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martes, septiembre 23, 2014

La Guerra del fin del mundo

Tengo días fuera del aire, una de las razones es que me comí el plan de navegación de Movistar, esos 6Gigas no alcanzan ya para nada, lo otro es que me atrapó el fulano virus del Chicunguya y me ha tenido por dos semanas postrado en cama, hoy ,me animé y estoy en un Ciber para no perder la costumbre.

Resulta que vivimos en guerra, pero nadie (desde el gobierno claro) habla de esa otra que cobra cientos de muertos cada semana, la de bala, metralla, atraco, asaltos y demás sutilezas del hampa común que usualmente está apoyada por la organizada, de esa no se dice ni una palabra. Sin embargo gritan voz en cuello una ilógica guerra económica donde todos los bandos convergen en Miraflores, cuyas políticas son de un tono cantinflerico que se le ven las costuras desde lejos, pero que antes que los sigan acusando y como dando aliento a los imbéciles de siempre, gritan que es una guerra económica que el imperio les tiene.

Ayer vì un titular al vuelo, hablan sobre una tal guerra bacteriológica, tengo dos días preguntándome si en serio hay quienes se creen tal patraña, ¿es que nadie va a los hospitales y ambulatorios públicos? Ahí no hay ni acetaminofen tan siquiera, el domingo estuve en el “Ambulatorio del Norte” otrora un centro modelo y no hay suero tan siquiera, los médicos trabajan casi por obligación y atienden al paciente con la cara de “ese no es mi peo” , tiene más de desencanto e impotencia que otra cosa, ahí uno dice, bueno, el centro es pequeñito pero mientras estaba allá llegó una mujer con uniforme de funcionaria de la red de ambulancias estatales y el médico le dijo que lo único que podía hacer por el niño que la funcionaria traía era dejarla usar las duchas para bajarle la fiebre pues no había nada más que ellos pidiesen hacer.

Creo que el reclamo no sería tan destemplado si algún funcionario aceptase sus culpas, pero nadie dice nada, todos asienten como autómatas y le echan la culpa a otros de sus desatinos, el país se está haciendo nada mientras los jerarcas gritan que hay una “GUERRA” , no me jodan señores.

Una cosa que podría probar la veracidad de lo que digo es que el presidente del colegio médico local denunció lo que sucede y zas, lo mandaron a meter preso, claro, es una voz autorizada y a ellos no les interesa que se sepa que su gestión es una porquería, bueno, todos lo saben pero una cosa es que un ciudadano común y silvestre como yo diga algo sobre la salud y otra cosa muy diferente es que alguien bien documentado como el Doctor Angel Sarmiento los deje en evidencia.

Ahora pregunto yo a los otros ciudadanos, esos que no levantan su voz, que jamás dicen esta boca es mía, los que a pesar de las pruebas de que nada sirve, siguen usando su franelita roja hasta para hacer su colita por el pollito, ¿ustedes de verdad se creen esa patraña de las guerras? ¿Creen en serio que Obama está detrás de todo? ¿Están seguros que el imperio está interesado en este paìsito? .


La verdad ya ni sé que pensar, la desesperanza cunde por doquier, a nadie parece ya importarle nada y el sueño de las mayorías es el de el exilio para no volver nunca más, ni de vacaciones, la guerra bacteriológica es tan cierta como la pronta recuperación del galáctico, la económica va del mismo estilo , mientras unos nos acojonamos solos, otros se pelean las migajas de las próximas elecciones, los menos agarran su avión  y la calle sigue su fiesta de balas ,pero la culpa es de otros jamás de los responsables, ellos solo son culpables de ser disminuidos mentales y a los que tienen ese tipo de problemas no se les debe acusar de nada, es que así los obliga a a ser los de la oposición, aunque tengo casi la certeza de que ellos realmente son víctimas de un arma bacteriológica que transmuta la materia gris en materia fecal.
Josè Ramòn Briceño, 2014
@jbdiwancomeback

viernes, septiembre 12, 2014

El enemigo


Uno de los asuntos más ridículos de la cosa política es ese de que todos en realidad son enemigos, a pesar de los grupos que naturalmente surgen en el seno de las distintas organizaciones, bien sea por afinidad ideológica, amistosa, de compadrazgo o de lazos consanguíneos, siempre habrá otro grupo o individualidad que será considerada como enemiga. No importa de cual sea el extremo del espectro político del que estemos hablando, siempre eso del enemigo es una constante.

Creo que tenemos que clarificarnos como grupo opositor si queremos alguna vez mejorar el país desde nuestra filosofía del progreso, no es posible que la oposición sea un saco de gatos donde todos se quieren y se odian en la misma proporción, la mayoría de las veces es un asunto de ego pues quienes se pelean no tienen ni siquiera real base política para creerse la gran cosa, todos son simplemente uno más cuyo aforo es superior al de quienes ni se interesan en hacer vida política, pero tampoco es que llenan un estadio con seguidores, si acaso un par de centenas los siguen por Facebook, unos cuantos más en las otras redes sociales y ya se creen émulos de quien sabe quién carrizo.

Si por casualidad los cofrades de la misma ideología no los siguen o apoyan terminan saltando la talanquera, se pasan al oficialismo sin que se les mueva un pelo, de paso tienen el descaro de ocupar centimetraje de prensa “denunciando” lo que hasta hacía apenas unas semanas eran sus banderas de lucha, no sé.

¿Quiénes son nuestros enemigos reales?, en primer lugar el ego desmedido de unos cuantos, los he visto, he hablado con ellos, me he burlado y en algún momento, ya harto de sus pajuatadas, los he insultado, sé que no es el deber ser hacer ese tipo de cosas, sin embargo el intelecto a veces obliga liberar presión con un par de insultos bien colocados así termine siendo un enemigo más, ya ni importa realmente, no tiene sentido andar por la vida sin fijar posición y creo que se hace necesario un poco de honestidad en eso de la política, Versalles queda muy lejos como para pretender imitarlo. Los enemigos somos muchas veces nosotros mismos.

Claro aplican como enemigos, el ejército, la policía, el gobierno, los malandros, los colectivos, el hampa, la economía y pare usted de contar sobre las cosas que atentan contra nuestra calma mental y nuestras vidas, las balas no saben de ideologías. Los enemigos a acabar en estos tiempos deben ser la ignorancia, la apatía, ese gusto de muchos por no ser ciudadanos, el ego desmedido y la blandengeria política.

En esto último quiero hacer hincapié, eso de aceptar que los “dirigentes” opositores reciben coimas del gobierno para quebrantar la oposición, todos saben quiénes son pero igualmente les permiten espacios en las organizaciones opositoras, esa cosa espantosa de recibir con los brazos abiertos a ex militantes de relevancia en el partido de gobierno me parece sospechosa, discúlpenme, quizás peco de exagerado pero no puedo creer que un dirigente del Psuv salte a la oposición por que una mañana vio la luz para descubrir milagrosamente que el tal partido no hace nada por la humanidad ni es salvador de la galaxia y sus alrededores, ese salto responde (según mi opinión) a dos cosas, la primera, no le dan espacios para su ascenso político, la otra, recibió órdenes superiores para perforar la oposición y ser un buen informante para sus jefes.

