale mal resulta ser culpa de la derecha, los para militares, el imperio, la oposición y hasta el Papa Francisco, pero ni de vaina se enserian, prefieren poner presos a los estudiantes, matar niños con pancartas, encerrar alcaldes y hasta tirar a camarógrafos desde las azoteas, pero al momento de enfrentar un enemigo de verdad salen con las tablas en la cabeza, así es fácil ser muy malo, tener un arma y un pelotón para golpear, matar y maltratar a gente desarmada pero con la gente armada  prefieren voltear hacia otro lado y en muchos casos hasta colaborar para tener parte del botín.

Ojalá esté equivocado y la guerra no comience por ahí, bajará de los cerros a lomo de moto, no para defender a nadie, los harán para instaurar un régimen donde todo se vale, tendremos que armarnos de valor, hacer frente como podamos pues ya está demostrado que las policías poco valen frente a tal amenaza, mientras al otro lado de la realidad el presidente y sus acólitos seguirán jugando al zorro y la gallina mientras, nosotros, la gente, estaremos pecho a tierra esquivando balas y lamentando no haber huido mientras pudimos.
José Ramón Briceño, 2015
@jbdiwancomeback




viernes, junio 05, 2015

En este país


Hoy estoy casi contento, entregué la “rustica” de mi tesis de posgrado, estoy a un mes de entregar los ejemplares definitivos y solo restaría esperar la fecha para la defensa, la verdad todavía no sé qué voy a hacer con un título de posgrado en “Literatura Latinoamericana” pero ya descubriré en que utilizarlo.

Como todo venezolano sabe, la burocracia en parte integral de cualquier cosa, los estudios superiores no son la excepción, sobre todo en las universidades públicas. El caso es que entre una y otra cola para sellar, legalizar, bajar notas y hasta entregar un depósito bancario por diez bolívares para que me dieran una planilla, tuve el chance de pasar bastante tiempo frente a las ventanillas de eso que llaman control de estudios.

Lo que me sorprendió fue la gran cantidad de gente buscando documentos, la conversa en la cola invariablemente iba desde quienes conversaban sus planes de emigración, algunos con estampa de estar a las puertas de la tercera edad, en esos casos eran profesores con muchos años de servicio.

Había uno en especial que se salió de la cola para hablar con una conocida que estaba delante de mí, le explicaba que había vendido el carro en dólares y que ya tenía visto el apartamento que iba a alquilar en otro país donde lo estaban esperando para comenzar a dictar clases en una universidad privada que le ofrecía 100 dólares por hora académica, decía con cierta rabia que no se quería ir pero que acá el sueldo no le daba para mucho, que estaba harto de todo y que después del último atraco donde casi matan a una de sus hijas, la familia entera había decidido venderlo todo para irse.

Otra profesora le comentaba a alguien que estaba a su lado que estaba en proceso de legalizar todo, que su prima le había dado una habitación en su casa y que se iba apenas pudiera, al preguntarle su acompañante a que se iba a ir, la otra le contestó que la verdad no sabía pero que cualquier cosa era mejor que morirse de cualquier vaina acá, que aunque le gustaba su tierra la verdad el miedo podía más que otra cosa, decía que la decisión la tomó cuando a su primo lo mataron por robarle un carro que tenía por lo menos 10 años rodando, además que su sueldo de profesora era menor a lo que ganaba alisando las cabelleras de sus vecinas así que no tenía mucho sentido enorgullecerse de títulos y estudios cuando la verdad ganas más haciendo oficios “menores” en la sala de su casa.

Mismo caso en muchas conversaciones que transcribir acá seria redundar. Todo ese panorama me quitó un poco la alegría del asunto este de terminar por fin una maestría que tenía en debito hace rato, que la verdad terminé la escolaridad hace casi un año y si no aprovechaba esta ultima oportunidad me quedaría fuera, tendría que repetir por lo menos un semestre, con el añadido de perder mi beca, pero seamos realistas, ¿Quién va a tener ganas de hacer nada en este país?, podemos hablar mucho de éxito y demás pajas de autoayuda pero la realidad nos da un bajón.

Siempre he creído en que el esfuerzo y la dedicación dan frutos, que el estudio va primero, que sin formación académica eres un cero a la izquierda, sobre todo después de los cuarenta años que la fuerza y el aguante son menores por tanto ya toca comenzar a ganar dinero con tu esfuerzo intelectual y no con el físico, pero en Venezuela todo parece ser de otra materia.

Alguna vez fuimos así, quizás yo esté equivocado pues me criaron en el pensamiento de que si estudias bastante, haces bien tu trabajo, te mantienes fuera de los líos de la ley  y no te metes con nadie, podrías tener casa, familia y algún futuro para la vejez. El país te dice otras cosas, cuando los colegas andan buscando otros rumbos, familias desperdigadas, hijos que crecen sin alguno de sus padres pues se van con la mamá a otro país y el padre se queda “preso” pues su sueldo no le alcanza para planificar una visita anual a su hijo o hija, matrimonios que se rompen ante la inminencia de que alguna de las partes se quiera exiliar y la otra no, en fin, miles de cosas que sumadas a la miseria de quince y ultimo, contrastada con la barbarie de las autoridades aliadas con el hampa donde se demuestra que ser mala gente es lo que conviene a quien quiera tener cuatro cosas en esta tierra de gracia.

Hoy terminaré mi escrito recordando a Buda “solo vine a decir como comienza, no como termina” aunque yo puedo adivinar nuestro futuro, solo me atreveré a decir que habrán muchas balas en el aire, espero que todos podamos sobrevivir y en el mejor de los casos podamos encontrar la manera de irnos de acá con todo y familia a encontrar otro rumbo, que el país se termine de ir a la mierda de donde al parecer ninguno de los integrantes de 90% de este país que vive en situación de infrapobreza (todos somos miserables pero hay peores) les gusta vivir.

P.D; si por casualidad vives en un economía donde puedas darte el lujo de donar, le será muy agradecida cualquier contribución




José Ramón Briceño,2015
@jbdiwancomeback



jueves, junio 04, 2015

Estrés y olvido en Venezuela

Hay días en los que uno se cansa de mirar a los lados buscando calma, a veces se encuentra, otras solamente se entretiene y olvida por un rato, entre esos entretenimientos de olvido están los periodos en que se ingiere alcohol , se hablan tonterías, hasta se puede perder la conciencia y terminar haciendo alguna bobera solo por ebrio feliz. Claro hay quienes al no ser felices de ninguna manera, se emborrachan y son un peligro para todos, incluidos ellos mismos, afortunadamente no soy de esos.

