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miércoles, enero 28, 2015

Hoy día


En este país siempre se ha escuchado que vamos mal, al parecer la matriz de opinión sembrada por los políticos se permeó a toda la sociedad que siempre opinó que la inflación era una cosa espantosa, desde que tengo memoria recuerdo comentarios por el estilo, sobre todo después de aquel viernes negro donde el dólar pasó de 4,30 a 7,50, en mi familia hubo crisis, mi viejo se quedó sin empleo y por varios años vivimos haciendo maromas para vivir, hasta mi abuela hizo hallacas para vender, cosa en la que todos los que vivíamos con ella nos tocaba colaborar.

Sin embargo, comparándolo con esta época podría decirse que vivíamos como saudíes de la realeza, yo estudiaba en un liceo privado, usaba zapatos de marca, tenía ropa limpia, tomabamos leche completa, café las veces que nos provocase y hasta la abuela viajó fuera del país varias veces invitada por la larga lista de hijos y sobrinos que andaban dando vueltas por el mundo. Tampoco recuerdo jamás que nadie en mi familia hubiese estado al borde de la muerte por que tal o cual medicina no se encontrase, es más, la abuela que tenía experiencia en eso de vivir siempre al día se las ingeniaba para lograr tener siempre algún farmaceuta que le diese crédito para pagar todos los gastos a fin de mes, de hecho, la abuela murió hace cuatro años y todavía tenemos crédito en una farmacia, el problema es que la tal farmacia tampoco tiene nada.

Eso me hace pensar en que en verdad fuimos un país donde hasta los pobres teníamos oportunidad de hacer cosas interesantes si nos lo proponíamos. Hoy pues todo es más cuesta arriba, es complicado explicar la frustración que siente el venezolano de a pie ya que en otras latitudes el asunto (al parecer) es como era hace años, sin embargo por acá es más rentable ser vendedor ambulante de cualquier cosa que tener una licenciatura.

Comer es toda una odisea, la carne es muy costosa (como en todas partes), solo que en todas partes la canasta básica de alimentación no cuesta cinco sueldos básicos, tampoco los alquileres cuestan entre dos sueldos y el infinito, todo depende de dónde quieres o puedes vivir, por ejemplo, una habitación en un sitio donde las balas silban desde las seis de la mañana y es tan seguro como vivir al descampado cuesta cuando menos el 80% de un sueldo básico al mes, si la cosa es un apartamento (tipo estudio) la cosa se multiplica hasta por seis, así sucesivamente según la zona de la ciudad donde vivas.

Así sucede con todo, nada se salva, todos vivimos entre las colas y la desesperanza. Mientras al otro lado de la realidad, los funcionarios guardan sus puestos de trabajo a cualquier costo así  sea el de su inteligencia, las clases más bajas hacen malabares para su supervivencia, eso incluye claro hacer tratos con el diablo, hacer colas kilométricas para estimular un mercado negro alimentado por el mismo estado, las clases más “acomodadas” hacen malabares igualmente para mercadear pero con divisas, los cuerpos de seguridad reciben su mascada de cualquier negocio ilícito, los funcionarios de rango medio hacen su fiesta con las coimas de cualquier cosa, desde comisiones por construcción de lo que sea, gestores de todo tipo hasta vender suministros con gran sobreprecio a las mismas oficinas que dirigen y los grandes jerarcas (Cabello por ejemplo) trafican con drogas según la DEA, en el medio de todo y recibiendo lo que se cae de las mesas están los militares que entre sueldotes y prebendas prefieren el mal trago de sentirse menos que gente fuera de sus cuarteles.

En fin, todo un carnaval de miserias donde perdemos solo los pendejos que pensamos que trabajando se encuentra lo que se quiere. Amanecerá y veremos, por lo pronto me siguen disgustando las mañanas pues son prueba fehaciente de que el tiempo no se detiene por mucho que lo desee, que al parecer lo mejor que puedo hacer por mi familia es buscar la forma de emigrar y dejar que los “vivos” se queden con esta tierra que hace apenas 15 años era de quienes trabajábamos, estudiábamos y nos portábamos como la ley manda, el tiempo me ha desmentido y lo peor es que sigo mintiéndole a mi hija diciéndole que debe estudiar mucho para progresar, en vez de hacerla una “viva” más y así asegurar por lo menos que en su futuro tenga casa propia y no este eterno trabajar para nunca poder ver más allá de la próxima quincena.
José Ramón Briceño, 2015

@jbdiwancomeback


martes, enero 27, 2015

Las colas de la infamia


El contraste entre las declaraciones de los ministros, al ser comparadas con la realidad de las calles es bastante fuerte. Mientras hay ruedas de prensa, declaraciones, mítines y cientos de pasquines que hablan de un fulano universo de paz y concordia, que acusan a una tal oposición de ser una suerte de malos hados de las noticias que exageran todo en su indetenible ansia de poder, las colas se reproducen casi que como por arte de magia.

Hoy caí por inocente, fui a un supermercado de mi ciudad con la esperanza de ubicar algo de detergente para lavar ropa, la verdad no tengo ni un gramo de eso y en algunas casas de gente muy cercana tampoco, así que toca compartir, cuando llegué al sitio me encontré con no menos de 600 personas en una descomunal cola, todos apelotonados bajo el sol de 42° de la ciudad, eso sin contar la cola de la tercera edad y una muy particular de empleados del hospital militar.

Mi primer pensamiento fue retirarme, sin embargo hice acopio de fuerza (para no comenzar a insultarlos a todos) y me di una vuelta, simulando tener intenciones de meterme en la fulana fila para el jabón, la verdad vi de todo, desde señoras mayores con colchonetas, otras más jóvenes con niños en brazos y un bolso con las cosas que este bebé necesitase, hombres jóvenes trasegando cargamentos del fulano producto, gente variopinta con montones de bolsas con jabón, lo que denunciaba el destino que tendría y su impacto para la economía de esas personas que se dedican a revender. Cosa curiosa, no había molestia alguna, quizás algo de incomodidad por el sol, sin embargo las caras no eran de gente con rabia ni nada por el estilo, tampoco aceptación, el gesto en la mayoría era más cercano a la alegría por la cercanía de algo que de bronca por la indignidad de hacer no menos de tres horas de cola para encontrar una cosa vulgar y silvestre como es eso del jabón para lavar ropa.

La cosa me dio una extraña sensación entre asco y rabia, uno puede quizás pensar que como está escaso, la gente se aguanta su cola para poder comprar y tener en casa, pero cuando te tropiezas con cientos de personas cuyo animo está más cercano a la gula por la pronta ganancia que a la necesidad dan ganas de quemarlos vivos en una pira publica, a todos, bachaqueros, policías, militares y funcionarios de distinta calaña que hacen de esa rosca un negocio altamente rentable.

