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martes, marzo 14, 2017

En busca de un mundo perfecto (el verdadero capitulo 13)

13




En el sueño parecía estar en otra casa, era mucho más joven, en el,  vinieron a buscarme, aún era de madrugada y estaba oscuro, me decía una voz que me apurase pues el camino era largo y tocaba ir deprisa, que tomara mis armas (una espada sin filo que unido al mango tenía una suerte de maza hecha de un material transparente, el cual servía como arma también). Salimos a la oscuridad y cruzaba un rio también oscuro que corría en una cueva. De la nada salieron unos hombres con actitud muy violenta, en el forcejeo apuñale a uno sintiendo como el puñal atravesaba la carne y partía huesos, el otro al verse perdido gritaba que no lo dejasen pues no sabía nadar, yo a la misma vez lo alejaba y decía que si se ahogaba gran cosa no se perdía, y así se fue flotando sobre una maleta, resultaba que todos íbamos flotando sobre maletas rígidas, de las usadas por quienes viajan en avión.
La corriente de agua nos llevó a la orilla de donde salimos mojados (sentía que eran varios pero no vi ninguno) , allí encontramos una salida, en el grupo iba una joven con una espada, de esas que parecen de samurái, muy filosa y me decía que si alguna cosa pasaba que la podía utilizar , pues ella no sabía cómo usarla, que se la habían dado para defenderse pero temía  el utilizar tal arma, recuerdo haber tocado la espada, sacarla de su vaina y demostrarle a la dueña como de utilizaba la espada y la vaina como arma defensiva, aun no sabía por que viajaba o por que iba por ese camino, simplemente caminaba , era una ruta de montaña, con mucha gente alrededor, me preguntaba que hacia allí pero como nadie me hablaba, nunca decía en voz alta nada, simplemente me limitaba a caminar viendo hacia el frente. En un momento dado una voz hablaba de mi país y mostraba en una suerte de pantalla una imagen de una caída de agua con un pequeño rio al fondo, no sé por qué esa voz decía algo sobre la muerte de todos los peces y que esos eran muy especiales pues a pesar de ser agua dulce parecían peces del mar, yo corrí hasta un recodo a buscar un pez que había (pensaba) visto morir en el agua, lo saqué con las manos y vi que aun respiraba, inmediatamente lo lancé al agua y la corriente se lo llevaba rio abajo, pero decía que estaba atontado y que en algún momento volvería a nadar normalmente. Luego me fui de allí y seguí caminando.
En una encrucijada donde convergían varios caminos de montaña, cuyo tráfico era intenso, habían caballos, carretas, gente de a pie y hasta ganado, allí había una señora vendiendo café, esta señora resulto ser alguien conocido, cuando me escuche preguntarle que hacia allí, si ella también había muerto, me comentó muy sonreída que en ese mundo muertos y vivos se confundirán y hasta hablaban, en ese momento entendí que estaba caminando hacia mi último viaje, que estaba muerto en mi sueño.
Lo recuerdo con mucho detalle pues fue el primero de una serie de sueños raros, sobre todo porque a la víspera no había pasado nada diferente, no tenía resaca, no había peleado con mi hoy ex esposa, mi cena era de lo más ligera, total, todo entre los parámetros, claro, ya había comenzado mi trafago de dudas en torno a la cosa esta de la religión, creo que era una suerte de aviso para lo que se me venía encima.
Por esos días había entrado a la universidad una mujer, de mediana edad, muy bella, con porte y nombre inglés, se llama Jena Cockhold o algo similar, la verdad no dejaba de verla, su caminar casi felino hacía que, a pesar de su traje sastre, tipo maestra de internado inglés se le viera sexi, junto con su rubia cabellera siempre aprisionada en una larga cola de caballo o un moño muy señorial y apretado, al verla pasar casi que uno pensaba en pedirle que le diera a uno azotes por haber sido un niño malo, en fin, la verdad es que si me diera las nalgadas se las habría devuelto, eso de la violencia no me gusta pero la imaginación es una tramposa.
