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jueves, octubre 22, 2020

Y Mercurio es retrogrado…

Hace poco recibí un mensaje en el móvil, era de una tía que vive en el primer mundo, a quien la pandemia tiene contra las cuerdas y busca desesperadamente quien le calme los temores, por algún misterio recurre a mí buscando consuelo, si supiera que pienso que el mejor escenario es el apocalíptico, este otro de neurosis de rango constitucional, partes médicos, mentiras evidentes sobre tratamientos y vacunas , la parálisis de todo y el retraso forzado al que nos condena la peste del coronavirus  hace más daño que la gripe con esteroides. La historia cuenta de unas cuantas pestes que borraron al menos la cuarta parte del planeta en cuestión de años, todos achacan la culpa a las ratas, las pulgas, el antihigiénico estilo de vida que tenían en aquellos años donde si acaso se duchaban un verano cada tres años, cuentan los dramáticos efectos de tal enfermedad , relatan de la manera más vivida posible como se sienten o se ven los pacientes apestados, pero ninguno hace referencia específica a como desapareció, hablemos de la Peste Negra, desde el medioevo hasta bien avanzado el siglo XIX la asepsia no existía, el concepto de higiene era algo fantasioso en los círculos científicos de la época y las costumbres higiénicas tampoco variaron mucho que digamos, sin hablar de la inexistencia de vacunas, desde que la peste acabó con millones en todo el mundo, no ha vuelto a aparecer  , al menos a la misma escala, parece que desapareció del mundo por arte de magia, gracias a la providencia nunca más hubo peste negra, mismo destino tuvieron otras tantas para las cuales hubo vacunas apenas hace cincuenta años.

No hay escenario posible en el que combatir con aislamiento e improductividad sea realmente beneficioso, condenamos al hambre a millones, casualmente quienes no puedan asumir sus oficios o profesiones con la tecnología a distancia está en riesgo, sin hablar de las múltiples quiebras generalizadas que pueden resultar de matar en altísimo porcentaje las economías a fuerza de inactividad, no hay capital que aguante siete meses sin generar ingresos , más morirán de hambre, sucumbirán a la locura, afloraran males mentales debido al estrés de la pobreza , buscar el bien mayor parece ser algo disparatado. No importa cuántas vacunas inventen, aún faltan años para que todos los humanos estén vacunados y mientras el proceso se culmina la peste seguirá haciendo de las suyas, mientras existan humanos sin vacuna el virus seguirá haciendo de las suyas, causando más destrucción en el camino, en cambio, si dejan la peste seguir su camino, hará su destrucción y listo, el mundo se tambalea pero no se aloca tanto como hasta ahora.

Han pasado tantas cosas locas en este año de pandemia que la verdad ya me cuesta diferenciar la realidad con la ficción , ayer leí en alguna parte que Nokia va a organizar una red celular en la luna, eso da unas lecturas en verdad impresionantes, una de dos, o hay tanta gente viviendo ahí que necesitan celulares para interconectarse o pronto va a suceder una migración a la luna o por último, los aliens van a terminar de salir del closet teniendo comunicación directa con la tierra, no veo otra conclusión posible, las empresas gigantes no invierten en quimeras, gastan donde hay ganancia así que lo de la red celular en la luna no es para reclamar territorio , como aquel que se declaró dueño del sol con escrituras legalizadas y demás o el otro que se declaró rey porque su real gana se lo proclamaba. Ahora bien, si con lo visto desde hace rato como locura tras locura, portales dimensionales, científicos diciendo que usaran el hipercolisionador de hadrones (ese nombre que parece sacado de la estrella de la muerte invocado por el mismísimo Darth Vader en persona) para replicar  un agujero negro, si yo, un simple maestro de castellano veo el potencial peligro, imagino que los sabios estarán al tanto y detendrán eso, abrir una cosa de esas en la tierra no debe hacerle nada bien a nuestra realidad, saben cuánto daño hace un agujero negro en el espacio como para replicarlo bajo la ilusión de control que dicen ellos tener, tanta publicidad a los viajes en el tiempo no parece una casualidad, si lo vemos en perspectiva, esa idea aparentemente loca está siendo inoculada desde hace al menos veinte años, un niño de los años setentas a menos que fuese hijo de un escritor de ciencia ficción, no tendría ni idea de cómo está organizado el universo cuántico, mi hija de apenas catorce ya me explicaba la evolución de este según Ant Man y un par de caricaturas que ve a diario, caí en una pieza.