Desde que llegue a la adultez y comencé a vivir solo, con las preocupaciones propias de quien tiene hijos además de casa que mantener, sumándole las desventuras propias de cualquier ciudadano venezolano, he de asumir que cuando la cosa se pone intensa, ese periodo en que hasta el gato rehúye mi contacto por andar de mal humor, es  momento de llamar a un amigo y atragantarse de cerveza, las amigas son para otra cosa más amable aunque también funcionan, en estos momentos no hay ninguna a la vista y la economía no colabora en lo más mínimo para lograr ese fin, total, salgo a beberme unas cuantas cervezas y llego a casa a desmayarme en mi cama, me olvido de todo por unas horas, cosa que se agradece.

Algunas ocasiones no hay ni tiempo ni dinero, entonces aparecen las providenciales tías que sufren de insomnio y me regalan un par de pastillas mágicas, esas las divido en partes y cuando la paciencia se me agota pues me tomo una y baja la neurosis, no se olvida nada pero el estrés baja. Me han recomendado hacer ejercicio pero debo ser sincero, a mí me gusta sudar solo si hay endorfinas de por medio o toca caminar, de resto no me interesa andar agotándome por puro gusto, aunque no critico a quien lo hace, cada quien se rasca las pulgas como bien puede.

Viendo el mundo y pensando desde esta esquina, termino siempre pensando en una novela que leí hace un rato, se llama “Un mundo feliz” del inglés Aldous Huxley , a pesar de haber sido escrita en 1932, cuenta de un mundo muy parecido a lo que muchos adorarían como el mundo perfecto, sin angustias, sin vejez, sin enfermedades, con todo delimitado genéticamente para que nadie sea triste , el asunto se enturbia por culpa de la naturaleza humana. En ese mundo inventado por aquel inglés, la gente es impulsada por el estado a ser unos hedonistas, sin pensamientos negativos ni límites de ningún tipo, cuando la cosa se pone estresante pues se toman una droga llamada Soma y se van de “vacaciones” hasta que los malos pensamientos desaparezcan.

Esa droga está en todas las presentaciones posibles ya que hasta como elemento para controlar las masas se usa. Traigo a colación el libro pues en estos tiempos de violencias y pobrezas es fácil pensar en desconectarse de todo y de todos, la verdad provoca dormirse hasta que todo pase, solamente para evitar el incordio de lidiar con este país, que en el fondo no es tan malo.

Lo realmente malo es mucha de la gente que acá vive, el egoísmo es un asunto de proporciones bíblicas, aquí todo el mundo pareciera solo pendiente de su parcelita y lo demás que se vuelva mierda mientras no interfiera en sus planes inmediatos, el futuro no existe.

Así vemos como acaban con la selva los mineros en connivencia con las autoridades, las fuentes de agua dulce son cloacas en su mayoría por la desidia de unos gobernantes más pendientes de sus bolsillos que del bienestar del pueblo, la profesión docente casi es un oficio vil por sus sueldos de miseria, la educación ha sido suplantada por la ausencia de eso gracias a una ley que prima la vagancia en vez de impulsar la excelencia estudiantil pues a los políticos les importan más las estadísticas que la realidad de tener una juventud de gente sin capacidad de análisis y mucho menos los conocimientos reales para hacer de mi país algo mejor en el futuro, los hospitales en el piso por el olvido oficial así como los médicos peor pagados del mundo, la economía más triste del planeta , la violencia con protección oficial solo para ser usada como arma de control social donde se utiliza al hampa solo con el fin de lavarse las manos y tener más espacio para sus fechorías, total un desesperanzador panorama.

Todo sería más sencillo si nos dedicáramos a drogarnos con Soma, nos olvidemos de todo hasta que por incineración espontanea todo acabe y podamos tener un buen sitio donde vivir, no este eterno trajinar, contar, hacer planes para luego caer en la realidad que el único plan posible es sobrevivir, si hay algo más, eso será una ganancia pero como van las cosas…
José Ramón Briceño, 2015

@jbdiwancomeback


miércoles, junio 03, 2015

Fascismo con bandera revolucionaria

Ayer escribía sobre la violencia, hoy he leído sobre un ataque en toda la regla a una alcaldía opositora (http://www.el-nacional.com/regiones/Grupos-Alcaldia-Mario-Briceno-Iragorry_0_640136091.html) en la ciudad donde vivo, con varios heridos y en especial un camarógrafo que no se por cual razón tiraron desde un segundo piso, los muy idiotas oficialistas creyeron que era un peligro y no se dieron cuenta que era un trabajador más que se gana un muy mal sueldo por ejercer un oficio altamente peligroso, quizás querían quitarle la cámara sin poner mucho interés en que acá NADIE va a transmitir por ningún canal ninguna de las barbaridades que cometen los imbéciles “revolucionarios”.

El comentario general, desde hace días es que hay algunos “Pranes” que están pendientes de tomar por asalto ese municipio, hacerlo suyo y después cobrar por “protección” a habitantes y comerciantes de la zona, ahí no se salvaría ni el chichero que tiene muchos años en una esquina, el que vende comida rápida, el chino del restaurante ni el portugués de la esquina, también aplican TODOS los residentes con su contribución semanal para que los tipejos esos mantengan su ritmo de vida, mientras de cara a la política, seguramente algo se inventarán, sacaran al alcalde y se montará de manera fraudulenta algún esbirro del gobierno, total, aunque no haya dinero para medicinas siempre habrá la manera de hacerse con una plata para poder tener un poco más, ustedes saben , la cosa está difícil y la economía inflacionaria no permite que nadie ahorre, entonces toca sacar fondos de todos lados a fin de mantener el estatus.

Eso suena también a que como hay mucho descontento, si los malvivientes que trabajan para los pranes hacen el trabajo sucio de control de la población por la vía del miedo, el estado siempre puede negar todo y hacerse ver como los santos de la cosa, algo así como el fulano premio que le ha dado la FAO al presidente por el supuesto apoyo a la alimentación del venezolano.

Aunque no tenga mucho que ver con los dos primeros párrafos, en principio cuando menos, creo que deberíamos ver el asunto de manera global. La FAO al parecer no tiene funcionarios en el país y si los tiene, deben estar encerrados, solo se han de reunir con altos funcionarios que felices los llevan a pasear a los operativos de venta de carnes y otras cosas de comer que esporádicamente se hacen en las ciudades, sobre todo son más esporádicos a medida que están lejos las elecciones. Estos funcionarios, realmente ignorantes del acontecer nacional, de seguro solamente toman como fuentes “confiables” solo los reportes de los medios oficiales.

