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viernes, febrero 07, 2014

Orgullosa ignorancia

Aunque muchos puedan sorprenderse, a veces, muy pocas de verdad, el gobierno no la pone, acá, en mi ciudad, Maracay, ahora pusieron un servicio de transporte público que supera con creces las expectativas normales, tienen aire acondicionado, es barato y sobre todo, no permiten vendedores ambulantes, pedigüeños, ni ningún tipo de esa fauna exótica y hasta sospechosa que igual te pide dinero como te atraca o hace de soplones para otros, claro, nada es perfecto, la cosa tarda como hora y media en recorrer lo que otros buses hacen en cuarenta minutos pues se detiene en cada parada, así que si andamos apurados ya no es opción, sin embargo a mediodía, sin plata para taxi y en este plan de peatón, así sea muy lento vale la pena. Todos los mediodías lo tomo para llevar a mi hija a su casa.

En estos días iba de pie, entre la multitud pues en horas pico parecen vagones del metro en iguales condiciones, dos señoras venían hablando a mi lado, una le comentaba a la otra sobre una tercera a quien las noticias la tienen enferma, ella se sorprendía por que la dama en cuestión vivía pegada a tuiter y a las redes sociales, decía voz en cuello que acá no pasaba nada y si pasaba ella no le hacía caso, total no podía cambiar nada, en caso tal de que pudiera prefería vivir en la ignorancia antes que angustiarse por la situación del país, ¿Qué angustia por el dólar? Si ellos pagaban todo en bolívares, veía (al parecer) el ejercicio de la crítica como algo absurdo, también acotó que era ´referible encerrarse en casa, ver cualquier canal del cable y no saber nada, ¿para qué? Ella con no meterse en política tenía.

Cometí una indiscreción, aunque no hablé, mi cara dijo todo lo demás, acto seguido agarre a mi hija y nos fuimos al fondo, antes que se me olvidara la educación y le dijera sus cuatro vainas a la señora esa. Vale , las ideas toca respetarlas, pero la ausencia de ellas toca insultarlas, como va a decir alguien que no le importa nada, seguro la tal viejecita es de las únicas que no tiene achaques, no tiene que comprar medicinas, no tienen nietos en edad escolar, seguramente tiene unos hijos con sueldos arrechísimos, anda en bus de puro necia, sobre todo porque en esas unidades la tercera edad no paga.

Eso debe ser, no solo tiene familia pudiente, es que los hijos, nietos ,sobrinos y demás le envían remesas de leche, jabón de tocador, talco, perfumes, champú , los típicos parchesitos para los callos y juanetes, aunque no le vi los pies imagino que como todas sufrirá de alguna vaina, no tiene osteoporosis, los sobrinos y nietos todos tienen empleos con super sueldos que les alcanza para el mercado mensual, los nietecitos ( si es que los tiene) que tienen sus padres con tan buen estatus de vida que no necesitan de nada y nada les falta.

La verdad, si así es su vida pues la felicito y no dejo de sentir hasta algo de envidia pues al parecer es la única venezolana conciente que está feliz con la situación, seguramente por eso es que no sabe que los supermercados están vacíos, las librerías y papelerías sobreviven de milagro puro, los centros comerciales están a media máquina, las medicinas no existen, el desempleo cunde y cada día hay más, la inseguridad yo no es una posibilidad, es una certeza , los enfermos se mueren no de enfermedad si no de no encontrar manera de curarse, hasta los animalitos de la casa sufren la escasez de comida para gatos.

Ese ánimo de ser ignorantes por voluntad propia, de no buscar respuestas ni reclamar nada en pro del avance real de la comunidad es lo que nos tiene en el subsuelo, todavía la gente no asimila que el país está hecho una mierda (perdón, perdí las formas), esa gente que dice “hasta donde llegaremos” no se quieren enterar que ya estamos allí, que no hay vuelta atrás y si no ponemos de nuestra parte todo el odio y el resentimiento explotará y nos llevará hasta donde nadie quiere ir, sin embargo el año pasado quedaron en nuestra morgues más de 25 mil compatriotas que pueden dar fe de hacia dónde vamos a llegar siendo los simples borregos por elección, ciertamente hay mucha molestia pero toca salir de tuiter y decir las cosas gritado, que les de vergüenza, boicoteemos las colas, los ministerios, las oficinas públicas, los autobuses, hagan volantes, tiren piedras, pero por favor, hagan que con solo quejarnos no llegamos a ningún lado pues ahora ni los aeropuertos, sin plata, sin aviones, sin pasaportes y sin patria, perdón de esa si hay solo que es invisible, si no me creen consulten con su despensa a ver.
José Ramón Briceño, 2014
@jbdiwancomeback



jueves, febrero 06, 2014

No hay, tampoco nada pasa

Acabo de perder mi virginidad, hice 90 minutos de cola para comprar dos miserables kilos de leche en polvo, la verdad estoy asqueado, neurótico, molesto y el largo etcétera que describiría el osario de vivir en este país, ¿la razón de tal cola?, tengo una hija que necesita su leche así que toca tragarse el orgullo y hacer lo necesario, pero por mí ni de casualidad. La cola, amarga como todas, tuvo su lado amable, me encontré una señora mayor, de la edad de mi mamá más o menos (aunque yo diría que más) con la que compartí el carro del supermercado, atrás estaba una familia, un militar rodeado de hijos, hijas, esposa y nietos, supe que es milico pues por alguna razón sacó su billetera desde donde me miró por un segundo su inconfundible carnet del ipsffa, la credencial que todos usan a diario cuando andan sin uniforme, atrás de él, una pareja mayor, un señor con acento zuliano y estampa zamarra  junto a su esposa que tenía estampa de abuelita de postal, rubia, sonriente y con mirada viva.

Cuando mire a mi alrededor, estaba junto a la perfumería del súper, con más de la mitad de los anaqueles vacíos y a cada rato alguien pasaba preguntando por el jabón de tocador, el champú o el desodorante que ostensiblemente no había, ni del malo tan siquiera. Estando ya de mal humor por tener que hacer cola por una cosa tan común y silvestre como lo es la leche entera en polvo, así, de la normalita, escuché lo que decía el amigo zuliano y me despepité a hablar mal del gobierno y los milicos, la cola entera se puso en guardia, el vecino de la caja de al lado se me unió, el milico buscó unas bolsas, recogió todo y se mudó de caja rápidamente, espero que asustado, la gente se volvió en grupos, hablaba sin miedo, gritaba su malestar, no hubo motines, se portaron bien, pero ni un solo defensor tuvo la revolución, abajo del texto publicaré algunas fotos de mi celular, muy malas pero que orientan un poco de esa cola malvada que tuve que hacer.
Mientras todo sucedía hablé con la pareja de atrás y la señora que me tocó en suerte como compañera momentánea de infortunio, ellos no sabían nada de los problemas con las protestas, no habían visto ni una foto o comentario al respecto, estaban desinformados, que bolas, pensé, les conté lo que sabía. Anoche, mientras leía el tuiter, le pedí a la madre de mi hija que no llevase a la niña a la escuela, cuando me preguntó y le contesté, me dijo que ella no sabía nada, que dejara la vaina pues no pasaba nada.

Entre lo de anoche y lo de hoy, eso de que en el país no pasa nada, me he quedado de piedra, ningún canal público ni privado dice nada, resulta que no todo el mundo anda pendiente de las redes sociales y los que lo hacen al parecer no salen del chisme y la pendejada de la película del Facebook, la verdad ya mi país parece una canción de Rubén Blades, es más, todo el soundtrack del disco aquel donde salía la canción de Ligia Elena, lo recuerdo pues mi mamá me lo tuvo clavado como un año cuando era niñito, allá en los ochentas.

