Venezuela
es otra, ya lo que hasta hace días pudiéramos haber pensado, no aplica, la
devaluación ha cambiado absolutamente todo el panorama, la represión ha elevado
a cotas de película de terror la vida de los connacionales, a pesar de que
algunos niegan lo que pasa, otros se hacen los locos, igual nadie puede negar
que las cosas van mal, no es solo la protesta, también está la barbaridad esa
de que los colectivos y la policía son la misma gente, no importa lo que
podamos horrorizarnos, la cosa es así.
Hasta
hace una semana yo tenía un sueldo bajito pero no mínimo cuando menos, hoy día
tengo un sueldo minúsculo con menos poder adquisitivo que el mentado mínimo, la
renta aumentó un 50%, lo demás va por el 300% pero según los del gobierno son
los apátridas desgraciados de la derecha internacional y galáctica que nos
odian por ser herederos de la coprolalia del máximo difunto, esa misma que
contagió de fecalomas cerebrales a todos los acólitos que hoy exhiben su felicidad
a despecho de la tragedia de las mayorías.
Quizás
no sería tan virulenta mi protesta si el país mostrara razones para no
protestar, que hubiese futuro cuando menos, la justicia fuese justicia y no el
carnaval de mentiras en que está apoyada, veamos, los fulanos “colectivos”
están llenos de motorizados que a lomo de bala entran a plomo, incendian,
vejan, matan, ofenden y mientras todo eso sucede los organismos de seguridad
del estado están en pleno trance catatónico, imagino que invocando a su padre
galáctico que les imparte ordenes desde el cuartel de la montaña, cuando
vuelven en sí, entran a fuego en las zonas de protesta para “ayudar” a sus
iguales (los colectivos) en la defensa de la revolución, nadie va preso ni es
investigado. Se Quebrantan todas las leyes de la republica al contratar
convictos para labores gubernamentales, para no seguir con los fulanos
colectivos recordemos al tal Gouveia que ahora es empleado de una embajada con
rango diplomático como premio por haber matado a unos cuantos “escuálidos” en
la Plaza Altamira en el 2003, eso sin hablar de toda la sarta de ex
presidiarios que hoy día pululan en la administración pública, no de obreros si
no con cargos de responsabilidad.
Los
egresados universitarios de todos los escalafones de la administración pública
ganan menos que los obreros, de hecho conozco nos cuantos profesores que no han
abandonado su labor de obreros en las instituciones públicas pues sienten que
pierden ingresos, una suerte de castigo por estudiar y pensar, lo peor es que
la mayoría son pro gobierno y no ven nada malo en ese fenómeno. A pesar de las
promesas que nadie cumple, los gritos destempledos en cadena nacional que estoy
seguro no ve todo el mundo pues ya estamos cansados de tanta mentira en vivo y
directo, desde el palacio de gobierno, los fulanos hacen gala de una humanidad
que no tienen, anuncian “comisiones de la verdad” donde el fascineroso numero
dos es el que las preside, las mentiras son tan evidentes que solo ellos se las
creen, la comunidad internacional está dando señales de no soportar seguir en
la payasada de creerles por el regalo petrolero que les hacen.
Si
no me creen aun, les invito a comprar de contado un vehículo, digamos que de
contado es una exageración, pero primero encuéntrelo y que le aprueben el crédito,
luego me cuenta si puede con eso, una casa o apartamento es un sueño nada más,
llenar la nevera de comida es una entelequia de la que dependen por lo menos de
cuatro o cinco sueldos básicos, eso sin hablar de que la mitad de las cosas
importantes para vivir no se encuentran y para hacerlo se requiere un periplo
investigativo bañado con litros de paciencia para las colas que toca hacer por
digamos dos kilos de leche en polvo. Busque los repuestos de su vehículo a ver
si le alcanza el sueldo para comprarlos si es que los encuentra, salga de noche
a caminar por su urbanización o barrio a ver si sus vecinos lo imitan con la
calma de otros tiempos, planifique las vacaciones familiares en algún hotel
nacional, de esos con todo incluido e invite a su suegra, compre zapatos
realmente cómodos de esos importados, ropa nueva, una computadora nueva también,
de estas nuevas de muchos gigabytes de disco duro tan importantes para guardar
el trabajo, un disco duro externo, una bicicleta, un celular Smartphone de última
generación, planifique una operación en un hospital público y que el estado le
done los insumos, hágase igualmente todos los exámenes allí, gratis como lo
publicitan, encuentre un empleo realmente bien remunerado, pregúntele al
perrocalentero de la esquina cuánto gana y sorpréndase con la respuesta pues
seguramente el gana en un mes lo que usted en seis meses y no tuvo que ir a la
universidad, ¿hizo el ejercicio?¿ se sorprendió?, ahí están las razones de
tanta molestia, ya estoy harto del NO PUEDO, NO HAY.
José
Ramón Briceño 2014
@jbdiwancomeback