Mientras no seamos un solo bloque, hagamos formación ideológica, respetemos a nuestros iguales, tengamos un poco de humildad para reconocer que no somos la gran vaina, quienes pueden hagan aportes reales por el avance de la población, para eso son diputados a la asamblea nacional, alcaldes o gobernadores carajo y manejan un presupuesto que bien pueden apuntalar más las ideas y menos a las personalidades que de paso algunos son nulidades absolutas cuya presencia da más grima que gusto. Mientras no ofrezcan soluciones reales, por ejemplo en vez de regalar tanques de agua ofrezcan de manera publica un plan dirigido a resolver el problema del agua, facilítenselo a los vecinos y que ellos se ocupen de reclamar a las autoridades sobre el asunto, claro con alguna orientación por parte de los equipos de prensa de quienes ofrezcan esas mismas ayudas, no puede ser que sus egos los descentren tanto que a pesar de las protestas y los problemas se pongan como cachorros cuando se aproximan las elecciones a cualquier cosa, es deprimente como en vez de amarrar la cara ante la problemática muchos simplemente mueven la cola y hasta ladran de contento ante la proximidad de n proceso eleccionario.

Ojalá me lean algunos de esos señores de la oposición, sé que muchos lo hacen, sin embargo a pesar de que estoy claro que caeré en la lista negra de muchos, mi esperanza es que se avergüencen de su actuar y se replanteen muchas cosas, no estamos en tiempos de divos, estamos en tiempos de trabajo duro, con miedos sí, pero de no repensar con seriedad corremos el riesgo de terminar regalando el país para que lo terminen de destrozar mientras nosotros seguimos llorando nuestras miserias y los miserables se llevan nuestro futuro.
 José Ramón Briceño, 2014
@jbdiwancomeback





domingo, agosto 31, 2014

Amores revolucionarios


Siempre me ha llamado la atención este amor desbocado e irracional que tiene el gobierno para con sus pares menos “afortunados” por no decir algo realmente soez , no hay tiranuelo salvaje que no sea recibido con los brazos abiertos por estos otros fulanos, eso si, todos esos amigotes deben tener cuando menos 10 años en el poder, decirse revolucionarios y estar matando de a poco a su pueblo para ser merecedores de los honores, los latinoamericanos no lo son menos, sin embargo la reina de todos los desmanes es la consentida argentina, de allá me entero no solo por lo que las redes dicen, además tengo amigos por aquellas tierras que me comentan con lujo de detalles lo que les sucede.

Otra cosa interesante es que para ser de esta izquierda solo se tiene que ser una suerte de burro recitador, no se vale pensar, molestarse, criticar ni oponerse a medidas arbitrarias y abiertamente estúpidas como muchas que se toman por acá. Toca tener memoria y atención muy selectiva para no caer en desgracia por un comentario o por no tener los amigos indicados, si caes en cualquiera de esos “pecados” se te acaba la teta oficial y lo más factible es que si no te botan de tu empleo o te ponen preso, te mandan a “custodiar” las actas de los consejos comunales en el deposito trasero de la oficina en cuestión hasta que te hartes y renuncies pues ver la pared y no hacer nada a diario, por muy atractiva que suene la cosa, harta al más pintado, a menos claro que su sueño sea no hacer nada y vivir poco menos que los perros de apartamento.
Todos aman a Fidel, es más, le dicen “mi comandante” para que todos los que escuchan sepan que tan fuerte es su “moral revolucionaria”, pero nadie recuerda que Fidel era muy amigo de Carlos Andrés Pérez y de Felipe González solo por nombrar un par de innombrables  antirrevolucionarios. Como he comentado muchas veces por acá, tengo meses haciendo fuerzas para comenzar una tesis de posgrado, al final me tomé un semestre para revisar bibliografías nuevas que arrojasen un poco más de luz sobre mi tema, revisando una biografía sobre Gabriel García Márquez, me topé con la explicación de los cubanos hacia este país y la razón para abrazar al comandante galáctico hasta enamorarlo, este amor que nos tiene asfixiados con sus idioteces de viejo desgraciado que sumada a ese otro amor desmedido por una ideología muerta hace años nos tiene sumidos en este marasmo de pupú de perros que llaman “patria”.

Resulta que el autor de la biografía, un inglés llamado Gerald Martín, asegura que el Nobel le dijo alguna vez que le tenía cierta animadversión al sideral, le parecía no muy honorable pues había logrado que su amigo Carlos Andrés Pérez fuese destituido, amén de los muertos que costó su fracasada asonada, por su parte dice que este le reclamó a Fidel pero que el hombre le respondió que Venezuela iba a ser el punto de apoyo para la revolución, con su petróleo  y otros ingresos que harían que la isla no muriese de mengua, según Martín eso fue hace más de 12 años, con el agravante de que el libro en cuestión fue publicado en el año 2008, si García Márquez no objetó el contenido del texto fue porque consideró que todos los datos eran veraces, lo que le otorga entonces toda certeza a lo que afirma.

Ahí podemos apreciar el abismo por el que vamos rodando, las razones para que los cubanos ahora sean los amos y señores, que los barbaros de por estos lados prefieran regalar dólares y petróleo por quien sabe qué carajo mientras los ciudadanos sufrimos la pobreza y esta suerte de mendicidad con sueldo a la que estamos condenados.

Estos hablan de libertades pero puedes ir preso por tuitear consignas en contra de la revolución, se dicen estar con los trabajadores pero tenemos negado el derecho a protesta y huelga como gremio, dicen ser obreristas pero mientras pueden van destrozando el aparato productivo sin pararse en el detalle de que mientras más empresas cierren sus puertas menos empleo habrá y al final lo perjudicados son los obreros, los jefes pues se quedan pobres pero ellos resuelven de alguna manera hasta yéndose del país, jodidos estamos los demás.