Volviendo a la cola, por primera vez me fijé en detalle, habían vecinos haciendo cola para otros, se llamaban unos a otros, todo un desfile de gente corriendo por los pasillos en busca de sus dos kilos, reclutaron hasta las abuelitas para la compra, nadie sonreía, nadie hablaba con ánimo, la bronca se podía cortar en el aire, hasta los empleados del supermercado tenían una caja y hacían su cola para llevarse el producto, que horror, dos kilos de leche completa, tratados como si fuese lomito de res a precio popular, una rebatiña para llevarse la cosa, hasta un tipo quiso venir a quitarme mi leche porque el alegaba que eso era de él pues lo había dejado allí, creo que mi cara, mis canas, mi calva y hasta el lunar de mi nuca le avisaron al joven pícaro que se dejara de cosas raras pues hoy no era día de andar con delicadezas de ciudadano civilizado, le podía salir mal la gracia, así que lo dejó de ese tamaño y se fue por donde vino.

Si tienen una fotocopiadora, hagan un periodiquito de una página, pidan resmas prestadas, difundan lo que pasa, métanse en las colas, arenguen a los que allí estén, explíquenle que el país está directo al foso y la mayoría no lo sabe porque va flotando en el aire, antes de darse el golpe de gracia, el “no creo, eso no pasa aquí” ya no cabe, está pasando pero nadie lo dice, la mordaza manda y hasta los milicos van de civil, no vaya a ser que los reconozcan, no se la calen que solo así volveremos a ser gente civilizada, de compra dominical, periódico en familia, paseo en la plaza para que los niños jueguen, en fin, aquello que fuimos pero que podemos volver a ser cuando los barbaros se vayan con sus cuentas en el exterior y los ciudadanos de a pie, seamos ciudadanos y no estos sobrevivientes que caminamos por ahí.
José Ramón Briceño, 2014

@jbdiwancomeback




Crisis, gobierno y sueños

Hay veces que uno se siente culpable por desear cosas superfluas, un Smartphone, una Tablet, una Mac, un vehículo todo terreno con aire acondicionado, una casa grande con jardín y estacionamiento para todos los amigos o familiares, viajes dos veces al año (soy profesor por tanto tengo más vacaciones que otros profesionales) , un buen vodka que no sepa a jarabe para la tos ni de miedo por lo tapa amarilla de su presentación, whisky de vez en cuando para evitar la presión arterial, un buen Ron de esos Premium, estación de entretenimiento con Smart Tv y satélite con todos los canales de películas HD, una cocina italiana de esas que salen en los programas de los chef´s famosos, jamón serrano para el desayuno de los domingos, parrilla de vez en cuando pero de esas en que uno invita hasta al gato de los vecinos y sea invitado pues la gente solo debe llevar su presencia pues me parece muy feo pedir a la gente que colabore, creerme la gran vaina porque soy profesor posgraduado y elegir doctorado para recibir mi 45% de aumento por estudiar, usar solo calzado importado de esos que son excesivamente cómodos, vestir aunque sea trajes pret a porter, quemar Dorsay y bodrios similares que venden trajes de papel maché, casa a la orilla del mar con personal que siempre la tenga a punto para nunca estresarse por ello, lancha para los paseos familiares, casa en una montaña para los meses de más calor, perfumes caros, cena en restaurante caro cada vez que uno quiera darle un detalle a la mujer, relojes, joyas y cuenta en euros, despensa llena sin colas ni compras de billetera asustada, esas que uno hace con calculadora en mano, preferiblemente la del celular para que no de tanta vergüenza contar el dinero frente a desconocidos, en fin, todas esas cosas que por ahora solo son sueños (para mí cuando menos).

Viendo el panorama que me circunda no puedo dejar de sentirme culpable por esos sueños, cuando los supermercados están vacíos, hay colas para todo, hasta para saber si hay algún motivo para hacer colas, el miedo se nota en el silencio cómplice de las televisoras de señal libre, hasta esas que dicen ser informativas, la ausencia de medicinas, el hampa desbordada que no sabe de necesidades ajenas ni de esfuerzos para robarte hasta la calma sin compasión, el estado que cada día más parece defender los intereses extranjeros por sobre los propios pues el país no muestra señales de futuro, todo es una quiebra eterna una amenaza perenne, si no estás con el estás en su contra y si trabajas para ellos puedes y serás botado cuando les provoque.

Ya nuestros hijos no están seguros ni en las escuelas privadas, la gente no camina en las noches, hay un toque de queda tácito que todos acatan, comer en la calle más allá de los comederos baratones es una proeza para pocos, ser educado ya es una especie de karma pues establece sospechas de todo tipo, el respeto a las formas ya no se ve en ningún lado, el terror es la consigna y el miedo su síntoma.

No sé si  agarrar las maletas y perderse en otro país es un asunto de valentía menos fuerte que quedarse por acá y pasar a ser paria de un estado que a sabiendas de que se la viven poniéndola de bosta revolucionaria igual siguen aferrados a sus cargos e ideas, no sé si el señor Capriles tiene razón mandando a freír mono a toda la oposición, no sé si quemar un par de patrullas con todo y guardia nacional adentro sea algo constructivo, lo que si sé es que si no se hace nada es peor, si seguimos en esta eterna espera de que “algo pase” jamás pasará nada, a lo mejor sea más sensato pensar en dividir el país territorialmente, tal como ha hecho Corea, alguna vez fue Alemania y algunos otros países que no recuerdo, seguramente alguien se espantará y me dirá desde apátrida hasta desvergonzado, pero es que tanta ineptitud de parte y parte me tiene acojonado, estamos entrampados entre balas oficiales, semi oficiales y de malandros que son casi lo mismo a la luz de los últimos acontecimientos, ya ni el petróleo nos salva, sabemos que contamos con el potencial humano, la historia seguirá allí después que se mueran nuestros bisnietos de viejos, sin embargo el problema es que nosotros lleguemos a viejos, por pura suerte, no creo en la suerte como forma de vida, total vivir acá de no ser por los afectos ya no sería vida, somos presos de nuestras casas, mendigos a pesar del sueldo y estudios, esclavos sin grilletes de un estado fascista que se disfraza de gente.

En fin, somos detenidos sin barrotes en una cerca de plomo, acero, petróleo y deseos, yo colaboro desde mi esquina, quisiera pensar que otros hacen lo mismo más allá de sus pequeñas parcelas de comodidad, los compatriotas desde el exilio pueden ayudar así sea mandando insumos que la sociedad debe utilizar, si hay alguna manera manden dinero, ropa, comida y lo que puedan , ya son muchos y la lucha solo por las redes tampoco ayuda mucho, lo que si haría es con más recursos aunque sea para imprimir un periódico que informe de verdad, pagar aunque sea la importación de eso que no tenemos, de libros que repartir para poder distribuir el conocimiento más allá de lo que el mundo nos ha permitido a los privilegiados que preferimos pagar Internet así sea caro que vivir en la oscuridad de las noticias oficiales, en fin, colaboremos todos, como podamos para acabar con la pesadilla, despertar a un mundo de futuro, con futuro, oportunidades reales, con calles y sitios donde vivir, pasear, disfrutar, así sea de visita, con aeropuertos donde uno diga hasta pronto y no este adiós continuo que está llegando a todos los hogares de mi país.
José Ramón Briceño, 2014
@jbdiwancomeback



miércoles, febrero 05, 2014

Coño Capriles...

En las ultimas 99 elecciones ha estado la figura de Capriles cuan estandarte o portaaviones, apoyando a quienes se supone pertenecen a la oposición, ciertamente el hombre arrastra gente, lo he oído, apoyado en algunas elecciones bien desde mi esquina o a través de las pocas cosas con las que puedo colaborar en físico cuando menos, desde discusiones hasta actos medianamente multitudinarios. En algún momento me pareció, que tiene la formación para estar al frente del país, la experiencia gerencial y la cuota de personalidad que le toca la fibra a muchos. A título personal me atrevo a decir que le faltan cojones.