No supe de la existencia del universo cuántico hasta hace apenas un decenio, tampoco es que soy devoto de su santidad las vibraciones universales pero no puedo dejar de sorprenderme con las posibilidades de otras realidades que esto significa, por tanto es de suponer que está muy pronto a aparecer algo similar de modo público y notorio. No es difícil terminar conspiranoico cuando te levantas un día y descubres que un presidente tan serio como el de USA se fotografía en el marco de la fundación de la armada espacial, tuve que leer tres veces y contrastar la fuente para darme cuenta que la cosa iba en serio, a los días un equipo científico de la NASA (oh sorpresa) dice haber encontrados trazas magnéticas que indican un portal hacia otra dimensión, como si ya no es suficientemente loco los tipos, además, dicen que según los datos recopilados, en esa otra dimensión el tiempo corre de manera inversa, ha muerto y  aun no me entero.

Entre la pandemia global, la condena al ostracismo , la neurosis apocalíptica, el apocalipsis de los supervivientes , la economía en declive , luego de tantos años de considerar locos a los astronautas ancestrales ahora resulta que hasta una milicia espacial nombran unos fulanos que no son famosos por estar desarmados para una contingencia posible, considerar a los aliens una amenaza factible ha de partir de una serie de pruebas irrefutables que hacen lógica la descomunal inversión de armarse para esa guerra de la que no tienen idea de cómo asumir más allá de lo convencional. Estoy seguro de que los más documentados asentirán mientras leen estas líneas, además hay que preocuparse cuando los grandes se preparan para la guerra, nunca es gratuito, en este caso quizás pudiera tratarse de una epidemia fabricada para generar el caos más grande posible sin que el control de daños se descarrile, mientras estamos ocupados en pensar cómo evitar algo que de todas maneras te va a llegar algún día, sin empleo, desahuciados emocionalmente , los grandes poderes organizan alguna cosa.

Me niego a creer que las grandes naciones están llenas de locos, que en alguna parte hay quienes piensan igual que yo. En cierta ocasión me dijeron que mi preocupación es vana, ten confianza en la vacuna, no hablé más, no tenía sentido armar una discusión bizantina por un asunto que no podremos controlar, la histeria seguirá su camino, la muerte decidirá (o no) encontrarnos en algún momento del camino y yo perderé a un buen amigo, no vi razón para continuar la conversa por ese camino así que me retiré.

Por lo pronto dejaré constancia de mi rebeldía por puro necio, me sentaré a esperar que todo fluya como le dé la gana de fluir, si los fulanos abren un agujero negro que terminará de tragarse al planeta al menos estoy claro en que la muerte es solo un salto al vacío con aparente tasa de retorno (eso que le dicen reencarnación)  por lo que tampoco resulta una tragedia horrible, según cuentan todas las fuentes el asunto es lo mejor que nos puede pasar a todos , deberíamos festejar la muerte, creo que el dolor por los que se van es más asunto de egoísmo que por dolor sincero, el problema es que ya no estará ahí para nosotros pero tendrán todo para ellos, se les acaba el dolor y el sufrimiento, si eres joven aun siendo una lástima puede ser que esté causando/se tanto sufrimiento que la muerte es una bendición, si no para él si para los que a pesar de todo lo quieren, visto desde esa óptica quizás la cosa es menos violenta.

El asunto es que ya va casi un año entre cuarentenas tanto, tiempo que hace rato dejé de contar los días, ocho meses es una eternidad, la normalidad al parecer jamás volverá, los marcianos llegaron ya pero sin chachacha y yo acá en el desaguadero del mundo esperando al tiempo pasar.

José Briceño

20/10/20




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