Hace poco recibí un mensaje en el móvil, era de una tía que vive en el primer mundo, a quien la pandemia tiene contra las cuerdas y busca desesperadamente quien le calme los temores, por algún misterio recurre a mí buscando consuelo, si supiera que pienso que el mejor escenario es el apocalíptico, este otro de neurosis de rango constitucional, partes médicos, mentiras evidentes sobre tratamientos y vacunas , la parálisis de todo y el retraso forzado al que nos condena la peste del coronavirus hace más daño que la gripe con esteroides. La historia cuenta de unas cuantas pestes que borraron al menos la cuarta parte del planeta en cuestión de años, todos achacan la culpa a las ratas, las pulgas, el antihigiénico estilo de vida que tenían en aquellos años donde si acaso se duchaban un verano cada tres años, cuentan los dramáticos efectos de tal enfermedad , relatan de la manera más vivida posible como se sienten o se ven los pacientes apestados, pero ninguno hace referencia específica a como desapareció, hablemos de la Peste Negra, desde el medioevo hasta bien avanzado el siglo XIX la asepsia no existía, el concepto de higiene era algo fantasioso en los círculos científicos de la época y las costumbres higiénicas tampoco variaron mucho que digamos, sin hablar de la inexistencia de vacunas, desde que la peste acabó con millones en todo el mundo, no ha vuelto a aparecer , al menos a la misma escala, parece que desapareció del mundo por arte de magia, gracias a la providencia nunca más hubo peste negra, mismo destino tuvieron otras tantas para las cuales hubo vacunas apenas hace cincuenta años.
No hay escenario posible en el
que combatir con aislamiento e improductividad sea realmente beneficioso,
condenamos al hambre a millones, casualmente quienes no puedan asumir sus
oficios o profesiones con la tecnología a distancia está en riesgo, sin hablar
de las múltiples quiebras generalizadas que pueden resultar de matar en
altísimo porcentaje las economías a fuerza de inactividad, no hay capital que
aguante siete meses sin generar ingresos , más morirán de hambre, sucumbirán a
la locura, afloraran males mentales debido al estrés de la pobreza , buscar el
bien mayor parece ser algo disparatado. No importa cuántas vacunas inventen,
aún faltan años para que todos los humanos estén vacunados y mientras el
proceso se culmina la peste seguirá haciendo de las suyas, mientras existan
humanos sin vacuna el virus seguirá haciendo de las suyas, causando más
destrucción en el camino, en cambio, si dejan la peste seguir su camino, hará
su destrucción y listo, el mundo se tambalea pero no se aloca tanto como hasta
ahora.
Han pasado tantas cosas locas en
este año de pandemia que la verdad ya me cuesta diferenciar la realidad con la
ficción , ayer leí en alguna parte que Nokia va a organizar una red celular en
la luna, eso da unas lecturas en verdad impresionantes, una de dos, o hay tanta
gente viviendo ahí que necesitan celulares para interconectarse o pronto va a
suceder una migración a la luna o por último, los aliens van a terminar de
salir del closet teniendo comunicación directa con la tierra, no veo otra
conclusión posible, las empresas gigantes no invierten en quimeras, gastan
donde hay ganancia así que lo de la red celular en la luna no es para reclamar
territorio , como aquel que se declaró dueño del sol con escrituras legalizadas
y demás o el otro que se declaró rey porque su real gana se lo proclamaba.
Ahora bien, si con lo visto desde hace rato como locura tras locura, portales
dimensionales, científicos diciendo que usaran el hipercolisionador de hadrones
(ese nombre que parece sacado de la estrella de la muerte invocado por el
mismísimo Darth Vader en persona) para replicar
un agujero negro, si yo, un simple maestro de castellano veo el
potencial peligro, imagino que los sabios estarán al tanto y detendrán eso,
abrir una cosa de esas en la tierra no debe hacerle nada bien a nuestra
realidad, saben cuánto daño hace un agujero negro en el espacio como para
replicarlo bajo la ilusión de control que dicen ellos tener, tanta publicidad a
los viajes en el tiempo no parece una casualidad, si lo vemos en perspectiva,
esa idea aparentemente loca está siendo inoculada desde hace al menos veinte
años, un niño de los años setentas a menos que fuese hijo de un escritor de
ciencia ficción, no tendría ni idea de cómo está organizado el universo
cuántico, mi hija de apenas catorce ya me explicaba la evolución de este según
Ant Man y un par de caricaturas que ve a diario, caí en una pieza.