Seguro algún lector se espantará, otros me darán unfollow automático y hasta me excomulguen de los púlpitos opositores, pero es la verdad, ¿Qué vaina es esa de desligarse de lo que está convulsionando al país?, eso es un portazo en la nariz de tanta gente jodida que puso sus esperanzas en él y su equipo, que tristeza, de verdad.

No me considero ultroso, sin embargo y a la luz de los abusos toca tomar partido y el mío es el país, no creo en tener miedos, en escaparse con frases hechas, claro que me espanta la sangre sobre todo cuando lo que pasaría en caso tal es que la ruleta escupa más ganadores en su lotería de muerte, nada más, ya el año pasado fueron 25 mil los muertos, no creo que un estallido social traiga muchos más a esa cifra. También es cierto que con la aceptación de haber armado mesa de dialogo con cientos de pandillas criminales y grupos armados, el estado forajido está mostrando su poderío ilegal, diciendo entre líneas que su línea de defensa serán los malvivientes de moto y bala, esos mismos que deberían estar entre rejas, construyendo carreteras, puentes, picando piedras para fabricar acero o aluminio, pero en ningún caso en las calles y menos todavía pagados por el gobierno.

También puedo pensar que el tal está poniendo sus barbas en remojo antes que su “amigo” que habla con pajaritos y cuyo coeficiente mental solo le da para la maldad ordene que se le expropien los negocios de la familia, quizás los “niños” del G2 lo tengan en salsa de ron con yerba buena, pero igual muchos esperábamos que saliera al frente, como si la vida se le fuera en ello, discúlpeme (si es que alguien lo lee) pero váyase derechito al carajo, el país no necesita de medias tintas, si no de tinteros gigantes, llenos de un color que borre para siempre la huella roja de este desastre nacional.

No sé, quizás soy un idealista, eso lo sé, pienso que ni la derecha ni la izquierda deberían andar sueltas, sueño con un país pleno de políticos honestos, gente pendiente de trabajar, de estudiar, de surgir, de eliminar los barrios y sustituirlos por urbanismos dignos, recuperar las calles para caminar, poder tener lo que sea y no pensar en no sacarlo pues te lo pueden robar, poder dejar tu carro en la calle sin el miedo de que te lo roben, ser gentes otra vez, no este eterno pensar en no pensar que estás al borde del precipicio y te obligan a dar el paso al frente.

Discúlpenme verdaderamente todos los que se dicen caprilistas, con este texto boto tierrita y no juego más a seguirlo, la verdad los cobardes mejor se quedan en su oficina, a lo mejor no se le pide que queme cauchos, le diga palabrotas al “presidente” y sus corifeos, se orine en la tumba del cuartel de la montaña, pero si no está de acuerdo por lo menos que se quede calladito, quizás deberían romperle un diente para que se entretenga con la lengua y todos crean que está pensando, por lo menos no pasa la vergüenza del desprestigio.

Cuando vi la noticia en Tuiter, dije, no creo, esos son los cubanos con su estrategia de desinformación, hasta que lo leí en El Nacional ((http://www.el-nacional.com/politica/Capriles-desligo-convocan-actividades-Gobierno_0_350365224.html)   , la edición digital. Desde ese instante confirmé mis dudas, Capriles no es, su carácter es bueno para un país donde lo normal sea eso, acá se necesitan cojones y al parecer hasta eso se lo robaron los asesores de ese señor, ojalá su posición sea forzada y dentro de unos años no salga diciendo otra cosa, en el 2049 cuando vuelva a ser candidato, si estoy vivo también le repetiré a quien quiera oírlo que cuando el país ardía, él se bajó del autobús del progreso porque su barba podía quemarse y él no está para eso.
José Ramón Briceño, 2014
@jbdiwancomeback




Relato de la "normalidad" de estos días

Como todos saben soy padre “soltero”, tengo una hija de apenas nueve años, que es el centro de gravedad de todo lo que hago, no es cursilería, más bien es la realidad que a mis ojos está, el asunto es que a diario las compras se han vuelto más complicadas, estoy hecho todo un maestro en el malabarismo microadministrativo de la vida.

Esta semana la madre de la niña me recordó que “al precio que fuera” encontrase leche en polvo o de la que sea para el vaso diario de lo que sea, chocolate, cereal, alimentos de esos super concentrados que prometen crecimiento y brillo mental, del que se les da a los niños antes de ir a la escuela por las mañanas pues la catira al estar en pleno crecimiento come por tres, ahí caí en cuenta que (en mi caso) tenía cuando menos cuatro meses sin tomarme un vaso de leche, que horror me dije.

Salí y recorrí cuanto supermercado, abasto, bodega, cuchitril y hasta buhonero se me atravesaba, al final terminé pagando casi doscientos bolívares por una cosa que promete ser leche pero avisa que tiene no sé qué cosa, probioticos y otras vainas, la misma que le compraba a mi hija hace nueve años, cuando a los dos meses de vida, en vista de que el sueldo se me iba en potecitos de leche maternizada, luego de la consulta de rigor con madre, abuela y suegra la pasé a la leche completa sin avisar al inefable pediatra que pretende que los niños pasen hambre, sobre todo la mía a quien el asunto de la lactancia materna jamás le hizo gracia, me dio bastante bronca, coño, 200 bolívares (18 dólares a precio oficial) por un kilo de leche, es un insulto, sin embargo toca tragarse la rabia y hasta el orgullo por los hijos, compré el producto.

Igual sucede con la harina de maíz pre cocida, por la que he pagado hasta 20 bolívares cuando el estado la regula en 7 creo, no es que uno sea sin vergüenza, cómplice del terrorismo económico o cualquiera de los otros adjetivos que se le endilgan a quienes andamos con bronca por las calles, es que si se necesita y solo se encuentra a esos precios pues uno se ajusta, camina más, gasta menos en cosas superfluas hasta que te das cuenta que de vaina comes, ruegas secretamente a diario para que a nadie le dé nada más fuerte que un resfriado y aun así que la vecina te siga donando los limones para no tener que gastar en eso también, en fin, todo un tango arrabalero con aire de galerón, gaita, joropo, tambor y calipso es lo que acá en esta tierra de gracia estamos viviendo.

Ahora comprar jabón de baño, champú, enjuague para el cabello, desodorante, cremas, pasta dental, afeitadoras, lavaplatos, servilletas, margarina o mantequilla según sea su preferencia y un largo etcétera son un viacrucis con más de suerte que de otra cosa, eso sin hablar de otras cosas más lujosas, como perfumes por ejemplo, ahora uno medio decente te cuesta más de un sueldo si lo encuentras claro, eso no es lujo, oler bien deberá ser considerado un derecho humano y la higiene también.

No estoy hablando de marcas pues ahora compras lo que encuentres, si te pones exquisito por eso de las marcas reducirás tu dieta a comer avena sola, pues  hasta las galletas de soda están escasas. Sería bueno preguntarles a los jerarcas menores, esos de carro, escolta, pistola y carnecito colgando al cuello, que piensan de todo eso, ¿será que el cupo les alcanza para importar a título personal?,  seguro que lácteos los andes tienen una línea de comercialización solo para los jefes y sus familiares, no creo que las amas de casa, las madres, primas, hermanas, tías y hasta comadres de los tipos y tipas de la administración pública toman con simpatía el asunto de la escasez.