De otra manera no hay explicación para que hagan tal cosa como ponerse en ridículo, a menos claro que alguna razón más intere$ante exista en el medio, aunque leí en alguna parte que están remendando el entuerto ya está tarde para remedios. Si los funcionarios esos que hicieron el informe que determinó que al gobierno de Venezuela tenían que darle un premio fuesen gente seria y hubiesen investigado a fondo, así sea llamando a algunos contactos que de seguro tienen los del departamento de prensa para no ponernos muy exigentes, quizás la historia del premio sería otra.

En resumen, todo está montado para que puertas afuera puedan alegar buenas intenciones, puertas adentro el control por cualquier medio posible es la norma, tanto que hablan de fascismo y la verdad creo que se quedaron cortos, Benito Mussolini sonreiría feliz con esta gente, fácilmente le daría cien condecoraciones a miles de partidarios que están regados a lo ancho y largo del país, pues la verdad no solo han imitado el plan que aquel hombre trazaba para su ideología, lo han llevado a otro nivel más alto y con mucha más tecnología.

Nos quedamos solos , sin nadie que apoye la lucha, en el panorama internacional ni en el panorama nacional, mucha palabra y pocos resultados, amanecerá y veremos con que nuevo horror nos levantaremos mañana los venezolanos.
José Ramón Briceño, 2015
@jbdiwancomeback



martes, junio 02, 2015

Violencia sin respuesta

Hoy me tropecé con un artículo publicado en Dólar Today, a pesar de mi reticencia a creer en el periodismo de estos amigos, pues considero muchas veces que la forma en la que tratan la noticia no es la más adecuada, además, ridiculizar a quien naturalmente ya sabe que lo es, no tiene mucho sentido, es como patear a quien se ha caído nada más por el placer de hacerlo, no se confundan, no me agrada ninguno de los que están en el poder, menos aun cuando esos son los artífices de toda esta crisis espantosa, pero creo que la oposición ha de ser más seria que los fantoches que se dicen periodistas del lado oficialista.

En fin, la noticia es que en este país hay 70 muertes por cada 100 mil habitantes a causa de la violencia, usualmente pongo en duda todo pero esa cifra es bastante cercana a lo que el Dr. Marcos Tarre, relató en una conferencia a la que asistí hace un par de años. No sé mucho de estadística más allá de lo poco que aprendí en la universidad (donde vi la materia por obligación y cuya nota da vergüenza) pero la cuenta da vértigo, cualquier guerra se ha quedado perpleja ante tal mortandad gratuita.

Como si fuese poco la cifra de delincuentes sueltos, los que están en reclusión más las bandas organizadas en el país (18.000), eso sin contar los fulanos territorios de paz que son en realidad espacios para la impunidad, estamos ante un país que se lo lleva la delincuencia, cuyo futuro es de dudoso pronostico.

A pesar de los cacareados planes de seguridad, el hampa cada día toma más fuerza, mientras la ciudadanía está desprotegida. Esa gente, si es que a los hampones se les puede tratar así, les han regalado las calles mientras los generales, coroneles, comisarios y demás funcionarios que se supone están a cargo de la seguridad de los ciudadanos no hace más que pavonearse , llenos de escoltas , medallas y uniformes.

Digamos que creo en la buena fe de los funcionarios policiales y militares, que los civiles los tienen acoquinados con cualquier pretexto de esos que usualmente son de vida o muerte, que el poder del hampa está concentrad, apoyado de tal manera por unos y otros que los pocos honestos y responsables se encuentran de manos atadas, con una pistola en la nuca de ellos y sus familias. Igual queda una pregunta en el aire ¿las armas que les dieron están de adorno? ¿los compañeros de ustedes caidos por las balas de los malvivientes no les duelen? ¿Sus familias les preocupan?, imagino que no todos han podido sacar a sus hijos o familiares del país, algunos deben estar impedidos de hacerlo. ¿Qué hacemos los ciudadanos mientras tanto?, ¿nos quedaremos encerrados rogando no ser los próximos?, ¿de verdad lo que se maneja en todos los niveles de corrupción vale más que la vida de los venezolanos?.

Amanecerá y veremos, la verdad no creo que solucione nada con mis líneas, es más, dudo que la gente pierda el miedo y solucione el asunto de la delincuencia, vivir entre la viveza y la miseria es un asunto complicado, acá nadie se preocupa más que por lo suyo, hasta que una bala los toca, así vamos, plenos de miedos, con autoridades que se conviven con el delito y que muchas veces son responsables absolutos bien sea por acción o por omisión.

 De verdad tengo fe en que la ley del Karma los alcance, escribir los tormentos que deseo que sufran es bastante largo, pero les recomiendo leer “La divina comedia” de Dante, así podrían darse una idea de lo que mis deseos engloban a todos los cómplices pues su conciencia, sus manos y hasta sus hijos están salpicados por tanta sangre derramada en las calles de mi país.
José Ramón Briceño, 2015

@jbdiwancomeback

lunes, junio 01, 2015

Viviendo entre los malos y los peores

Cada día se me hace más complicado escribir en este blog, aunque todos los días pasen cosas diferentes, en el fondo parece que no pasa nada, pareciera que todos los días se repiten las cosas pero en orden aleatorio, si revisamos las noticias del último año, todas giran sobre los mismos ejes, corrupción, malversación de fondos, narcotráfico, hamponato y pranes (más o menos lo mismo) además de los nexos del gobierno con todo eso. Por otro lado la oposición persiguiéndose la cola y la MUD haciéndose los checoslovacos pero intentando argüir cualquier excusa para su actuar, la sociedad civil organizada es manejada por ciertos individuos que aun odiando la MUD le temen como los perros a sus amos. Los estudiantes presos o desaparecidos y la fiscal junto al defensor del pueblo (o puesto según se piense) haciendo eco de sus bíceps y su estampa exótica por decir lo menos.

El discurso oficial está plagado de idiotas que como no tienen nada mejor que decir, en vez de quedarse callados como corresponde hacer a la gente seria, abren la boca para que todos sepan de su minusvalía cerebral, pero libre dios que alguien les diga algo, se arma el lio gigante solo para defender lo indefendible.

He estado pensando para intentar entender como un gobierno de cualquier clase se mezcla con lo peor de la sociedad, no se espanten que no creo que nadie en su sano juicio se aliaría con hampones para nada, esos son muy peligrosos, además no responden a orden de nada, esa gente solo piensa en tener lo que quieren y disfrutar a sus anchas de lo mal habido, todo a costa de los ciudadanos que no estando acostumbrados a violencias, terminan cediendo para defender las miserias.