Si los ministros pusieran cara seria, a lo mejor no me molestaría tanto, pero, caramba, mientras el país se cae a pedazos un fulano grita que hay que sacar a todo el mundo al campo, como si esa vaina fuera como sembrar caraotas en frascos de compota, aquello que hacen todos en los primeros años de escuela para entender eso de la germinación, otro imbécil dice que las colas son gracias al gran ingreso del venezolano, el presidente que el 70% de los venezolanos son felices con las medidas y la escasez, ahí le doy la razón al fulano presidente, por supuesto que ese porcentaje está felíz, ellos son los que hacen sus colas y revenden en más del mil porciento cualquiera de los productos, además también tienen sus “Zonas de paz”, esos guetos donde el hampa es tan feliz que los cuerpos de seguridad se olvidan de esos sitios, mientras los ciudadanos de bien pues no les queda más que rezar para que ningún hampón se enamore de sus cuatro cosas, además el costo de la canasta alimentaria está por sobre los treinta mil bolívares débiles que es algo así como seis sueldos básicos solo para comer, eso sin incluir todas las otras cosas del vivir.

En ese razonamiento podríamos inferir que una familia come una semana con la venta de seis paquetes de 60 unidades de pañales desechables ya que en el mercado negro se venden hasta en dos mil bolívares, tres kilos de café que ya están por los 450 (150 el kilo), unos cuatro de jabón en polvo que a 300 la presentación de 900 gramos son 1200 bolívares débiles , lo que suma un total de 10.200 bolívares, aproximadamente dos veces el sueldo de un licenciado en educación que trabaja a tiempo completo en cualquier escuela del país (de las públicas pues de los privados no llega ni a la mitad) y la inversión de esa gente es en tiempo de cola y aproximadamente el 8% del valor total de todo eso vendido en el mercado negro, pero seguimos en la patria revolucionaria.

Mientras todo eso sucede las autoridades están mezcladas en negocios raros como el narcotráfico, ya hay un alto militar declarando en Washington al respecto, eso incluye al presidente de la asamblea general, total, un país gobernado por vándalos y supeditado a la anarquía del más fuerte.

Por cierto, una abuela necesita urgentemente conseguir Adalat oros de 60 miligramos o un similar, si saben de algo por favor comuníquense conmigo, tampoco hay medicinas y existe gente muriéndose por eso mientras los vándalos disfrutan su paraíso de miseria y balas.
José Ramón Briceño, 2015
@jbdiwancomeback



lunes, enero 26, 2015

Zonas de paz


Cada vez que me asomo a los pocos espacios informativos que hay, quedo al borde del infarto, es complicado no molestarse cuando uno lee o mira las barbaridades que los fulanos de la tolda roja. No hablo de los miles de tuits con “chismes” cuya credibilidad solo alcanza para que los creyentes crean que alguien nos va a sacar de acá, que seguramente hay unos fulanos torpedeando la institución militar, esperando un espacio para la insurrección.

A estas alturas no sé qué pensar, de quien pensar o que esperar, simplemente hago mi parte desde todos los espacios donde me muevo, miro feo a los policías y si se me atraviesa algún milico procuro que ni me hable para no verme en la necesidad de ignorarlo, si por casualidad quiere insistir pues le diré lo primero que se me ocurra así toque tomarme un lexotanil para que de la bronca no me dé una vaina.

Ayer domingo compré un diario de circulación nacional, en sus páginas internas vi una noticia de verdad aterradora, hablaba de unas fulanas “Zonas de paz” (Nota de prensa sobre la zona de paz), donde ni la policía u otro cuerpo de (in)seguridad entran a hacer lo poquito que hacen, ya que un ministro irresponsable quiere creer que el hampa hace tratos con nadie y menos aún respeta la vida de ningún ciudadano. La verdad no sé en qué país piensan que viven esos fulanos, lo único que me queda por pensar es que esos mal vivientes (los hampones de los barrios bajos pues los otros viven muy bien aunque se comporten muy mal) son aliados incondicionales y son tratados como tales, como previendo lo que temen, algo así como tener un ejército que no sabe de ordenes ni de disciplina, una excelente carne de cañón para evitar que los “gloriosos” miembros del ejército se manchen (más) las manos con la sangre de quienes no comulgamos con su discurso maniqueo de pobreza, miseria además de su escasez mental y física.

Todos saben las cifras de criminalidad, ahora entiendo la razón de que nadie haga nada, con zonas despejadas y sin autoridad, las cárceles ahora son despachos ministeriales desde donde los altos jefes de las grandes corporaciones del hampa despachan a su gusto y al parecer hasta tienen como asistentes a los lacayos de la guardia nacional, todo con la anuencia y beneplácito de los altísimos jerarcas del régimen.

Se supone que si la cosa está muy difícil, los primeros perjudicados son los más pobres, sin embargo ellos han logrado hacer pingues negocios, hacen las colas y revenden hasta en un mil por ciento o más lo que no se vende en ninguna parte, hacen su fiesta de miserias mientras el país se cae a pedazos, si a eso le sumamos lo de las fulanas zonas de paz, ahora entiendo un poco más la razón de que ningún barrio salga a protestar, los hijos, amigos y familiares que andan en malos pasos están protegidos y la manga de inútiles que no han querido estudiar ni hacer nada productivo se dedican a mercadear con la necesidad de mucha gente que prefiere trabajar a perder su valioso tiempo en colas.
No me mal interpreten, vivo en un barrio, una cosa de verdad ruda, los disparos se escuchan todos los fines de semana y los robos están a la orden del día, afortunadamente no me ha tocado el turno, sin embargo tiemblo a diario solo de pensar en la posibilidad de que me suceda. Sé que allí vive gente decente, que trabaja a diario, que no anda en malos pasos ni acepta que nadie en su casa lo haga, sin embargo toca estar claro, en esos sitios pulula todo lo malo de una ciudad, la gente como uno es una suerte de poro incrustado en medio de un mar de pus que supura porquería todos los días, si esa por quería está alimentada desde adentro de lo que debería ser el organismo encargado de hacer la limpieza social respectiva, estamos perdidos.