Mientras andaba en la misión de encontrar leche para mi hija y café para mis mañanas, vi gente haciendo cola solo por ver si había algo por lo que hacer cola, no entendí, ¿era gente necia y sin oficio? O  era simplemente gente que ante la posibilidad de llevarse a casa algún producto digno de ser cazado pues se adelantaban y los otros por mera curiosidad se les unían en lo mismo,  al final, mientras los veía con curiosidad, salió alguien del supermercado, de chinos por cierto como casi todos por acá, gritó que no hicieran cola pues no había nada de eso que buscaban, ni café, leche, margarina, harina, jabón de baño, lavaplatos, azúcar, papel higiénico, pasta dental ni carne regulada, misma escena vi en otros dos supermercados, me provocó tirarle una piedra tanto a los "colistas" como a los supermercados.

Quiero creer en el PNL, la atracción mental, el rayo violeta, los horóscopos, la meditación, la nueva era, los videntes, las cartas de la mañana por la tele, las cadenas de Facebook o tuiter, la buena vibra, pero al final no me sale la tarea, se me seguirá cayendo el poco cabello que me queda, me saldrán más canas, quizás hasta recupere el peso por no poder seguir en esta dieta de cero carbohidratos ni colesterol, pero la bronca no se me baja ni con pastillas mágicas, la verdad espero que cada mañana, algo pase así sea un cometa, los mayas, los egipcios o los maquiritares, pero que este viacrucis diario se acabe y volvamos a ser eso que éramos pero que hemos olvidado, desde el valor de arrecharnos, la valentía de los estudiantes, el guaramos de los políticos y el buen sentido de todos, ya le perdí el respeto a la izquierda, no me creo las noticias, he perdido amigos, unos se han ido, otros me han quitado el habla por conservar su parcelita de poder o por lo menos el sueldito miserable que les tiran por no pensar, pero igual la molestia sigue intacta y la esperanza tambaleante.
José Ramón Briceño, 2014
@jbdiwancomeback


martes, febrero 04, 2014

Recuerdos de un 4 de febrero

He vuelto después de unos días alejado por motivos económicos, no había podido pagar el servicio, ayer publiqué algo que tenía escrito desde hace un tiempo, pero en vista de que estaba todavía vigente lo publiqué, a pesar de que ando medio caótico sin tiempo para escribir como quisiera, entre una tesis que medio toma cuerpo, un cuento que promete pero que aún no termina, la espera de un empleo prometido, un proyecto naciente con todos los escoyos naturales de emprender en este país, además sin medio más que para lo esencialmente necesario, todavía quiero seguir gritando desde mi esquina.

Hoy he estado pensando todo el día sobre esta fecha, recuerdo que esa mañana salí a trabajar, bueno, a un empleo de esos que prometía villas y castillas pero al final era para vender unos cursos de inglés invendibles, algo así como Herbalife pero sin gordos desesperados por adelgazar, así que la cosa rozaba la estafa para todos, esa mañana era muy rara, no se sabía nada en Maracay, de repente alguien en la oficina adonde estaba pidió que nos fuéramos como pudiéramos, había un golpe de estado, todos salimos despavoridos, las mujeres neuróticas y los hombres pues nos hacíamos los valientes, cuando menos yo estaba chorreado, me imaginaba todo lo que hoy está sucediendo pero que así, de sopetón era espantosa la cosa, ustedes saben, tenía como 17 años, leía con avidez cuanta cosa se me cruzara es más,  mucha novela negra, de esa de espías, donde los malos invariablemente eran los comunistas, a pesar de haber caído el muro de Berlín estoy seguro que las editoriales repartieron esos libros en Latinoamérica para deshacerse de ellos y entretener jóvenes ociosos.

Me fui en un autobús y al pasar por el centro comercial más cercano, vi en la panadería a uno de mis grandes amigos, compañero de farras y aparte hijo de un militar, era una buena fuente de información, me bajé del bus y le pregunté, me dijo que había un “peo” en Caracas, que su viejo había salido de madrugada con uniforme de campaña, acompañado por un par de soldados que vinieron a recogerlo, su mamá estaba tranquila gracias a los abrazos amorosos del príncipe Valium y los hermanos tenían instrucciones de no despertarla para que la pobre mujer no se angustiase, igual se despertó y practica como casi todas las venezolanas se fue al mercado a comprar “por si las moscas” al salir la señora con dos bolsas, mientras mi amigo y yo hablábamos tonterías y especulaciones, un malandro pasó corriendo y le arrebató las bolsas a la señora, mi amigo fue en busca del hampón que pagó su osadía con tres dientes y una costilla cortesía del hijo ofendido y asustado, es que practicaba un arte marcial, se lució, es verdad pero lo que me impactó fue que alguien robase comida, que raro era en aquel tiempo pensar en eso.

Me fui a mi casa y la cosa no pintaba bien, mi abuela lloraba por teléfono pues tenía un par de sobrinos y un nuero militares, estaban en buenos cargos, estaban detenidos por los insurgentes, mientras eso pasaba vimos en tecnicolor a unos aviones pasar tan bajo que casi se veían los pilotos , sonaron balas, morteros, ráfagas de metralla, supimos que estaban bombardeando base Libertador, más tarde, vimos desde los techos un singular duelo entre helicópteros, aviones Broncos, todo en silencio, solo se oían los motores, más tarde las patrullas militares, toque de queda y excusas para beber encerrados en casa de alguno de los amigotes.

Al final del día, los medios estaban en un orgasmo noticioso, se volvieron estrellas mediáticas y lo vi por primera vez, flaco, con cara de susto, en los diez segundos más trágicos para mi nación , como hoy día podemos constatarlo, salieron fotos, cifras, muertos a granel, otros “valientes” desertaron en un avión robado hasta otro país, los que se quedaron incluido el menos valiente, el impulsor, ejecutor y miedosos cabecilla, ese que se refugió en el museo militar y solicitó a los alzados entregarse mientras el mismo negociaba su miedo a la bala que tenía su nombre, muchos uniformados se quedaron con el ánimo de descerrajar su pistola y su rabia e la nuca del hoy occiso, los medios (otra vez) aprovecharon la coyuntura política, los candidatos perdieron la compostura y uno en especial, viejo como el tiempo y espero que ya senil, lo usó como bandera dándole un indulto inmerecido, tanto así que se murió y el legado se ve en lo que ha desaparecido de mi país, los anaqueles vacíos, las colas, inflación, hampa desatada, muerte a granel, robos de cuello blanco, políticos más parecidos a los adecos que decían odiar, mordazas mediáticas por doquier, sin futuro y con un presente realmente deprimente.

Hoy lo único que podemos celebrar es que no ha salido nuestro numero en la macabra ruleta de la muerte, esa que te tiene un puesto, solo toca esperar que jamás nos encuentre, porque la tal revolución, de esa no hay nada que celebrar, cuando menos para la gente inteligente, que sueña un país decente, con una esperanza de vida mejor, ahora quienes celebran y se alegran, pues ya sabemos de su estado mental, este 4 de febrero solo podemos celebrar estar vivos aunque pasando trabajo, espero que el año que viene hayan otras cosas que celebrar, sobre todo que desaparezca la posibilidad de que el estado celebre la muerte, el bandidaje y la violencia, con uniforme, cadena y gritos.
@jbdiwancomeback
José Ramón Briceño , 2014





lunes, febrero 03, 2014

Dándole vueltas al tema del “cupo”



Enero no tiene 30 días, como nos engaña el almanaque, debe tener alrededor de unos sesenta  como lo resienten la billetera y la cuenta bancaria de muchos, no es asunto de los gastos de navidad, en el caso de quienes pretendemos sobrevivir a punta de tigres o trabajos a destajo, ya que realmente no hay tigres en la selva de concreto, todos los ha acabado la situación precaria del ciudadano común.

El comentario general es “que bolas lo que hicieron con el cupo viajero” “¿Cómo haremos ahora para ahorrar en dólares?” “¿Qué pasará con la cuenta en Panamá con que se presume ahorramos para la vejez?”, la verdad, aunque son preguntas válidas yo creo que no son las indicadas.

