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viernes, abril 03, 2015

Incongruencias de estos tiempos


Hay cosas en el mundo que no entiendo, aunque la mayoría de ellas no me mueve a la ira. Los deportes por ejemplo, no me veo peleando con mi papá por un partido de béisbol y hasta me hacen gracia los que lo hacen, tampoco podrá odiar con saña al camionetero por su gusto musical, aunque podrá pensarlo cuando me obliga a oír un regeton, salsa erótica, salsa brava (excepto Rubén Blades), vallenato arrabalero o cualquiera de las variantes a niveles de infernales mientras, en el vehículo, uno va de pie a los 43° a la sombra de los mediodías tropicales,  ese caso bien vale un trifulca.

En estos días “santos” he visto de todo, desde heladeros que a la puerta de una iglesia cuentan a los que se atreven a conversar con él, que odia a la cuarta república pues a su esposa la mataron en la “Masacre del Amparo”, con el agravante de que confiesa haber sido S2 (soplón con carnet militar) como para darle tono de veracidad a la cosa, luego hace acto de contrición alegando ser evangélico y su religión le prohíbe todo odio,  gente vestida de Nazareno para pagar promesa , la diferencia es que en algunos casos las “túnicas” eran copias de ropa de moda de color morado, ninguno me llama a rabia, más bien algo de curiosidad.

Entre las cosas que no entiendo es la ceguera política, en cualquier país medianamente civilizado el presidente dice haber hablado con Jesús (el crucificado) y mínimo lo recluyen en un manicomio atragantándolo de pastillas “mágicas”, acá estoy seguro habrá quienes se lo crean a pies juntillas y estén hasta dispuestos a matarte por defender a su ídolo o lo que a otros acólitos se les ocurra.

 Otro ejemplo de las cosas que me mueven a la ira en estos días, hablando de la ceguera política que en muchos casos raya en la necedad absoluta está el caso de la Urbanización “Los Samanes” al sur de Maracay, el urbanismo tiene dos vías de acceso, una este y la otra por el oeste, además está rodeada por barriadas donde la violencia es una constante, así mismo es la violencia causada por el hampa en el urbanismo.

Los vecinos deciden un día trancar uno de los accesos, solo podían pasar por ahí quienes caminasen, según he preguntado el hampa redujo su acoso drásticamente pues al no entrar las motos, ya que si lo hacen están condenados a una sola salida por donde pudieren ser interceptados, la cosa los espantó, hasta allí todo normal, lo extraño fue el destemplado reclamo de algunos vecinos, los comerciantes y hasta gente de las barriadas circundantes pues hasta donde sé, los comerciantes serian beneficiados pues un sitio seguro es como para que todos piensen en visitarlo aunque sea para comprar el pan, los vecinos que no están de acuerdo apenas tendrán que caminar un par de cuadras extras, si el asunto es el acceso en bus, quienes tienen carro con usar el otro acceso tienen, el caso de la gente de otras barriadas es insólito, hasta donde sé los que tienen la potestad de decidir quién entra y quién sale de la urbanización son los propietarios, no hay otra manera de ver el asunto, los asomados de otras barriadas poco tienen que ver por ahí. Lo más insólito es que esos vecinos de otros barrios fueron, apoyados quien sabe por quienes pues el alquiler de un camión nunca es barato, desbarataron la barricada original y hasta presentaron supuestos documentos emitidos por la alcaldía para tal fin, amenazaron a los vecinos hasta de muerte, todo con la protección de la policía quienes en ningún momento alzaron la voz ni hicieron valer su autoridad con los vándalos foráneos.

Hoy día la barricada no está, no sé cuándo los vecinos harán otra, los medios de comunicación no reportan la situación, los organismos competentes tampoco muestran la cara, hasta donde alguno me ha contado la cosa tiene cariz político pues quien recluta y maneja los hilos de quienes han hecho valer la ley de los más fuertes, es gente del partido de gobierno que anda buscando votos en los barrios, presentando eso como un “triunfo de la revolución para con los pobres”, sin embargo la realidad es otra, en la ciudad hay otras urbanizaciones cerradas, pero nadie protesta, la vigilancia policial es escasa por decir poco, el hampa cada día es más voraz y a nadie parece importarle.

Son incongruencias como esas las que me descalabran el buen propósito de no detestar a nadie, están engendrando más violencia con fines políticos a costa de la indefensión, no se extrañen que los vecinos de todas partes alguna vez hagan acopio de valor y terminen colgando a más maleantes creando una escalada aun mayor de violencia, la muerte no tiene justificación y aquí no vale mirar al cielo y decir “perdónalos señor porque no saben lo que hacen”, lo saben pero no les da vergüenza, cuando el odio explote nos salpicará a todos.
José Ramón Briceño, 2015

@jbdiwancomeback

Foto @plurifotos

sábado, febrero 21, 2015

Mi opinión sobre las elecciones en Venezuela

Los últimos acontecimientos han destapado pasiones encontradas entre quienes aprueban unas elecciones y quienes abogan por la abstención, ambos bandos arguyen como valederas sus razones, por supuesto hay de por medio muchas ambiciones. Me siento en una disyuntiva profunda, por un lado me niego a seguir haciendo el payaso con mi dedo pintado de azul mientras el CNE hace lo que le da la gana con mi opinión y la de todos.

No tengo la verdad en mis manos, mucho menos tengo pruebas para asegurar nada, sin embargo, cuando vemos como el mismo estado sabotea las gestiones de los poquísimos alcaldes opositores y si no le encuentran la vuelta electoral los ponen presos bajo cualquier excusa, claro, tampoco hay que perder de vista que una buena parte de la población los apoya (al estado claro). Por distintos medios me han hecho saber algunos oficialistas su desprecio por lo que escribo, también con algunos argumentos de difícil digestión, comenzando por asegurar que mi prosa es a todas luces algo ofensivo para ellos, un par se han dado a la tarea de citar al engendro de Lina Ron como si de un catedrático marxista tropical se tratase, algo sobre la gente que “escribe y habla bonito son sospechosos de ser enemigos del pueblo”, eso constituye una prueba de por dónde va el pensamiento de la gleba cuyo sino particular está constituido por una cierta alergia a la educación y las buenas maneras, con esa gente no tiene sentido discutir pues están buscando realmente que a alguien se le olviden las buenas maneras para recordar otros tiempos y terminar yéndose a las manos o a los insultos, para luego gritar a los cuatro vientos que la “derecha fascista los odia” y saben, tienen razón en lo del odio, en lo de fascistas pues creo que esa gente se olvida de verse al espejo, cuando quieran les regalo una biografía de Mussolini que tengo en mi biblioteca a ver si se reconocen.

En fin, vuelvo a las elecciones, tengo la impresión de que tienen varios años haciéndonos trampa, sabemos de sobra que trampa y estado son casi sinónimos, sobre todo cuando TODOS los jerarcas de TODOS los niveles siempre esconden sus fechorías de alguna manera y NINGUNO es inocente, TODOS son culpables por acción u omisión.

Sabemos que en esta era digital no existe nada prohibido para los que saben de informática, si se roban un banco en Suiza, entran a las bases de datos del FBI, se burlan descaradamente de todos los sistemas de seguridad informática, tanto así que las grandes instituciones contratan hackers para supervisar su seguridad a diario, sin ir muy lejos, usted puede ver que a diario hay nuevos virus informáticos, de eso viven los que producen antivirus quienes a su vez son hackeados para beneficio de cualquier buhonero que te vende cualquier programa a menos del uno por ciento de su valor en cualquier mercado informal de este país.