No era el único en eso, también estaba el doctor Prada, académico, con varios libros publicados, uno de los poquísimos expertos en semiótica del discurso en este país, el pobre sudaba cada vez que la mujer se le acercaba, a ella parecía gustarle la cosa pues se le insinuaba de maneras casi imperceptibles, roces con su cuerpo, sonrisas a media boca, besos de saludo nada fraternales, apretones indisimulados y así un largo etcétera a los que no me consta el pobre hombre haya podido escapar.
El caso es que luego de unos meses conseguí verla como una compañera más, no me volví a insinuar, ella lo agradeció haciéndose más cercana, casi una amiga, hasta que descubrió la religión evangélica de manos de un doctorante con el que comenzó a salir, terminó siendo fanática militante, de esas que nunca deja de dar sermones e incluye al final de sus frases, “alabado sea el señor” así esté hablando de su estreñimiento crónico o de la crisis económica, nuestra amistad llegó hasta una tarde en la que particularmente no andaba de humor y la “joven” me dijo , casi una orden, que orase por los caídos y que la sangre de cristo nos bañase a todos para lavarnos del peligro mortal de la política y el hampa, yo muy amablemente la mandé al carajo, le dije que jamás propondría una cosa tan poco higiénica como un baño de sangre por muy santa que fuera, ella entornó los ojos, bajó los brazos como derrotada, levantó la ceja izquierda y desde su mirada fría de ojos azules, me dijo muy seria, con toda la violencia contenida en su hablar bajo y pausado, que dios mediante me iba a ir al infierno por hereje, que hasta ese momento me consideraba tan siquiera conocido pues no podía soportar la herejía de mi pensamiento y mi constante burla solapada en mi hablar, alabado sea dios, me podía ir derechito a la misma mierda, me acusó con el jefe, este me llamó y me pidió mesura, que no le siguiera faltando el respeto, que por mi culpa había renunciado y me iba a tocar , en penitencia quedarme con sus clases por el resto del semestre, que no me angustiara por lo que ha dado de clases pues él me iba a dar todas las instrucciones necesarias, ella se iba para no volver.
 Me contaron, tiempo después que se había venido a Italia como misionera, ojalá no me la tropiece pues ahora menos que nunca estoy de humor, como voy de salida en pocos días tampoco me importará mucho incordiar a la fulana, acá  no tienen mucha paciencia con los fanáticos religiosos que no sean católicos, eso es bueno, lo malo es que seguro me hablará en español y nadie entenderá nada.
Caminando hacia San Pedro iba pensando, el hotel no estaba tan cerca pero la posibilidad de caminar para pensar ya era un hábito arraigado desde joven, desde que descubrí la posibilidad de hacerlo, me gustó la idea de ir masticando pensamientos por el trecho que me tocase caminar, en una época de gente que no lo hace más que por deporte, que se viste de manera específica, se gasta miles en envases de agua, franelas de última tecnología, aparatos portátiles para oír música fijados al brazo cuan brazalete político y eso sí, ha de ser muy caro para poder figurar entre los otros caminantes que necesitan estar a la moda, pavonearse entre iguales, imagino que para correrle a la vejez que está siempre a la vera esperando que te canses para tomar ventaja, en mi caso no me importa mucho, a veces salgo con mis audífonos solo para no oír las idioteces de la gente, la estridencia de la calle, las cornetas y hasta la música espantosa que escupen las cornetas de los autobuses que se creen discotecas andantes pero de mala muerte, solo faltan ahí las ficheras y la oscuridad, en cambio les sobran ladrones, carteristas, pedidores de todo, vendedores de cuanta cosa se puedan imaginar, lo peor, todos se parecen, todos dan miedo, entonces , entre otras cosas preferí caminar, un bolso con una gorra para el sol, un libro para las esperas y un bolígrafo por si las moscas, me armo para  salir a la calle mientras camino con mis pensamientos.