¿No le parece raro querido lector(a) que no exista ni siquiera un intelectual de peso que apoye estas burradas? ¿No suena extraño que los únicos que apoyan a estos jefesuchos bananeros son los tetologos beneficiados por este sistema de dadivas? (si algún chavista me lee) ¿No le ofende que no pueda ir a cualquier farmacia a comprar lo que necesite? ¿No le estresa no poder decir como antes que iba a la bodega de la esquina a comprar lo que fuera y lo había a precio normal por cierto? Si es fanático ultroso ¿no le acojona que Fidel haya sido uña y mugre de Carlos Andrés Pérez y aun siga metiendo las manos en MI PAÏS como si de un burdel se tratase? , díganme si no les molesta a TODOS que los únicos sitios donde los venezolanos pudiéramos ir a estudiar o a cualquier cosa son estados de esos a los que nadie quiere ir ni de visita? ¿No les parece sospechoso?. Hay amores realmente tormentosos pero en la política se ha salido de control, lo malo es que esos amores del gobierno nos joden a todos, si fuesen ellos solos no pasaría de ser un chisme más que no hace daño a nadie, el problema es cómo resolvemos este desastre sin sangre y sin daños a terceros, aunque más de un millón de compatriotas, se han mudado a los cementerios a consecuencia (en muchos casos) del amor desmedido de los rojos rojitos a su supina ignorancia y mayor idiotez revolucionaria.
José Ramón Briceño , 2014
@jbdiwancomeback



lunes, agosto 25, 2014

Ignorantes ilustrados



Ser educador lo sensibiliza a uno en cuanto al asunto este de tachar a los demás de ignorantes, pues entre el oficio y la gran cantidad de teorías que toca revisar durante la carrera, obligan a repensar un par de veces antes de hablar de ignorancias, sobre todo cuando uno se asoma a cualquiera de las redes sociales, bibliotecas, reuniones donde abunda gente con diversas profesiones y constata que uno es un gran ignorante en el 99% de los casos que escapan a los asuntos del oficio o la profesión de la que uno pretenda vivir.

Últimamente me he tropezado con mucho ignorante ilustrado, me ha dado cuenta que ni siquiera el lado político lo salva pues de ambos espectros de las tendencias en eterna pugna me he encontrado más de uno, de hecho hasta con títulos universitarios, de esos que saben de todo, opinan de todo y de paso se molestan cuando se les lleva la contraria. Caso muy parecido, aunque más ofensivo, es el de la inmensa cantidad de gente que opina que “La educación a todo nivel es una mierda”, pretenden opinar sobre todos los niveles educativos, defienden los preceptos tirados de los pelos que todo izquierdoso descerebrado de estos tiempos alega, desde proponer la eliminación de todo tipo de evaluación hasta criticar que un docente de básica tenga más de un empleo pues si la labor es “vocacional” no debe preocuparse por vivir de manera digna, debe conformarse con la miseria que le designa su vocación, lo más grave es que tales bodrios caminantes jamás han pisado una universidad pero no contentos con eso tienen voz y voto en las decisiones gubernamentales.

No digo que “antes” no sucediese pero cuando menos los otros señores tenían la delicadeza de rodearse con ente que sabía de lo que hablaba, ahora los cargos son designados por asuntos políticos o de afinidad social, nada tienen que ver con las capacidades ni la formación académica, no importa, al final solo interesa el socialismo y volver nada las estructuras, así terminen con todo hecho una ruina, siempre se juegan el comodín de la oligarquía y el odio, la culpa es de otros.

Quizás algún gracioso diga que soy pura envidia, pero uno debe ser no solo sincero si no consecuente, si por algún misterio del universo me ofrecieran alguna cosa que está lejos de mi escaso conocimiento me negaría, no por honesto si no porque tengo un alto sentido del ridículo y no me meto en nada que no conozca pues las consecuencias me perseguirán por toda la vida, creo que la única vez que he hecho eso fue cuando me dijeron que iba a ser papá, pero en eso todos estamos iguales, nadie nace aprendido, menos mal hay mucho libro por ahí suelto.

No quiero hacer algo muy largo hoy, total estoy con wifi prestado pues tengo el servicio cortado hasta el último cuando cobre, sin embargo tengo la esperanza que alguno o muchos de esos ignorantes ilustrados me lea y cuando menos les de vergüenza la cosa, creo que es momento para que este país comience a pensar la gente, si todos los cargos de decisión publica fuesen cubiertos con gente que no solo sepa lo que hace, además que sea honesto o no tan voraz como estos señores de estos días, la “PATRIA” volvería a significar lo mismo que en otros tiempos y no estas silabas que suenan a escasez, muertos, robos y orfandad en la que ahora vivimos.
José Ramón Briceño, 2014

@jbdiwancomeback


jueves, agosto 21, 2014

Organizarse contra el hampa común


Casi se ha vuelto un mantra eso de quejarse por la inseguridad, que crece exponencialmente a nuestro sentimiento de desamparo ante la arremetida del crimen, tengo que ser sincero, salir de mi casa se ha vuelto un acto de valor, volver a ella es igualmente otro acto similar pues creo que en cualquier momento e veré con las puertas forzadas y las dos cosas de valor desaparecidas por manos que prefieren lo fácil antes que ganarse sus cosas (como yo he hecho) , ciertamente Venezuela se ha vuelto un campo de batalla sin frentes ni enemigos claramente diferenciados, todo extraño es sospechoso de ser sospechoso hasta que demuestre lo contrario o siga de largo, lo que suceda primero igual se agradece.

¿La solución? Organización, quizás sea difícil organizar nada en las calles pero si comenzamos por nuestros hogares y espacios de trabajo creo que algo se puede avanzar, si los vecinos se organizan para combatir el hampa con sus propios recursos tengo la certeza que la voz se irá regando hasta que cada uno de los que quieran meterse a robar en los hogares de la gente (ellos, los ladrones no califican de gente) se encuentren con una cantidad considerable de ciudadanos que, luego de propinar su merecido lo entreguen a las autoridades, que quizás los dejen libres al día siguiente pero moretones o fracturas tardan lo suyo , obligando al indiciado a meditar sobre sus acciones, seguramente volverá a las andadas pero también es seguro que su cuadra no la visite más.

Lo más seguro es que algún lector se espante con la solución pues no solo exige organización, también una cuota bastante grande de valentía así como estomago para poder “castigar” a un ser humano, pero si lo vemos desde otro ángulo, algo más personal, a esos seres no les interesa su vida (la suya no la de ellos, esa la valoran mucho) ni la de sus familiares, en segundo lugar el valor no es un asunto opcional en estos tiempos, toca tener bastantes agallas para vivir acá este eterno rosario de miedos y carencias. La familia es la única cosa real que todos tenemos y toca cuidarla, en este caos donde nadie viene al rescate a menos que seas fulano de tal, amigo, compadre, primo o hermano del comisario, el coronel, el general o el diputado, hay que buscar otras alternativas de supervivencia.

No pido que nadie salga a la calle a quemar al primer sospechoso que se le atraviese, tampoco a linchar a cuanto transeúnte vea a deshoras por su urbanización, barrio o pueblo. Pero si algún vecino está bajo el acecho del hampa es deber de todos los demás auxiliarlo y de ser posible capturar al criminal de la manera que sea, no creo que debamos soportar por más tiempo este azote que no tiene salida visible al menos, todos los días sabemos de historias de horror gracias al hampa que de paso se pavonea impune bajo la egida de un estado que impulsa bajo cualquier excusa la patente de corso que se expide desde los reclusorios nacionales, donde para nadie es un secreto se giran las instrucciones para motorizar el hampa y la muerte en las calles.

