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viernes, mayo 04, 2018

Elegía políticamente incorrecta



El humor en Venezuela es algo insólito, cierta vez, mientras viajaba hicimos un alto, estabamos en Cumaná (estado Sucre, en el oriente venezolano), paramos a un lado de la carretera, en uno de esos tramos donde hay zonas comerciales en ambos sentidos de la vía, habían muchos locales donde se vendían todas esas cosas que se supone compran los viajeros, mientras los compañeros de carro compraban alguna cosa yo fui en búsqueda de cigarrillos, el primer local era una licorería de pueblo, solo licor barato y cerveza, alguna que otra botella de “vinos” o “sangrías” con estampa sospechosa, allí estaba un señor muy bien vestido, serio, usaba lentes oscuros y sombrero pelo e´ guama, al preguntar por mi marca preferida de cigarros el responde  “Aquí no vendemos vicios” lo que me descolocó por un momento y sin poder hacer otra cosa que contestarle con el mismo humor negro. Que era un contrasentido lo que dijo pues el alcohol aplica como vicio, él me respondió “El alcohol no es vicio, señor, el alcohol es cultura” , al escuchar su contesta sentí una epifanía como esas que dicen siente la gente cuando muere, en fracciones de segundo pasaron veloces tras mis ojos todas (o por lo menos las más edificantes y educativas borracheras insignes con tanta gente inteligente), olvidé lo que habia ido a buscar así que me fuí, tocaba sonreír y retirarse sin más comentarios, ese humor que te dice verdades parciales que sin embargo lo dice todo con pocas palabras, algo así como un profundo discurso filosófico disfrazado de frase banal, sobre todo para los que nos gusta compartir trago y conversa politemática sabemos todas esas cosas maravillosas que se aprenden mientras que uno se intoxica en buena compañía regando el encuentro con el alcohol que sea.

Los cigarrillos por el contrario , más allá del placer inconmensurable de la primera calada matutina con café recién colado, el obligatorio cigarrillo post coital ( hay ocasiones gloriosas en que va todo junto o por lo menos asociado) alguna vez hasta me obligaron a fumar desnudo en un balcón caraqueño pues a la dama no le agradaba el aroma del humo, las múltiples caladas de muchos cigarrillos bañados con cerveza , ron o lo que sepa bien entre gente inteligente, las situaciones con el cigarrillo están más asociadas a situaciones de estrés , a momentos de incomodidad, miedo (además de) más ansiedad como síntoma de lo desagradable que te pasa en la vida.

En cambio casi todas las situaciones con alcohol son buenas, quizás la única contra es aquella derivada de los despechos, que al final, cuando uno se vuelve a enamorar o anda de buena racha bendice.  Por la oportunidad de encontrar ese amor que siempre reconforta, en el otro caso y aunque muchos cuerpos no sea obligatoriamente sinónimo de felicidad tampoco amarga la variedad experimental en ciertas épocas de la vida, lo que en todo caso demuestra que aquel despecho espantoso de la última vez no era más que el preludio a algunas alegrías que sin el despecho no serían posibles, así que hasta benditos son si están bañados en alcohol, luego de la resaca viene la redención.
Aquel licorero de un caserío perdido en una carretera del oriente venezolano bien podría considerarse un de alguna manera sumo sacerdote de una de las religiones más abiertas del mundo, la del alcohol y la alegría, aunque en muchísimos casos está asociada a la violencia, eso tristemente es una posibilidad que no tiene mucho que ver con el alcohol pues igual como hubo Mozart , Vivaldi, Beethoven  y una lista larguísima de virtuosos en la historia de la música , también hay Daddy Yanki , Don Omar y Deadmetal.

Eso de la violencia y la malevolencia de la gente debe ser  algo asociado al ADN humano, cuando uno piensa en la insólita valentía que hacen los elegidos por la humanidad para demostrar que no todo está perdido. Si cambiamos la perspectiva del análisis también podemos ver que los arquetipos son flexibles  no todos los musulmanes son como Mohammed Alí, no todas las niñas afganas se identifican con Malala, no todos los izquierdosos viejos son tan inteligentes para desligarse con vergüenza de su pasado como Don Mario Vargas Llosa o ser tan silenciosos cómplices como el otro también Nobel de literatura pero colombiano quien jamás levantó su voz en contra de las barbaridades cometidas por Fidel y compañía. El alcohol no tiene culpa, también puedes ser vegetariano, tener un hostal para mascotas extraviadas, donar sangre u órganos pero ser una porquería como ser humano, volvamos a eximir de responsabilidad al alcohol.