En fin, estoy casi seguro que los votos de todas las máquinas de votación pasan por un filtro digital que los acomoda según los deseos del patrono, lo de la múltiple cedulación y demás sutilezas son pendejadas para que el gobierno pueda decir que capturó a fulano o zutano intentando hacer trampa electoral, la verdadera trampa está en los datos. Total, como lo que se audita son los libros de votación y se contrastan con el número de votantes independientemente del resultado, nunca se sabrá por donde va la trampa, ahora, si me dicen que las cajas contentivas de las boletas de votación se abren y se auditan junto a todo lo demás, ahí si me la ganan, mientras no suceda eso seguiré pensando que me timan en cada proceso.

Creo que ya debemos de dejarnos de esa “inocencia” de creer que el fulano arbitro es imparcial, que los fulanos del PSUV van a jugar limpio, que las elecciones tal y como vienen planteadas son un “ejercicio democrático”, yo no lo creo, si acá las leyes se respetasen la cosa seria diferente, si acá por fin los líderes opositores hicieran exigencias en pos de unas elecciones realmente libres y justas, si los ciudadanos del psuv se sienten ofendidos por mis palabras los conmino a exigir la auditoria total de papeletas-votos electrónicos-libros de votación para que me trague mis argumentos, mientras nada de eso suceda seguiré pensando que todos los votantes somos unos soberanos pendejos cuyo mejor argumento es quejarnos sin hacer nada para superar nada.
José Ramón Briceño, 2015
@jbdiwancomeback






martes, enero 27, 2015

Las colas de la infamia


El contraste entre las declaraciones de los ministros, al ser comparadas con la realidad de las calles es bastante fuerte. Mientras hay ruedas de prensa, declaraciones, mítines y cientos de pasquines que hablan de un fulano universo de paz y concordia, que acusan a una tal oposición de ser una suerte de malos hados de las noticias que exageran todo en su indetenible ansia de poder, las colas se reproducen casi que como por arte de magia.

Hoy caí por inocente, fui a un supermercado de mi ciudad con la esperanza de ubicar algo de detergente para lavar ropa, la verdad no tengo ni un gramo de eso y en algunas casas de gente muy cercana tampoco, así que toca compartir, cuando llegué al sitio me encontré con no menos de 600 personas en una descomunal cola, todos apelotonados bajo el sol de 42° de la ciudad, eso sin contar la cola de la tercera edad y una muy particular de empleados del hospital militar.

Mi primer pensamiento fue retirarme, sin embargo hice acopio de fuerza (para no comenzar a insultarlos a todos) y me di una vuelta, simulando tener intenciones de meterme en la fulana fila para el jabón, la verdad vi de todo, desde señoras mayores con colchonetas, otras más jóvenes con niños en brazos y un bolso con las cosas que este bebé necesitase, hombres jóvenes trasegando cargamentos del fulano producto, gente variopinta con montones de bolsas con jabón, lo que denunciaba el destino que tendría y su impacto para la economía de esas personas que se dedican a revender. Cosa curiosa, no había molestia alguna, quizás algo de incomodidad por el sol, sin embargo las caras no eran de gente con rabia ni nada por el estilo, tampoco aceptación, el gesto en la mayoría era más cercano a la alegría por la cercanía de algo que de bronca por la indignidad de hacer no menos de tres horas de cola para encontrar una cosa vulgar y silvestre como es eso del jabón para lavar ropa.

La cosa me dio una extraña sensación entre asco y rabia, uno puede quizás pensar que como está escaso, la gente se aguanta su cola para poder comprar y tener en casa, pero cuando te tropiezas con cientos de personas cuyo animo está más cercano a la gula por la pronta ganancia que a la necesidad dan ganas de quemarlos vivos en una pira publica, a todos, bachaqueros, policías, militares y funcionarios de distinta calaña que hacen de esa rosca un negocio altamente rentable.

Si los ministros pusieran cara seria, a lo mejor no me molestaría tanto, pero, caramba, mientras el país se cae a pedazos un fulano grita que hay que sacar a todo el mundo al campo, como si esa vaina fuera como sembrar caraotas en frascos de compota, aquello que hacen todos en los primeros años de escuela para entender eso de la germinación, otro imbécil dice que las colas son gracias al gran ingreso del venezolano, el presidente que el 70% de los venezolanos son felices con las medidas y la escasez, ahí le doy la razón al fulano presidente, por supuesto que ese porcentaje está felíz, ellos son los que hacen sus colas y revenden en más del mil porciento cualquiera de los productos, además también tienen sus “Zonas de paz”, esos guetos donde el hampa es tan feliz que los cuerpos de seguridad se olvidan de esos sitios, mientras los ciudadanos de bien pues no les queda más que rezar para que ningún hampón se enamore de sus cuatro cosas, además el costo de la canasta alimentaria está por sobre los treinta mil bolívares débiles que es algo así como seis sueldos básicos solo para comer, eso sin incluir todas las otras cosas del vivir.

En ese razonamiento podríamos inferir que una familia come una semana con la venta de seis paquetes de 60 unidades de pañales desechables ya que en el mercado negro se venden hasta en dos mil bolívares, tres kilos de café que ya están por los 450 (150 el kilo), unos cuatro de jabón en polvo que a 300 la presentación de 900 gramos son 1200 bolívares débiles , lo que suma un total de 10.200 bolívares, aproximadamente dos veces el sueldo de un licenciado en educación que trabaja a tiempo completo en cualquier escuela del país (de las públicas pues de los privados no llega ni a la mitad) y la inversión de esa gente es en tiempo de cola y aproximadamente el 8% del valor total de todo eso vendido en el mercado negro, pero seguimos en la patria revolucionaria.

Mientras todo eso sucede las autoridades están mezcladas en negocios raros como el narcotráfico, ya hay un alto militar declarando en Washington al respecto, eso incluye al presidente de la asamblea general, total, un país gobernado por vándalos y supeditado a la anarquía del más fuerte.

Por cierto, una abuela necesita urgentemente conseguir Adalat oros de 60 miligramos o un similar, si saben de algo por favor comuníquense conmigo, tampoco hay medicinas y existe gente muriéndose por eso mientras los vándalos disfrutan su paraíso de miseria y balas.
José Ramón Briceño, 2015
@jbdiwancomeback



viernes, enero 16, 2015

Feliz día del maestro

Desde que comencé a trabajar, hace bastante rato, nunca he estado pendiente de los días festivos, es una suerte de estrategia mental para no aburrirme ni desesperarme, acá en Venezuela todos deberíamos ser así pues ya con la vida basta para preocuparnos y si a eso le sumamos la pasmosa rapidez con la que pasan los días además del misterio de la desaparición del sueldo en apenas minutos, ya estaría al borde de una neurosis (cuidado si ya no estoy viviéndola), hoy me ha dicho mi hija que no tiene clases, al preguntarle me cuenta que es 15 de enero día del maestro en mi país, por asuntos de la vida yo he podido trabajar dos turnos seguidos durante tres días y acumulo el número de horas suficientes como para no tener que laborar jueves y viernes, quizás por eso nunca me di cuenta, pero de laborar esos días igual me hubiese encontrado con las puertas de mi trabajo cerradas pues no sabría que hoy jueves no se trabajaría.