Tengo la impresión de que los hampones se solazan en el pavor que la gente de bien les tiene, en el momento que ese pavor desaparezca se reducirán sus acciones, tengo la certeza de que si cada barrio, urbanismo, caserío, pueblo, edificio o donde sea que un núcleo humano se desenvuelva, se organiza frente a esa gente, sin parar mucho a sentimentalismos ni a ventajismos o cacicazgos podríamos avanzar cualitativamente a una drástica reducción del vandalismo tan común.

En los lejanos noventas y ochentas, al sur de mi ciudad los vecinos tuvieron que apelar a esas acciones, las viví y alguna vez hasta fui participe, pero entre todos los vecinos logramos reducir los asaltos, atracos y robos considerablemente pues en un momento dado nadie estaba seguro, tal como ahora solo que es en todas partes y no localizado como hace años.
José Ramón Briceño. 2014
@jbdiwancomeback



miércoles, agosto 20, 2014

Inconformidad

Ver el mundo a través de esta ventana de cristal líquido hace que uno se dé cuenta de cuan inconforme  es el ser humano, además obliga a revisar las creencias propias, en todas partes del mundo hay quejas de sus respectivos gobiernos, al parecer a nadie le agradan como van las cosas en sus respectivos países, todos (al parecer) quieren emigrar hacia otra parte, con excepción claro de quienes ya lo hicieron y han sentido el halito fresco de la calma de vivir sin la presión propia de estar en Venezuela por ejemplo.

A muchos de esos inconformes provoca decirles cuatro cosas, no por estar incomodos que al final es buen síntoma pues la comodidad extrema no produce más que flojera y poca iniciativa, es por quejarse por cosas tan fútiles como que el tren pasa ahora con tres minutos de retraso, la gente no se baña en invierno (los panas de verdad huelen mal) , el político fulano o zutano ha dicho alguna imbecilidad que dicho sea de paso al parecer es una epidemia peor que el ebola eso de la estupidez de muchos políticos, también se quejan de una inflación de apenas seis por ciento anual, el sueldo de mil euros mensuales no les alcanza, vaya uno a saber que más.

El asunto es que cuando uno contrasta esa incomodidad con la realidad nacional, de verdad quisiera pasarlo tan mal como otros en otras naciones, por lo menos allá hay trabajo, no hay escasez, los servicios públicos funcionan, el hampa común es tan común que sus peligrosísimos hampones parecen niños malcriados de cualquier jardín de infancia a quienes solo les hace falta un coscorrón bien dado, si los comparamos con estos matones desalmados quienes han decidido que tu vida vale menos que el teléfono que usas.

En base a eso se podría decir que ejercer cargos de poder es un espanto, no importa la decisión que tomes, nunca le gustará a todo el mundo, siempre habrá quien le haga ascos a lo que se impulse, sobre todo en la cosa política donde lo que sobra es gente pendiente de hacerte ver mal para ellos alzarse con los laureles, el cargo, las comisiones o la elección, siempre existirán los inconformes. Acá quejarse es un ejercicio de supervivencia, la verdad las decisiones gubernamentales no están basadas en pragmatismos dirigidos a resolver los problemas de todos, son más bien parches para “resolver” la situación personal de los jerarcas jamás de todos.

Eso que llaman con tanto engolamiento “pueblo” es una entelequia ya que eso de pueblo deberíamos ser todos, sin embargo las ejecuciones del estado solo benefician a quienes se enchufan a los núcleos del poder, los otros estamos jodidos sin posibilidad alguna.

Como me gustaría estar equivocado, quizás poder ser acusado de ceguera política , no ver las maravillas por ser un opositor acérrimo que se hace el pobre solamente para poder incordiar a alguien por gusto, uno de esos que bailan con el diablo por hacerse el interesante, realmente ese es un deseo profundo ya que de ser así cualquier psiquiatra medianamente competente podría ayudarme terapia por medio a ver con ojos imparciales la realidad nacional, para darme cuenta que he perdido vilmente mi tiempo escribiendo tal sarta de sandeces desde esta esquina.

Es una lástima darse vueltas por la ciudad y tropezarse con colas, muertos en la vía, quejas por escasez, mi hija con su cabellera de bruja por no haber champú, ver mi nevera casi vacía pues el puto sueldo no alcanza para mucho, mendigar casi un “tigre” que matar para medio equilibrar la cosa, dejar de ver televisión por cable pues sabes que la mayoría de las cosas que ves no las vas a encontrar en ninguna tienda, así sea las de los comerciales de gente idiota que pretende venderte cosas maravillosamente inútiles.

Causa espanto darse cuenta, de manera cabal que uno no está loco ni es un necio inconforme por boberías, es que la cosa es seria, la pobreza generalizada y la desesperanza es un virus que se propaga de manera involuntaria, no necesita más canal de contagio que la vida misma, salir a la calle, trabajar, cobrar y quedar en cero es un ciclo de contagio que se repite en muchas vidas sin importar mucho el nivel o estatus de vida a que estés acostumbrado, hasta los mendigos deben estar en crisis pues lo mendigado no debe alcanzarles para mucho aunque ellos recolecten más en un día que el trabajador promedio en una semana.

Como decía el poeta “…Esta extraña enfermedad inclasificable, que te quita la sonrisa, cuyo síntoma es que ya no importa nada…”, así vamos, mientras la “alta” política se reparte el botín, la “baja” se pelea por migajas, el “pueblo” por sobrevivir y los inconformes, pues los inconformes solo intentamos no morir de enfermedad pues sabemos que medicinas no hay, la esperanza es el bien más escaso.
José Ramón Briceño, 2014
@jbdiwancomeback




martes, agosto 19, 2014

Notas personales sobre la escasez


Había decidido no escribir nada hoy, pero en vista de las circunstancias debo hacerlo antes de caer en el lugar común de salir a escupirle un ojo al primer desagradable bicho que me diga que todo está bien, o encontrarme en la desagradable situación de tener que llamar a un amigo que me saque de la cárcel por quemar alguna vaina de esas que anuncian una “revolución bonita”.

Resulta que este fin de semana me traje a mi hija como corresponde a cualquier padre en mis condiciones, hasta allí no hay nada especial, el cuento es que mi hija, quien tiene una larga cabellera castaña, la cual por cierto siempre está muy bien cuidada por su madre, andaba con el peinado extrañamente desprolijo y el cabello tan suave y sedoso como escoba de mijo, tanto así que le dije que parecía una bruja, en fin, acá en mi casa pasamos el fin de semana natural, haciendo nada y jugando de a ratos.