No he podido encontrar la manera de contradecir a aquel señor, cada vez que enciendo un cigarro por gula en la soledad de mi casa, me siento un pecador reincidente entregado a un vicio en vez de predicar con el ejemplo para seguir compartiendo cultura♦.
José Ramón Briceño, 2016


viernes, enero 05, 2018

“Circo de la Patria”

Venezuela y el “Circo de la Patria”
Tenía mucho tiempo sin escribir para este blog, la verdad luego de tanto redactar he llegado a la conclusión de que no tiene sentido seguir protestando si a nadie parece importarle mucho el asunto, la política en Venezuela es un circo de mil pistas donde los espectadores (forzados) somos los grandes perdedores , como en todo circo hay payasos, maromeros, sonidistas, asistentes , gerentes, trapecistas, coreógrafos, técnicos, matones (seguridad le dicen) ,publicistas especialistas en ilusiones , mujeres barbudas, enanos por gusto y hasta paracaidistas en función continuada y sin días de descanso pues el negocio es de descomunales dimensiones , tan grande que todos buscan un pedazo así sean de miserias, una multitud de aspirantes a cualquier cargo está siempre en fila esperando ser descubiertos. Los espectadores entre tanto sobrevivimos mirando desde lejos   , así que solo queda maldecir por lo bajo mientras el espectáculo sigue.

Matar un negocio de tales dimensiones y que como bono también otorga poderes omnímodos se considera pecado capital, el espectáculo siempre da chance de entretener y en Venezuela son adictos al engaño como forma de vida, tanto así que hasta se ha prohibido reprobar alumnos de educación básica a fin de mantener una provisión de público cautivo , el encanto del circo es mucho y los beneficios inmensos como para permitir el lujo de la inteligencia que para eso son dueños hasta de las franquicias de pasapalos. Lo más grave es que hasta la oposición aspira tener su propia carpa con igual número de participantes.

Como buenos representantes del siglo XXI no hay animales actuando en el circo, esos pertenecen a la cadena alimenticia y por supuesto son parte de las ganancias como en todo espectáculo respetable las ganancias no están en un solo negocio, la diversificación es la clave .  en eso de la diversificación el circo de la patria tiene muchas sucursales que funcionan cuan franquicias, mantienen un numero casi ilimitado de aspirantes y de practicantes en muchísimas pistas menores   , aunque la carpa más grande y productiva está en la capital , también las provincias han iniciado programas para que nadie se quede sin participar, eso sí, con beneficios muy limitados que la entrada es gratis pero tampoco conviene que nadie que no tenga compromiso no participe a fondo pues hay que asegurar que los espectadores no se vayan.

Como la adultez me ha vuelto un fulano amargado y la verdad a mí los payasos nunca me han agradado ni de niño, mucho menos de adulto, dejémosle el circo que los pensadores somos minoría. Ya se me ocurrirán cosas que escribir.

José Briceño
@jbdiwancomeback



lunes, diciembre 11, 2017

Deseo de navidad

Esto lo escribí días antes de las elecciones, sin embargo no cambia mucho mi visión sobre Venezuela ni mucho menos el futuro que ya tenemos encima.

La  vida es absolutamente ilógica, algunas veces hasta parece que los grandes cantores griegos tienen razón en decir que al final todo es un juego de los dioses quienes  para matar el tedio de su inmortalidad se empeñan en complicar las vidas de los humanos para empujar su realidad (la de los mortales) hasta cotas que se pelean con lo que normalmente podríamos pensar como “normalidad”, como soy un hombre que intenta encontrar explicación en casi todo lo que me rodea estoy al borde de volverme una suerte de chaman que predique algún evangelio particular, al final la realidad del mundo hace rato anda trastocada con la cantidad de acciones que de tan viles ya forman parte del inconsciente colectivo como norma de lo aceptable. Para no volverme tan exquisito voy solo a hablar sobre la bondad en estos tiempos.

Veamos , se supone que la política es algo creado para normar el avance de los países hasta llevarlos a tener alta calidad de vida donde el único limite lo pone el individuo, si estudia, se prepara, aprende bien un oficio o es excelente comerciante es posible que pueda sobrevivir con éxito, llevar a su familia adelante, tener tres comidas, casa y pensión de vejez digna que incluya una extensión en su expectativa de vida donde algún acto fortuito de fin a su vida como una excentricidad de la estadística , esos de disparos, puñales , robos o “equivocaciones” den al traste con la vida que sabemos en Venezuela son tan factibles como una bala perdida en Siria. La realidad demuestra la falsedad de tal pretensión, viéndolo desde los titulares de cientos de candidatos a alcaldes que se lanzan prometiendo cosas que sabemos no podrán cumplir jamás , besando viejitas, cargando niños, pagando publico para las caravanas , sonriendo desde afiches mientras en los anaqueles hay precios de comida,medicinas,juguetes o ropa son incomprables que aumentan cada hora, el presidente en cadena nacional asegurando que no hay necesidad de promover ningún canal humanitario pues todos comen tres veces al día y las medicinas flotan con total abundancia en las calles mientras los estómagos de todos en mi casa gruñen por el descontento de conformarse con una infusión herbal (sin azúcar) de cena , amigos y parientes piden por todos los medios posibles que les manden medicinas para sus dolencias crónicas , el sueldo no llega a diez dólares mensuales  por lo que hasta un par de zapatos es un lujo , una PC un sueño y llegar a la quincena con más de una comida al día es una entelequia.