Imagino que al gobierno no le interesa mucho la labor de los maestros y profesores, de otra quizás nos tratarían mejor a todo nivel, veamos mis quejas, por ejemplo, un profesor con maestría que de clases en bachillerato, con horario completo y hasta cargo no llega a los dos sueldos básicos (incluyendo el fulano cesta ticket), el seguro que nos “protege” es si acaso de diez sueldos básicos, cosa que todos sabemos si acaso cubre dos días de hospitalización, eso si es que por suerte están al día con los pagos y te reciben en alguna clínica pequeña, el sueldo de verdad no alcanza para cotizar ni aspirar para comprar una carpa grande donde vivir, mucho menos para el terreno, por tanto estamos obligados a sobrevivir casi como mendigos a menos claro que hagamos lo que hacen muchos, ejercemos un oficio por separado en las “horas libres” para ir redondeando el presupuesto familiar.

Se de muchos colegas que hacen tortas, comidas, piñatas, fotógrafos, buhoneros, animadores, cantantes, vendedores de cerveza y hasta traficantes de drogas imagino ha de haber, otros pues fueron más sinceros y abandonaron las aulas de clase para montar negocios más rentables, dejando así tirados los años universitarios y el titulo para que adornase la sala de su casa pues no tiene sentido trabajar siempre en cero, con el presupuesto apenas alcance para mal comer y si acaso comprar un par de zapatos al año, de libros nos olvidamos pues un buen libro te cuesta casi que la mitad de la quincena y usado la cuarta parte, que no siendo mucho es bastante cuando vives de ese escueto sueldo.

Lo que más molesta es cuando te das cuenta que los obreros ganan más que tú, tienen mejores beneficios y hasta el sindicato los cuida, a nosotros, el gremio docente nos descuentan infinidad de cosas que no se usan pues no existen, como el IPASME por ejemplo, eso es un descarado robo, también podría hablar de la fulana ley de política habitacional, cuando una casa en una zona clase media baja, donde el hampa ronda de manera descarada cuesta no menos de mil sueldos básicos, algo así como 95 años de sueldo sin comer ni hacer nada más que pagar la deuda, si es de construir o ampliar la casa te prestan hasta 100.000 bolívares y sin entrar en mucho pues una nevera grande cuesta ya 50 mil, es decir que si pides el fulano crédito volvemos al esquema de la carpa o el rancho de cartón y láminas de zinc.

Mientras todo eso sucede, nuestros “gloriosos” milicos ganan entre 15 y ochenta mil bolívares mensuales, tienen privilegios insospechados, urbanismos solo para ellos, hasta les eliminaron la “oprobiosa” diferencias entre suboficiales y oficiales, poniendo de igual manera por el suelo los años de estudio (si es que esa gente de verdad estudia), al final ellos no hacen nada más que ser perros de presa, si acaso algunos tendrán trabajo riesgoso, pero déjense de vainas, un profesor o maestro que labore en un colegio de cualquier barriada de cualquier ciudad del país tiene un empleo tanto o más peligroso que el de cualquier milico de pistola al cinto, nada más por el riesgo de perder la vida entre los animalejos malandros que pululan en las escuelas ya es suficiente como para que el estado los considere más y no los tenga en ese sitial espantoso de ser vivir miserablemente con título universitario y todo.

Aunque tarde pues no tengo internet en mi casa, vaya para todos los colegas un caluroso abrazo de felicitación y de comprensión, desde mi esquina siento con verdadera rabia la situación de todos. En estos tiempos de cambios los gremios deben ponerse los pantalones y exigir verdaderas mejoras para los agremiados, no seguir en ese hablar por las esquinas, prometer lo que sea con tal que  las afiliaciones se multipliquen, dejarse de pendejadas políticas pues la verdad está en el bolsillo y el hambre, lo demás, la palabrería, las quejas, las ruedas de prensa y hasta la franelita se pasan, lo verdaderamente importante es volver a darle a la profesión docente el sitio que se merece, quizás todos sabemos que ningún docente en ninguna parte del mundo es rico pero lo que sí sabemos es que en cualquier otra parte del mundo civilizado, el maestro y el profesor son gente muy respetada, cuya vida es más digna pues el sueldo alcanza para comer completo, vestirse, tener casa propia, vehículo, seguro médico para hijos, padres y esposa, en fin, es una profesión con futuro, no este eterno vivir entre tigres, malandros y desesperanza.
 Feliz día del maestro mis colegas
José Ramón Briceño, 2014
@jbdiwancomeback



martes, enero 13, 2015

Cuando el exilio es de traidores


Es normal enterarse de que alguien se ha mudado a otro país, ya es algo cotidiano saber que alguien se fue, se ha ido o está pensando en irse, es un signo de estos tiempos, nadie se salva de buscar otros caminos cuando ya estos están intransitables por cien razones. Lo que de verdad me indigna es enterarme como están huyendo de cualquier manera muchos funcionarios cuya responsabilidad fue ser el brazo armado de este des-gobierno, van varios conocidos que han huido.

Hoy alguien me contaba que un tal fulano se fue del país huyéndole a unos mal vivientes a quienes les había expropiado sus tierras, según él su vida estaba en peligro y nadie lo iba a ayudar a sortear el problema de seguridad personal, entonces tomó sus cosas y se mudó de país, la verdad hasta ahí escuché el cuento, le pedí a mi interlocutor que no me contase más nada pues yo sabía cosas de ese fulano durante su paso por el gobierno, en conchupancia con su jefe el “Ciudadano Ministro fulano”.
Esa gente hizo y deshizo, la verdad lo único que hicieron fue chuparse un presupuesto monumental sin al final hacer nada, además claro de dejar una estela de enemigos gratuitos y con motivos a todo lo largo del territorio nacional.

Mi molestia básica por su huida es que hasta hace poco lo oía decir loas a la revolución, disfrutar las posibilidades que le daba su posición, pero cuando el asunto se complica, se encuentran cualquier excusa válida para huir con el rabo entre las piernas, mientras los que si hacemos cosas por el país y de paso no hemos tenido chance de reunir fondos para montar ni un puesto de empanadas en Bogotá, nos sale calarnos todo este desastre del cual ellos han sido artífices de primera línea, por supuesto como buenos izquierdosos ellos jamás tienen culpa alguna, solo atendían órdenes y no sabían que colaboraban para el empobrecimiento general.

No hablo de los sancionables, esos pues si son inteligentes ha  debido de tener sus fondos distribuidos por el mundo, para eso hay banqueros bien informados que usan el internet de manera interesante, son los otros, esos de rango medio, a quienes se les mueve la cola cada vez que sus jefes les hablaban, que estaban las 24 horas dispuestos a lo que fuere sin excusas y sin familia, esos quienes hasta abandonaron las buenas maneras aprendidas en su casa para dedicarse al pillaje oficial. También se de otro que se compró un hotelito en España, de esos se solo dos casos, pero estoy seguro que han de existir cientos y cuidado de no miles, quienes muy cobardemente cometen la fechoría y huyen al amparo del anonimato a disfrutar lo robado de las arcas nacionales.