No supe de la existencia del
universo cuántico hasta hace apenas un decenio, tampoco es que soy devoto de su
santidad las vibraciones universales pero no puedo dejar de sorprenderme con
las posibilidades de otras realidades que esto significa, por tanto es de
suponer que está muy pronto a aparecer algo similar de modo público y notorio.
No es difícil terminar conspiranoico cuando te levantas un día y descubres que
un presidente tan serio como el de USA se fotografía en el marco de la
fundación de la armada espacial, tuve que leer tres veces y contrastar la
fuente para darme cuenta que la cosa iba en serio, a los días un equipo
científico de la NASA (oh sorpresa) dice haber encontrados trazas magnéticas
que indican un portal hacia otra dimensión, como si ya no es suficientemente
loco los tipos, además, dicen que según los datos recopilados, en esa otra
dimensión el tiempo corre de manera inversa, ha muerto y aun no me entero.
Entre la pandemia global, la
condena al ostracismo , la neurosis apocalíptica, el apocalipsis de los
supervivientes , la economía en declive , luego de tantos años de considerar
locos a los astronautas ancestrales ahora resulta que hasta una milicia
espacial nombran unos fulanos que no son famosos por estar desarmados para una
contingencia posible, considerar a los aliens una amenaza factible ha de partir
de una serie de pruebas irrefutables que hacen lógica la descomunal inversión
de armarse para esa guerra de la que no tienen idea de cómo asumir más allá de
lo convencional. Estoy seguro de que los más documentados asentirán mientras
leen estas líneas, además hay que preocuparse cuando los grandes se preparan
para la guerra, nunca es gratuito, en este caso quizás pudiera tratarse de una
epidemia fabricada para generar el caos más grande posible sin que el control de
daños se descarrile, mientras estamos ocupados en pensar cómo evitar algo que
de todas maneras te va a llegar algún día, sin empleo, desahuciados
emocionalmente , los grandes poderes organizan alguna cosa.
Me niego a creer que las grandes
naciones están llenas de locos, que en alguna parte hay quienes piensan igual
que yo. En cierta ocasión me dijeron que mi preocupación es vana, ten confianza
en la vacuna, no hablé más, no tenía sentido armar una discusión bizantina por
un asunto que no podremos controlar, la histeria seguirá su camino, la muerte
decidirá (o no) encontrarnos en algún momento del camino y yo perderé a un buen
amigo, no vi razón para continuar la conversa por ese camino así que me retiré.
Por lo pronto dejaré constancia
de mi rebeldía por puro necio, me sentaré a esperar que todo fluya como le dé
la gana de fluir, si los fulanos abren un agujero negro que terminará de
tragarse al planeta al menos estoy claro en que la muerte es solo un salto al
vacío con aparente tasa de retorno (eso que le dicen reencarnación) por lo que tampoco resulta una tragedia
horrible, según cuentan todas las fuentes el asunto es lo mejor que nos puede
pasar a todos , deberíamos festejar la muerte, creo que el dolor por los que se
van es más asunto de egoísmo que por dolor sincero, el problema es que ya no
estará ahí para nosotros pero tendrán todo para ellos, se les acaba el dolor y
el sufrimiento, si eres joven aun siendo una lástima puede ser que esté
causando/se tanto sufrimiento que la muerte es una bendición, si no para él si
para los que a pesar de todo lo quieren, visto desde esa óptica quizás la cosa
es menos violenta.
El asunto es que ya va casi un
año entre cuarentenas tanto, tiempo que hace rato dejé de contar los días, ocho
meses es una eternidad, la normalidad al parecer jamás volverá, los marcianos
llegaron ya pero sin chachacha y yo acá en el desaguadero del mundo esperando
al tiempo pasar.
José Briceño
20/10/20
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