Puedo pensar con cierta tristeza que me quiero ir del país, la experiencia me dice que solo lo debo hacer si aparece un empleador dispuesto a darme un trabajo con futuro, a mis cuarenta años es complicado aventurarse a hacer “cualquier cosa, lo que salga” , también pienso que quiero viajar y conocer, cosa cada día más lejos por aquello de las fulanas divisas, su costo y ahora la complicación de la ausencia de aerolíneas a precios accesibles aunque sea en temporada baja, me da tristeza saber que mi hija no pueda conocer otras culturas solo porque una sarta de imbéciles ha decidido con premeditación, alevosía, mala fe y una dudosa ideología, que el país debe ser una versión suramericana de cualquier republíquela africana, de esas donde cualquier tipo con sueldo de más de 100$ es el millonario de la cuadra y los demás pues, comen lo que se les atraviese , donde cualquier migaja se acepta como dadiva , la envidia cunde por las calles, transformándose en plomo y acero.

Volviendo al tema de los cupos, es verdad que no son un regalo, que eso uno lo paga, en muchos casos con sacrificio, en otros más cómodos, pero igual es el dinero bien habido el que paga eso, no un estado forajido que los regala, tal como hacen ver con su discurso para retrasados mentales, pues solo ellos son los que se lo creen, claro, no estoy hablando de gente con problemas mentales de nacimiento, son esos otros inoculados con el virus del fecaloma mental que ahora abunda y que, al parecer, les provoca una profunda militancia entre las filas del “oficialismo rebuznante”.

Lo que me preocupa es lo que no dicen pues se supone que el dólar preferencial, el de 6.3 es para cosas prioritarias para el país. Los años y las acciones han dejado bien claro que las prioridades del estado no son las mismas de los individuos, no solo de caraotas vive el hombre y menos en la actualidad donde la tecnología, la medicina y hasta los medios de transporte forman parte intrínseca de la vida diaria, cualquier variación en sus precios tienen efecto directo en los costos de caminar por ahí.

Los comerciantes, vituperados, escupidos y hasta malditos por muchos no son los reales culpables de todos los males, tal  como hacen ver por todos los medios este estado, en su mayoría son gente honrada que viven gracias a la ley de la oferta y la demanda, si un distribuidor le vende a un alto precio, no pueden vender por debajo de este, sobre todo si por casualidad toca reponer inventarios y las ventas no alcanzan para un margen de ganancia que permita mantener los costos operativos , dejar algo para repartirse al cierre del año fiscal, la culpa es de una manga de estúpidos (perdón, ya lo dije, pero es que es un pensamiento recurrente) que mantienen la economía por debajo de la normalidad, donde lo normal es la inflación desaforada sin que nadie pueda hacer nada y cada acción del estado que dice intentar mejorarla, la empeora .

La culpa no es del cupo viajero, es de los viajeros que andan sin cupo, pero con mucho efectivo, de las transnacionales que se instalaron para beneplácito de los jerarcas en desventaja para con la nación, es en ese regalar el país a cuotas del que tanto protestaron y hoy siguen haciéndolo con más impunidad que el del sueño más loco de un adeco ochentoso, pero ahora se visten de rojo y son escoltados por malandros a lomo de moto, mientras nosotros vivimos encerrados por nuestra propia mano, sin mirar el futuro, deprimidos, desmotivados y con unos líderes de la oposición que dejan mucho que desear, al garete y soñando siempre con un empleo en otro país donde la vida sea un valor, el trabajo intelectual no sea visto como un pasatiempo para “ricos”, la vida se transforme en una vitrina de futuro y no ésta nada de esperar a que “algo pase” para poder respirar en paz en una patria de verdad, no esta ópera bufa con tintes de tragedia griega en que se ha convertido mi Venezuela.
José Ramón Briceño 2014
@jbdiwancomeback





viernes, enero 24, 2014

Cuando las explicaciones son insultos

Cada día, cuando reviso las redes sociales, me tropiezo con alguna cosa que ofende mi inteligencia, imagino que la de otros también, por ejemplo, hace un corto tiempo, un diputado de esos que saltó la talanquera el año pasado, como para congraciarse con sus nuevos jefes, dijo que Discovery Channel y sus asociados eran una cosa terrible , con una constante instigación  a la violencia, provoca vomitar con tal sarta de idioteces, pero digamos que es un imbécil al que no toca ponerle atención.

Tobias Elijuri, quien se supone es el mas informado en toda la escena gubernamental pues su cargo como jefe de la oficina de estadísticas asì lo parece, dió una declaración digna de su combo, según ese personaje hay escasez de papel higiénico por que ahora la gente come más y por tanto (suponemos) que ahora va muchas veces al baño, por tanto se gasta cuatro o cinco veces la cantidad usual, lo que trae como consecuencia un gasto desproporcionado por esa razòn, ademas de traer como resultado un desborde de la demanda natural, un triunfo màs de la revolución, coño, disculpenme pero ese es un INSULTO a la inteligencia de todos, no tiene perdón alguno, provoca escupirle los ojos aunque con cierta pena pues es un señor mayor y a mi , mi abuelita, quien me educò, me enseñò que a la gente mayor se le respeta, aunque en este caso podrìa hacer una excepciòn a mi prurito, una respuesta de ese calibre no necesita mayor explicaciòn para ser rechazada con asco.

Aunque los ejemplos son una suerte de infinito grotesco, pàra cerrar mi indignaciòn del dìa, la noticia de las limitaciones cambiarias para viajes son tambien un grave insulto, resulta que por la torpeza y estupidez de TODOS loes imbéciles que nos gobiernan, ahora, quien viaje tendrà la obligaciòn de tener su latita de aluminio para pedir limosnas, no solo recortaron el cupo, es que ahora de los miserables 3000 que pagas, pues no es un regalo, toca descontar los 500$ del efectivo màs los 400$ del cupo electrónico y lo que quede estará en tu tarjetas de crédito, pero eso si te aprueban esa cantidad por que lo màs factible es que te den si acaso los de efectivo ya que en esa cantidad de descuentos està una tabla según el sitio adonde vayas, coño, nos terminaron de matar la ilusiòn de viajar aunque sea para quedarnos en el sofà de algun familiar o amigo generoso, de resto ni eso se puede, pero si sakles acà lo màs factible es que te atraquen cuando no es que te maten o violen en esta tierra de gracia, que ahora se llamara asì por que lo más seguro es que te acoja la gracia divina por la rabia de vivir preso , sin camida, sin dinero, sin medicinas o el hampa te encuentre en esta lotería macabra de cada dìa.

Josè Ramòn Briceño Diwan, 2014
@jbdiwancomeback



miércoles, enero 22, 2014

La violencia nuestra de cada día

La violencia nuestra de cada día, al parecer es un misterio enterrado bajo las neuronas de los habitantes del Olimpo Miraflorino que atendiendo instrucciones de los dinosaurios de la re(in)volución les otorgan cada día, noche o en el momento que sea. A los ojos de este mirón de esquina, las causas de esa violencia son varias, sin embargo hubiesen podido ser atacadas desde la raíz si realmente se tuviesen ganas de extirparla de esta tierra.

Si tenemos una nación al filo de una eterna confrontación, donde hay miles de imbéciles alborotando a los barrios, armando patotas de motorizados que por su Bera Socialista gratis fungen de horda de choque ante cualquier manifestación opositora amén de causar terror en las calles, que de paso tienen patente de corso para hacer lo que les viene en gana con la anuencia de los jefes "Zoocialistas", si tenemos como modelo social privilegiado el PRAN, las cárceles son resorts de bajo presupuesto con todo lo necesario, a viva voz y sin medias tintas, los señorones del gobierno apoyan los grupos armados y tener un arma es el plus más interesante para cualquier joven, ustedes me dirán.