De verdad espero nunca más volver a tropezarme a ninguno pues me veré en la penosa necesidad de mandarlos al carajo, sin decencia y mucho menos con educación, sé que no voy a lograr nada pero cuando menos que agradezcan que soy un tipo educado pues de otra les prometería unos trancazos solo por desahogar esta rabia que tengo contra todos ellos pues a pesar de que se les dijo en distintas conversaciones, se les advirtió que eran cómplices del desmadre, pero que siempre aseguraron que eran puras exageraciones y hoy, cuando han logrado todo lo que plantearon, se van a otras tierras, ojalá les vaya bien que sus hijos crezcan felices que nunca les falten medicinas y que vivan 200 años para que cuando menos el castigo de una vejez larga e indigna en tierra ajena, les de el escarmiento por haber colaborado con esto, espero de paso que me lean, ellos saben quienes son, no tengo necesidad de contar sus nombres y quienes me leen en el extranjero y por casualidad conocen a alguno por favor denles la espalda, ellos no se merecen ni el gentilicio venezolano, los traidores se disfrazaron de patriotas para terminar en el exilio.
José Ramón Briceño, 2014

@jbdiwancomeback


viernes, enero 02, 2015

La (mala) atención al cliente


Entre los misterios del universo está eso de la relación precio-beneficio, se supone que mientras más caro es el producto o servicio, mejor será este, ahora, en Venezuela eso no es del todo cierta, entre las vueltas de fin de año y navidad, esas donde toca hacer las compras de último minuto o simplemente los procastinadores como yo dejamos para el último momento. Por ejemplo, en mi ciudad hay una panadería bastante famosa que tiene  hasta nombre de Rey francés “Luis I”, allí el traro de verdad deja mucho que desear, puedo entender que existe gente de todo tipo y es complicado saber quién anda con malas intenciones y quien no, uno que pertenece a este último lote de gente no debería pasar por el escarnio de la grosería de la revisión de tickets y facturas.

Una joven que imagino ha de ser hija de los dueños se puso como loca a revisar facturas pues hicimos más de una compra al mismo tiempo ya que mientras andábamos ahí nos dio hambre y pedimos una piza extragigante para comer y traer el resto a casa a fin de que quienes se habían quedado comiesen antes de la cena de navidad, para la cual faltaban más de seis horas (no hay estomago que aguante esa espera) , en fin, al salir llevábamos pan de jamón, panetone y hasta licor, mientras pagaba la cuenta la señorita en cuestión notó que yo pagaba una factura, entre mi novia y mi hija tenían otros paquetes que no estaban en la cuenta que estaba cancelando, entró en pánico y exigió de la manera más grosera posible que le mostrasen los documentos que demostraban que lo que llevábamos no era robado.

Hasta allí todo normal, el asunto es que la grosería no lo fue tanto y una vez comprobadas las facturas ni siquiera se disculpó, desde ese momento por mi que se metan su negocio por donde mejor les quepa, la educación jamás ha de estar reñida con el trato al público y la verdad creo merecer (al igual que todos) un trato amable en donde sea que decida gastar mi dinero.

Otras experiencias feas las llevamos en sitios como “Tiendas Macuto” donde a la salida de la tienda estaban dos fulanas desarmando las bolsas de la compra y cotejando las facturas con una pantalla en un PC, en iguales condiciones de grosería pues la forma en que llevan su acto deja muy claro desde el primer movimiento que ya te están acusando de culpable, con todo y la hora de cola en la caja para pagar.

Quizás la peor demostración de servicio la tiene el “Centro Médico Maracay”, clínica de rancio abolengo y costos principescos que está en mi ciudad. El primero de enero mi novia decidió ponerle atención a un cuadro febril que mezclado con un extraño dolor ya la tenía una semana molesta y a punta de analgésicos para engañar al cuerpo y no aguarse la fiesta, en fin, ella tiene un excelente seguro, a la siete de la noche nos aparecimos por la clínica, una vez adentro, antes de la evaluación médica por supuesto hubo que pasar por admisión para dejar claro quien cargaría con la cuenta, una vez que las jóvenes de admisión ya tienen todos los datos del seguro, así como la luz verde para aceptar al paciente nos invitan a sentaros y a esperar que nos atendiese un médico. El asunto es que entre el momento en que entramos por la EMERGENCIA y el que nos atendieron pasaron casi cuatro horas, en ese interludio hubo no menos de dos escaramuzas entre pacientes molestos por la espera y el personal, incluyéndome a mí.

A las tres horas de espera, mi novia que ya le dolía en exceso (aún no sabemos con exactitud donde pues adivinar con ciertos órganos es difícil) y se recostó en una camilla que estaba libre, cuando el joven residente la llama para atenderla la reprende pues en ese sitio no la podría revisar y se retiraba, como la verdad ya estaba harto de la espera le pregunté (de modo no muy amable ni en tono conciliador) si no la iba a atender, me dijo que ya volvia y que se moviese de allí que ese no era sitio de revisión, la cosa subió de nivel, hubo gritos, salieron dos médicos cuya estampa y edad los ponía como los jefes, todos discutían y al final volví a intervenir solicitando que se dejasen de pendejadas y atendieran a la mujer, que gritando no íbamos a llegar a ningún lado, los médicos asintieron y el joven decidió a atender a la señora, salí de la consulta para luego enterarme que al final la atendió una jovencita con estampa de recién graduada quien la revisó y le recetó algunos medicamentos que le redujeron la dolencia., ya eran las tres de la mañana.

Los casos citados fueron amargas experiencias en sitios donde se supone que por el precio te atenderán mejor, cosa falsa. Uno quizás pueda entender que en el caso de las tiendas, el trabajo es excesivo, la temporada a pesar de lo escaso de la oferta así lo exige, en el de la clínica no hay excusa que valga, si la EMERGENCIA tarda tres horas para recibir un caso que de paso le genera dividendos al centro médico, a nadie le da placer ir de noche a una emergencia para pasar el rato y gastar el seguro, se supone que si hay gente allí es porque algo les duele y quien sabe qué pueda ser, sus procesos de admisión han de ser revisados y optimizados.

Para todos, el cliente paga, si va a su negocio, clínica, zapatería, carnicería , supermercado, farmacia, bodega o abasto es porque lo prefiere, va a gastar su dinero, nada les cuesta ser amables pues los clientes serios se espantan y ustedes viven de ellos, allá los masoquistas que no les hacen mucho caso al maltrato solo por la faramalleria de decir a sus amistades que compró tal o cual cosa en tal sitio, yo por lo pronto no volveré por allá, ojalá alguien cercano a esa gente me lea, por favor muéstrenle este texto y si quieren me escriben que no modificaré mi posición , ser antipático en tu empleo equivale a que no te gusta lo que haces, es como que yo voy a maltratar a mis alumnos porque el sueldo de profesor es una porquería, a mí me gusta mi trabajo, me quejo, me molesto, lo grito pero cumplo con mis alumnos.
Saludos desde mi esquina.
José Ramón Briceño, 2014
@jbdiwancomeback




miércoles, diciembre 31, 2014

Fin de año

La expresión “sentimiento agridulce” nunca ha sido tan real para mí como esta noche, tengo tanta gente regada por el mundo, tantos amigos que no están, tanta angustia de mañana que la verdad es complicado estar absolutamente feliz. Las próximas  48 horas serán un asunto difícil de digerir para muchos, sabemos que a partir de este nuevo año tendremos papel higiénico en vez de billetes en el banco, nuestro sueldo será más o menos barro que tocará administrar a fin de lograr sobrevivir, quien sabe cuanta violencia hay esperando explotar gracias a las gracias de una pandilla de inútiles malvados cuyo sino es solamente ser una suerte de bacterias tragadores de dinero, mientras los demás solo somos unos seres vivos ansiosos de vida.