No pido disculpas por mis afirmaciones, esas no necesitan muchas conclusiones, basta dar una vuelta por todos lados y ver los miles de compatriotas en las colas, escuchar a los vecinos para saber quiénes y cómo venden los productos de primera necesidad a precio de oro, preguntar por ahí a quienes han sido víctimas del hampa como sus vehículos son secuestrados, como las muertes suman miles al mes en todo el país sin que pase nada significativo, como el sueldo se va en dos tonterías y los que ganan el sueldo mínimo ni se inmutan, entonces sabemos que el país ha sido ganado por la miseria y que lo que queda por hacer mejor me lo cayo, aunque sé que será necesario un holocausto de muertos como todos los del siglo XIX y después, con lo poco que quede volver a empezar, mientras seguiremos navegando en una cloaca, esa misma que un fulano prometió ser el mar de la felicidad, ese que todavía esperamos.
José Ramón Briceño, 2014

@jbdiwancomeback


martes, enero 20, 2015

Aroma de patria socialista

En Venezuela hay mil carencias, entre otras, están las medicinas. Esta tarde pase por una farmacia y pregunte por un complejo vitamínico para mi hija, está en crecimiento y toca reforzar la dosis de nutrientes, la farmaceuta me dijo que no tenía nada, en la mañana una alumna embarazada llegó a mi clase feliz pues consiguió una caja de ácido fólico, cuando miró mi cara de extrañeza me dijo que hacía un mes que buscaba por todos lados y encontró a través de una amiga de su madre quien le regaló dos cajas, lo suficiente para un mes, al llegar a casa, mi novia me pregunta si entre tanta gente que conozco se de alguien que tenga farmacia pues la abuela que tiene 80 años necesita una medicina y en ninguna de las 20 farmacias visitadas se encontró ni una cajita.

Cada vez que le pregunto a alguno de los médicos amigos como va la cosa en el hospital, ellos terminan hablándome del tiempo y del calor de estos días, cosa rara para enero pero que el calentamiento global tiene todo vuelto nada, seis tercios después me dicen que andan deprimidos pues se les ha muerto algún paciente de mengua, que ya casi ni operan y que el tiempo de espera para una operación está por el orden de los seis meses, eso sin hablar de las medicinas que no se encuentran y el gobierno que no los dota, están totalmente desolados pues ellos no estudiaron tanto para estar de brazos cruzados mientras los pacientes se mueren pues no hay nada, las medicinas no se encuentran y los familiares andan vueltos locos buscando muchas veces algo que no existe o es muy caro o simplemente ya no se importa.

Mientras todo eso sucede, las colas frente a los establecimientos que venden cualquier cosa escasa están a la orden del día, los revendedores hacen fortunas comerciando cualquier cosa, desde tres pastillas de jabón en 200 bolívares cuando su PVP es de apenas 35, un kilo de café en 400 y su PVP es de 50, un pañal desechable en 70 mientras el PVP de cada paquete es de 300 y trae 40 unidades, un frasco de una cosa malísima que llaman champú Head and Showlder (o algo así) en 250 mientras el PVP es de 35, así ad infinitum cualquier producto mercadeable en el mercado negro. Un pollo entero cuesta hasta 500 bolívares mientras el sueldo básico mensual es de 4000, es decir, si compras un pollo para tu familia ya te gastaste la mitad de la quincena.

Luego de estas consideraciones uno se pregunta si es válido hacer un esfuerzo mental para no terminar de fanático, de ser algo parecido pues lo usual es que en situaciones como estas los rivales terminen pareciéndose, pero seamos sinceros, como entender nada, como poder ser tolerante cuando no solo es que el país está revolcándose en la miseria fecal emanada del psuv, también toca hacer buchitos de a poco cada día cuando necesitas algo y, o no se puede comprar sin pasar hambre el resto del mes, se te muere un ser querido por que no hay medicinas o terminas comprando a cualquier precio cualquier cosa para resolver una contingencia del tipo que sea.

Sepan señores que de verdad me dan asco todos, comenzando por esos que dicen idioteces que ni sus madres le cree, esos otros que se escudan en un abanico de excusas, los que al final no son más que peones al servicio de un sistema que no sirve y por ultimo a los ciegos que no solo se contentan con burlarse, también te venden a precio de oro lo conquistado en las eternas colas a puerta de supermercado.

Ya ni pensar en emigrar se puede, es fácil la cosa con el mercosur, lo difícil es reunir el dinero para pagar el pasaje, los dólares para pagar lo demás y hasta el empleo para no tener que volver a este moridero de pobres. Ojalá su mama, su hijo, su esposa y hasta los primos aplican, que no encuentren nada y se solacen en su nada patria que de oler a orgullo ha terminado por tener hedor de mierda. Saludos desde mi esquina
José Ramón Briceño, 2015
@jbdiwancomeback




domingo, enero 18, 2015

Semblanza del jefe chavista

En Venezuela ideología y lógica están disociadas totalmente, unos confunden el fanatismo con estar ideológicamente comprometidos, los folletines del PCV con literatura y solo leen a sus cofrades, jamás a quien no comparta sus ideas, es más, para identificarlos utilizo una estrategia simple, les pregunto si leen alguna cosa, a lo que responden afirmativamente, acto seguido les pregunto si han leído a Mario Vargas Llosa, si son fanáticos responderán que no leen a “ese señor” pues sus libros son “muy políticos”, eso pues me deja una rendija con la que burlarme y decirles de manera bastante elegante cuan ignorantes pueden llegar a ser, es como si yo dijese que no leo a Neruda o a Miguel Otero Silva porque eran comunistas, por cierto tampoco leen a Miguel Otero pues lo asocian con su hijo, quien de paso no tiene las dotes de su padre.

Les da pánico sentirse desnudos en su constitución ideológica, los de la “izquierda” esos que se saben de memoria páginas enteras de los tratados de Marx y hasta se conocen de memoria la cantidad de vello púbico del “Che” y de sus ídolos, esos que ante cualquier situación responden con alguna sentencia tipo pie de página de agenda ochentosa , no saben de análisis ni de pensamiento de futuro, se creen unos genios del pragmatismo pues ejecutan planes infantiles y los presentan como gestas heroicas y al final, cuando ya no pueden más con la situación , se excusan de cualquier manera.

He tenido unos cuantos empleos en muchos años, de esos, cuatro han sido con el estado, mi oficio de fotógrafo siempre me ha puesto cerca del poder, total, ellos siempre quieren salir en todas las fotos y para eso me han contratado. Imagino que entre otras razones por eso es que jamás me impresiona ningún jefe, mientras que los demás compañeros de trabajo van de la idolatría a la envidia a mí me daba igual, lo que jamás pude dejar de hacer fue analizarlos, ahora a la luz de los acontecimientos he descubierto que tengo razón.

En ninguna de esas ocasiones me he tropezado con ningún jefe que supiera realmente lo que hacía, mucho menos su equipo de trabajo, todo se resumía a intentar hacer propaganda gubernamental y agradar a sus jefes para no perder el cargo, en el ínterin pues acomodar a sus familiares y conseguir la vuelta perfecta para sacar provecho económico de la situación sin que ello supusiera un peligro para su libertad, ¿Cómo se logra eso?, fácil, ese guion siempre tiene la misma organización, usa franelas alusivas, atiende a cuanto fanático pase por la puerta, sonríe siempre al jefe ,no olvides jamás llamarlo de otra forma que no sea jefe, a menos claro que sea milico, en ese caso lo llamas con el rango pero intercalando un pronombre posesivo, mi capitán, mi general o cualquiera de esos, sin importar mucho que seas civil a esos les encanta la adulación, si por casualidad tiene aires de “combatiente” le dices “comandante”.

