Desde la muerte del comandante sideral, su reemplazo ha
generado no pocas reacciones, unas de estupor, otras de rabia y por supuesto
una genuflexión que ni en tiempos del otro se dieron, eso debe tener algo que
ver con el poco merito (a los ojos de otros) que tiene para suceder en el
cargo, a dedo como todos los llamados a defender con uñas y dientes el poder.
Ser artista es una cosa muy seria, quienes se sienten
artistas por lo general su intelecto los ubica siempre en la acera de enfrente,
quizás eso explique tanto comunista inteligente en los años 60 y 70, la época en
donde explotó una fiebre militarista derechosa en el mundo y especialmente en Latinoamérica,
sin embargo eso fue cambiando con los años. Ahora siento que el asunto no es de derechas e
izquierdas sino más bien de orden
económico, si en el país que sea están pelando bolas pues sus políticas han de
ir en función de la expansión del bolsillo de todos, por ese razonamiento van beneficiadas
desde las grandes empresas hasta el ciudadano más pobre, se supone que el
estado debe , en primer lugar apoyar el logro de una economía estable y una
moneda lo suficientemente “dura” para que la inflación no se coma los ingresos
de su población, cuando sucede lo contrario los artistas que usualmente
constituyen muestras de la intelectualidad de una nación se sitúan en la acera
de enfrente políticamente hablando para aprovechar su posición publica de
prestigio y hacer presión a los entes gubernamentales para mejorar las
condiciones económicas de sus compatriotas.
En este país no pasa eso pues la economía que se impulsa
desde el estado es tan buena que van dos devaluaciones y ni siquiera estamos a
mitad de año, no ha existido una mejora palpable, nadie puede asegurar lo contrario,
ni tirios ni troyanos deben estar conformes con la debacle económica pues si en
los primeros tres meses ya la moneda vale casi lo mismo que una ficha de
monopolio, en un año de seguro le entramos al trueque, y el colmo de este
estado es que dicen gobernar para los pobres pero quienes solamente se
benefician son los ricos y los llamados boliburgeses que en medio de todo este maremágnum
hacen pingues negocios. Ahora bien, esta semana hubo un éxodo de “artistas” que
hicieron pública su filiación política, originando una oleada de reacciones a
favor y en contra, hay rumores de cobro
por hacer acto político pero nadie ha dado ninguna prueba.
Siguiendo el razonamiento antes expuesto causa extrañeza que
estos señores hallan arriesgado su carrera por un asunto político, se supone
que en aras de su trabajo deberían ser (por lo menos puertas afuera) apolíticos
ya que las telenovelas las miran todos los estratos sociales sin distinción de
color político, a todas las doñas – y algunos señores- les gusta mirar sus culebrones, a pesar de que
todos son totalmente previsibles y donde nunca falta la familia rica malvada y
la pobre pero de buenos sentimientos, todas las telenovelas son una suerte de
cenicienta para adultos con su cuota de hermanos perdidos, padres desaparecidos
o hasta la posibilidad de un incesto por desconocimiento entre supuestos
hermanos, todas unas joyas del saber humano. Si los señores y señoras que
muestran su adhesión al gobierno fuesen, poetas, escritores, dramaturgos o
cuando menos ensayistas, yo me cuestionaría mi posición política, pues por lo
general uno sabe que esos oficios afilan el ejercicio de la crítica además de permitirse
mirar la realidad desde la óptica de un taxidermista, disecándola, desarmándola
para mirar su fondo. Pero la realidad es que todos esos no son más que músculos
y silicona sin mayores atributos intelectuales, es mi parecer que todos están
buscando un buen cambur en los canales del estado, quien sabe cuánta plata
habrá suelta por ahí, por supuesto que en esta crisis toca agarrarse a
cualquier tabla de salvación pues las fuentes de empleo cada día son menos, los
canales independientes están desapareciendo y ya nadie quiere invertir, el
bolsillo junto a las responsabilidades
son cosa seria, tanto que toca algunas veces hacer de tripas corazón para
sobrevivir. Quizás esa sea una razón, la otra es que alguno de los tantos
esbirros les sopló alguna cosa que no sabemos y el gobierno se ha soltado la
chequera con una muy buena cifra y por las mismas razones alegadas
anteriormente saltaron a la palestra pública sin importar mucho las críticas,
total la resistencia nunca ha sido muy productiva por estos lares, por último también
ese mismo soplo del esbirro puede haberlos asustado tanto que prefirieron
ponerse su peluca, su nariz y maquillaje para saltar al circo político pa ver
si después de las elecciones los dejan sobrevivir.
Si este gobierno fuese de gente seria no levarían a tanta
figura de telenovela y demostrarían cuando menos un intelectual de verdad que
sin cortapisas les diera cierta veracidad,
no la manga de siliconas y músculos con maquillaje ( Roque Valero es la
excepción) desempleados y sin posibilidades en este pobre país destrozado hasta
en su producción televisiva, imagino que todo ese circo político que ahora abrió
la pista de “artistas” de esos de programa sabatino está desesperado buscando
votos de donde sea, sabemos que la ignorancia siempre ha campeado por el país,
sin distingo de estrato social o racial, esa misma ignorancia que llevará a
muchos a decir que si tal o cual actriz o actor es partidario del gobierno él o
ella deberían imitarlos para parecerse en algo a ese personaje, triste
realidad.
Como el show del muerto no funciona, el de los “artistas”
debe hacer algún efecto en la ¿carismatica? Carrera política del soso maduro,
seguramente en vista del fracaso de las telenovelas “socialistas” este nuevo
sindicato rojorojito realizara producciones nuevas con el aire correcto de
melodrama simplón pero popular. Total billetera llena corazón contento.