Si lo ponemos desde otra perspectiva, digamos la educación, te entristece saber que tenemos 18 años graduando bachilleres que ni hablar bien saben mucho menos leer, que nuestras universidades hoy abandonadas no tienen recursos de investigación, los profesores no pueden costear libros mucho menos los alumnos pues el costo de un buen texto de consulta fácil son tres meses de sueldo, uno de pregunta ¿ese es el país que nos merecemos?, ¿la bondad de los políticos es esto?, hacer explotar la economía hasta hacer que solo unos  pocos vivan bien y el resto nos revolquemos sobre un estiercolero de pobreza para mantener a los hi de putas políticos y sus trucos de mago con los que hacen sus fortunas.

Según toda la publicidad oficial , el partido de gobierno tiene todas las características de una compañía cuyo único fin es hacernos la vida más feliz (hasta un viceministerio existe) , debería haber un ente internacional donde denunciar el fraude propagandístico debido a sobre oferta engañosa y que no se quede en meras palabras, debería haber una plaga como la peste bubónica pero mezclada con los síntomas del chicungunya , cuyo contagio sea selectivo para que todos los señores y señoras de buena voluntad del Psuv queden contagiados, tullidos y por ultimo fallecidos con el indignante agregado de flotar entre sus propias heces para así pagar cuando menos una parte de la cuota de dolor que nos han hecho sufrir a los que como yo nos negamos a doblar la espalda para dejarnos sodomizar con el carnet de la patria y cualquiera de los miles de inventos utilizados para doblegar la voluntad y hacernos “felices” receptores de su bondad.
José Ramón Briceño, 2017
@jbdiwancomeback

Querido lector, te pido por favor que colabores conmigo haciendo click en la publicidad de amazon que aparece en el  blog para conseguir de alguna manera costear el mantenimiento del mismo,muchas gracias 

jueves, noviembre 09, 2017

La ley contra el odio

Las redes sociales son (en teoría) espacios desde donde uno se puede expresar como bien le venga en gana, se supone que como individuo se es libre de pensar y decir lo que se quiera, usando estos espacios digitales como válvulas de escape ante lo avasallante de las situaciones de vida, también teóricamente somos mucho más libres, pues se supone que el conocimiento libera e Internet es la biblioteca más grande e interesante de toda la historia humana, sin embargo la realidad es otra. Las redes sociales han repotenciado un fenómeno que sucede desde la explosión de la señal satelital, cuando la información e interacción de todos los seres humanos estaba supeditada a la edición de los periódicos o a la emisión de los noticiarios , lo que (en comparación a estos tiempos) era bastante lenta, pero aun así se consideraba que las noticias, impresiones, declaraciones y hasta manifiestos volaban de boca en boca en cuestión de horas, hoy día lo hacen en cuestión de segundos , si le sumamos las redes sociales y todo el cúmulo de adminículos que se manejan junto a las más diversas aplicaciones digitales, cualquier noticia es del dominio publico en segundos sin importar mucho en que parte del planeta estés pues el Internet no respeta ni conoce fronteras.