No importa que la institución no haga nada, siempre habrán otras que te colaboren, en dicho caso has de tener un buen equipo de sonido de 10mil decibeles , la colección de Alí Primera y de las canciones del galáctico, así logras el ambiente musical perfecto para lo que sea que hagas.

En fin, al parecer todos los jefes que he tenido tienen en común la inutilidad de sus funciones más allá de lo que debería ser el trabajo. Es como la gente esa que sueña con un empleo y cuando le preguntas te responden que quieren algo de oficina, ser gerentes, presidentes, administradores pero cuando le vuelves a preguntar que han estudiado o por cual razón quieren hacer esas labores te responden que son bachilleres, pero que están muy seguros de hacer bien el trabajo que aunque no tengan experiencia ellos pasaron un mes como obreros y no les gustó. O esos otros que prefieren vivir en la miseria solo para quejarse eternamente de que el universo no los quiere, que es culpa del imperio pues ellos no pudieron estudiar ni hacer nada, pero tampoco hacen nada por enmendar la plana. Todos esos jefes son machotes de escolta y pistola pero de ellos sé que tres se han ido del país pues “temen por sus vidas”, ojalá se hallan llevado dinero para montar algún negocio capitalista pues en otras latitudes la cosa no es tan sencilla como acá, por lo menos allá (donde sea) toca realmente conocer un oficio, mejor si eres universitario para poder sobrevivir, me parece muy gracioso que se acostumbren al poder y luego de tanto mandar terminen de mesoneros en alguna parte del mundo.
José Ramón Briceño, 2015
@jbdiwancomeback



sábado, enero 17, 2015

Hablando de victimas anónimas


 El hampa es un asunto de cuidado en todo el mundo, quizás para los lectores de otros países lo que uno dice suena a exageración, para no extenderme tanto en contar lo que los periódicos dicen a diario y que el estado, desde su pedestal de ignorancia selectiva se empeña en negar, eso mismo que califican de amarillismo y que han combatido por todos los medios, desde la censura hasta el cerrar fuentes oficiales que pudieran darle veracidad a cualquier historia.

La verdad muy poca gente entre los que me leen me conocen y muchos otros a pesar de que nos conozcamos de vista, trato y comunicación tampoco saben quién soy. Provengo de una familia de clase baja que ha logrado a través de los años ir superando la pobreza para tener algún tipo de calma, a unos le ha ido muy bien y a otros no tanto, los de la nueva generación, ahora padres, si no se han ido del país, seguimos bregando, estudiando y trabajando todos los días para emular el ejemplo en el que crecimos.

 Al hermano mayor de mi padre, médico especialista con consulta propia y un largo historial de trabajo que le ha producido buena cantidad de pacientes, lo ha  robado tres veces en su casa, por supuesto, el hombre se ha esforzado siempre y tiene un estatus de vida algo más alto que el resto de la familia, quizás podría achacarse a eso el evento del robo, lo que colmó el vaso fue que en el último episodio los fulanos atracadores, no contentos con maniatarlos y robarles uno de los vehículos donde por cierto cargaron con todo lo de valor que les quedaba, quisieron matar a uno de sus hijos menores pero la suerte fue que se le encasquilló la pistola, cosa por la cual se contentaron solo con patearlo.

Hace dos noches, en otra ciudad, la hermana mayor de mi padre, una señora jubilada de 75 años fue víctima de un robo en su casa, cuando volvió en si, como pudo llamó a la familia que vive cerca, allí la encontraron en un charco de sangre, con la cabeza rota y varios moretones por la golpiza recibida, aún está en terapia de sueño pues la pobre señora no sale del shock, este caso es peor pues la dama en cuestión no vive en ninguna zona ni siquiera clase media, muy por el contrario, vive en una barriada populosa y su único ingreso es el de su pensión que es, en términos monetarios, menos de 100 dólares al mes, el saldo del robo fue de tres mil bolívares (30$) y un teléfono celular que creo es analógico, de los más baratos que existen en el mercado.

En ambos casos,  más allá de ser hermanos y estar en ambos extremos del estatus económico, la señora muy abajo y el señor pues gana lo que la señora en una hora con dos pacientes, es que ninguno de los dos va a obtener justicia, nadie buscará a los agresores, lo más seguro es que anden por ahí riéndose de su fechoría mientras las victimas sufren de las secuelas de haber presenciado tal cosa.
Sé que a nadie interesa la vida y milagros de las familias anónimas, mucho menos va a cambiar algo solo porque yo lo cuente por acá, es más, historias como esas se cuentan por cientos cada día y la gente ahora agradece que por lo menos no los mataron pues lo más “normal” es que cualquier evento de naturaleza delictiva termine en un hecho de sangre por la razón que sea, acá en este país te matan por tener mucho, por no tener nada, por cargar un celular costoso, unos zapatos de marca y hasta por no parecer tan poca cosa como la gente de esa ralea.

Una vez alguien que me lee y a quien conozco bastante bien me reclamó por una de mis opiniones, donde pedía pena de muerte para unos fulanos que secuestraron a una niña quien sabe con qué fin pues jamás pidieron rescate, gracias a dios a la niña la encontraron esa misma noche a más de cien kilómetros de donde la habían secuestrado, pero díganme si alguien que se ensaña con una anciana, con un niño, esas personas para quienes la vida de otros vale menos que la de una gallina vieja tiene derecho a seguir respirando el mismo aire que uno, esos seres deberían de ser barridos de la faz de la tierra con la misma saña con la que ellos cometen sus fechorías y hasta quienes por omisión o acción se hacen cómplices vale la misma cosa , claro ejemplo son las cárceles donde carceleros e internos han logrado hacer de toda la actividad hamponil un pingüe negocio con la bendición de civiles, militares y autoridades, sin que nadie ose poner el dedo en la llaga y todos nos preguntemos cada día si hoy nos tocará y respiremos cada mañana por que aún no nos ha tocado nuestra parte.

José Ramón Briceño, 2014
@jbdiwancomeback





viernes, enero 16, 2015

Feliz día del maestro

Desde que comencé a trabajar, hace bastante rato, nunca he estado pendiente de los días festivos, es una suerte de estrategia mental para no aburrirme ni desesperarme, acá en Venezuela todos deberíamos ser así pues ya con la vida basta para preocuparnos y si a eso le sumamos la pasmosa rapidez con la que pasan los días además del misterio de la desaparición del sueldo en apenas minutos, ya estaría al borde de una neurosis (cuidado si ya no estoy viviéndola), hoy me ha dicho mi hija que no tiene clases, al preguntarle me cuenta que es 15 de enero día del maestro en mi país, por asuntos de la vida yo he podido trabajar dos turnos seguidos durante tres días y acumulo el número de horas suficientes como para no tener que laborar jueves y viernes, quizás por eso nunca me di cuenta, pero de laborar esos días igual me hubiese encontrado con las puertas de mi trabajo cerradas pues no sabría que hoy jueves no se trabajaría.