Al devolverla a su casa, igual que todo padre preocupado, le reclamo a su madre el descuido en la apariencia personal de mi hija, ahí me entero que no existe en el mercado nada de aquellas cosas que se usan para eso (mi ignorancia se debe a mi calvicie, tengo un año con un frasco de champú y otro de enjuague que solo usa mi hija). La bronca no es poca, me explico, resulta que si a uno le falta alguna cosa, se resuelve de alguna manera pues sabemos que no existe forma de solucionarlo a menos que se apele a la solidaridad entre los panas con aquello del trueque o simplemente compartir, quien sabe si hasta de los que viven en el extranjero.

Pero que a un hijo de uno le falte algo produce una rabia sorda, así sea algo tan aparentemente poco importante como el champú, coño, que vaina es esa de que no existe nada en ninguna parte mientras los desgraciados del alto gobierno andan haciendo malabares y carantoñas regalando las cosas que pertenecen al pueblo, quien por cierto es el menos beneficiado siempre, ahora saldrá algún parasito rojo rojito a gritar voz en cuello que eso es culpa de Obama, del papa o de quien sabe quién carajo, cuando la realidad de las calles dice otra cosa.

En estos días hablaba via redes sociales con un amigo que vive en el extranjero, él estuvo por acá hace un par de meses y me comentó lo ridículamente baratas que son las cosas por aquí, yo le contesté que claro, si vienes con dólares y los vendes en el mercado negro todo es ridículamente barato, pero si vives con estos sueldos de acá todo es ridículamente costoso y en muchos casos imposibles, por ejemplo, imaginemos a un padre de familia, de esas tradicionales donde el señor es el sustento del hogar, digamos que el hombre hace un gran esfuerzo y produce cuando menos 10 mil bolívares débiles al mes, en dos quincenas, la familia es de cuatro integrantes, los niños menores de 12 años por lo que están en la escuela, el señor no paga alquiler y tiene todo lo necesario en casa (carro, muebles, tv, computadora, cocina etc.etc.) solo en el mercado básico se le van cuando menos las tres partes de la quincena, sin comprar nada de las otras cosas necesarias como productos de limpieza, vegetales, pescado ni carnes, el fulano mercado son solo unas bandejitas de muslos de pollo, alguna de hígado de res y si acaso un par de carne molida (que de seguro es de gato con perro y alguna que otra víscera para darle consistencia), total hablamos de mala alimentación y una ranchificación total del estilo de vida, si el sueldo apenas te alcanza para un medio mercado cada quincena y nada más pues las otras cosas del vivir quedarán a la buena de dios, haga los cambios que quiera para el ejemplo y volverá a la misma situación.

Volviendo al tema, si mi hija que tiene dos padres que no se conforman con amarla si no que además hacen esfuerzos diarios para mantenerla dentro de unos parámetros más o menos de vida normal, no tienen como carajo darle un triste tratamiento para el cabello, imagínense por donde va la economía, que se supone (según la parafernalia gubernamental) ayudar al pueblo a salir de la miseria, cuando la real miseria pulula por calles y barrios de este país, siendo los únicos realmente beneficiados todos los parásitos oligarcas de la boliburguesia roja rojita en todos los niveles de la administración pública incluyendo a los otros imbéciles que los defienden (acá pierdo las formas) , creer en algo es una cosa pero estar jodido y joder a los demás por su ceguera, ignorancia, atraso mental y mezquindad cerebral es otra cosa, si se quiere joder hágalo solo, pero no nos arrastre a todos los demás.
José Ramón Briceño, 2014
@jbdiwancomeback





lunes, agosto 11, 2014

Estar jodido


Protestar, estar molesto, incomodo, arrecho, triste, deprimido, preocupado, indiferente, asustado, presionado, arruinado, desempleado, pobre (así tengas empleo fijo) , engañado, desmotivado y hasta enlutado, son estados fijos de todos los habitantes de este país, bien puede ser mezclados o solos los sentimientos, pero tengo la impresión de que todos tenemos cuando menos cinco de esos sentimientos con los que pelear a diario para levantarnos de la cama y salir a ganarnos la vida.
Pocos son los que tienen la suerte de estar alegres, creo que eso solo le que a los niños pues estoy convencido que los únicos a los que no le importa ni le preocupa la situación del país es a ellos, sin embargo seguramente ellos extrañaran algunas cosas como la leche en polvo por ejemplo, el postre de las tardes pues azúcar y harina son de difícil encuentro, por supuesto entre tanta cosa seria que está pasando eso es un mal menor.

Dicen por ahí que los enchufados son felices, no lo creo, ellos por su cualidad acéfala están a disposición de toda la histeria oficialista, no tienen vida, horario de gente ni tiempo para dedicarle a la familia, si a eso le sumamos que los cargos son efímeros y que en cualquier momento pueden ser despedidos por cualquier razón pues ahí uno entiende quizás su fanatismo y su poca iniciativa para resolver nada. Ese sistema es más débil a medida que el funcionario está más abajo en la escala laboral, solo se salvan los obreros pues son inamovibles todo lo demás es sensible a ser despedido sin liquidación, aviso o protesto.

Ellos como toda organización ruin están a merced de otros que les envidian los cargos, todos tienen una cola de enemigos con los que se dan la mano y hasta se toman unos tragos por “la revolución” pero el chisme y la intriga están a la orden del día, ahí nadie es amigo de nadie lo que causa una paranoia difícil de describir. Fea la cosa, pero a la mayoría de esos funcionarios no les queda de otra pues por lo general su preparación académica solo los habilita para ser comerciantes informales, he visto bachilleres de viceministros, administradores como ministros de agricultura, ingenieros como ministros de tribunales, periodistas de jefes de la compañía eléctrica , militares de administradores, bachilleres jefes de ingenieros y así pare usted de contar, en el caso de los graduados universitarios por lo general son grises y sin brillo intelectual, además de ser gente que solo se dedicó a la política y por tato jamás ejerció su profesión, total, toda la incapacidad del mundo oficializada con cargo oficial.

Describir las razones de por qué muchos funcionarios no están capacitados haría muy largo el texto, lo cierto es que nadie parece dar pie con bola en ninguna decisión, nunca ningún plan de nada llega a feliz término, la economía sigue peor, la inflación está a niveles que jamás en mis 40 años de vida había visto, todos los venezolanos han de estar preguntándose ¿Qué hacer?

Muchos ya hartos se han ido del país, otros lo están pensando, los menos (como yo) estamos resignados a quedarnos acá porque tenemos hijos que no nos podemos llevar y toca protegerlos y apoyarlos aunque sea viviendo con lo poco que se puede acá. ¿Qué hacer? Resistir desde todas nuestras palestras. Se entiende que ya nadie quiere marchar, protestar, gritar, ya todos quieren acciones, los políticos están persiguiéndose la cola en vez de amarrarle la cara al régimen, estamos huérfanos mientras otros se disfrutan lo que no les pertenece o hacen propias miserias extranjeras sin pararle mucho a las cientos de miserias que nos aquejan como país.