Esta noche ha sido de profundas reflexiones y quizás más dudas que otra cosa, hay nuevos proyectos, la misma angustia del 2014 pero agravada por una pobreza aún más difícil, sin embargo estamos forzados a resistir, a pensar, a construir y a hacer resistencia contra la epidemia de imbecilidad supina que infecta las calles de mi tierra.

Hoy estoy triste por las sillas vacías, las almas sin esperanza, los hogares sin alegría, pero estoy alegre pues mi familia y amores están cerca, completos y sanos, lo otro pues es accesorio, a pesar de tener ya una botella de vodka en mi torrente sanguíneo y a la espera de más, con la sombra terrible de la resaca matutina. Creo que nos toca apretar los dientes (y algunas vísceras) para enfrentar el alud que nos llega, la vida son dos días, los amores y afectos toca cuidarlos, el alma alimentarla, mañana debe amanecer, todos disfrutemos la vida, para la tristeza hay demasiado tiempo, en cambio la delgria nunca es muy duradera que digamos.

Me emborracharé, gritaré, besaré y de seguro lloraré por mi hija que no me abrazará esta noche, mis hermanas y madre que beberán esta noche con sus hijos a la sombra de una luna extranjera, mis amigotes que se fueron lejos, mis primos que hablan inglés porque no tienen de otra en esa tierra, mis tíos que lloran no estar con sus hijos, las familias con presos que piensan, los que tienen muertos por culpa de aquellos imbéciles que no piensan si no en sí mismos, en fin, los miles que no celebraran hoy, los millones que lloraremos mañana.

Cuando amanezca seré feliz solo por estar vivo y amanecer en los brazos de la mujer que amo, espero que todos tengan algo por lo cual celebrar, los que no pues mi corazón los piensa, apenas amanezca vistámonos de valientes, la vida lo exige, la patria lo necesita y el futuro nos lo preguntará, feliz año desde esta esquina.
José Ramón Briceño 2014

@jbdiwancomeback

martes, diciembre 30, 2014

Preguntas necesarias


Después de más de cuarenta días donde la temperatura ha subió a más de 40 grados centígrados en mi ciudad, por fin amanece lloviendo, no sé a ustedes pero a mí la lluvia me gusta, sobre todo cuando da fresco en este pandemónium tropical donde tener un aire acondicionado (cuando menos para mí) es un lujo complicado. Ver el cielo gris me pone algo melancólico y comienzo a hacerme preguntas incomodas, como recurso de supervivencia me porto mal conmigo mismo, haciéndome esas preguntas incomodas que por lo general quedan en suspenso, en especial las referentes al futuro, prefiero apegarme a eso de que mejor disfrutamos el hoy, eso del futuro en este país es difícil de definir pues la verdad nadie sabe y lo poquito que sabemos tiene más aroma de harakiri (ritual suicida) que de otra cosa.

Para no contaminar a nadie con mis demonios personales mejor les hablaré de cosas compartidas, de las dudas que deja el gobierno y sus acólitos en el aire, de esos raros fanatismos que disfrazan de justicia pero que “olvidan” otros casos de justicia que al parecer a nadie interesan por afinidades ideológicas, lo que me hace pensar en el verdadero significado del socialismo del siglo XXI.

Por ejemplo, todos los días veo en alguna parte una pinta sobre “Palestina libre”, aún no he oído que nadie, voz en cuello hable de las barbaries del tal Boko Haram ni del ISIS, los escucho hablar de cómo los gringos matan a su gente pero ni de vaina hablan de esa costumbre espantosa de matar “infieles” que tienen los patanes musulmanes o esa otra de vender niñas y mujeres como esclavas para lo que sea, a buen precio y en mercado público, imagino que es por el trasfondo religioso que a los fulanos les da culillo exponerse con los “hermanos” que quizás les den alojamiento cuando les provoque escapar de este moridero de pobres, eso sí, con las maletas y las cuentas repletas, a disfrutar lo usufructuado en lo que les haya tocado de la parranda de petrodólares que ya no están.

Los acólitos ignoran olímpicamente la existencia de presos políticos, los fulanos defensores del pueblo aseguran que es totalmente legal la tortura, es más, es necesaria para conseguir información, por tanto no es un quebrantamiento de ninguna ley, sin embargo he oído a muchísimos funcionarios reclamar a los mismos gringos que ellos si torturen a sus presos políticos, no me mal entiendan por favor, jamás estaré de acuerdo con eso de poner presa a la gente por pensar y muchísimo menos de torturarla (para eso no hay excusas, las que hay son solo para justificar a los gorilas de verde, su barbarismo no diferencia idiomas ni culturas, en todos lados hay animales felices con la tortura). El asunto en vez en darles pena, al parecer les emociona pues encuentran a otros a quienes criticar y los imbéciles le siguen el juego solo por no pensar, hasta que les toque si no es que se convierten en (más) descerebrados.

Todos hablan de felicidad, paz, amor pero NADIE habla de la impunidad evidente del hampa, hasta la fulana fiscal dice que deja su gestión cero impunidad, pero el observatorio de violencia habla de 24.000 muertos en el 2013 producto de la violencia, eso en un país de apenas 40 millones de habitantes, sin guerras declaradas, sin frentes ni siquiera con bombardeos, pero los palestinos son los que está jodidos.

Estas son solo algunas de las preguntas que me encantaría que me respondiese algún revolucionario, quizás estoy equivocado y todo sea un espejismo, ahora que ni siquiera se puede pensar en ir a la playa pues lo más seguro es que quizás ese día algún grupo extraña y profusamente armado con rifles de asalto te asalte a la orilla del mar, con el beneplácito (tácito) del tal cheverito (Izarra dixit).
José Ramón Briceño, 2014
@jbdiwancomeback



miércoles, diciembre 24, 2014

Deseo de navidad

Nunca entendí la razón de que el día festivo fuese el 25 de diciembre, si yo esperaba con ansiedad el 24 para ver que cosa me regalaría el niño Jesús, con quien por cierto siempre tuve un reconcomio profundo pues jamás me trajo ni el Atari, el avión o barco a control remoto, ni siquiera una cámara réflex (ahora sé que se llaman así), es más, siempre me acostumbraron a que el fulano me traería cualquier cosa, al final, niño al fin me conformaba con cualquier cosa, quizás el mejor fue aquel en el que me trajo una bicicleta de cross, esa fue la culpable de que me enterase de la verdad, antes que descalabrase al primo que tuvo la genial idea de decirme que la había visto guardada y yo, ofendido, defendiendo mis creencias le zampé un gancho de derecha en pleno estómago, ante esa situación de violencia infantil, mi padre no tuvo más que decirme que él había comprado la fulana bicicleta. Ese día se formó definitivamente mi asco total a las mentiras, fue la gota que derramó el vaso.

Ahora de adulto entiendo perfectamente la razón de que me tocase conformarme, nunca fuimos gente de dinero y mi viejo hacia lo que podía, no había de otra, además la cuestión navideña no son los estrenos, las fiestas ni los fuegos artificiales. En casa la navidad fue siempre por y para los niños, quienes son los depositarios realmente de los regalos.