Desde la explosión de las fulanas redes somos menos libres que nunca pues los censores se centuplicaron y cada idea expresada en los caracteres del medio escogido puede hacerte la vida (más) miserable si los fulanos censores no saben interpretar lo dicho, de hecho en mi país (Venezuela) de manera ilegal han llegado al extremo de inventarse una ley contra el odio que en verdad considero es una daga en la garganta de todos, ahora no solo puedes perder tu empleo en caso de que tu jefe considere que tus opiniones no son cónsonas con las políticas de la empresa, resulta que cualquier expresión debidamente tamizada por el filtro de la retórica ideológica puede llevarte a la cárcel sin apelación ni escape posible.
No es un fenómeno local, digamos que mañana sucede un milagro y encuentro la manera de salir del país, digamos que consigo la forma de hacer suficiente dinero para ir de vacaciones (o lo que sea) para Estados Unidos donde residen gran parte de mis  amigotes de la juventud con quienes tengo una deuda inmensa en fiestas y cuentos atrasados, por supuesto comenzaré una intensa campaña para avisar que voy en camino , quizás hasta me vuelva poético y diga que la semana que estaré allá “Quemaremos las calles para enseñarles a los gringos”, lo más seguro es que cuando esté haciendo mi fila en inmigración, maravillado con la posibilidad de conocer algo del primer mundo (!!!!al fin¡¡¡¡¡) un guardia de seguridad Googlee mi nombre y vea el anuncio en mis redes sociales, en lo que levante la mirada verá a este nieto de árabes de calva y larga barba canosa para jamás creer que eso de quemar las ciudades es una formula retórica para expresar que me beberé hasta el agua de los floreros y si dios es bueno hasta probaré lo de la legalización en alguno de esos estados además quien quita que hasta pueda seducir a alguna dama , no, de seguro creerá que soy un Al Qaeda con pasaporte venezolano e iré a quemar a los infieles, en fin, no conoceré más que la inmigración y volveré con las esperanzas destrozadas por que un imbecil policía no sabe de poesía.

Para ser menos  trágico, digamos que acá en este blog publico un texto sobre lo poco que me agradan esos sitios que llaman “de ambiente” que no es más que un eufemismo para decir que es una disco Gay, en verdad no tengo absolutamente nada contra las preferencias sexuales de nadie pero no me parece interesante estar en un espacio así, como ellos también es mi escogencia decir si me agrada o no el espacio. En el momento en que describa la razón de mi incomodidad seguramente alguno levantará su voz para decir que soy un intolerante, homofobico y quien sabe cuantos adjetivos calificativos ofensivo más por tanto seré candidato a censura y con esta nueva ley hasta preso puedo ir, cuando en realidad para mi el asunto es tan simple como admitir que detesto con toda mi alma la berenjena, que no soporto ni su aroma pues me da arcadas , quizás en ese caso hasta aparezca algún talibán de la buena salud y me acuse de estar haciendo propaganda de odio en contra de los vegetales por tanto los veganos del mundo deberán unirse en contra de un fascista que hace apología de la muerte al declarar que un vegetal le da asco, seguramente para apoyar a las transnacionales culpables de la muerte de millones de inocentes toros inmolados en nombre de la barbarie carnívora.

En fin, vivimos en la época donde el fascismo está disfrazado de buenas maneras, donde toca ser indolente, ignorante y muy importante, militante furibundo que se enfurece ante cualquiera que los contradiga, que insultan a todo aquel que no comulgue con sus credos pero en contrasentido total exigen que todos los “toleremos y aceptemos” sin que ellos jamás nos acepten solo por expresar una opinión muy personal, eso en pos de una buena causa que más parece una malvada por aquello de la rabia que expresan solo por sentir que no se les comparte la idea. Ahora estamos peor, no solo vivimos acoquinados por lo que expresamos, también podemos perder la libertad para exigir una mejora que nunca llega que en Venezuela era lo único que nos quedaba, ya ni eso.

Josè Ramón Briceño

@jbdiwancomeback



Algunas lecturas recomendadas para que entiendan el caso Venezuela 





domingo, agosto 27, 2017

Xenofobia y venezolanos

Desde hace rato leo en todas las redes sociales, prensa digital y grupos en internet sobre la xenofobia que se cierne sobre mis paisanos en toda Latinoamérica. Cada nueva información está invariablemente comentada por muchos en contra y otros tantos a favor de ese pavoroso asunto de odiar de gratis al prójimo, de hecho he oído también a paisanos hablando pestes de su gentilicio llegando incluso al extremo de hablar a la perfección el dialecto local a fin de pasar desapercibidos para evitar el maltrato por parte de los nacionales del sitio donde viven.

El tema da para todo, sin embargo aún no he leído en ninguna parte propuestas para minimizar el efecto de la xenofobia, análisis certeros ni siquiera someros sobre las causas del mal comportamiento de algunos de los paisanos que están regados por todos lados pues seamos claros, los venezolanos han huido hasta donde han podido para buscar mejoras en la calidad de vida. Entre la multitud que cruza las fronteras hay de todo, desde profesionales hartos de mal vivir, malvivientes buscando ganar más a fuerza de lo que sea, trabajadores humildes que se deslumbran npor el espejismo de un sueldo mínimo que traducido a Bolivares son millones allá pero que en otra tierra es como en todas partes, el sueldo mínimo es ínfimo y apenas alcanza para medio vivir con un extremado esfuerzo , sobre todo en las clases menos educadas hay la creencia que con solo salir de Venezuela se acomoda la situación personal para formar parte de la sociedad que te recibe, craso error que pagan con sus vidas en algunos casos y en otros los obligan a sobrevivir a la mala pues como si fuese poco, ante la tristeza venezolana muchos se van sin documentos y otros tantos lo hacen con documentos pero las normativas locales limitan la regularización migratoria volviendo títulos y experiencias recuerdos lejanos y si tienen suerte serán parte de los millones de subpagados que sobreviven al borde de la miseria.