Toca recuperar los cojones perdidos y hacer resistencia , las maneras las encontrará usted, pero si no hace nada no se queje de que está jodido.

José Ramón Briceño 2014

@jbdiwancomeback


domingo, agosto 10, 2014

Política-religion-estupidez, ciclo normal del siglo XXI


Una de las peores cosas que como padre uno vive, es el dilema de intentar explicarle a los hijos que es eso de “lo correcto”, sobre todo con tanto desmadre que hay en el mundo y de cómo algunos personajes de manera irreflexiva o irresponsable (puede que ambas pero la verdad es difícil saber) toman partido y hasta usan los recursos del estado por motivos tan egoístas como la política, evitando de paso hacer juicios de valor o reflexionar más allá de sus intereses personales sobre ciertas cosas.

Me refiero hoy a la religión y sus avatares. El mundo está vuelto una pocilga, hay de todo como siempre, sin embargo en estos días parece haberse vuelto realmente loco, los árabes se están matando por quítame estas pajas, musulmanes matando cristianos, crucificando niños, degollando en actos públicos a quienes no comulgan con su fe, mientras los funcionarios imbéciles arman una alharaca, solidarizándose con esos salvajes por razones que solo ellos conocen o simple política, simplona como ellos mismos cuyo nivel de raciocinio me hace sospechar seriamente sobre mi propia capacidad de pensamiento, ya que quizás el desubicado soy yo y lo normal es ser imbécil, no sé.

En África hay un rebrote de Ebola, en Israel todos se están matando por quítame estas pajas, ciertamente me espanta lo que hace el estado israelí pero viendo tras cosas, los musulmanes no son menos salvajes, ellos también andan vueltos locos haciendo su escabechina disfrazada de yihad, la diferencia es que los judíos tienen para armamento que les permite matar al mayor, mientras los otros pues por su “pobreza” aun andan matando de manera artesanal, lo que hace su labor más lenta y aparenta ser desigual. La verdad si tienen o no la razón ya me vale madres, no puedo darle la razón a gente que pelea por vainas sin sentido práctico como la religión, sobre todo cuando a pesar de nuestras creencias nadie sabe realmente si lo que dicen los libros “sagrados” es la absoluta verdad o es una maquinación de muchos altos sacerdotes de las respectivas religiones, quienes para asegurarse el poder que supone el fanatismo de otros, han manipulado su información hasta lograr la sumisión absoluta de los fieles.

En eso de las peleas religiosas no se salva nadie, la historia narra horrores de todos los bandos y hasta quienes no tienen religión matan para convencer que no tener religión es lo más sensato, si crees o no, eso no importa, igual alguien ha decidido en algún momento de la historia obligarte a creer en lo que él cree so pena de muerte para quienes piensen diferente. Eso que estamos en el siglo XXI donde se supone que el mundo entero ha debido hacer la separación estado-religión, sin embargo las noticias cuentan cosas diferentes, el mundo pareciera estar en franco retroceso, estamos en un punto de aparente no retorno en eso de volvernos locos.

Mientras en Venezuela se siguen matando por razones menos “valiosas” ,acá te matan  hasta por no tener nada por lo que matarte, te atracan e igual puedes salir mal parado por no tener que por tener, una cuestión de suerte nomás es eso de andar vivo y contento, el estado ha decidido hacer su yihad, pero en vez de un asunto de creencias “santas” la religión es la política, amas al comandante supremo de las legiones ancestrales del socialismo galáctico o vas preso, si eres estudiante por supuesto tienes altísimas posibilidades de estar preso solo porque se te ocurrirá criticar desde la razón , la revolución no se puede dar el lujo de ser criticada con argumentos serios, los estudiantes desarmados, sin presupuesto y por supuesto sin apoyo alguno gracias al terror que le causa a la mayoría eso de ser realmente lógicos en su protesta son un peligro inminente para las aspiraciones de tirios y troyanos, de ahí (imagino) que muy poca gente “importante” levante su voz para defender a esos pobres muchachos y muchachas a quienes han mudado a juro a las sucursales del infierno sin haber cometido crimen alguno más allá de pensar, seguramente la costumbre de los funcionarios, esa de ser nulidades intelectuales con pies y recursos son ofendidos cuando otro les refuta con reales argumentos.

Hago la acotación de cosas religiosas pues veo con espanto a través de las redes todas las expresiones de la maldad humana realizadas bajo el pretexto de la religión, hasta el Canciller de este país hace votos para apoyar a los musulmanes. Vale tener religión  o preferencias políticas, lo que no tienen valor alguno es eso de apoyar la barbarie por un asunto tan estúpido como la política local, si de verdad los apoyasen tendrían el valor de irse en cambote a combatir, pero hablar pendejadas y usar los recursos del estado es más sencillo que meterle el pecho a los problemas locales, igual estamos muriendo con saldos de bajas como cualquier guerra, las farmacias y negocios están funcionando a menos de media máquina igual que en la guerra, la economía es tan estable y pujante como la de palestina mientras nadamos en un mar de petróleo, pero eso no importa, la guerra en otras fronteras es más importante que la que libramos por acá donde por cierto no se declara una guerra desde hace más de cien años, pero cada año muere más gente que en cualquiera de las guerras, incluida la más salvaje como lo fue la de independencia.
José Ramón Briceño Diwan, 2014

@jbdiwancomeback



viernes, agosto 08, 2014

Venezuela, país (casi) sin ciudadanos



Es común que por las calles la gente comente sobre lo que acá pase, junto a esos comentarios nunca bien ponderados sobre la situación va aparejada una pregunta ¿Qué nos ha pasado como país?, la respuesta no es sencilla pues sencillamente nadie quiere parecer agresivo delante de nadie, el asunto, según mi óptica, es que hace rato dejamos de ser ciudadanos para convertirnos en una suerte de animales llenos de cierto resentimiento hacia el resto de los  mortales.

Si no me creen párense un día a ver nada más cómo se desarrolla el tránsito en las calles, donde la anarquía es una constante, no son solo los motorizados que con su imprudencia agreden a todos por igual, incluidos claro ellos mismos, sin contar que el vehículo preferido para cometer fechorías es la moto, como todas las motos son iguales y las apariencias solo son variaciones de un mismo tema, nadie sabe si el mototaxista, el mensajero, el ciudadano normal que la tiene como medio de transporte, el joven que anda en iguales condiciones o cualquier otro ser humano sin malas intenciones, encubren a un asaltante en potencia que igual te roba el teléfono, el carro o la vida en el peor de los casos, con toda la carga de miedo que eso presupone, si a esa mala fama le sumamos lo altaneros, groseros y malos ciudadanos que son la mayoría pues no respetan ni semáforos, aceras, vías ni derecho de paso, no es raro que nadie los quiera, seguramente ni sus madres. Ellos son una muestra de lo poco ciudadanos en lo que se ha convertido el venezolano de estas calles, sobre todo de los bajos estratos socioeconómicos.