Como no soy perfecto, he caído también en la trampa de mentirle a mi hija con el asunto ese  del niño Jesús. Hace dos navidades casi me deprimo cuando ella aseguró haber visto una pierna infantil saliendo por la ventana justo cuando ella descubrió los juguetes, por suerte su mamá se asumió la tarea de decirle la verdad, yo no podría. Siempre hemos hecho lo posible por que los regalos sean si no lo que pide, cuando menos algo que le guste bastante, nunca se le han guardado juguetes, así cuesten más de un sueldo de profesor, se supone que los juguetes son para usarlos hasta que no den para más, este será el primer año en que papá y mamá le harán regalos, el niño Jesús  ha quedado atrás junto con su primera infancia, ha comenzado a transitar el camino cercano a la adolescencia, menos mal que soy calvo, de otra me hubiesen salido más canas este mes, aunque me niego a dejarme la barba que ha dejado de ser negra para tornarse gris (como corresponde a un señor de más de 40).
Hace dos días escribí sobre el asunto del agradecimiento, sé que a muchos les ha gustado y eso ya es , en principio, algo importante que agradecer pues entre la inmensa cantidad de gente que publica cosas en internet, me he tropezado con lectores que comparten mis venturas y desventuras por esta ventana electrónica.

Hoy, además de agradecer que aún tengo cosas que agradecer, ligando todas mis vibraciones a que el pernil que estoy cocinando quede tan bueno que nadie se queje y no toque dárselo al perro o al gato, que la patineta que le regalaré a mi hija esta noche le guste tanto como a mí a su edad, que la cena no me caiga mal ni el alcohol se me pase muy rápido a la cabeza para poder disfrutar al máximo la noche de navidad, que las balas cesen por una noche.

Mi deseo para todos es que el amanecer nos encuentre riéndonos, que volvamos a ser niños, (si la infancia no fue lo que hubiésemos querido pues nos la inventamos de nuevo), olvidemos por una noche los dramas de diario, que la violencia haga mutis por el foro, que sus regalos sean más de lo que esperaron, que la calle no se vacíe a media noche, es más, espero que nadie duerma en una orgia de felicidad y hermandad, donde niños, adultos, ancianos y hasta los animalitos festejen sin pausa ni violencia, que toda esa buena vibra inunde todos los hogares, oficinas, negocios, playas, campos y montañas para que hasta los que no creen se sientan bien, así, de puro milagro nomás.

En fin, que la felicidad los intoxique más que cualquier licor, droga o pastilla, que la mañana los sorprenda en la mesa compartiendo las maravillosas sobras de la noche anterior, que los hermanos vuelvan a ser hermanos, la familia olvide los bandos, recuerden a sus muertos con más alegría que nostalgia, que los exiliados vuelvan, los presos políticos vuelvan a sus casas, la economía deje de ser este sufrimiento tortuoso, en fin, que esta navidad sea el preludio de un futuro prometedor en vez de este abismo que nos traga, que  Buda, Calderon de la Barca y hasta Coelho tengan razón, la vida es un sueño y a nosotros nos toca olvidar las pesadillas y despertar alegres.
José Ramón Briceño, navidad del 2014
@jbdiwancomeback






lunes, diciembre 22, 2014

El espíritu navideño en tiempos de revolución

Nací en Maracay, hace más de cuarenta años, desde que tengo memoria me ha disgustado el centro de la ciudad, el bullicio, la música a volumen inaudible, esa que suena desde los puestos ambulantes donde venden discos piratas, hasta los de las tiendas que (suponen por una misteriosa teoría comercial) llama la atención de los potenciales clientes, el disgusto y el malestar sube unos diez niveles en temporada navideña. Lo normal es que sea un pandemónium de gente comprando regalos, ropa, comida y gastando sus utilidades pues el resto del año si acaso el sueldo.

Este año no es así, el centro cierra a la cinco de la tarde, los centros comerciales que se suponen seguros y alguna vez trabajaron hasta media noche, solo abren hasta las ocho y ya desde la siete van cerrando las puertas solo para atender a los clientes que están adentro. A eso le sumamos que la cantidad de gente ha mermado a menos de la cuarta parte, de verdad los centros comerciales y en las tiendas del centro el ambiente parece de un miércoles de febrero y no de la última quincena de diciembre.

¿Las razones? Solo puedo especular en torno a eso, sin embargo cuando consulto con mi bolsillo me doy cuenta que no tengo mucho y si lo tomo por los profesores y maestros ya somos cuando menos unos dos mil menos en las calles, quienes ganan sueldo mínimo pues  han de estar ocupados haciendo cola para comprar las cosas reguladas a ver si los tres meses de aguinaldo le alcanzan para alguna cosa, comer es la primera preocupación de todos. La inseguridad pone su acento en la vida citadina, igualmente las noches parecen madrugadas de domingo de ramos, las calles antaño centros de vida nocturna están desiertas, ni taxis andan por ahí a altas horas de la noche y los pocos que andan trabajando cobran tarifas de limusina neoyorkina pero sin aire acondicionado y tan sospechosos como muchos transeúntes, de hecho, hace tres semanas uno de esos taxistas extraños de la ciudad asaltó a un amigo, el fulano tenía a otro tipo escondido en el asiento de atrás, cuando rodaban por alguna calle desierta el de atrás emergió pistola en mano, mi amigo se la jugó y saltó del carro en movimiento, se desmayó y amaneció tirado en la calle, sin conocimiento y sin billetera pues dos tipos que pasaban por ahí (según la chica que rescató a mi amigo) le vaciaron el bolso y se llevaron, celular, billetera y utilidades, así como su espíritu navideño, ya confiar es un asunto complicado.

Si por casualidad tienes suerte y tienes suficiente dinero para comprar, igual la oferta es escasa y los precios exagerados, lo que ayer costaba cien bolívares hoy debe estar al doble y así sucesivamente, eso quienes se salvan de las inspecciones de “precio justo”, lo que ninguno de los fulanos del tal precio justo dicen es que la oferta de divisas para importar es solo ara algunas cosas, juguetes, ropa, electrónicos y demás cosas para vivir no están en ella, amén de los productos de tocador, por ejemplo, a mí me gusta mucho una colonia que normalmente cuesta 80 dólares (no es barata pero se supone que para algo trabaja uno) que veo difícil de comprar pues ya cuesta dos meses de sueldo, mi hija quiere una Tablet de regalo de navidad, ella la verdad no exige marcas ni diseños pero igual las baratas, esas de marcas exóticas, de origen desconocido y dudosa calidad, que uno mira en Amazon en 60 dólares, acá cuestan también un mes de sueldo y en algunos casos un poco más, si hablamos de ropa o zapatos la cosa no es menos grave, una docena de ropa interior de hombre, de calidad baja, cuesta un mes de mi sueldo, los de verdad, esos de algodón que son extra cómodos cuestan el doble, si los consigues.