La xenofobia tiene muchas caras y casi todas las he visto, desde el que te maltrata apenas oyéndote hablar, el que te estafa con supuestos empleos que a su vez son otra estafa pero que en tu condición de trabajador ilegal es imposible denunciar, a su vez esa condición de subpagado hace que muchos empresarios inescrupulosos contraten mano de obra barata antes que los nacionales quienes (acertadamente) se quejan de que les quitan el trabajo. En el caso de los malvivientes, de esos no se puede hablar mucho sin embargo el país que los recibe debería cuando menos solicitar antecedentes penales o tomarse el tiempo aunque sea de googlear al aspirante para privarle la entrada si posee antecedentes penales, de los pobres de solemnidad que se vienen sin documentos tampoco pues la ley es la ley, pero eso no es excusa para apelar a malas conductas para sobrevivir. El último caso, el de los profesionales que cruzaron la frontera con ganas de trabajar tampoco escapan a ser subpagados en empleos donde malgastan sus habilidades, sin embargo muchos hasta agradecen pues fuera hay oportunidad de comer tres veces al día aunque no de sueños de American Dream.

Las causas de la xenofobia van desde una natural animadversión a la vulgaridad de muchos compatriotas que aún no se sacan el chip del barrio donde vivían en Venezuela , a los malvivientes que andan estafando a diestra y siniestra que además roban en las calles, como ya dije líneas arriba por que los empresarios inescrupulosos ofrecen muy bajos sueldos que quien tiene hambre y desamparo lo toma pues de otra la solución es volver a su tierra o morir de hambre en tierra extraña, por último los profesionales que tienen la suerte de estar legales y que por su superioridad académica logran cargos (igual subpagados si lo comparan con sus iguales locales)  llevándose por encima a muchos locales que aspiran al mismo puesto de trabajo, si a todo eso le sumamos la ridiculez y el amarillismo de muchos medios de comunicación hay por supuesto el caldo de cultivo para que te odien por tu pasaporte sin saber ni siquiera si eres mala o buena gente, el gentilicio te condena de una vez.

Soluciones hay muchas, desde que el país receptor pida antecedentes penales a todos aquellos que pretendan pasar hasta organizar a las fundaciones de acogida para que levanten un petitorio a los gobiernos para agilizar visas humanitarias a los que las soliciten, incluyendo claro programas de formación en áreas laborales para los extranjeros que deseen tomarlos. Hay países que ya están tomando medidas en ese sentido y se aplauden sin embargo hay otros donde las medidas humanitarias parecen no tener impacto real en la cantidad descomunal de emigrantes venezolanos que se cuelan por las fronteras permeables de cientos de maneras aparte de la legal. Para mitigar la xenofobia los paisanos deberían hacer sus propios medios de comunicación, solicitar a fundaciones que a su vez demanden mesura a los medios pues francamente están haciendo fiestas semánticas para avivar el asunto xenofóbico solo por tener más visitas en sus notas a su vez hacer presión por todos los medios posibles para que los gobiernos de los países que reciben a los emigrantes relajen un poco las medidas para permitir que los emigrantes puedan regularizar su situación legal , solo así podrán dejar de ser parias para comenzar a ser parte productiva del país que los acoge incluyendo la generación de impuestos y la colaboración plena con la sociedad, a los molestes pues nada, esos “amigos” deben ser deportados sin mucho ruido, no es posible que ninguna nación reciba gentes con prontuarios policiales, pero la inmensa mayoría no tiene ni siquiera un paseo en patrulla policial, son gentes de bien que escapan del hambre pues en Venezuela hasta quien tiene trabajo pasa hambre.