Mucho se comenta, las historias de horror sobran, los hampones están adueñándose de las ciudades, cobrando “vacunas” por protección mientras los que deberían estar defendiéndonos de eso se están aliando tranquilamente para tener parte del botín. Pero no pasa nada, son “el imperio” y los “escuálidos” el enemigo a vencer, mientras vamos en retroceso social a velocidades alucinantemente rápidas.

Tengo una teoría espeluznante, acá no habrá tal estallido social a menos que algunos estén haciendo su trabajo en la clandestinidad, tan bien que nadie sepa, existan militares decentes (cosa dudosa) o que los organismos internacionales decidan intervenir, llevarse presos a todos los sindicados de narcotraficantes y en el camino dejar un reguero de sangre difícil de limpiar, todas las tesis son bastante factibles. Mi opinión des que habrá una guerra entre los malos y los peores, será despiadada pero corta pues todos saben quiénes son y cómo encontrarse, el motivo será el botín que se disputaran, sobre todo cuando las cosas apuntan a una debacle económica de pro calado donde ni el que tenga como comprar encontrará y el que tenga menos se tendrá que tragar los escrúpulos y sobrevivir como pueda, entonces todo será un artículo de lujo, como el papel higiénico o las toallas sanitarias que hoy día son artículos sensibles de hacer colas a menos que el sueldo te alcance para comprar a los bachaqueros.

De ser esto cierto, se desbordaran las pasiones y nos encontraremos en un atolladero de dimensiones nunca vistas desde la guerra de independencia, recordemos por cierto que en esa guerra todos los bandos eran los malos de la partida pues tanto unos como otros hacían escabechinas en cada poblado en el que entraban, violando y matando a mansalva, como si de las tropas fuesen  de “colectivos” con todo y sus malas conductas, lo que logró que una mitad del país matase a la otra y eso que no habían ametralladoras no vehículos blindados, ahora pues la cosa será peor.

Espero estar equivocado, la verdad no veo salida democrática por ninguna parte ya que los participantes se han empeñado en cerrar todas las vías en función de tener una apariencia de democracia cuando la realidad es otra cosa, por cierto , escuché a un oficialista diciendo que la verdadera dictadura la vivían ellos ya que nosotros (los opositores) por lo menos podíamos descargarnos con gusto, ellos no pueden hacerlo pues son vigilados hasta el extremo de poder perder su empleo solo por protestar ante la mala situación que viven, triste por ellos que son co-culpables por haber apoyado basados en sus pasiones y no en la sensatez, si tuviésemos más gente inteligente suelta de su cuenta en este país, esta situación de seguro no sería esta, yo por supuesto solo escribiría sobre fotografía y la política me valiera madres como dicen mis amigos mexicanos.
José Ramón Briceño, 2015
@jbdiwancomeback

P.D; si por casualidad vives en un economía donde puedas darte el lujo de donar, le será muy agradecida cualquier contribución





domingo, mayo 31, 2015

La “seriedad” de las encuestas


En el país hay una guerra de encuestas, todos los días se esgrimen cifras, se gritan “verdades”, el asunto con las encuestas es que muchas parecieran sustentadas en el aire o cuando menos en la esperanza de los que las contratan, tras de eso está el nombre de algunas encuestadoras que ciertamente todavía no me atrevo a calificar, ya que la otra parte de la verdad está en que quienes divulgan la información parecieran sacarla con pinzas para sus propios beneficios.

Una vez vi clases con un profesor que decía que él no creía en promedios y lo explicaba de la siguiente manera, si usted mete un pie en agua hirviendo y el otro en agua congelada, ciertamente tendría un promedio soportable de 50 grados centígrados en el agua, la verdad tendría un pie congelado y el otro cocinado, de promedio, nada, así es la vida, o está jodido o es feliz, sin embargo la naturaleza humana que no es nada lógica nunca piensa así.

Todo esto viene a colación pues he visto una supuesta encuesta de una supuesta encuestadora seria que asegura que el 60% de los venezolanos está esperanzado y el resto alegre, pero no especifica la nota, por ninguna parte cual es la esperanza de quien, ni cual es el grupo encuestado, ni siquiera hacen una semblanza de otros indicadores, lo que me hace ver la encuesta como un gran invento de algún periodista a quien se le ha ordenado inventarse alguna buena noticia para contrarrestar los hechos de ayer, me refiero a las marchas que fueron en todo el país, más allá de cualquier interpretación igual son una demostración de que la cosa no va muy bien para el gobierno pues con todo y el éxodo que le quita mucha presencia a las marchas opositoras igual hubo un mar de gente molesta por la situación.

Fíjense, si yo me pongo a encuestar a todos mis conocidos de las redes sociales, solo los que viven acá y tienen coincidencias ideológicas con mi propuesta, para ello me propongo hacer tres preguntas cuya respuesta sea cerrada, sin oportunidad de argumentar, solo si y no, de seguro voy a obtener altísimos porcentajes a lo que pregunte y podría asegurar que ese resultado equivale como una muestra veraz de la situación nacional, puedo hasta escudarme en el paradigma de investigación cualitativa donde la muestra y su variedad no afectan en modo alguno el resultado y zás, encuentro patrocinante que me pague cientos de millones por mi “información”, la saco por todos los medios , utilizando para ello un lenguaje que haga creible cualquier embusta y del día a la mañana me hago se miles de potenciales creyentes, de paso logro que la televisión nacional me entreviste, los medios del gobierno lo repetirán y al final seré celebre pues he logrado engañar al país entero a fuerza de las respuestas de unos pocos amigos, me vuelvo un “investigador” cuyo único mérito es dar respuestas cercanas a lo que mi cliente me exija y como nadie se atreve a preguntar como valido mi investigación, terminan por ser ciertas muchas mentiras validadas solo porque me da la gana.

El ejemplo anterior da una cercanía a la seriedad de empresas como Hinterlaces cuya filiación con el gobierno es más que evidente, cuidado si no montan esa encuesta en las colas de Mercal con los datos arrojados por quienes llenan las listas con nombres y cedulas de quienes compran, ellos jamás dirán nada que no sean loas, no vaya a ser que cuando estén cerca los saquen de la cola y se quede sin comer su pollo de precio regulado, luego de seis horas al sol.

Así como no puedo creer que todo el país esté deprimido (como yo), tampoco puedo creer que todos los habitantes estén entre la esperanza y la alegría a pesar de todo lo que sucede, HINTERLACES o Globovisión deberían tomarse u tiempo y pensar que la verdad no todos somos estúpidos como para creerlos, igual es seguro que se conforman con que solo el 10% sea así, eso debe ser el equivalente a la suma de todos los individuos que se creen lo que los medios oficiales publican, con eso basta para inventarse cualquier cosa.