Pero los otros estratos no se salvan, entre ellos los vemos con sus camionetotas apabullando a todo aquel que ose estar en su camino, sin importar para nada si este otro conductor está en su vía o  no, se estacionan donde les da la regalada gana, atraviesan sus vehículos de lujo sin importar si obstruyen el tránsito de los demás, no importa, ellos aparentan tener poder (algunos de verdad lo tienen, cosa muy triste) y seguramente algún carnet que funciona como patente de corso para sus correrías. Entonces el asunto no es de dinero si no de educación.

Para no ser tachado como sectario, digamos que estamos en una cola de un cajero automático, por lo general todos lo usamos con criterio de urgencia, no es solo que se necesita la plata rápido, es que también estar en frente a uno significa que quizás tengas dinero en el banco, por tanto eres blanco fácil de cualquier ladrón, nadie sabe si quien está tras de ti está en comunicación con alguien más y terminas siendo la victima perfecta. En fin, siempre hay algún abusador que hace decenas de transacciones en ese cajero, al parecer nadie le ha dicho que para esa vaina está la banca electrónica que se maneja desde tu computadora, en la tranquilidad del hogar, digamos que no tiene ni computadora ni conexión a internet en casa pero les aseguro que por lo general carga un Smartphone que cuesta por lo menos seis meses de su sueldo en el bolsillo, ese también sirve, pero si no tiene ni lo uno ni lo otro seguramente ganará sueldo básico porque seguramente sus cuentas estarán siempre en agonía como la de muchos (incluyéndome claro), entonces qué carajo hace perdiendo el tiempo en saldos que ya debe saber de antemano, digamos que no es nuestro problema, pero si le reclamas en vez de volver la mirada y pedir disculpas se vuelve airado, gritando mentadas de madre e insultando a todos los que le reclamamos, como si el cajero fuese de su propiedad y nosotros solo le pedimos el favor de que nos deje usarlo.

Si hablamos de los guardianes de la ley o las fronteras, ellos no son menos maleducados, la verdad me he tropezado con nos cuantos que han resultado ser verdaderamente amables pero son la excepción a la regla, los primeros infractores de todas las normas de tránsito y urbanidad, además claro de ser sospechosos de estar incursos en calidad de cómplices con otros tantos millones de delitos que van desde la piratería  que de tan común ya es tradicional (música, juegos y películas en cualquier formato) hasta otros de mayor calado y por tanto muy especializados donde por lo general los dividendos se reparten en toda la cadena de mando. De los políticos mejor no hablar pues es llover sobre mojado.

Entonces lo que hemos perdido no es solo el sentido de pertenencia, también la esencia ciudadana, donde prive el respeto al prójimo por sobre todas las cosas, Venezuela se ha vuelto un hervidero de mala educación, maldad y maledicencia, donde nadie se salva y los ciudadanos se han concentrado en sus guetos, causando esto más división entre los que habitamos este país y donde el odio (espero que no) parece esperar su momento para explotar con toda su fuerza para terminar arrastrarnos a una confrontación que pudiéndose haber evitado por un estado conciente, se ha propugnado por razones egoístas y mezquinas propias de estos Calígulas tropicales que al igual que aquel emperador pretenden hacerse con todo, ayudados claro por la caterva de pendejos que creyendo en pajaritos preñados han puesto su voto y voluntad al servicio de esta maldad que han dado en llamar socialismo del siglo XXI.
José Ramón Briceño Diwan 2014
@jbdiwancomeback





lunes, julio 14, 2014

La Batalla Urbana



Entre tanta violencia en este país, uno anda siempre como espantado y pendiente de todo lo que nos rodea, una mirada, un gesto, una postura te pueden indicar a ti quienes andan por la vía con malas intenciones, los de a pie, como yo, perdimos el placer de ignorar a los compañeros forzosos del bus pues toca hacer un paneo visual entre los viajantes para intentar medir la catadura de algunos y así decidir si bajarse en la próxima parada o no, los que tienen su carro también andan avisados pues en las colas o los semáforos cualquier motorizado puede ser el indiciado de robar cualquier cosa al conductor y sus compañeros.

De dejar el vehículo estacionado en descampado ni hablar, puede que cuando vuelvas no encuentras la batería (de paso escasean), el reproductor, los cauchos y hasta el carro mismo, no importa que sea muy viejo, igual vale para vender por separado los repuestos que no existen por estos lares y si es de los nuevos igual suerte por iguales razones. En tu casa pues, ya es común que los vecinos cierren las calles con puertas y muros, toda casa clase media que se precie tiene un cercado eléctrico y los pobres son maestros en el arte de reforzar con cadenas, candados, barras y soldaduras todas las fisuras que puedan permitir a los amigos de lo ajeno colarse y mudarte, en todos los casos anteriores la vida está en peligro pues acá te matan si tienes (para que no digas nada) como si no tienes (para que en la próxima vida tengas y te dejes robar imagino).

Todos estos pensamientos siempre me rondan con cierto espanto, últimamente me ha dado por intentar imaginar que se sentirá verle la cara a la muerte sin tener medios para escapársele, he llegado a la conclusión que debe ser la peor experiencia que un humano podrá tener  jamás, de paso y para más maldad, será la última que tengas. Ese padre que ve la bala llegar mientras sus hijos no han crecido, la madre que se descubre sola luego de enterarse de la muerte de su esposo, los jóvenes que se van sin haber llegado a los 20 años solo porque algún desgraciado se enamoró de sus cosas, la joven que ha sido vejada antes de darle el zarpazo final de la bala o el puñal, los secuestrados que nunca dejan de tener la esperanza de ser rescatados y hasta quienes caen presos por delitos fútiles y terminan sus pasos en algún penal sobrepoblado y pleno de tanta maldad como la suma de todos los círculos infernales juntos a sabiendas incluso que los grandes criminales tienen protección estatal para sus fechorías y pillajes.

Cosa distinta debe ser para aquellos que han crecido y vivido entre la violencia extrema toda la vida, esos que viven en países en guerra perenne, los soldados que de tanto recibir órdenes terminan por no ser más que monigotes a la orden se “mi sargento” y así mismo toda la cadena de mando, no en balde Garcia Marquez  pone en boca de uno de sus personajes en cien años de soledad que la muerte a bala es “la muerte natural para los militares”, pero para los civiles de a pie, que trabajan a diario, que han estudiado, que juran que han progresado a punta de esfuerzo y que por ello han de tener protección extra, no vale.