Otra cosa, ya basta de dar lástima diciendo lo miserables que nos sentimos por estar pobres y desamparados en tierra extraña, toca ponerse los pantalones, ofrecer soluciones y por sobre todas las cosas, dejar de dar razones para que los locales nos odien, muy al contrario hagamos causa común para que nuestro gentilicio sea bien recibido, organicemos a los profesionales y los que tienen oficios para que den instrucción a quienes no a fin de capacitar para el trabajo, denunciemos de manera organizada el maltrato laboral, la estafa y la segregación que es un derecho humano contemplado por todas las naciones que comprenden las convenciones internacionales, vetemos a los medios amarillistas y seamos solidarios con el que lo merece.
José Ramón Briceño , 2017
@jbdiwancomeback


miércoles, enero 18, 2017

Reflexión obligada

Morir es un acto natural, por mucho que nos disguste o entristezca la idea igual todos terminaremos algún día muertos, el ciclo de la naturaleza no se detiene. Al final el problema no es morir pues todos legaremos a eso, el asunto es como, cuando y de que manera toca irse de este mundo, Venezuela al parecer se ha vuelto una suerte de sucursal menor de la muerte.

Digo menor pues hay zonas como Siria donde la guerra hace estragos más fuertes y  morirse es la cosa más factible del mundo, en Venezuela también sin embargo a diferencia de Siria, aún no hay bombardeos masivos ni intereses encontrados entre potencias que tranquen el juego, pero ante la miseria los intereses se hacen más ambiciosos, el hampa se une en sindicatos y hasta los entes gubernamentales son parte activa en todo ese entarimado de maldades que terminan con la vida de 28 mil compatriotas al año, una suma barbárica solo imaginable en tiempos de guerra y que nadie más que los que hemos vivido allá entendemos a cabalidad ya que conocemos de cerca el miedo, las balas, los hospitales y hasta el hambre muy de cerca, sabemos que toca a veces como una vez al día para estirar lo poco que tenemos de comer, sabemos lo que es pasear por el centro de alguna ciudad buscando ofertas para organizar cuando menos una comida fuerte al día y saber que tu sueldo no te va a alcanzar para mucho más que eso, rogando que nadie se enferme para no terminar más estresados de lo común, sabiendo además que cualquier cosa que hagas debe ser resuelto antes que caiga la noche ya que al amparo de la oscuridad se multiplican las posibilidades de que te conviertas en un número más de las estadísticas, bien sea por que tienes o porque no tienes y al malviviente le da bronca que no tengas nada que quitarte.

Todas las mañanas enciendo mi computadora para testear que ninguno de mis seres queridos ha sido tocado por la maldad imperante en aquella tierra, en la búsqueda me tropiezo con cosas espantosas, desde linchamientos, decapitaciones, amenazas públicas de grupos armados que piden un dinero a cambio de no secuestrar a alguien si acaso no matar a algún familiar, muertos por falta de medicinas, peticiones desesperadas de tal o cual fármaco importante para vivir, una inflación que en verdad supera toda mi capacidad de asombro y lo peor es un gobierno que se empeña en mentiras que solo ellos creen mientras los demás están muriendo por varias causas que van desde enfermedades, malnutrición, miedo y depresión pues nadie que viva de esa manera puede salir indemne de tal catástrofe .
Pensando el asunto me preocupa que al parecer a nadie interesa nada en Venezuela pues la capacidad de asombro pasó hace rato el umbral del espanto logrando que la gente vea de lo más normal tropezarse un muerto en la acera, como si de un bulto de basura se tratase. Hace algunos años, el gobierno tan sabido en artimañas para librarse de responsabilidades eliminó del código orgánico procesal penal el artículo que se refiere a la “notitia criminis” que no es más que la obligación por parte de la fiscalía de investigar cualquier delito denunciado por los medios, he ahí la razón por la cual la prensa se desgañita denunciando y nunca pasa nada.

Ahora bien, la queja en nada ayuda, toca comenzar a buscar soluciones, la más simple seria proponer un holocausto de balas y muertos por doquier, desde bombardear las cárceles con todo y presos hasta pasar por el paredón al tren ministerial junto con el poder judicial, sin embargo ya sabemos que no se puede a menos claro que recibamos ayuda con armas, tropas y municiones para quemar el país por los cuatro costados sin que se salve nadie para luego reconstruirlo todo como nos merecemos. La otra opción menos cruenta sería la de separar el país en dos partes, una república del sur donde la democracia y la honestidad sean los valores que se propugnen desde todas las palestras, donde el futuro sea lo que queremos y la otra mitad se la regalamos a los animalejos rojos para que hagan con ella lo que les de la gana.

Ejemplos sobran en el mundo, sería una medida salomónica que nos ahorraría horrores , hambre y el desespero de todos los días, sé que muchos exiliados volveríamos a trabajar por una nueva república donde nuestras familias puedan volver a tener futuro, seria duro , pero les cuento que luego de irme de mi país cualquier cosa me parece menos ruda pues antes de huir conocí de cerca todas las miserias de ser un mendigo con sueldo profesional y en el exterior he conocido la cara fea del miedo, ese mismo de no tener más que lo que cargo en mi maleta y confiar en que mi único capital (mi cerebro) acá me dé lo suficiente para salvar a mi familia que quedó allá.