Algún día seremos gente, de eso no queda duda, ahora, que sea en mi tiempo ahí está el detalle, que tengamos un futuro cercano alegre y cómodo, lo veo difícil, aunque tengo la esperanza que por lo menos mi hija y los hijos de muchos tengan ese chance, también creo que debemos comenzar a hacer presión a los medios para que alguna vez dejen de ser tan complacientes, que las encuestadoras, cada vez que rieguen cifras cuando menos tengan la decencia de dar detalles que las hagan creíbles, mientras eso no suceda seguiré leyendo encuestas que ignoraré a los 3 minutos.
José Ramón Briceño, 2015
@jbdiwancomeback





sábado, mayo 30, 2015

Sin embargo...

 Hoy anduve desconectado de todo, hasta hace unos minutos no supe que sucedía con las marchas, pase el día intentando no hablar de política, olvidarme por un rato que todo es una porquería, la estrategia funcionó hasta que llegue al supermercado y mi hija comenta voz en cuello “Está lleno de patria el súper papá”, la cosa se volvió a agriar, al no ver  café, azúcar, carne de res, desodorante, jabón de baño, detergente, desinfectante, leche en polvo o fluida y pare usted de contar lo que NO HAY, al más pintado se le sube la molestia, la cosa se puso peor al llegar a la caja, tres tonterías fueron casi dos mil bolívares y ni siquiera está cerca de ser un mercado, apenas cuatro chucherías para hacer malabares y ligar que algo suceda en los próximos quince días para llegar al final de la quincena. La molestia volvió junto con una impotencia que desinfla cualquier amago de rebeldía, lo que indudablemente termina en algo muy parecida a la depresión.

Me conecto y  tropiezo con una declaración de guerra del súper policía hoy gobernador, no sé si el amigo alguien le habrá soplado las cifras de muertos por el hampa o la ausencia de medicinas ni la de alimentos, pero él dice que el otro gobernador, el del estado Miranda es el enemigo que en cualquier momento les echará un ejército que nadie ha visto, que se están preparando para la guerra por la revolución, caramba, pienso, ¿Cuánto cuesta un arma de fuego con la cantidad de municiones para irse a una guerra imaginaria? ¿Cuál será el costo de mantener dotados y alimentados a un número significativo de tropas?, digo, si se invirtiera la misma cantidad de dinero dilapidado en armas que terminan matando a cualquier ciudadano, haciéndonos enemigos todos de todos, se gastase en mejorar la economía de todos, la cosa seria otra. Por cierto, todavía espero alguna declaración semejante con los vecinos de Guyana que se ha  robado otro pedazo del territorio nacional, es que eso si terminaría en una guerra de verdad para la que sinceramente no hay ni dinero, ni gente ni mucho menos valor, ellos prefieren cazar una guerra con gente desarmada que una en igualdad de condiciones que no les de una victoria automática, la tesis del cobarde que es muy malo cuando tiene las de ganar y una niña asustada cuando la cosa no le va como piensa.

Sin embargo nada pasa para esa gente, la escasez es un asunto imaginario, el ministro dice que los maestros y profesores no deben estar molestos aun cuando ganan menos que los obreros, otro alega que los médicos deben ganar lo mismo que los barrenderos, la fiscal dice que acá todos respetan las garantías constitucionales pero se llevan preso a cualquiera sin formula de juicio, “desaparecen” a estudiantes a pesar de ser filmados niegan lo que hacen, las medicinas son artículos de lujo, los jerarcas de las cárceles del país gobiernan desde sus cómodos sitios de reclusión donde hasta los guardias fungen de ordenanzas de sus jefes que de paso se supone que están presos, pero es ilegal que un recluso por motivos políticos tenga celular a pesar de que en los penales tienen hasta discotecas.
Un vocero dice que la televisión es la culpable de la violencia, al parecer nadie le dice que donde impera la violencia y el dinero fácil por hacer cualquier cosa cercana al poder del hampa, es en todos lados, es más rentable lo ilícito que lo licito, se de buena fuente que ahora les ha dado por contratar para las fiestas a jovencitas estudiantes de bachillerato que son recogidas a las puertas de los planteles por motorizados cercanos a los penales, en algunos casos hasta van con guarda espaldas a clases que se divierten aterrorizando al muy mal pagado maestro, sin que nadie de ni una ayuda, pero pensar distinto o apoyar marchas pacíficas son alarmas de guerra, nada sucede en el país para que se gasten el tiempo en idioteces de balas y muertos prometidos.

Quiero imaginar que la ridiculez absoluta de muchos funcionarios se debe al estrés postraumático de vivir pendiente de perder el puesto, de que muchos poderosos son hoy sindicados de narcotráfico y terrorismo, el único fresquito que me da, es que yo estoy preso en el país, ya que gano el más miserable sueldo posible y ellos que tienen millones, como para vivir bebiendo cualquier cosa los próximos mil años, sin trabajar ni angustiarse por la vejez, pero sus malas acciones los tienen presos, llenos de plata pero asustados, saben que en cualquier sitio del mundo, hasta en su cuba amada los podrían poner presos en una cárcel donde no hay discoteca, ni drogas ni alcohol, donde los guardias no son comprables pero siguen teniendo el mismo problema en el baño de hombres, ustedes saben que la soledad hace malabares para intentar mitigarla, en el caso de esos, pues agrava la cosa la violencia y la ofensa por lo antinatural del acto para un heterosexual, en el otro caso, a lo mejor hasta lo disfruta.

Ellos están presos de la misma gente que dicen amar, que cosas tiene la vida, esta noche me quedaré en mi casa, no saldré ni a la panadería y veré películas con mi hija en el dvd, mañana seguiré en lo mismo pero he decidido prender una velita (hoy le pregunto a google que me recomiende el mejor santo para la ocasión) a ver si encuentro la manera de emigrar con trabajo, irme lejos para no volver más que de vacaciones y de ser posible llevar a mi gente querida, si no a vivir , cuando menos a pasar un tiempo haciéndome feliz, quien quita si allá (donde sea) no me siga persiguiendo el incordio de la economía cero que no ha permitido la cristalización de muchos sueños de tanta gente, pero especialmente algunos míos que siguen en la lista de espera.