Tengo la impresión de que el espíritu de la navidad está en la frontera, nos ha evitado pues la última vez lo atracaron, igual estarán el niño Jesús y los reyes magos, cuando las cosas simples y baratas son inalcanzables para el común de los mortales, llegará un momento en que los mortales se olviden de eso y comiencen a pensar que la violencia es la única manera de sobrevivir, si de paso el estado propone más violencia, se burla de las necesidades del pueblo proponiendo cosas como esa de llevar vacas a las escuelas para que los niños tengan leche fresca a diario (CDSMCPP*), que las madres deben enseñar a sus niños a usar el baño desde el primer mes de nacidos, volver al “Conuco” (huerto familiar)  para la supervivencia, decir que tenemos un bloqueo internacional cuando la verdad es tan evidente es que le debemos a todos y a nadie se le paga nada, los jerarcas son los únicos sin carencias económicas mientras los demás estamos subpagados y sobrevivientes, para colofón los que pueden se van a donde sea con tal de no estar acá, los que nos quedamos estamos a dos aguas esperando un milagro que nos saque con todo y familia de este moridero de pobres.
 José Ramón Briceño, 2014

@jbdiwancomeback


lunes, septiembre 08, 2014

Articulo atípico


Siempre me ha disgustado quejarme , pero en estos últimos tres años es muy complicado no hacerlo, es verdad que nada parece funcionar, no hay sitio adonde esté que no escuche alguna cosa terrorífica, las calles hablan solas no hace falta volver la mirada a los periódicos ni a los noticieros para saber que realmente algo apesta en Venezuela y que al parecer a nadie le importa, mucho menos a los que teóricamente debería importarles más pues hacen lo posible por poner al país más en desgracia que otra cosa, lo peor es que esa tarea la sacan con sobresalientes méritos siempre.

Mientras me decidía por cual tema abordar hoy para escribir en el blog, he decidido hacer un acto extraño, intentaré escribir sobre las cosas buenas que me han pasado para ver si con la buena vibra atrae algo bueno, como dicen los santones, tarotistas y astrólogos que al parecer son los empresarios más exitosos en este país de locos.

La verdad en cosas materiales no tengo mucho, jamás he tenido vehículo desde que un hampón se robó mi bicicleta del patio de una casa donde viví, además toca confesar que no me agrada en lo absoluto manejar aunque se hacerlo y cuando exista una emergencia pues lo haré, mientras soy bastante feliz sin las angustias promedio de la gente que tiene un carro pero su sueldo no le alcanza para mantenerlo como debe ser. En contraste he descubierto que tengo amigos brillantes, gente con la que reunirse es un placer, que tiene conversas interesantes y que anda más pendiente de trabajar y progresar que de otra cosa menos productiva (o más según el cristal con que se mire). Tengo miles de lectores en todo el mundo, aun me sorprendo cuando estoy en una reunión y alguien que no conozco me da la mano para felicitarme por el blog, desde las redes me llegan aún más comentarios halagadores por algo que a decir verdad no me da más provecho y que comenzó más por abrirle una espita a mi depresión que por hacerme “famoso” sin embargo la tarea al parecer no se me da tan mal y he acumulado conocimientos sobre la escritura periodística que ni sabía que poseía, tanto así que muchos no me creen que no soy más que un profesor de castellano como muchos, cuya profesión fue el resultado de muchos años de ocio nocturno y dominical donde los libros fueron los principales instigadores para pasar horas en la cama sin atender a nada más, en algunos casos ni al sueño si la lectura era muy buena, eso demuestra que hay vicios realmente productivos como este de la lectura.
Tengo un empleo cuyo único mal asunto es el sueldo, la verdad ya casi nadie habla maravillas de su empleo, trabajan por obligación como el médico que está obstinado de ir a no hacer nada al hospital pero se niega a renunciar para dedicarse a la práctica privada pues siente que falta a su deber como especialista, el otro amigo fotógrafo que ha renunciado a su empleo pues gana más alquilando inflables a los niños o vendiendo jugos en la esquina de su casa, el otro artista plástico con varios galardones nacionales que ante la inviabilidad de las ventea se decidió por montar una tienda junto a su esposa para vender adornitos y vinilos decorativos, así un bastante largo etcétera de gente que odia lo que hace para vivir, yo soy tan afortunado que hasta me gusta mi empleo, el detalle del sueldo pues se resuelve con cosas adicionales que uno se inventa en el camino, el dinero la verdad no da felicidad pero si da calma que ya bastante ayuda.

Tengo una hermosísima hija que ya va para diez años y quien se ha vuelto una niña bastante inteligente, despierta y curiosa, cosa que desespera a las maestras y a la gente de corto entendimiento, me he trazado la labor de tenerla cerca mientras crece para ayudarla a pasar el mal trago de la incomprensión de los adultos promedio que son tantos que hasta la torpeza intelectual es considerado como algo normal. No es fácil pero tampoco imposible, creo que si uno tiene un hijo la obligación es velar por todo lo que le suceda, así nos curamos en salud cuando crezca, evitando que termine como un bobo más de Smartphone y regeton de esos cuya única lectura fue la gaceta hípica o la revista Cosmopolitan.

He tenido conversaciones con mucha gente sobre diversos temas pero ese de las parejas me espanta cada día más, hay tantos tan infelices con sus parejas, historias muchas como para llenar un libro, gente aprisionada en relaciones que más amargan que otra cosa solo para no sentirse solos que me parecen en su mayoría casos clínicos de demencia por aquello de someterse a la tortura diaria solo para “mantener la relación”, en mi caso soy tan afortunado que tengo una bella mujer que no me estresa con sus cosas, que comparte una copa de vez en cuando conmigo, no me molesta por que fumo o tomo café, que me deja ser y de paso no me estresa con las cosas que a otros si.

En resumen, a pesar de las arbitrariedades de vivir por acá y mi escasísimo bolsillo, tengo cosas invaluables que muy pocos afortunados tienen, desde lectores formidables, amigos (virtuales y reales) que merecen absolutamente todo mi respeto y admiración, una hija hermosa, un padre que obstina de tan atento y preocupado que es,  unos lectores fieles que se toman el tiempo de leer mi visión de país , unos contactos excepcionales en redes como LinkedIn con cargos que dan hasta vértigo y cuando gente así voltea la mirada para que un mortal como yo los tenga entre sus contactos toca agradecer, una hija excepcional y una mujer cuyos méritos propios pasan muy por encima de los míos y para cerrar un empleo que me pone contento pues dar clases en una escuela de artes te libera del yugo de las escuelas de Comunicación social o de cualquier otro programa universitario, tengo la certeza de que el empleo es como las mujeres, en lo que te da flojera ir a trabajar toca cambiarlo igual con las parejas, cuando ya no quieres salir con ellas es el momento de pensar seriamente en criar gatos, no dan besitos pero tampoco te estresan y son de bajo mantenimiento.
José Ramón Briceño, 2014

@jbdiwancomeback
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miércoles, julio 23, 2014

Mensaje a los docentes Venezolanos

Mensaje a los docentes Venezolanos

Últimamente me he topado con una suerte de depresión colectiva, no hay un día que uno no escuche alguna imprecación, que no lea en las redes expresiones de rabia, que no mire a la cara de los peatones su incomodidad, eso por supuesto ha subido los niveles de agresividad general y no es para menos, ya no importa cuánto ganes, igual eres una suerte de indigente con sueldo y algunos beneficios (si los hubiere).
Tanto así que tengo días pensando en que quizás sea interesante parafrasear al maestro Zapata y editar algún pasquín llamado “El Pelabola Ilustrado”, que expresa realmente el sentir de los profesores de todo el sistema educativo en este país. Llegaron las vacaciones y con ellas los pagos extras para “cubrir” los gastos, todos los colegas esperan ese extra para viajar con la familia , hacer mejoras en la casa, comprar los útiles escolares o simplemente bebérselos en su casa con los amigos , lo que sea, el asunto es que no alcanza ya para nada, lo más indignante es quizás lo desigual de la escala salarial docente, mientras un profesor de escuela (entre primero y sexto grado) en alguna escuela de PDVSA gana alrededor de 15 mil bolívares, donde el cesta ticket es más de cuatro mil, un profesor de la misma escala gana si acaso cuatro mil, en el caso del liceo son cuatro mil ochocientos y en ningún caso el fulano bono de alimentación sobrepasa los mil trescientos bolívares mensuales.