Resulta que de paso, la pobreza extrema de muchos aunada a la evidente inmunidad de los malandros quienes están claros que caer preso es un asunto de mala suerte (solo el 2% de los crímenes se resuelve), lo fácil ha invadido las barriadas de mi país con dignas excepciones pero todos sabemos que mientras más pobres menos ganas de hacer cosas importantes tienen, ademas claro con la caterva de misiones regalan becas hasta por orinarse en los pantalones , menos trabajo es la consigna. También ese mantra "novedoso" tiene su asidero en una economía de menestrales, todos sabemos que con un sueldo básico no se saca crédito ni para una bicicleta iraní, hacer mercado es un acto temerario de autocontrol y temple, una familia de tres personas necesariamente tendría que gastar dos sueldos básicos para medio comer, vestirse de manera decente es algo similar, tener casa mejor ni te lo imagines querido lector, todo eso se agrava si no eres ni bachiller (que tampoco vale nada), si eres profesional universitario la cosa mejora un poquito pero tampoco es que mucho, la clase media a menos que esté muy enchufada ya no es clase media, lo que les quedó fue la resaca de antañas riquezas, viven igual al borde de una miseria alentada y alimentada desde el estado forajido.

Ahora dicen que es culpa de la televisión la cosa. Desde que tengo memoria se ha repetido esa tesis sin que nadie me de todavía resultados realmente fehacientes, ciertamente hay por ahí un estudio donde afirma que cuando se mira la tele las neuronas funcionan menos que cuando dormimos, la verdad eso no me anima, pero estamos claros que la gente de a pie tampoco tiene muchas opciones. Desde mi esquina quisiera saber  ¿cuantas bibliotecas publicas han inaugurado en estos 15 años? ¿cuantos nuevos teatros se han erigido? ¿cuales son las bibliotecas de las escuelas y liceos? ¿que habrá sido de la vida del plan nacional de lectura que con tan mal pie nació? ¿cual ha sido la verdadera inversión del estado para masificar la cultura? ¿cuantos museos tiene  presupuesto para actividades? ¿cuales han sido las becas para los artistas?¿donde está la real intención de este estado por elevar el nivel cultural de la población?, pero la cultura de verdad, esa que pone a pensar, que es fruto del intelecto, no la de los tipos esos que hacen hiphop, los perrocalenteros, patineteros y hasta esos otros que no saben lo que es una pastilla de jabón, no aplica tampoco la burriquita y similares, esas son costumbres, automáticas, plenas de fe y pueblo pero no del ejercicio creador ni intelectual.

Al final, los culpables son esos que promueven la guerra, la lucha armada, salen en cadena nacional enarbolando un arma, enseñan a los niños a usar un fusil, demuestran que la fuerza es la manera y el cerebro un estorbo pues toca tener disciplina revolucionaria, así el aire huela a heces fecales y el futuro no esté, es el imperio el culpable, no sé, toca pensar un poco más, de seguro se me escapan otras cosas que más adelante referiré, pero "por ahora" hasta acá llego, la culpa es de muchos, no de los televisores, si quieren que no exista violencia, promuevan la real cultura, enseñen a la gente desde la más tierna infancia que existe otro mundo, apoyen el intelecto, hagan cumplir las leyes, impulsen una economía que haga ver un smartphone como un accesorio común y no un bien de consumo obligado para subir de estatus, en fin, veamos el progreso como producto del intelecto y no de la patraña política, para dejar de vivir esta violencia de cada día.
José Ramón Briceño , 2014
@jbdiwancomeback



A puerta de licoreria

Desde hace días pienso, ¿en que nos pareceremos los Venezolanos?, toca hacerse la pregunta al ver lo diferentes que somos, pasen por una licorería cualquiera y verán todo un rosario de miserias regadas con cerveza y quien sabe que más, gente desesperanzada compartiendo sus miserias a puerta de licorería sin ningún pudor, no digo que jamás lo haya hecho, pero debo confesar que cada vez me gusta menos, la verdad es que los restaurantes están fuera de mi posibilidad económica, además esa manía de no permitir fumadores provoca menos la cosa, siempre es mejor la sala de la casa propia o ajena, sin la presión social y sin el obligado roce de otros sitios.

Vuelvo a las licorerías, son sitios terribles, aunque muchos las consideran amables, la verdad yo no, de hecho tengo la impresión de que son el reflejo del país en pleno, ya no se ven muchos comprando licores, es más, en las estanterías solo hay licores baratos a precios de dolar negro, de esos que solo tomaban los jóvenes estudiantes de bachillerato para creerse muy hombres cuando se desmayan de la borrachera o tienen el peregrino sueño de embriagar a la niña más bella, claro hasta que descubren que lo peor que se puede hacer es embriagar a una mujer que no está acostumbrada a beber licor, es espantosa la cosa.

Si alguien hiciera un estudio serio, le recomiendo que se de una vuelta por las licorerias de su zona de residencia, verá que casi no existen diferencias entre las de las urbanizaciones otrora clase media y las de los barrios, claro, la gente en ambos espacios se viste diferente, pero en todas hay desde indigentes, obreros, jóvenes y hasta señores de mediana edad con estampa de profesionales universitarios a quienes les sale más barato beberse algo sin tener que pagar los exagerados precios de los restaurantes y sin el implacable mal gesto de muchas esposas con sus amigotes, de paso, así rinde un poco más el whisky importado que guarda tras el asiento del conductor y del que ahora bebe poco y ni comparte pues eso de pagar más de dos sueldos básicos por un licor está fuera de calculo, si acaso comparte un traguito medido y ligero para que rinda y de esa forma creerse el cuento del estatus perdido.

Entre todas las cosas que he visto, desde gente ejerciendo la prostitución por un par de cervezas, claro, toca imaginar la miseria del rincón para saber de que clase de gente estoy hablando, por cierto ese grupo de la "señora" que cambia besos por cervezas, hay desde piedras (de las que se fuman) hasta recogelatas, todos en un mismo lote, a unos metros, los señores bien vestidos al lado de sus camionetas, un poco más allá otros con estampa de obreros cansados de mediana edad que comparten su botella de caña clara, con la mirada perdida y el animo neutro, como medio apartados se ven grupos de estudiantes haciendo su coleta para la compra de esa tarde, en los puntos equidistantes y estratégicos nunca falta quien pide una limosna para completar su ración de alcohol, lo interesante es que ahora no hay grupos políticos frente a ningún local de esos, no es que sean menos miserables, es que seguramente ya nadie los soporta y en esos espacios venerar políticamente seguramente traerá no pocos problemas a quien lo haga, no creo que toda esa gente sea feliz, por cierto eso es algo que me llama la atención, se supone que el alcohol es un desinhibidor del sistema nervioso, usualmente la gente se alegra, pero no he visto en muchos años ya  la primera licorería que termine en fiesta, por lo menos desde mis años de universitario y vaya que ha pasado un rato de eso, lo que nos deja en el aire una pregunta ¿será que Venezuela está triste? ¿tanto así que ni el licor le sube el animo? , tocará buscar la respuesta, mientras me reservo la mía, a la vista de los acontecimientos no creo que andemos para seguir pregonando tristezas aunque tampoco para olvidarlas, saludos desde esta esquina. 

José Ramón Briceño Diwan 2014
@jbdiwancomeback



martes, enero 21, 2014

Vida de balas



Desde esta esquina siempre he tenido una duda. ¿Cuál será la razón para que los venezolanos parezcamos estúpidos ante el resto del mundo?, me explico, teóricamente somos una potencia energética, gas natural a borbotones, navegamos en un mar de petróleo, pero estamos quebrados, tanto así que se necesita de la “ayuda” de países amigos para poder explotar esta riqueza mineral.