José Ramón Briceño

@jbdiwancomebac
P.D; si por casualidad vives en un economía donde puedas darte el lujo de donar, le será muy agradecida cualquier contribución





jueves, mayo 28, 2015

La verdadera REVOLUCIÓN de Venezuela


Nunca fui un excelente estudiante, ahora sé que era porque me disgustaba la escuela, nadie me entendía muy bien así que desde que salí de primer grado, cuando iba a la clase de una maestra de la que solo recuerdo el apellido y quien de verdad me encantaba, hasta (mal) graduado del bachillerato , ciertamente odie todo el asunto, seguramente esto ser nerd tenía algo que ver pues cuando en el bachillerato obligaban a leer libros, por lo general ya los había leído todos, con excepción de “María” de Jorge Isaac del cual aún tengo arcadas cada vez que lo recuerdo, tanto así que me pelee con mi profesora de literatura general I en la universidad para no volver al incordio lento del romanticismo colombiano.

De esos tiempos solitarios aún me ha quedado ese vicio exótico por leer, sin orden ni escrúpulo, casi todo aplica. Alguna vez leí, hace muchos años, que después de una lectura seria debería haber cuando menos un libro de entretenimiento para “desintoxicar” al pensamiento y poder afrontar sin problemas otro libro que dejara que pensar, eso lo entendí cuando me dio por entrarle a Milan Kundera y la novia de aquellos años, al verme tan negativo y meditabundo, pensando si era más importante pesar o ser leve en el paso por la vida (a los 23 años no es edad para andar en esas diatribas) me comenzó a buscar libros entretenidos, de ahí me quedé enganchado con la “literatura” de aventuras, especialmente aquellas de los tiempos de la guerra fría, con los súper espías amorales, que ridiculizaban a los soviéticos, los cubanos y hasta los chinos, los mostraban como patéticos anormales que vivían asustados hasta de su sombra pues cualquier desliz o delación los haría perder las migajas que le permitían sus patéticos empleos, también había unos malos que te paraban los pelos de la nuca pues comerciaban con cualquier cosa imaginable, incluidas vidas humanas.

Para ese tiempo y hasta hace muy poco (apenas unos años) siempre pensé en la saña de esos autores de best sellers que escribían de esa manera para colaborar de alguna manera con la propaganda anticomunista. En principio, siempre creí a los militares capaces de cualquier cosa, los comunistas que son apoyados por los milicos necesariamente deben también estar dispuestos a cualquier cosa, solo que jamás pensé en creerme una novela de aventuras como si de verdad pasaran esas cosas.

Ahora, viviendo en este país tan loco, me entero que ciertamente esos personajes malvados que dibujaban aquellos autores de libros poco serios, escritos para leer en el bus y olvidar a los diez minutos de terminados, no estaban tan alocados, aquí la maldad tiene acento cubano con ribetes chinos, estilo ruso con ambiente carcelario, cualquier otra imagen del matón de moda en aquellos años (80´s y 90´s), bien sea ruso, chino, colombiano, cubano, vietnamita o norcoreano, se queda pálido ante los matones venezolanos, hasta las maras salvadoreñas palidecen ante la maldad de esta gentuza.

Las estrategias gubernamentales para inventarse cosas que seguramente la histeria antichavista acogería con desespero para que los agitadores de oficio, después agreguen algunas cosas más y así desviar la atención de las cientos de acusaciones que van desde el sicariato, el tráfico de drogas, de órganos, cobro de comisiones, de órganos, de mujeres, niñas, muchachos, hasta los bachaqueros de seguro tienen algo que ver ahí. Eso sin contar por supuesto los negocios exóticos de las cárceles que tienen discotecas, prostitutas, desde donde TODOS saben que se manejan TODOS los negocios ilícitos en sus respectivas áreas de influencia que bien pueden extenderse hasta cualquier confín del planeta vía internet, donde los custodios, antaño temidos por los antisociales, ahora son sus sirvientes.
La policía (piense en alguna, que todas aplican) está incurso en cosas como el cobro por protección, también hacen parte de bandas organizadas, los militares no se escapan a toda la barahúnda de porquería, con todo y su inutilidad manifiesta tienen los mejores sueldos de toda la escala salarial, un PROFESOR universitario con doctorado (los de otros niveles educativo gana menos aun) gana menos que un sargento recién salido de su cursito de seis meses en cualquier perrera de esas que llaman cuartel. Lo más espantoso del caso, todos muy patrióticos, muy cumplidores de la ley, una burla continuada a la inteligencia que va desde el soldado raso hasta el general, sin dejar por fuera al diputado, concejal, juez, escabino, periodista, secretaria, fiscal de tránsito, guardia nacional, funcionarios de todo rango y razón social, hasta el cura o el pastor de cualquier iglesia que hace pingues negocios para la propaganda política igual de irracional.

Todo esto lo he pensado mientras leía una novela de esas, muy vieja, que me he encontrado en una biblioteca donde muy amablemente me prestan los libros para leer en las tres horas diarias que paso en el transporte público de mi ciudad, ciertamente la ficción se queda corta ante cualquier situación de las miles que a diario asolan mi país, alguna vez escribiré un bestseller que todos pensaran exagerado pero que los venezolanos reconoceremos como realidades exactas del diario vivir.
José Ramón Briceño, 2015
@jbdiwancomeback


miércoles, mayo 27, 2015

Resentimiento obrerista

Acabo de leer en alguna parte que un fulano ministro dijo que un MEDICO y un BARRENDERO debían ganar lo mismo, casi me da un ataque e iba a cobrar sin tener culpa alguna mi computadora, es una portátil cualquiera que tengo hace dos años, la cuido casi tanto como a mi cámara pues pensar en comprar otra es un asunto tan complicado como salir con una modelo internacional teniendo sueldo de profesor, así que otra vez se ha salvado el aparato de cobrar por culpas ajenas, debo confesar que entre mis sueños está el de poder botar la computadora por el balcón sin que me dé remordimiento alguno.

En fin, el ministro acaba de aclarar un misterio, el de los sueldos gubernamentales. Como he dicho en reiteradas ocasiones no tengo nada en contra de los obreros, la verdad tengo por costumbre tratar a todo el mundo con la misma cortesía más no con la misma deferencia, no creo eso de ser amigo de muchos, con los que tengo me sobra aunque también debo admitir que siempre tengo espacio para nuevos amigos, la única condición es que sean inteligentes. Lo de los obreros me indigna pues para pasar una escoba o hacer cualquier trabajo manual no hace falta estudiar mucho, es más quizás con solamente el tercer grado que te enseñe a leer y a escribir algunas cosas basta, lo otro son florituras de la inteligencia, en cambio para ser médico, ingeniero, arquitecto, físico, químico, matemático, filósofo y hasta profesor de cualquier nivel con pretensiones de seriedad, toca estudiar bastante, hacer acopio de fuerzas más allá de lo normal y aguantarse muchas lunas sin fiesta para lograr su cometido, la cosa empeora cuando el mentado decide seguir el curso natural de la inteligencia, sigue estudiando, se pos gradúa, se doctora y algunos hasta se pos doctoran, eso si sumamos todos los años desde el kínder es algo así como 25 años estudiando y preparándote, para barrer basta un cursillo de unas horas bajo la vigilancia materna, la esposa, la novia, el padre o en el último de los casos del jefe.