Sería interesante conocer las opiniones de quienes también andan hartos como yo, organizar un movimiento secesionista que nos permita lograr el futuro que la peste roja nos niega y que a pesar de lo duro que pueda parecer, comenzar de cero no siempre es tan malo, quizás así nos quitemos el estigma de vivir pensando que vivir es un ejercicio de supervivencia.
José Ramón Briceño, 2017
@jbdiwancomeback



jueves, enero 05, 2017

Venezuela, el Mercosur y Uruguay (crónica del exilio IV)


Hace un poco más de in mes que llegué a Uruguay, como he contado en ocasiones anteriores lo hice en autobús y gracias a la ayuda de muchos con los que me he cruzado, de otra manera dudo que hubiese podido escapar de allá. ¿Las razones de mi salida? No creo que necesite mucha explicación pues todos saben lo que allá sucede y también saben que muchos de los que huimos lo hacemos por la misma razón, escapar al destino de mendigo asalariado que tenemos casi todos allá, sobre todo quienes no comulgamos con la ignorancia ramplona que exhibe la supuesta izquierda venezolana.

Estando acá me he dado cuenta con absoluta sorpresa de que mucha gente piensa otra cosa, todos desconfían de los medios de comunicación y creen que se exagera, sobre todo porque no pueden pensar que sea cierto que para comprar un rollo de papel higiénico toque hacer cola, que no existan medicinas , que ganes en un mes lo que cualquier obrero gana acá en una mañana de trabajo así seas profesional y que la violencia sea tan estratosférica como ya sabemos que es, eso sin incluir las trapacerías del gobierno ni la peligrosidad de los cuerpos de (in)seguridad del estado que si no te extorsionan te ponen preso hasta por tuitear tu disgusto.

El emigrante que no sale con dinero de su tierra se enfrenta a varios terrores, el primero por supuesto es estar absolutamente solo, sin familia y con muy pocos amigos, cambiando de costumbres y hasta enfrentándote al reto de encontrar empleo a pesar de la edad (sobre todo los mayores de cuarenta). Como las cosas están en movimiento, cuando salí de mi país aquel 22 de noviembre del año pasado pensaba adherirme al estatus migratorio que ofrecía la visa Mercosur, con sorpresa me enteré que ya no somos parte de aquel convenio, ¿Qué hacer? La verdad ni idea aún sigo investigando como darle la vuelta al asunto, seria una cosa muy fea andar tanto para terminar de paria desandando el camino pidiendo cola para poder volver a Venezuela donde ni casa tengo ya.

Esa gentuza del gobierno es la peor plaga que nos ha caído, en vez de mantener un convenio tan razonablemente provechoso para todas las partes se pone imbécil y nos expulsan, lo más grave son las consecuencias que para nuestro país traerá esa decisión tan terrorífica como lo es el aislamiento internacional en estos tiempos donde la globalización es la norma, donde gracias al internet la interconexión es un asunto cotidiano y las libertades individuales o colectivas un deseo de todos los ciudadanos independientemente de cómo sea su ideario político, la salida del tratado Mercosur al parecer también afecta los convenios internacionales entre las universidades Venezolanas y las distintas dependencias de los países miembros, dejando por fuera también a mucho profesional calificado sin posibilidad inmediata de ejercer su profesión de manera regular.

Algunos países ya han levantado su voz creando leyes especiales para que los venezolanos que huyen de la tragedia de su país puedan estar legalmente en sus territorios, tengo la esperanza de que en algún momento Uruguay hará lo propio pero mientras tanto seguramente habrán otros compatriotas en el mismo trance de haber venido buscando una solución pero se encontraron con un problema mayor pues al no estar legal no podrán acceder a ningún empleo bien pagado ni mucho menos a obtener aquel futuro que salió a buscar dejando todo atrás.

Espero que la respuesta llegue pronto, mientras tanto seguiré buscando las posibilidades tanto de empleo como de futuro, tengo la esperanza de que alguien me cuente como es el asunto pues al parecer nadie sabe muy bien como es el asunto, una cosa dicen en migración en la frontera, otra lees en los portales digitales y de seguro alguna otra me dirán cuando pueda ir al ministerio de relaciones exteriores a buscar información para regularizar mi estatus migratorio. Por ahí dicen que dios aprieta pero no ahorca, aunque ya la asfixia molesta un poco.
José Ramón Briceño, 2017
@jbdiwancomeback



sábado, diciembre 31, 2016

Mañana de noche vieja, 2016

Soñar tiene sus bondades y sus maldades, sobre todo cuando ese sueño es causante de algunos males en pos de un supuesto bien mayor, el atropello en nombre de lo que sea, sobre todo cuando ese “lo que sea” causa peores cosas que las que pretende curar ha sido la plaga más grande de la humanidad desde que esta descubrió que con la retórica todo se justifica y los pobres de espíritu siempre son mayoría con lo que la dupla política/necesidad logra hacer que millones crean mentiras que la historia no se cansa de repetir su fallido sino.