Imagino que al gobierno no le interesa mucho la labor de los maestros y profesores, de otra quizás nos tratarían mejor a todo nivel, veamos mis quejas, por ejemplo, un profesor con maestría que de clases en bachillerato, con horario completo y hasta cargo no llega a los dos sueldos básicos (incluyendo el fulano cesta ticket), el seguro que nos “protege” es si acaso de diez sueldos básicos, cosa que todos sabemos si acaso cubre dos días de hospitalización, eso si es que por suerte están al día con los pagos y te reciben en alguna clínica pequeña, el sueldo de verdad no alcanza para cotizar ni aspirar para comprar una carpa grande donde vivir, mucho menos para el terreno, por tanto estamos obligados a sobrevivir casi como mendigos a menos claro que hagamos lo que hacen muchos, ejercemos un oficio por separado en las “horas libres” para ir redondeando el presupuesto familiar.

Se de muchos colegas que hacen tortas, comidas, piñatas, fotógrafos, buhoneros, animadores, cantantes, vendedores de cerveza y hasta traficantes de drogas imagino ha de haber, otros pues fueron más sinceros y abandonaron las aulas de clase para montar negocios más rentables, dejando así tirados los años universitarios y el titulo para que adornase la sala de su casa pues no tiene sentido trabajar siempre en cero, con el presupuesto apenas alcance para mal comer y si acaso comprar un par de zapatos al año, de libros nos olvidamos pues un buen libro te cuesta casi que la mitad de la quincena y usado la cuarta parte, que no siendo mucho es bastante cuando vives de ese escueto sueldo.

Lo que más molesta es cuando te das cuenta que los obreros ganan más que tú, tienen mejores beneficios y hasta el sindicato los cuida, a nosotros, el gremio docente nos descuentan infinidad de cosas que no se usan pues no existen, como el IPASME por ejemplo, eso es un descarado robo, también podría hablar de la fulana ley de política habitacional, cuando una casa en una zona clase media baja, donde el hampa ronda de manera descarada cuesta no menos de mil sueldos básicos, algo así como 95 años de sueldo sin comer ni hacer nada más que pagar la deuda, si es de construir o ampliar la casa te prestan hasta 100.000 bolívares y sin entrar en mucho pues una nevera grande cuesta ya 50 mil, es decir que si pides el fulano crédito volvemos al esquema de la carpa o el rancho de cartón y láminas de zinc.

Mientras todo eso sucede, nuestros “gloriosos” milicos ganan entre 15 y ochenta mil bolívares mensuales, tienen privilegios insospechados, urbanismos solo para ellos, hasta les eliminaron la “oprobiosa” diferencias entre suboficiales y oficiales, poniendo de igual manera por el suelo los años de estudio (si es que esa gente de verdad estudia), al final ellos no hacen nada más que ser perros de presa, si acaso algunos tendrán trabajo riesgoso, pero déjense de vainas, un profesor o maestro que labore en un colegio de cualquier barriada de cualquier ciudad del país tiene un empleo tanto o más peligroso que el de cualquier milico de pistola al cinto, nada más por el riesgo de perder la vida entre los animalejos malandros que pululan en las escuelas ya es suficiente como para que el estado los considere más y no los tenga en ese sitial espantoso de ser vivir miserablemente con título universitario y todo.

Aunque tarde pues no tengo internet en mi casa, vaya para todos los colegas un caluroso abrazo de felicitación y de comprensión, desde mi esquina siento con verdadera rabia la situación de todos. En estos tiempos de cambios los gremios deben ponerse los pantalones y exigir verdaderas mejoras para los agremiados, no seguir en ese hablar por las esquinas, prometer lo que sea con tal que  las afiliaciones se multipliquen, dejarse de pendejadas políticas pues la verdad está en el bolsillo y el hambre, lo demás, la palabrería, las quejas, las ruedas de prensa y hasta la franelita se pasan, lo verdaderamente importante es volver a darle a la profesión docente el sitio que se merece, quizás todos sabemos que ningún docente en ninguna parte del mundo es rico pero lo que sí sabemos es que en cualquier otra parte del mundo civilizado, el maestro y el profesor son gente muy respetada, cuya vida es más digna pues el sueldo alcanza para comer completo, vestirse, tener casa propia, vehículo, seguro médico para hijos, padres y esposa, en fin, es una profesión con futuro, no este eterno vivir entre tigres, malandros y desesperanza.
 Feliz día del maestro mis colegas
José Ramón Briceño, 2014
@jbdiwancomeback



martes, enero 13, 2015

Cuando el exilio es de traidores


Es normal enterarse de que alguien se ha mudado a otro país, ya es algo cotidiano saber que alguien se fue, se ha ido o está pensando en irse, es un signo de estos tiempos, nadie se salva de buscar otros caminos cuando ya estos están intransitables por cien razones. Lo que de verdad me indigna es enterarme como están huyendo de cualquier manera muchos funcionarios cuya responsabilidad fue ser el brazo armado de este des-gobierno, van varios conocidos que han huido.

Hoy alguien me contaba que un tal fulano se fue del país huyéndole a unos mal vivientes a quienes les había expropiado sus tierras, según él su vida estaba en peligro y nadie lo iba a ayudar a sortear el problema de seguridad personal, entonces tomó sus cosas y se mudó de país, la verdad hasta ahí escuché el cuento, le pedí a mi interlocutor que no me contase más nada pues yo sabía cosas de ese fulano durante su paso por el gobierno, en conchupancia con su jefe el “Ciudadano Ministro fulano”.
Esa gente hizo y deshizo, la verdad lo único que hicieron fue chuparse un presupuesto monumental sin al final hacer nada, además claro de dejar una estela de enemigos gratuitos y con motivos a todo lo largo del territorio nacional.

Mi molestia básica por su huida es que hasta hace poco lo oía decir loas a la revolución, disfrutar las posibilidades que le daba su posición, pero cuando el asunto se complica, se encuentran cualquier excusa válida para huir con el rabo entre las piernas, mientras los que si hacemos cosas por el país y de paso no hemos tenido chance de reunir fondos para montar ni un puesto de empanadas en Bogotá, nos sale calarnos todo este desastre del cual ellos han sido artífices de primera línea, por supuesto como buenos izquierdosos ellos jamás tienen culpa alguna, solo atendían órdenes y no sabían que colaboraban para el empobrecimiento general.