En cuanto al tema petrolero, todos saben que es mejor mercadear productos terminados que crudos, sin embargo la industria manufacturera de derivados petroleros es inexistente y la que hay vive de materia prima importada en vez de ser al contrario, no estamos hablando de materiales exóticos para uso espacial, es mucho de lo cotidiano, desde suelas para zapatos hasta  chasis para aparatos electrónico o cualquier otra cosa hecha de plástico, la verdad es un misterio pues en el mundo somos famosos por nuestro ingenio, aunque al parecer para cosas serias no lo somos tanto. La gasolina más barata del universo la tenemos acá pero se destila en el extranjero, de paso desde el alto (¿?) gobierno nos dicen que estamos en la lucha por la independencia tecnológica, eso de la gasolina es lo único placentero en esta nación del “no hay” del “en tal supermercado hay pero toca hacer cola”, de resto todo lo demás es un rosario de quejas y terrores.

Ya parecemos una república de comiquita, donde lo que falta es Rambo o Chuck Norris en las calles, la política se ha convertido en un cáncer terminal en suspensión indefinida pues avanza hasta casi matar al paciente pero por un misterio no se decide a matarlo del todo, solo lo mantiene en una eterna terapia intensiva sin que su agonía lo termine de matar, la verdad es desesperante la cosa.

En las calles es cotidiano escuchar historias de horror de muertos, secuestros, atracos, disparos, puñaladas plenas de drogas, alcohol, policías inútiles, políticos complacientes e indignación pasiva, nadie se toma la molestia de molestarse en serio, de quemar aunque sea un periódico viejo, de gritar más allá de su indignación, usted dirá querido lector que yo con tan buena voz y mandando a cantar, sin embargo eso de pararse solo en una acera a gritar la bronca no es lo más sano, pues nos hemos convertido en un país donde nadie mete la mano por nadie, donde quien ve un atraco prefiere voltear la mirada, la policía te aconseja que seas complaciente con el ladrón, lo que falta es que recomiende tener un envase pequeño de vaselina para hacerle más sencilla la tarea si el hampón anda con algún deseo no satisfecho y de esa manera salvar la vida.
Puedo pensar que son bien intencionados los consejos de las autoridades, pero se supone que están allí para que los ciudadanos estemos seguros y tranquilos, no para apuntalar esta sensación de vivir en guerra soterrada, sin frentes ni enemigos reales, digo sin enemigos reales por que todos se parecen, uno no sabe si el motorizado es un ciudadano sin dinero para un carro y le toca andar acaballado en su moto para ganarse la vida de manera honesta o es un malandro más, de esos que atracan desde su moto, disparan a mansalva y nunca son atrapados por la policía, nadie sabe si el peatón que se sube al bus esconde una pistola al cinto y te quita el celular, ese mismo peatón puede apuntarte mientras metes el carro al garaje, brincar la cerca de tu casa, entrar a tu edificio , matar a tu familia, golpear a tus viejos, dispararle a tu hijo por un par de zapatos, en fin, todas las cosas terribles de las que puede ser capaz un ser humano, mientras, en el universo paralelo, hay un centenar de tipos y tipas cubiertos con varios escoltas, haciendo sus vacaciones en Miami, panamá o cualquier otro destino del mundo, negociando el futuro de la patria y haciendo alianzas con los mismos que nos tienen ahogados entre esta mierda de miedo y la incertidumbre de un futuro que se niega a mejorar.

Cada día, por los aeropuertos de este país se va quien puede, quien no, pues se queda soñando, los menos, como yo, con la rabia a flor de piel y el miedo  en la columna vertebral, haciendo malabares para vivir con poco sin claudicar, pero con la certeza de que por ahí hay una bala con mi nombre buscándome el cuerpo sin que yo pueda hacer nada más que evitarla, pensando en no pensar en ella, en mirar siempre sobre mi hombro, en disfrutar cada segundo con mi hija, mis amigos, mi novia, mi familia y hasta los cofrades de las tertulias políticas, literarias, artísticas o las de la nada habitual de tragos  , que la vida es una sola, que ojalá tanto libro místico tenga razón y hay vida después de la vida, si eso de la vida de ultratumba es en serio espero que la próxima vez reencarne con toda mi gente querida, mis afectos y mis anhelos para probar como se siente renacer con todo a favor para disfrutar con calma la dicha que este país nos niega.

José Ramón Briceño Diwan, 2014
@jbdiwancomeback



jueves, enero 16, 2014

Saludo al sol

No deja de sorprenderme la gente, aunque no siempre son sorpresas gratas, procuro que la mayoría de quienes me rodeen siempre anden con buena vibra, a la gente gris, sin animo ni ganas la dejo de lado y en la medida de lo posible prefiero evitarla, así sea familia, eso de la mala vibra se contagia, ya es bastante con abrir la billetera y vivir contando el dinero para buscar la manera de que rinda a pesar de todo.

En esto de escribir siempre surgen de esas sorpresas, todas son buenas, hay quienes aconsejan escribir menos, aunque no les hago caso, se agradece que se preocupen así sea de procurar estimular su flojera visual, otras me halagan de maneras inesperadas, eso siempre es bueno para el autoestima aunque no me envanecen pues la etapa de los halagos y el envanecimiento ya la pase cuando estaba activo entre salones de arte y exposiciones, un par de premios nacionales y unos cuantos moretones en el autoestima te preparan para recibir el halago con la humildad debida, sin mayores consecuencias que la de saber que vas bien. Pero nunca contamos con que nos lea un psicólogo de esos pocos buena gente que regalan su conocimiento por gusto, ya me tropecé con el primero, una amiga que ostenta tres doctorados y que es una lectora reciente, ella me dijo que le gustaban los textos pero que entre líneas había captado cierta rabia interna que por lo general no exhibo en persona, no le respondí, pero debería ser algo tácito saber que la rabia inmensa está en las calles, así no se vea mucho la cosa.

No creo que ningún padre, madre, abuelo, abuela, hermano, sobrino, tío , primo, amigo, en resumen, cualquier ser humano con hijos y esperanzas de mejorar su estilo de vida ande realmente contento en este manicomio con trazas de circulo de Dante, la verdad es difícil pensar que alguno no se arreche cuando hasta el ajo en polvo, ese de sobrecito que venía mezclado con perejil también en polvo escasea, sin hablar de los otros rubros, cuando uno sueña con viajar y la vaina se ve tan fácil como ganarse la lotería gringa, claro que toca estar arrecho. Salir a caminar es un asunto de valentía, ir al mercado y no molestarse es complicado, salir en bus no es la mejor opción para relajarse, la familia siempre es un motivo de preocupación por multiples motivos, de bolas que toca tener una rabia inmensa a flor de piel.
Todo eso poniéndose en el supuesto de que no tienes a nadie enfermo en la familia, no existe ninguna necesidad quirúrgica, no tienes carro y por tanto no toca buscar sus repuestos, tu hijo o hija no necesita una computadora para su estudio y tú tampoco necesitas una para trabajar pues para el internet cualquier perol sirve, digamos que estudias y sabes que salir a buscar empleo es cosa difícil sobre todo si aspiras más que el miserable sueldo básico, los zapatos que tienes toca comprar de los baratos pues los cómodos cuestan un par de meses de sueldo, el mercado cada día cuesta más y llevas menos, como el jingle de central madeirense ero al contrario, de paso los jerarcas del gobierno dicen que todo está normal, el desempleo ha bajado, la inflación también y tú te preguntas ¿de dónde sacan esas cifras? ¿Qué país es ese al que se refiere el hombre? ¿Cómo alguien puede ser tan cara de tabla y no morirse de un infarto fulminante?.
No sé la respuesta, es más si la sé, pero me niego a comenzar mi día que desde ya se muestra complicado insultando a nadie por mucho que se lo merezca, sobre todo después de la cadena de ayer, esa misma donde se desdibujo un país que no conozco pues el que miro desde mi esquina no se parece al que dicen desde el vidrio plano de mi Tv arcaica, tampoco al que me narran los poquísimos amigos progobierno que aún me hablan.

