La
historia siempre es un vericueto interesante, su interpretación depende de
quien la escribe, así mismo sus motivaciones son las que, aparentemente,
modifican las conclusiones de quienes la recopilan. Se supone que quienes
tienen un oficio tan delicado como el de recopilar situaciones sucedidas hace
tanto tiempo, que ninguno de los posibles testigos esté vivo, hayan dejado algún
documento o parte de su huella, deben ceñirse a los hechos, desde una
perspectiva que se parezca mucho a la verdad, pues de esa manera se construyen
las bases para la memoria de un país.
En
eso de la historia siempre me he preguntado muchas cosas, hay personajes
aparentemente anodinos que la historia oficial de todas las épocas se ha
empeñado en ensalzar, por ejemplo, mi hija estudió en una escuela oficial los
primeros niveles de su educación, el colegio se llamaba María Teresa Toro, en
honor a la primera esposa del libertador, cosa que jamás comprendí ya que hasta
donde sé el único mérito de aquella joven fue venirse a morir a Venezuela y ser
la primera esposa de ese general, en la época en que solo estaba preocupado por
ser un señorito rico, que eso era solamente. Otra cosa, y me disculpan los fanáticos,
tampoco entiendo la cosa con Manuela Zaenz que si bien fue un personaje
bastante particular, no creo meritorio el hecho de haber sido la amante de Bolívar
por algunos años. Una noche de conversa, una señora a quien conozco me comentaba
que en su juventud tuvo un novio historiador, con libros publicados y respeto académico,
mi memoria no permite que recuerde su nombre, el asunto es que la teoría de la muerte
de María Teresa Toro es bastante verosímil , sin embargo dista años luz de la
historia oficial, el hombre señalaba (según mi fuente) que la señorita había fallecido
gracias a una sífilis heredada de los tiempos parisinos del joven Bolívar, cosa
poco elegante para la historiografía oficial que siempre se empeña en elevar a
los personajes a cotas míticas muy cercanas a los dioses griegos, olvidando la
cualidad humana de sus protagonistas.
Todo
esto viene a cuento ya que he estado pensando bastante en los disparates oficiales
de la caterva de descerebrados que pululan en los pasillos de Miraflores. Ahora
resulta que con lo del nuevo proyecto curricular, el estado pretende reescribir
la historia, cosa con la cual no tendría mayor problema a no ser por la bobería
sosa y la sarta de falsedades dirigidas a construir su mitología mitomaniaca de
la “hermandad cubana”, como la historia esa de que al libertador lo amamantó
una mulata cubana pues la tal negra matea estaba enferma lo que supuestamente
le ocasionó al libertador un inmenso amor por la isla, coño, está bien cilantro
pero no tanto, no es posible que esos vendepatrias enfermos logren plasmar sus
delirios para atornillarse en el poder, lo peor es que mucho imbécil o para no
ser tan cruel, ignorante, se creerá todo eso, permitirá que sus hijos
construyan esa imagen mental de un país reinventado desde la miseria cerebral y
la cicatería intelectual. Lo que falta es que en algún momento a alguno se le
ocurra escribir que fidel es tataranieto de Bolívar pues cuando el barco que lo
llevaba a México en el camino a España, recaló en la Habana para reparar el
palo de mesana que sufrió los embates del mal tiempo, una blanca de castilla ,
quien ejercía los primeros intentos emancipadores de las mujeres americanas vendiendo su cuerpo
para demostrar, que no era propiedad de nadie más que de ella misma, tal y como
ahora las patrióticas jineteras antillanas demuestran el poder de la
entrepierna como generadora de divisas para superar los avatares del
consumismo, se tropezó con el joven Bolívar en el camarote principal y le
enseñó las primeras habilidades amatorias que demostraría en las cortes, con
tan buena suerte que de esa única noche nació un vástago quien a su vez sería
el tatarabuelo de tan ilustre personaje que lidera la hermandad
cubanojalabolistica miraflorina de los salvadores de la raza humana, esta teoría
dejaría algunas respuestas que confirmarían esa aura de familiaridad que existe
entre los antillanos y los venezolanos del alto (des)gobierno, pues todos los
hijos de puta se reconocen y se ayudan entre sí.
Ojalá
esté equivocado, que ese ejercicio imaginativo no llegue a hacerse realidad,
que TODOS nosotros los padres, hermanos, sobrinos, tios, cuñados y hasta
padrastros y madrastras evitemos que nuestros niños y jóvenes cercanos por
consanguineidad o afinidad, caigan en el muladar del engaño oficial en esta
nueva barbaridad “educativa” planteada desde las letrinas intelectuales del
poder. Igual llamado hago a los colegas profesores y maestros, por favor,
demuestren que mi tristeza por su nulidad intelectual sea un falso sentimiento
y con su actitud demuestren que la educación es un hecho de sentido común que
al parecer es cada día más sentido y menos común. Con todo y la grima que me da
quemar libros organizaré más de una fogata pues la basura toca quemarla, sin
embargo buscaré la manera de guardar algunos ejemplares para cuando pasen los años y alguno pretenda decirme otra cosa , mostrarlo y así dejar una muestra real de la inmensa cloaca oficial-conceptual en eso que ellos pretenden llamar educación.
José
Ramón Briceño 2014
@jbdiwancomeback