No hablo de los sancionables, esos pues si son inteligentes ha  debido de tener sus fondos distribuidos por el mundo, para eso hay banqueros bien informados que usan el internet de manera interesante, son los otros, esos de rango medio, a quienes se les mueve la cola cada vez que sus jefes les hablaban, que estaban las 24 horas dispuestos a lo que fuere sin excusas y sin familia, esos quienes hasta abandonaron las buenas maneras aprendidas en su casa para dedicarse al pillaje oficial. También se de otro que se compró un hotelito en España, de esos se solo dos casos, pero estoy seguro que han de existir cientos y cuidado de no miles, quienes muy cobardemente cometen la fechoría y huyen al amparo del anonimato a disfrutar lo robado de las arcas nacionales.

De verdad espero nunca más volver a tropezarme a ninguno pues me veré en la penosa necesidad de mandarlos al carajo, sin decencia y mucho menos con educación, sé que no voy a lograr nada pero cuando menos que agradezcan que soy un tipo educado pues de otra les prometería unos trancazos solo por desahogar esta rabia que tengo contra todos ellos pues a pesar de que se les dijo en distintas conversaciones, se les advirtió que eran cómplices del desmadre, pero que siempre aseguraron que eran puras exageraciones y hoy, cuando han logrado todo lo que plantearon, se van a otras tierras, ojalá les vaya bien que sus hijos crezcan felices que nunca les falten medicinas y que vivan 200 años para que cuando menos el castigo de una vejez larga e indigna en tierra ajena, les de el escarmiento por haber colaborado con esto, espero de paso que me lean, ellos saben quienes son, no tengo necesidad de contar sus nombres y quienes me leen en el extranjero y por casualidad conocen a alguno por favor denles la espalda, ellos no se merecen ni el gentilicio venezolano, los traidores se disfrazaron de patriotas para terminar en el exilio.
José Ramón Briceño, 2014

@jbdiwancomeback


sábado, enero 10, 2015

Mentiras verdaderas

Siempre he tenido curiosidad sobre esa extraña relación poder-miedo, esa que (creo) es la culpable de que cada ministro, vice ministro, vocero, diputado, protector, gobernador y pare usted de contar cual es el nombramiento de cada factor de poder, declara para minimizar la situación nacional. Sería interesante verlos por una rendija y constatar si es que los fulanos son idiotas y comparten su bobera con todos o se dan cuenta de que en verdad dicen bufonadas y les da vergüenza puertas adentro.
Un ministro, usa la cadena nacional para intentar convencer a la gente de que todo está normal, que la tensa histeria reprimida que se respira en cualquier sitio donde exista las más mínima posibilidad de comprar pañales, leche, desodorante, jabón, detergente, café, champú, eso sin hablar de las cosas de comer que tampoco hay, esa espera nunca es de diez o quince minutos, es de horas, ni siquiera toca meterse por las redes y decir que puede ser una matriz de opinión, simplemente uno se da una vuelta por estos establecimiento y jamás hay menos de 200 personas en cola, seguramente a ese tipo no le habla ni su mamá pues de otra le daría pena decir tales pendejadas.
Me lo imagino así:

Asistente; jefe, ya tenemos listo el salón para la rueda de prensa, ya hablé con el jefe de información y este me aseguró que ningún periodista le va a hacer preguntas incomodas, estas son las cifras, tenemos diez minutos para comenzar la rueda de prensas.
Ministro: Ok, manda a traerles unos jugos a los periodistas junto a unos cachitos o lo que se te ocurra que antes debo solicitar instrucciones.
Asistente: así se hará, avise por favor con su secretaria para tenerlo todo a punto
Ministro: vaya.
(Suena un zumbido) el ministro levanta el teléfono y se oye, si jefe, no hay problema, yo lo niego todo y aseguramos que es culpa de Obama y sus perros capitalistas, por supuesto, todos estamos en esa labor jefe, no se preocupe, el espíritu del comandante eterno sigue en nuestros corazones, disculpe jefe que lo moleste pero, ¿me hizo el encargo?, ¿sí?, que bueno, le diré a mi esposa que la caja viene, es que ella odia el “jead and choulder” y el “mum bolita”, si, los detalles los hablan entre los edecanes, discúlpeme de verdad pero la situación es complicada y nosotros, quienes nos desvivimos por la revolución no tenemos tiempo de estar con el pueblo en su lucha diaria. Saludos a todos, la próxima vez estaré en la comitiva para ayudarlo al fortalecimiento de la revolución, hasta luego jefe.
Abre una gaveta y saca un teléfono encriptado con línea extranjera y marca de memoria un número, se oye, aló ¿mi amor?, rápido que los periodistas me están esperando, nos van a traer el encargo, ve sacando la ropa y paga los dos camiones que nos surten de agua dile al coronel Mejias que vaya a Miraflores y retire el encargo, no abras las cajas hasta que yo no llegue, mejor, dile que me las traiga a la oficina y de allí te mando lo que nos traen los camaradas (pensando en los perfumes y el champan para la otra amiga, esa que visita mientras le dice a su esposa que está en consejo de ministros a las tres de la mañana), es que vienen documentos de alto secreto en la valija y mejor tenerlos acá primero, si, nos trajeron todo por partida triple y me prometió dejarnos ir con él en el próximo viaje, no, no te preocupes por Cadivi o como sea que se llame ahora esa vaina, tenemos suficiente para hacer la transferencia a las islas caimán y de paso traer el fulano jueguito que quiere tu nieto, si, también ya está listo el pasaje para que viejes con los muchachos a hacer las compras en Panamá, si, también te amo.
Marca otro numero, aló, ¿preciosa?, si, esta noche nos vemos, luego de la rueda de prensa, acá te tengo los jabones, el champú y las cositas que me pediste, además de una sorpresa, el chef del despacho nos va a preparar una comida especial para esta noche, también lo de “La Perla” está listo, ya quier verte con esa ropa interior de encaje esta noche, deja de decirle bruja a mi esposa, mosca con una vaina, si, te vas para Cancun la próxima semana, no, Miami otra vez no (al fondo una voz), señor ministro, el camarada jefe numero dos está en la línea tres, mi amor, me engo que ir,te llamo cuando salga, si , te ami mi currucuchunguí.
Toma la línea tres, ¡Camarada!, que placer escuchar su voz, si, su hija será la voz del próximo festival del Psuv, ya le dije a mi hijo que tramitase el cheque, lo de los euros va por cuenta suya, si Camarada, no hay problema, ya hablé con el presidente, recibí instrucciones. Hasta la patria siempre.
Sale el ministro, acompañado por sus asistentes hacia la sala de prensa, los reflectores y las luces lo ciegan por un momento, saca un papel del bolsillo de su chaqueta Armani  y declara, sin lugar a dudas que :
“La oposición venezolana quiere llevar intranquilidad al pueblo (…) En redes sociales transitan imágenes, supuestos grupos de gente que salen a la calle a protestar. Todo es una campaña de manipulación, de zozobra, de intranquilidad. Quieren mandar mensajes subliminales a todo el mundo”.
 Asimismo informó que el Gobierno se siente orgulloso cuando ven las imágenes de los centros de distribución de alimentos. “Encontramos productos, con afluencia de gente masiva (…) Nos enorgullece que vayan a nuestros centros de distribución, abastos Bicentarios”. 
“Hicimos recorrido, todo el equipo desplegado. Inspeccionando todas las áreas. Esto es un Gobierno responsable, tomamos una serie de medidas, se desplegaron fiscales, para asegurar que las diferentes distribuidoras distribuyan todos los productos en cada una de las redes”.
Se ha ganado todo lo prometido, esta noche celebrará y mañana pasará el fin de semana con la familia para comer y disfrutar lo del encargo desde el extranjero, sabe que nunca más volverá a ser el de antes, gracias a la revolución.
José Ramón Briceño, 2015
@jbdiwancomeback