Ser obrero necesita cero preparación, además si no lo haces bien como mucho te sale reprimenda, el medico que no hace bien su trabajo, mata gente y en el “mejor” de los casos deja secuelas espantosas. Imagínense el caos si un contador o un administrador hacen mal su trabajo (a menos que trabaje para el gobierno, en cuyo caso es una obligación hacerlo mal), un profesor ciertamente tampoco matará a nadie pero si el conocimiento real no se hace con el debido cuidado tendremos generaciones de imbéciles que no sirven más que para ser empleados estatales, así sucesivamente, las profesiones serias tienen impacto serio, los obreros pues su impacto no va más allá del horario de trabajo y la reunión a la puerta de la licorería, el patio de bolas o el traspatio de alguna casa de algún amigote, mucha música a volumen inaudible y una pasión desmedida por demostrar cada fin de semana que tienen un aparato de sonido más grande y ruidoso que el de su vecino más cercano.

No siempre fui profesor, en verdad he trabajado de todo lo que he podido en esta vida, muy temprano, cuando era estudiante de bachillerato trabajaba como obrero en un depósito de pinturas, cargando cajas y haciendo cuanta cosa me pidieran hacer, en horario especial para poder asistir por las tardes al liceo, fui camillero en un hospital, también trabajé como obrero para una fábrica de pilas donde mi trabajo consistía en descargar conteiner de mercancía a los depósitos, he hecho de buhonero y lo último fue de mesero en un restaurante en otro país, es decir que puedo saber con exactitud que es el trabajo.

Como la gentuza comunistoide esa que maneja el país no hace nada sin medir las consecuencias, creo realmente que lo que están haciendo es equilibrar el país hacia abajo, mucho idiota feliz de su ignorancia ha de estar celebrando la “ocurrencia” del ministro, pero su ignorancia no les permite ver que el daño se lo hacen también a los suyos, mucho estudiante ha de leer eso y decepcionarse enseguida, sobre todo si el estado se abroga por motivos absolutamente egoístas dar los cupos universitarios sin contar con los méritos académicos, aunque en ese punto tengo la impresión que el ministerio correspondiente ha de estar salvando su responsabilidad en la caterva de bachilleres cuyas capacidades están por debajo de cualquier exigencia por culpa de una  ley de educación básica que promueve la vagancia.

Los médicos por lo menos tienen el consuelo de la consulta privada, en el caso de otras profesiones el sector privado es más feroz en la miseria de sus pagos, a excepción de los científicos que tienen la suerte de ser bastante inteligentes como para que las grandes empresas los contraten. Soy de los que piensa que ser obrero es algo que todos deberíamos hacer alguna vez en la vida, pero sin dejar de lado las miras a superarse desde todo punto de vista, si el mundo fuese así, les aseguro que este país fuese otra cosa.

Lástima estar rodeados de gente cuyas miras van a lo inmediato, que no piensan en el futuro y se escudan en su pobreza para ni siquiera dignarse a hacer el esfuerzo de estudiar para, cuando tengan más de 40 (como yo) el esfuerzo del trabajo sea más mental que físico y con ello además tener más beneficios que tristezas, por esa razón muchos estudiamos, quienes no lo han hecho pues se solazan en supurar su envidia, ojalá alguna mañana escuche o lea algún ministro o diputado exigiendo que los ellos ganen lo mismo que los obreros, claro eso si los indignaría, al igual que las sanciones aquellas.
José Ramón Briceño, 2015
@jbdiwancomeback



Ficción cruel

Estuve (otra vez) retirado de las redes por unos días, debo confesar que me sentí algo menos estresado. En estos días en que no tengo acceso a internet me doy cuenta a cabalidad cuan desinformados vivimos, cuan poco sabemos de lo que sucede en otras partes del país y de cuanto ha sido el avance de la censura previa en TODOS los medios de comunicación venezolanos, si a eso le sumamos que no tengo televisión por cable, se imaginarán cual es el nivel de “tranquilidad” que posee el ciudadano promedio.

Mario Vargas Llosa, hace años escribió una tesis doctoral que se llamó “Historia de un deicidio” allí hizo algunos aportes sustanciales para entender cómo se come eso de la ficción, allí habla de tres cosas importantes de las que debo hablar para intentar comprender la percepción tanto del habitante promedio, la del creyente y la del extranjero, todos sujetos al bombardeo propagandístico del régimen. Don Mario habla en su tesis de una “realidad real” que se corresponde a la parte de la ficción que responde a las leyes de la física, el tiempo y el espacio, es decir, el personaje vive, muere, camina, le da hambre, se enamora, se despecha y hasta va al baño, la otra categoría es la de la ficción pura o “realidad ficticia” donde está enmarcado todo el andamiaje de posibilidades que a un autor se le puedan ocurrir y que por estar en el campo de la ficción son “reales” o posibles solo en ese espacio, a esta categoría también podríamos añadirle una más, la “realidad hiperterrita” donde se combinan las otras dos categorías pero nadie se sorprende, todo es de lo más normal del mundo para los personajes de esa ficción.

En Venezuela, a pesar de que todos creemos vivir en una realidad absoluta pues tenemos cedula, pasaporte,  nos da hambre, envejecemos, nos enfermamos, nos molestamos, nos enamoramos, desenamoramos, extrañamos y toda la gama de verbos posibles tras de los que podemos escudarnos para poder asegurar que aún estamos vivos. Sin embargo toda esta presunción se desbarata cuando leemos lo que se publica en los diarios, lo que sale en los noticieros, lo que dicen las “autoridades” y la contrastamos con lo que vemos a diario.

Los fanáticos oficialistas, esos que viven de cola en cola imagino que viven en alguna de las categorías de la ficción que el Nobel de literatura se inventó hace más de 40 años, pues de otra es imposible saber cuál es la razón para que sean tan felices haciendo buchitos con la miseria nacional, así mismo el gobierno o sus representantes (que vienen a ser lo mismo) cuando declaran las barbaridades que dicen, cuando jamás ellos son los responsables, que todo es un invento de la CIA o de quien sabe quiénes pero que, además, no contentos con mentir descaradamente en torno a todo lo de importancia nacional, se dicen demócratas pero amordazan a todos y si no bailas al son que ellos toquen pues toca decidor entre cárcel o alguna cosa tan mala (puede pensarse que hasta la muerte es preferible a terminar en esos guetos infernales).