Acá en Roma, no hacen falta audífonos, esta gente es muy educada, no hay escándalos gratuitos, es más, toca caminar con cuidado no vaya a ser que uno pise un pedacito de historia por andar entretenido.
Miro a mi alrededor y veo historia, mientras eso pasa, no sé por qué, pero me acuerdo de un texto de Miguel Otero Silva donde contaba de un viejito oriental , de Güiria, quien aseguraba que Hitler realmente era el mesías pues sus métodos se parecían mucho a los de Jehová, matando al por mayor a los “infieles” , sin formula de juicio, en cambio Jesús no parecía ni prójimo de su supuesto padre pues predicaba el amor al prójimo, la aceptación antes que la tolerancia, la división entre el estado y la iglesia, recordemos aquello de “Lo que es del Cesar para el Cesar y los que es de Dios para Dios”, en cambio su padre ahogó a toda la tierra con un diluvio universal donde solo los elegidos se salvaron y ahora que lo pienso fue un grandísimo desastre incestuoso, pues solo fueron tres familias las que se salvaron, necesariamente tuvo que haber un desnalgue de primos, primas y quien quita si hasta de hermanos, después hablan de moral, que horror. Otra cosa, Jehová también hizo cenizas una población entera solamente porque había sobrepoblación de homosexuales, muestra total de un espíritu para nada amplio, que demuestra su intolerancia hacia las criaturas vivas, tal cual un Nazi común y silvestre.
Tonterías que uno piensa, veo la hora, faltan veinte para las tres de la tarde, a las cuatro debo encontrarme con mis amigos Venezolanos, ellos se fueron al exilio hace varios años, luego que en un asalto los golpearan para robarles hasta la cedula de identidad, comenzaron los preparativos, al año ya tenían casa y empleo fijo a una hora en avión de la capital de mi país, ahora son paisas de adopción, al parecer los ha tratado bien, no los he vuelto a ver desde que nos despedimos entre vapores de alcohol en una casa ajena, donde por hombría no lloramos pero la verdad nos ha quedado un huequito en el corazón, es que los amigos de tantos años terminan por ser hermanos por adopción, quedamos en vernos al pie del “David” de Miguel Ángel, cosa de no perdernos con explicaciones complicadas en tierra extraña, ellos no hablan Italiano, yo tampoco, acá el otro idioma es el latín pero no creo que a nadie le interese traducir “Cachicamus pro lapas laborum” que es lo único que se decir en ese idioma.
La última vez que hablamos vía skype me ofrecieron alojamiento en caso de que tuviese que emigrar por el gobierno que dejé allá en Venezuela, al final nunca me fui por mucho tiempo, de hecho, ahora que podría quedarme viviendo de lo que dan mis libros, que nadie sabe que tengo ese dinero, nadie me espera más que las víboras que fueron mis esposas alguna vez, a mis hijos no pienso dejarlos solos, loco y todo como la mayoría de la gente piensa, soy su padre, el único que les puede dar protección real, aparte del soporte económico para que tengan una adultez feliz, claro, nadie sabe lo del dinero.
Todos piensan que soy un profesor que gana menos que los vendedores ambulantes como mis colegas, sin embargo ya he dejado todo claro, un par de tipos me compran anualmente unos dólares por transferencia que se traducen en una buena cantidad, lo que me procura cierta holgura allá en mi hogar sin gastar mucho en realidad, gracias a los malos oficios de una política económica manejada por gorilas.
Mi hija mayor va para la universidad, ya veré que me invento para que estudie arquitectura acá en Italia, haga vida bohemia, sea una artista con privilegios ya que brillo mental le sobra, ojalá que la bruja lo permita y la niña no caiga en los juegos de manipulación de la señora, en fin, ya podemos hacerlo así tenga que confesarles que soy casi rico, según los parámetros Venezolanos lo soy, según el mundo entero no paso de ser una suerte de clase media acomodado, sin apuros pero sin lujos, ya veremos.


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