Con una inflación de dos dígitos altos que hace que la cesta básica sea de por lo menos tres veces el sueldo, no entiendo todavía que carrizo hacen los gremios docentes  los colegas profesores, se vale jalar pero no guindarse , se puede hasta entender que muchos a pesar de lo que pasa defiendan las ideas de los jefes pero de ahí a soportar ser poco menos que mendigos hay una distancia enorme.

No pertenezco a ningún colegio ni sindicato ¿la razón? Está a la vista, nadie dice ni hace un carajo por mejorar la situación económica de los colegas (incluyendo claro la propia), no creo que nadie en su sano juicio pueda defender la iniquidad de un sistema que le paga mejor a los obreros que a los profesores, repito, no tengo nada en contra de la clase obrera, pero si tengo mucho en contra de premiar la ignorancia y primar pasar un coleto antes que la de generar conocimiento, lo primero lo puede hacer cualquiera, lo otro pues también pero cualquiera que por lo menos se aguante cinco años de universidad más los dos del posgrado para no ponernos tan exquisitos.

Cuando uno vive en un país así es complicado no estar deprimido, es más, no puedes ni pensar en emigrar pues un pasaje hasta alguna isla del caribe o un país vecino no cuesta menos de once meses de sueldo, eso sin comer, beber, tomar autobús ni ninguna de esas otras cosas naturales del vivir y aun así cuando por fin logras reunir para el desgraciado pasaje todavía no te alcanza para el cupo de dólares, si acaso el pasaporte no se te ha venido en el camino y toca volver a repetir el ciclo pues ya lo que tenías reunido no te alcanza ni para el bus al aeropuerto.

Ojalá pudiera yo sentarme con los representantes sindicales para gritarles en su cara, cuan porquerías son, más allá de su sesgo ideológico se supone que debieran trabajar en función de mejorar las condiciones de sus agremiados pero al parecer trabajan para hacer la pantomima y lograr que a sus agremiados les sigan descontando del sueldo su cuota y los pendejos profesores sigan agremiándose a ver si algún día les regalan su apartamentico o les permiten pasar un poquito más de hambre mientras les descuentan de nómina por el aire acondicionado de “mi casa bien equipada”, de mi pate reciban una cordial mentada de madre y si la decencia no me obligase dejaría por escrito un largo rosario de insultos , aunque sé que no logro nada, por lo menos me queda el consuelo de haber insultado a unos cuantos, cosa que mi depresión agradece.
José Ramón Briceño, 2014

@jbdiwancomeback


miércoles, julio 16, 2014

Pensando desde mi esquina

Pensando desde mi esquina

Desde que este desastre comenzó, hace más de diez años, ya se le veían las costuras, a pesar de mi natural alergia a hacer vida política pues para el momento tenía algunas otras cosas en mente y jamás dudé en levantar mi voz para expresar mi opinión, cosa que por supuesto nunca me sumó muchas simpatías, sin embargo siempre intenté que mi voz estuviese acompañada de una lógica explicación de la razón de mi protesta. Las redes me han dado la oportunidad de alzar un poco más mi voz y ser leído por bastantes personas en todo el mundo, claro, no tiene sentido sentirse la gran cosa pues un indicador interesante de la fama es la cantidad de gente que te ofrece cosas, que hasta el momento es cero, aunque la verdad sea dicha yo escribo para compartir mi opinión más allá de mis paredes o la barra de algún bar donde siempre se reúnen los soñadores (como yo) a arreglar el mundo sin que realmente pase nada más.

Como dije líneas arriba no creo que mis letras hagan gran cambio, sin embargo creo fervientemente que la letra escrita pesa más que la palabra hablada, esa se la lleva el viento, la otra queda para la posteridad y sin fronteras, es decir, nadie puede decir que nadie lo dijo nunca. Esa misma cualidad de no tener fronteras del internet logra que uno haga otras amistades en otras tierras, sepa la opinión de gente que a decir verdad no se conoce realmente y es muy posible que siempre sean honestos en sus opiniones, también han de ser inteligentes pues estos textos rompen todas las recomendaciones que me han dado verdaderos expertos en esta materia, ellos recomiendan poco texto y la verdad yo recomiendo a los lectores inteligentes que al final son los que me leen y desde mi esquina quiero darles mi agradecimiento.

Uno de mis amigos de farra que ahora vive al otro lado del mundo (literalmente) me escribió en mi muro de Facebook que mis estados parecen películas de Stephen King, habiendo leído bastante de la obra de este hombre, eso me puso a reflexionar sobre el asunto, capaz y uno sobredimensiona la cosa solo porque el sueldo es malo y las costumbres de gasto quizás son extravagantes, ustedes saben que los defectos propios son de difícil aceptación en primer momento.

Entonces he dedicado todo el día a ver el panorama intentando despegarme de mis aversiones naturales a eso de la ROBOILUSIÖN en la que vivo. Esta mañana fui a acompañar a mi novia al centro médico donde tiene una póliza de seguros que incluyen este servicio, no le autorizaron unos cuantos exámenes pues los precios son muy altos para incluirlos en el servicio, cuando hasta el año pasado lo hacían, al salir de allí fuimos a un gran almacén donde venden desde perfumería hasta comestibles no perecederos y artículos de limpieza, estaba desolado, no tenía en venta nada de lo usualmente escaso y lo poco que había en existencia costaba cuatro veces más que el mes pasado, de allí entramos a un almacén más modesto pero mejor surtido, allí nos espantaos con el precio de un símil del famoso CheezWizz de Craft, costaba más de cien Bolívares(un día de sueldo en dos cosas) y unas galletas costaban dos veces más que hace una semana, no sé cómo les dicen en otros países pero acá les decimos “galletas de Soda” siempre fueron muy baratas, hasta ahora.

Por la tarde fui a depositar el dinero para la inscripción de mi hija en la escuela y descubro con espanto que no me quedó para el regalo del “Día del Niño”, ya veré que hago, al salir del banco veo una cola de más de cien personas haciendo turno para comprar dos kilos de margarina y cuatro de harina de maíz pre cocida,  entro al supermercado ya sin sorpresa descubro que no hay ni aceite ni café en polvo, entro a un centro de comunicaciones (adonde alquilan teléfonos)  pues ando sin saldo en el celular y me dicen que no tienen servicio pues se hizo  poco rentable, me acuerdo que tengo una tarjeta para usar un teléfono público y mi llamé a mi ex para preguntar si ya tiene los documentos para la inscripción y me entero que la compañía que me presta el servicio de telefonía celular no tiene servicio desde la mañana, no es que no le importo a nadie, es que el servicio no existía, que asco. Para colmo, cuando por fin llego a mi casa me encuentro con que robaron al vecino y se llevaron hasta la licuadora, con cierto alivio cuentan que no se tropezaron con los ladrones pues el cuento seguro sería más trágico.

Al sentarme a escribir esto me doy cuenta que mi amigo se queda corto, Stephen King no le llega a esta vida diaria, más bien podría pensar en HP Lovecraft, solo falta que el diablo en persona sea nombrado ministro de educación y bendecido por los brujos cubanos en cadena nacional.
José Ramón Briceño, 2014
@jbdiwancomeback