Uno, el Venezolano promedio vive obsesionado con el día a día, uno piensa en el futuro como una cosa abstracta, en mi caso, hasta prefiero no pensar mucho en el asunto para evitar el ataque de pánico que me entra, me explico y los invito a reflexionar al respecto, será que el futuro es una pensión del seguro social además de utilizar los servicios de algún hospital publico o rezar a diario por que nuestros hijos sean gente de éxito y puedan cargar con sus padres ancianos y sus achaques normales.
Nosotros tenemos la mala costumbre de pensar que nunca envejeceremos y que todo se reduce a buscarnos la vida como bien podamos mientras nos llega el momento de la jubilación, eso de verdad da pánico, imagínense que nunca trabajaron para los militares , ni para el ministerio de educación o el de sanidad que son los que les dan pensiones a sus empleados, de esas pensiones las únicas realmente buenas son las de los militares, el resto son pirricos ingresos por ese concepto, en un país adonde ahorrar es una entelequia pues la inflación se lo come todo antes de un mes, una nación donde comprar un vehículo es un asunto bastante complicado, una casa es un sueño imposible para muchos, un empleo estable y con futuro una pretensión vana, la cual no merece un segundo pensamiento, si acaso un camión de velas a los santos, las animas o a lo que sea a ver si la pegan con un empleo futurista y la edad del retiro sea algo ansiado y no motivo de estrés y temores.
Aunque las estadísticas atentan con eso de que uno puede llegar a viejo, en caso de que eso sea posible la verdad no veo un futuro digno para nadie en mi nación, nadie sabe con que va a salir la vida en ese futuro bastante incierto, ya el asunto no es hablar solamente de lo económico actual, es intentar mirar veinte años al frente y lo que uno medio ve no es nada halagador, ese es uno de los motores que han logrado impulsar el éxodo de millones de compatriotas a otras naciones, el cuento no es la alharaca de la fuga de cerebros que de por si es desalentador, el asunto es que muchos se van buscando el futuro que de paso en otras tierras no es menos incierto pero cuando menos las estadísticas favorecen un poco más.
Creo que buena parte de los que vivimos acá en Venezuela nos acostamos con el corazón en la boca rezando por que nadie se enferme bien sea por lo costoso del tratamiento, los exámenes o si no se encuentra la medicina recetada, ajá, seguro alguno hablará de la atención en los hospitales públicos y de las misiones de salud, esas que están llenas de médicos ilegales y de enfermeros con titulo de médicos comunitarios, que igual atienden en espacios adonde no tienen si no aspirinas y algún que otra pastillita que no resuelve nada más que la imaginación del paciente, pero que cuando se va a la realidad hospitalaria ya sabe que terminará buscando dinero hasta debajo de las piedras pues en el hospital seguramente no habrán ni camas para atenderlos.
Si a ese panorama apocalíptico le sumamos las posibilidades de que la economía mejore y del tiempo que pasaría para eso, aunado al asunto este de la crisis mundial, la verdad provoca pedir la legalización del suicidio para evitar pasar por la indignidad de una vejez plena de carencias y males, solamente por la mentecatez de una manga de imbéciles que han destruido una economía que pudiera ser la mejor del mundo pues si nos guiamos por el ingreso per capita, producto de los millardos de dolares que ingresan a diario por la renta petrolera , todos los venezolanos mínimo deberíamos tener la vejez acomodada, además claro de la mejor educación del mundo, no esta economía de república bananera donde los únicos con cierta seguridad momentánea andan disfrazados de gente y protegidos por una chapa oficial, pero a esos desde esta esquina les cuento que también les va a llagar la vejez y a menos que su desfalco sea monumental, van a sufrir lo mismo que los pobres que no tenemos acceso si no a comer a diario sin mayores esperanzas a pesar de títulos, estudios y logros, es complicado ese futuro malvado que está cerca de acabarnos como nación y anular el futuro que de por si siempre ha sido un problema angustiante, causa de no pocas neurosis y desgracias en esta tierra bendecida por dios pero maldita por culpa del excremento del diablo.
José Ramón Briceño , 2013
@jbdiwancomeback