viernes, enero 09, 2015

En Venezuela no pasa nada


Venezuela es un país grande, pero sin mayores vías de comunicación ni transporte masivo realmente eficiente, por esa razón es relativamente fácil aislarse de la realidad, negarlo todo siempre es más fácil que dar explicaciones, tal como ha demostrado el gobierno, ellos pues prefieren hacer de las estadísticas una interpretación más cercana al sarcasmo pero presentándolo en declaraciones muy serias, lo suficiente como para darle valor a cosas que de otra manera escandalizarían al más pintado, por ejemplo, un ministro presentó como un gran logo que la talla del venezolano haya crecido en estos años, lo que no explicó es que realmente tenemos una epidemia de obesidad pues la alimentación del venezolano de a pie está constituida por harinas ya que son más baratas al momento de alimentar o cuando menos llenar el estómago de una familia que gane menos de quince sueldos básicos, eso es el 99.9% de los habitantes quienes viven ahítos de arepas, pastas o pan como parte de su dieta básica pues las proteínas animales y hasta vegetales son en exceso costosas para una familia promedio.

Desde que amaneció el año leo por las redes mensajes de gente llamando a infinidad de cosas, sin embargo la calle sigue impávida, lo único que tiene movimiento son los supermercados y las cadenas de farmacias con colas desde la seis de la mañana, imagino que para saber si hay razón para hacer las colas. En muchos casos las entiendo, es complicado conseguir cualquier cosa, en otros no las entiendo ni las apruebo pues he visto como familias enteras hacen la cola para buscar productos solo para revender más adelante hasta diez veces su precio regulado, esa gentuza (discúlpenme lo poco correcto de mi lenguaje pero no hay de otra) colabora con el régimen, parecen solazarse y disfrutar vivir de la miseria ajena y el gobierno perece gustarle la cosa.

Los supermercados están desnudos de alimentos, lo poco que queda lo están comprando al precio que sea, en el aire se siente la tensión y la rabia pues la situación social y económica está a niveles alarmantes, no conozco a ninguna familia que no tenga alguna victima por el hampa, todos los días me entero de alguien que ha sido víctima, se le ha muerto algún familiar, le saquearon su casa, le robaron en la vía pública, ha sido extorsionado por algún malviviente de los muchos que pos ahí caminan, en muchos casos desde las cárceles y con la anuencia de los custodios y el poder judicial, tuvo un secuestro express, pero sigue sin pasar nada, todo es culpa del imperio. Además se siente un dejo de tristeza en todas partes por los que se van, los que no se han ido, los que quieren irse y no tienen como, las familias separadas, padres o madres que no ven a sus hijos crecer pues alguno de los dos se los lleva a otras tierras donde por lo menos tienen esperanza de vida, abuelos que a sus años lloran escondidos para que nadie sepa que están tristes por la soledad en que los deja el exilio de los hijos y nietos, coño y no pasa nada.

Tenemos dos opciones o nos dejamos de pendejadas y nos convertimos en terroristas de verdad, comenzando por aterrorizar en serio a esa gentuza que apoya al gobierno, a la policía, los militares y a los políticos tanto los del oficialismo como a los que en pos de cualquier migaja doblan su cérvix ante el poder sin importar mucho los votantes que creímos en ellos o comenzamos una campaña todos los blogeros, tuiteros, nativos digitales, periodistas, empresarios, profesores, maestros, en fin, todo el exilio venezolano para que se arme una red internacional de empleos y sitios de acogida para esa inmensa cantidad de venezolanos bien preparados, con niveles altos de cultura y ganas de progresar que no podemos emigrar con nuestras familias gracias a la inopia económica en la que vivimos, toca de verdad una reprimenda a todos los compatriotas que se portan mal en otro país, que creen que por ayudar al prójimo se están arriesgando de gratis o peor, creen que pierden oportunidades que finalmente ni siquiera toman, si estoy equivocado por favor comenten que quisiera poder llevarme a mi familia sin sentir que todo lo aprendido ha sido pérdida de tiempo.

José Ramón Briceño, 2015
@jbdiwancomeback


jueves, enero 08, 2015

Yihad


Siempre he visto con cierta reticencia el asunto ese de la religión y sus obligaciones, la parte que me tocó, esa de misas, ave marias, padre nuestros, golpes de pecho y aburrimiento extremo pues me hizo dar alergia a pesar de que cumplí todos los rituales de la vida católica como bautizo (ese ni me enteré), primera comunión y confirmación, el matrimonio pues entra en esas alergias que se volvieron patológicas y hoy, a los cuarenta y tres años jamás me he casado, pero tengo una hija preciosísima que heredó a partes iguales lo mejor de su familia y de la mía.

Esa alergia a los rituales religiosos me ha dado una equivoca aura de bicho de izquierda, los de esa tendencia me tratan con efusividad hasta que le refuto sus boberas ideológicas que más me parecen delirios de fracasado que otra cosa y la derecha pues, tampoco termina de verme con simpatía pues tampoco me doy mucho con eso de las misas, en ambos casos se ofenden cuando me preguntan sobre los militares y les respondo con toda la sinceridad del mundo, ahí se acaban las sonrisas.

Ayer vi con estupor como cuatro animales de barba mataron a 12 personas solo porque se sintieron ofendidos por unas caricaturas que satirizaban a Mahoma, vi el video de los tipos bajándose de un vehículo y baleando hasta a un herido, gritaban consignas sobre su religión y algo sobre una tal venganza por el insulto.  Puedo pensar que a los árabes del desierto el sol los vuelva locos, el hambre ponga lo suyo, además de que la ignorancia es caldo de cultivo para que cualquier aprovechado les diga cómo vivir y que sentir, pero unos fulanos que se criaron en un país del primer mundo, que han visto cómo se maneja la cosa de la contemporaneidad, que (teóricamente) cuando menos estudiaron los diez años entre básica y media por no decir que fueron a la universidad, han visto museos, no han conocido hambrunas ni siquiera el desempleo terrorífico con que vivimos acá en Latinoamérica o sus pares del desierto, se pongan en ese nivel de idiotez asesina.