Por ultimo están todos aquellos que viven en una “realidad hiperterrita” donde a pesar de todo lo que pasa se niegan a hacer propuestas, solo gritan su descontento pero nada en firme proponen, entre esta categoría de ciudadanos hay quienes ignoran todo y hasta les importa poco lo que sucede, son capaces hasta de salir a defender lo indefendible para seguir comiendo de sus miserias mientras el mundo se desmorona.

Los que nos va peor somos aquellos que vivimos en una “realidad real” donde sufrimos en carne propia los embates de la mala economía, que tememos hasta de la sombra del mediodía, de los otros pasajeros del autobús, que nos peleamos hasta con el jefe por lo que creemos justo y que la situación nos ha costado hasta la salud mental pues entre la miseria y el conocimiento más o menos sensato de que ni emigrar podemos, cada día suma desencantos difíciles de manejar, muchos han colapsado, los de más suerte han logrado medicarse y andan por ahí felices pero en una realidad alterna, ficticia gracias a la química legal, los menos se han entregado a otras sustancias no tan legales pero que igual anestesian el pensamiento, imagino de paso que debe haber un repunte en los casos de alcoholismo pues cada quien busca como aminorar sus angustias para sobrevivir más o menos entero a este caos.
Este país está tan loco que hasta un análisis cuyo origen y uso corresponde solo a las categorías de la crítica literaria se pueden aplicar con cierto éxito, la diferencia es que con los libros, simplemente se cierran cuando se terminan o no son del gusto del lector, el país no se puede cerrar ni reescribir por mucha imaginación que se tenga.
José Ramón Briceño, 2015

@jbdiwancomeback


sábado, mayo 23, 2015

Paraíso perdido

Historias del horror cotidiano III
Desde que comencé a escribir estas historias de terror venezolanas, que parecieran ficción sin serlo, se  han acercado algunos amigos para contarme sus vivencias, he decidido, por un rato escribir sobre ellas, en primer lugar para sacarlas de mi cabeza pues atormenta la posibilidad de volverme un número más de las estadísticas extraoficiales, por otro lado, darles difusión para que otros sepan que el asunto aquí está más allá de la estupidez política y la miseria económica que nos agobia todos los días, donde un grupo de inútiles de traje y corbata hacen ruido daño declaraciones para achacar su imbecilidad a otros , sin jamás hacer amago de aceptar sus errores o enmendarlos, siempre el cambio es para peor.

En el estado Aragua existen varias playas, entre ellas, La Ciénaga,  que antaño fue una suerte de refugio donde se supone jamás pasa nada pues el único acceso que tiene es por mar, a pesar de ser parque nacional existen allí varias casas vacacionales, un par de docenas acaso y todas a la orilla del mar, por ser una ensenada están enfrentadas orilla con orilla y separadas por unos cien metros (en su parte más ancha) por una lengua de mar. Desde niño he pasado allí cientos de fines de semana, tenía un padre bastante irresponsable que me dejaba a mis anchas por horas hasta que volvía de la pesca o de juguetear con alguna novia del momento, nunca me pasó nada, es más creo que allí aprendí a estar solo, aprendizaje interesante para estos años de mi adultez.

Ayer un buen amigo y colega me contaba, mientras tomábamos un café que hace poco ha habido una ola de robos allá, una noche asaltaron por lo menos a diez casas y quince campistas que dormían en sus carpas, los despojaron de todo. Se metieron en las casas y se llevaron hasta las plantas eléctricas junto a cualquier cosa de valor, entre las víctimas se cuenta un señor de más de 60 años a quien le fracturaron la frente con la culata de un fusil de asalto, de esos de uso militar, mientras amarraban a un poste a la nieta del señor quien no tiene más de diez años. Todos los asaltantes venían en botes a motor y como dato curioso usaban botas militares, según mi amigo se movieron con rapidez, como si hubiesen tenido todo planificado de antemano y no con la acostumbrada improvisación que para esos casos exhibe usualmente el hampa desorganizada.

Un tiempo después, volvieron pero esta vez abrieron las puertas de las casas y las mudaron otra vez, también armados, al filo de la madrugada, para irse por donde volvieron, por supuesto eso jamás salió reseñado en ningún medio y nadie dijo nada, quiero pensar que por un asunto publicitario pues la percepción de ese espacio es que está a salvo del hampa, cosa que como ya veo no es así.

Como dato curioso me cuentan que un domingo cualquiera , una lancha entró a la ensenada a una velocidad inusual pues lo normal es que todas las embarcaciones reduzcan la velocidad al entrar pues hay mucho nadador pasando de una orilla a la otra, además de gente buceando o simplemente pasando el rato en el agua aprovechando la calma y la ausencia de olas, resulta que iba perseguida por otra embarcación con identificación de la guardia costera, al llegar justo a la mitad de la ensenada ambas embarcaciones abrieron fuego, un domingo a las doce del día, donde ambas orillas están llenas de temporadistas, ni los perseguidos no los que perseguían tuvieron la decencia de no hacer disparos pues nadie pensó que pudieran haber heridos, que milagrosamente no hubo, al final el perseguido había secuestrado quien sabe en qué playa al lanchero y lo obligó a encallar en alguna playa desierta de las muchas que hay en la costa, para acto seguido escapar por la montaña, dicen que el lanchero quedó detenido, sin embargo, menudo domingo de terror han pasado esos pobres turistas que escapando de las balas de la ciudad igual se las encuentran en el mar.

Ambas situaciones son graves, pero la última podríamos achacarla a una muy mala casualidad. El primer relato me causa cierta suspicacia pues esta playa está a apenas diez minutos de navegación de una base militar, eso de los asaltantes armados con fusiles de asalto, usando botas militares y con cierta disciplina para ejercer su maldad me da muy mala espina, no quiero pensar que todo se debe a que algunos altos oficiales quieren tener sus casas de veraneo allí a precio de ganga pues el miedo usualmente hace que la gente se deshaga de todo al precio que sea, a veces perdiendo se gana y la vida pues no tiene precio, aunque la verdad en este país de horrores cotidianos cualquier cosa puede pasar y cualquier intento de ficción se tropieza con una realidad aún más retorcida que la mentira literaria.
José Ramón Briceño, 2015
@jbdiwancomeback