Salir de la casa ahora es un asunto de indiferencia, si, no se sorprendan, toca ser indiferente pues si nos ponemos a pensar en las múltiples posibilidades y la altísima probabilidad de pasar a ser uno más en las estadísticas nos morimos pero de hambre pues ni a comprar saldríamos a menos claro si pudiéramos todos tener un ejecito de guardaespaldas que nos escolten a cualquier lado sin necesidad de estar pensando en las posibilidades de poder ser atracados, robados, vejados, saqueados, asesinados a bala o a puñal , sin pensar que nadie se va a colar en mitad de la noche para robar la casa y con ello lo que se le atraviese, en fin todas las historias de horror que leemos o escuchamos a diario, esas de verdad las tengo vetadas en mis conversaciones, sé que existen pero una cábala personal me impide nombrarlas no vaya a ser que se hagan corpóreas.

A riesgo de encender candelitas yo creo que una de las grandes soluciones, en principio cuando menos, para combatir el hampa en todas las urbanizaciones y barrios deberían organizarse y combatir entre todos ese flagelo, no matarlos pero si darles un buen escarmiento y entregarlos a las autoridades, así sepamos que luego lo soltaran pero solamente cuando el miedo acabe acabaran los abusadores y vagos que sin trabajar pretenden arrancar el fruto del trabajo de los demás y los imbéciles que los defienden desde las palestras políticas les tocará callarse la boca y colaborar no vaya a ser que la organización vecinal termine por destituirlos a él y a sus compañeros de fechoría, mientras sigamos todos alerta para hacer lo más difícil posible la labor de los criminales venezolanos, que dicho sea de paso es la única materia en la que se ha evolucionado en este país que con solo 30 millones de habitantes tuvo 25 mil muertes el año pasado y tiene tres ciudades en la lista de las 20 más peligrosas del mundo, solo en revolución.
José Ramón Briceño, 2014
@jbdiwancomeback




viernes, julio 11, 2014

Mensaje a la oposición de hoy


Hacer oposición en cualquier parte del mundo es un asunto complicado, sobre todo por que usualmente el juego político es siempre el mismo, todo es una suerte de ajedrez amateur, donde las reglas se tuercen hasta casi quebrarlas, es más, las reglas se rompen pero esta ruptura será directamente proporcional a la cantidad de dinero y poder que maneje el aspirante, como acá en Venezuela los amos del dinero son los del gobierno, la oposición es mendiga de los poquísimos que poseen dinero y estos a su vez son dobles agentes que piensan más en su bolsillo que en las arengas de los políticos, que al final terminan siendo peones de quienes los patrocinan.

Otro dato interesante es que entre los opositores hay quienes, amparados en sueños y en buenas intenciones (para no ser tan duros) desarrollan un ego descomunal que termina por cegar las iniciativas diversas que existen, pues aquellos que entienden la política con real buena fe y sin esperar más que cumplir las metas de sacarse de encima tanto ruido de la nada socialista, terminan por aburrirse y en vez de continuar la lucha comienzan a evaluar la posibilidad de tomar un avión a cualquier parte donde trabajo y esfuerzo sean sinónimo de avance económico junto al social, he ahí las razones por las cuales todas las iniciativas han dado de frente contra una pared.

Veamos, para ejemplificar, no me voy a poner extenso en la explicación, me voy a circunscribir a mi estado Aragua, acá se supone que tenemos unos cuantos diputados en la asamblea legislativa, digo que “se supone” ya que al parecer están vendidos al gobierno regional, no levantan su voz para nada más que aprobar lo que este propone, lo acompañan en engaños tan feos como el desmadre del “Teatro de la Opera” que ya va para seis años destruido por “remodelaciones” , no hacen acto de presencia en ningún acto opositor, son fantoches invisibles que “teóricamente” pertenecen a la oposición pero en la práctica son tan gobierneros como la gente del PSUV o de cualquier partido pro oficialista. Las razones para ello la verdad no las conozco, sin embargo su inactividad da que pensar, de igual manera actúan muchos de la asamblea nacional, su silencio los acerca más a parecer “patriotas cooperantes” que a ciudadanos elegidos por elecciones abiertas, quienes fueron seleccionados por los votantes para hacer un trabajo que NO hacen.

Puedo entender que muchos teman, que están siendo supervisados por los organismos de “seguridad” del estado, como todos, sin embargo igualmente creo que no cumplen con su trabajo a cabalidad, espero que alguien les recuerde que “para ser la esposa del cesar no solo hay que ser virtuosa, también ha de parecerlo”, esto es por si me equivoco en mi apreciación.

En cuanto a la otra oposición, esa que no tiene cargos, pero que los aspira, los que hacen un trabajo opositor, con las uñas y dientes, sin mayor dinero pero con bastante voluntad, a esa la está matando el ego de quienes aspiran, vean a su alrededor, verán gente inteligente que tuvo una vida brillante, con títulos universitarios, cargos en gobiernos de antaño pero que aún no ha aceptado que los tiempos son otros y pretenden seguir en el juego agarrados como pueden, ahogando las mismas iniciativas de quienes los acompañan pues en su ruido mental no penetran las voces de quienes están ávidos de reales acciones para liberarse del yugo gubernamental. Estas y otras cosas hacen (a mi ver) a la oposición una suerte de perro estúpido que vive persiguiéndose la cola mientras el gobierno hace desastres sin que nadie haga nada más que liberar presión a través de las redes sociales pero hacen su colita tranquilitos para comprar dos kilos de margarina o de lo que sea, al final lo que importa es comprar así tengan la nevera sin un kilo de carne.

En el plano de las ideas tampoco presentan nada concreto, se pierden en diatribas bobas, criticas sin fundamento real y de paso tampoco proponen nada realmente “innovador”, esto lo pongo entre comillas pues estoy seguro de que nada toca inventarlo, todo está allí al alcance de quienes quieran verlo pero que la ceguera política, producto de la visión antidiluviana de las necesidades del país no los dejan entrever.

Señores, acá no hay que inventar nada, toca hacer oposición con propuestas formales para el avance nacional, desde tecnologías hasta medio ambiente, sin dejar de lado el desarrollo de una ciudadanía que no existe, dejémonos de pajas mentales, a quien haya que apuntar con el dedo bien sea por sus malas acciones como por la falta de acciones toca hacerlo, pero desde la posición de señalar en público lo que se debería hacer, para eso en esta tierra sobra inteligencia aunque la mayoría este huyéndole a la miseria desde cualquier aeropuerto internacional. A los señorones de los medios igual toca señalarlos con el dedo, a los diputados y concejales vendidos también, sacar del medio a los carcamanes de la política y comenzar por fin a crear la sociedad que queremos, así sea proponiendo un referéndum para dividir al país en dos mitades, la del norte y la del sur, a ver cuál de las dos prospera como queremos.
Saludos desde mi esquina.
José Ramón Briceño, 2014
@jbdiwancomeback
@plurifotos