Intento que la rabia no me ciegue, que no termine en el diván de algún psiquiatra pues el terminará mandando a tomar un tratamiento químico que no podré comprar sin afectar mi riguroso  gasto magro modelo monje zen, terminar experimentando con la marihuana pues ahí si la ponemos de oro, sé que con el alcohol no será pues con tanta devaluación e inflación mi presupuesto da para licores sospechosos de producir ceguera por la calidad menos que pésima, dictado por su precio accesible y su grado alcohólico mata hígado.

Aunque intentaré seguir en la onda de la nueva era, he sustituido mi mentada de madre matinal por otro mantra menos nocivo para mi aura, seguiré con mi molestia, afilaré mis argumentos, estiraré mi léxico y ejercitaré mis dedos además de mi cerebro para seguir liberando mis demonios entre estas líneas, continuaré escribiendo mi incomodidad diaria e insultando de manera elegante al estado, al final sé que ni me entienden ni quieren hacerlo, su inteligencia no les da para tanto, no pienso en Mesías, pero sí creo en que algo pasará, pronto, antes que la epidemia de locura y verdadera rabia me alcance, lástima que con todo lo bonito que procuro ver el mundo aun mi país no me regala ninguna sonrisa, puras colas, tristezas y rabia , sobre todo a esa gente estúpida que sigue haciendo cola para comprar, que le sigue el juego a un estado sodomizador, esa que te dice escuálido pero que no se mira al espejo de la realidad, aunque con el secreto deseo de que mis letras me catapulten a mí y a mi gente amada a otra frontera donde ganarse la vida y mantenerla no sea una utopía, donde lo normal sea eso que ahora sentimos extraordinario y las nostalgias sean por otras razones y no este eterno desear y no tener en que se han convertido las calles de mi país.
José Ramón Briceño, 2014
@jbdiwancomeback









miércoles, enero 15, 2014

Ojalá

Ayer tuve una de las conversas más extrañas y tristes que he podido tener alguna vez, alguien me preguntaba cómo era el proceso para cambiar un cheque en el exterior, al preguntar yo, a su vez, para que hacia esa pregunta a mi interlocutor, ella me respondió que como la cosa estaba tan peligrosa estaba poniendo a punto lo del seguro de vida de la empresa en la que trabaja, para saber, en caso de que una bala la encontrara, como repartir la herencia y tener claro cuánto le dejaría a su hijo y a sus viejos, si algún extranjero me lee, pensará que es normal, pero si es venezolano sabrá que eso acá no se nombra a menos que se sienta la muerte cerca. Como no hacerlo si ya es difícil conocer a alguien que no haya sido víctima del hampa desatada, en cualquiera de sus variantes.

Si todos los días uno ha de salir con una reserva de dinero por si las moscas encuentras eso que no se ve nunca, la leche, el café, la harina (de maíz o de trigo) , el pollo y hasta el alimento de las mascotas, mientras escribo estas líneas mi gato está enfurecido a mi lado pues la comida que le gusta está desaparecida y la que le compré la detesta aún más que a los vegetales y al no poder hablar le queda la protesta silenciosa pero continuada, deberíamos aprender todos un poco sobre los animalitos.

Ahora entiendo eso de la prohibición de decirles negros a los panas, eso de ser afrodescendiente siempre me ha parecido una paja inventada por los izquierdosos cursis, sin embargo ante la situación ahora estamos más cerca de Zimbabue que de la metrópoli esa que han dado en llamar madre patria, con todo y muertos, escasez, ausentismo laboral, tiranos abusivos y situaciones ilógicas típicas de los relatos de horror de esos países afro originarios. Es raro encontrarse a alguie3n y que no te cuente una historia de terror diferente, esa de que mataron a fulano, mengano, el primo de tal sitio, la prima de tal parte, la parada de bus tal o cual o la señora, el niño. el viejito, la viejita , el señor o el muchacho que asaltaron en todas partes, ya ni las iglesias se salvan.

Ciertamente los organismos de seguridad no son adivinos para adelantarse a los hechos, impedir un atraco o un asesinato, pero con la lenidad con la que trabajan es complicado bajar los índices de violencia y hamponato si todos saben que de cada 100 crímenes, si acaso se resuelve uno, las cárceles son resorts de lujo para los capos quienes hasta negocian con el estado su estatus, la “gloriosa” Guardia Nacional les teme, tanto así que en un enfrentamiento se “escaparon” los jefes y sus asistentes mientras el penal estaba acordonado por tropas y armas, no sé, eso deja muy mal parados a los tipos.

Últimamente he leído no sin cierto asco, como algunos jefesuchos del estado malandro este, defienden a los hampones, justificando su violencia, diciendo que es culpa de la sociedad que sean así, el capitalismo, el racismo y cualquier otro ismo pendejo que usan como excusa para aminorar el odio que les tiene la gente de bien, esas justificaciones tipo Paulo Freire y todos los otros que en su visión izquierdosa han deformado la psique de sus seguidores, haciendo pensar que muchos de esos son víctimas y no los victimarios que realmente son, quizás es por un asunto político, pero mientras esos imbéciles del estado andan forrados de escoltas los venezolanos de a pie, en carro, en bus, bicicleta o en moto vivimos en constante sobresalto pues la hora siempre está esperando tras la puerta para darnos muerte, todos agradecemos volver, ver a nuestra gente querida pues nadie sabe si será la última vez, es una cagada esta sociedad del terror en la que nos hemos convertido.

Ahora resulta que a los malandros hay que tenerles lástima, pedirles perdón por la vida de miserias que tienen o que han tenido y que no han podido encontrar la salida, discúlpenme, pero que les den por el culo a todos con una tuna, hasta donde sé, el trabajo, el estudio y el progreso no van acaballados a lomo de bala, la flojera, la cortedad de cerebro y de metas si, todos quieren algo rápido que los saque de la miseria y estos quince años parecen haberles dado la razón pues tan malandro es el que asalta como el que expropia, bota y hace gala de su poder ante los reclamos justos de una sociedad que no entiende como siendo el país que éramos terminamos así como estamos. Cuando los jefes son unos malandros cuyo discurso de guapo de barrio les llega a esos otros delincuentes podemos entender un poco la razón de que todavía no podamos salir de esa plaga y ahora estemos pagando el precio.

Como es posible que un alto funcionario esté involucrado en la muerte de unos niños secuestrados y el muy maldito aun camine entre los vivos, cual es la razón para que tanto hijo de la grandisma  put_ aun sea alto funcionario y a nadie parece importarle, ahí está una de las causas para tanto malandraje desatado, el estado da un ejemplo equivocado y su réplica está en las calles aterrorizando a todos, mientras los maestros del mal vivir se disfrazan de rojo con boinas y consignas, los otros (nosotros) vivimos presos en nuestras casas y con miedo en las calles, lástima es lo que damos, para cerrar voy a usar las palabras de otro izquierdoso solo para que, si me leen les duela más, “…ojala se te acabe la mirada constante ,la palabra precisa, la sonrisa perfecta ,ojala pase algo que te borre de pronto ,una luz cegadora, un disparo de nieve ,ojala por lo menos que te lleve la muerte ,para no verte tanto, para no verte siempre ,en todos los segundos, en todas las visiones ,ojala que no pueda tocarte ni en canciones…”, ojalá.
José Ramón Briceño 2014
@jbdiwancomeback