La idea de matar por una cosa que a final de cuentas nadie tiene certeza es una característica de gente descerebrada, sería muy interesante saber de una vez por todas si de verdad existe ese “otro lado” y mejor aún darse cuenta que ahí la religión es otra cosa, quizás todos (incluido yo) somos candidatos al infierno musulman pues no somos creyentes, a lo mejor los que van al infierno son ellos, quizás hasta nada de eso exista y el castigo por el karma sea volver a nacer en las mismas condiciones hasta que aprendas a ser gente y te ganes el derecho a otro nivel de existencia, no sé, pero esa misma interrogante deberían de hacérselas todos.

Algo paso en estos últimos cuatro siglos que los musulmanes mutaron en esa suerte de cucarachas parlantes cuya lectura de su religión no parece otra que la de exudar resentimiento a todo lo que no entienden, haciéndolos asesinos, terroristas, traficantes de cuanta cosa existe y de paso, como si no fuese poco, son socios de cuanto malviviente anda por ahí suelto, dejando un rastro de sangre en la arena de la historia en vez de construir (PSUV es uno de sus socios), si vemos los que dejó la cultura árabe en España, lo que le ha aportado al idioma, las artes, las ciencias y hasta las matemáticas, es complicado relacionarlos con los de ISIS que decapitan cristianos y cualquier otro no musulmán, que venden esclavas, matan al por mayor sin piedad, los otros tantos sumados a esas yihad absurdas, no sé qué pasó.

Lo que sé que pasará es que estamos a las puertas de algo mucho más preocupante y diabólico que la muerte de los caricaturistas, los miles de anónimos pobres que han matado en su sed de venganzas absurdas, tengo la impresión de que pronto un conflicto hará palidecer las dos guerras mundiales, la privacidad ya lesionada despues del once de septiembre será peor tratada y los gobiernos tendrán la obligación de tomar medidas drásticas si no quieren que el mosntruo islámico se adueñe de todo, no habrá piedad con nadie y nadie pensará en eso hasta que los últimos sobrevivientes queden en pie, mientras, al otro lado del mar seguimos los venezolanos impávidos, gobernados por socios de esos animales, cuyo raciocinio se parece muchísimo pues su resentimiento a flor de piel prefiere destruir que construir y tener el cinismo necesario para decir cualquier babosada en público, amanecerá y veremos cómo y de qué manera esa factura nos tocará, ojalá la barbarie no triunfe.

José Ramón Briceño, 2015
@jbdiwancomeback



miércoles, enero 07, 2015

Venezuela insólita


Hay algunas cosas que de verdad no entiendo y espero que alguien me lo explique, hace años hubo un revuelo inmenso por que el presidente se compró un avión nuevo para sus viajes, era todo un hotel volador de lujo, pero en la última gira de este que tenemos ahora el fulano viajó en un avión de bandera cubana, ¿Dónde está el avión presidencial? ¿Qué pasó con la millonada que se gastaron? ¿lo vendieron?. Otra cosa, hay un culto a Bolívar, los próceres, la independencia, libertad y mucha paja nacionalista pero los cubanos están hasta en la policía, los milicos aceptan ordenes de sus pares extranjeros, los “asesores” han vuelto nada la educación pero somos Independientes, eso no lo entiendo.

Hace unos días circuló un informe elaborado por unos periodistas alemanes, de una revista bastante seria (Texto de DerSpiegel) sobre las supuestas actividades del narcotráfico enquistado en el gobierno nacional, el texto nombraba a varios gobernadores, alcaldes y gente muy cercana al círculo íntimo del poder, decir que eso es cierto, sin pruebas sería una temeridad, sin embargo podría explicar muchísimas cosas raras, que van desde esa degradación procubana hasta ese extrañísimo convenio bielorruso para hacer edificios que bien pueden ser hechos por venezolanos pues hasta donde sé, construir bloques habitacionales tampoco es una cosa del otro mundo.

Esa tesis quizás podría también explicar el desastre con petróleos de Venezuela, ciertamente el petróleo se produce a perdida en estos momentos, también se rumbearon el diferencial en quien sabe que cosas, se hicieron millonarios, los menos pues se hicieron millonarios en bolívares que es como seguir siendo pobre solo que con casa o apartamento propio, todos los niveles de la administración pública lo hicieron, hasta se repartieron presidencias de empresas para justificar los desfalcos y seguirse sintiendo gente. Pero el negocio petrolero eficiente es aquel que se diversifica y esta gente jamás se diversificó, Pdvsa está agonizante desde hace unos años, tanto así que hace más de un año no se refina nada en el país. Comenzaron por importar el aditivo para la gasolina, ese que sustituyó al tetraetilo de plomo y terminaron importando la gasolina desde USA para surtir el país, ahora pues hasta importan petróleo liviano para poder utilizar el extrapesado que de otra no sirve.

En un país preocupado, hace por lo menos diez años tendríamos procesadoras que generasen otros derivados más caros que el barril mismo, quizás la industria petrolera se hubiese diversificado, claro, si la gente que la dirige fuese realmente gente seria y no panfletarios imbéciles como ya lo han demostrado, tanto así que mataron la industria antes que el mercado le diera esta puñalada gitana global.

Si continuó el ejercicio especulativo puedo pensar que todo fue calculado, total, el sueño de cualquier narcotraficante es el de tener poder, impunidad y de paso un aura de “respetabilidad”, ¿se imaginan a un narco con ejércitos, aviones, soldados, barcos e inmunidad diplomática?, eso es el sueño máximo de cualquier bicho de esos, además, apoyados por una manga de personas cuyo ritmo cerebral no les da para mucho, cuyo fanatismo los hace ver que les toca defender una vaina imposible y  hasta lo celebran, con la esperanza de que les toque su dadiva y su puñito de dinero extra.

He escuchado y leído que hay fulanos de esos que se hacen llamar #Tropa, ellos dicen para justificar la cosa que debemos pasar trabajo y así poder construir un país, hasta ponen de ejemplo la Alemania de la post guerra, solo que ninguno recuerda que esa gente pasó una guerra de varios años que costó millones de vidas, ni siquiera saben qué carajo fue el muro de Berlín, cosa que sería interesante proponer (tengo rato escribiéndolo) uno así acá.

Más allá de cualquier especulación, lo cierto es que tocamos fondo, solo falta que bandas armadas salgan a “patrullar” las calles para decomisar cualquier cosa de comer, aunque ya las bandas armadas andan haciendo desastres de muertos, sangre y balas desde hace rato (200 mil muertos en 10 años lo atestiguan), de que vuelan vuelan y esta tesis de los alemanes cobra fuerza ante lo insólito del panorama nacional.
José Ramón Briceño, 2015
@jbdiwancomeback