Sin embargo y a pesar de los sueños malvados también existen otros amables, esos que logran que uno se esfuerce, piense, trabaje y hasta se arriesgue cuando no encuentra otra opción que saltar al vacío para buscar las metas perdidas, en ese sentido hay muchos venezolanos por el mundo buscando esos sueños que su país les niega, hay otros que no se van precisamente para lograr que eso se les cumpla, los menos son aquellos que se rinden ante el desencanto y sucumben a la tristeza dejando que la vida los lleve a tumbos hasta el sepulcro, de estos últimos están llenas las barriadas de mi país. Esta gente sin sueños más allá de comer mañana, de sobrevivir al atraco en cualquier parte, de estar atentos a los ruidos de las balas para esconderse bajo la cama apenas suene muy cerca, evitar la policía no vaya a ser que alguno se enamore de alguna pertenencia y termine en una comisaria robado y sin posibilidad de denunciar a nadie pues a las autoridades les vale madres que un don nadie les reclame, perdón ellos no conocen el significado de la vocación de servicio ni el de ciudadano con derechos, el derecho comienza y termina con un nombramiento oficial, un compadrazgo , una amistad influyente o un carnet partidista de resto todos son ceros a la izquierda en la ecuación del poder  por tanto no existes más que para ser parte del sustento de las autoridades, también aplican los esbirros de la bolsa de comida o los otros que a lomo de moto defienden sus feudos libres de policías a cambio de vender su ínfima alma al demonio de la revolución.

Hay sueños sin embargo que se cumplen, en algunos casos comienzan como pesadillas plenas de nostalgias, tristezas y angustias que por lo general desembocan en alegrías amortiguadas por la distancia de gente con la que se quisiera festejar y alegría sin compañía se disuelve en el éter de las memorias. Desde que salí de Venezuela no hago más que pensar en ella, en mi hija, en mi viejo quien por cierto es un soñador compulsivo cuya pelea diaria va en función de no dejarse ganar por el desaliento, en mis amigos que quedan allá, en mi cielo azul, mis montañas , mis playas y hasta mis calles que por feas no debería recordar pero uno siempre añora el hogar por más amargo que este pueda parecer, me fui en pos de un sueño, a falta de balsa pude irme en autobús.

Hoy me he levantado de madrugada viendo un cielo gris que anuncia un día no muy bonito que digamos, quizás eso juega para que me ponga nostálgico queriendo sentir un abrazo que se no voy a poder tener hasta dentro de algún tiempo. En busca de volver a tener ese abrazo no me permito dejar de soñar, también quiero que nadie deje de hacerlo, me gustaría mucho que en este año que comienza mis compatriotas dejaran de solo desear para trabajar activamente por sus metas, no se dejen ganar por el desconsuelo, el hambre o el miedo, si la política no los ayuda háganlo ustedes mismos miren que el poder e sustenta en cuatro pelagatos armados pero que con maña se puede revertir. Quienes como yo están en el extranjero prepararse, aprendan, hagan contactos, contribuyan a la causa, déjense de olvidos que su país los necesita y que al caer aquel horror igual tenemos que volver para empujar lo que queda y convertirnos en lo que pudimos ser y no fuimos por la culpa de quienes utilizaron los sueños de autoengaño para apropiarse de vidas, bienes, hogares y sueños.

Espero que este año, luego de las doce a pesar de la escuálida cena que tendrán (los que tengan que comer y beber) la rabia se transforme en el eco generador de nuevas ideas, de inspiradas acciones y que toda esa energía se centre en lograr sus sueños para que se cumplan más allá de sus expectativas.
Hoy estoy soñando con que todos cumplan sus sueños, quiero que sepan que si se puede y si se pone manos a la obra el universo nos recompensará con sorpresas que escapan a nuestra comprensión, que desde el mismo instante en que lo piensen su mesa se llene de comida, que los que se fueron vuelvan, la mesa no tenga puestos vacíos, las revoluciones sean solo un mal recuerdo, los niños tengan futuros brillantes, la pobreza solo sea para quienes no se preocupan en evitarla , el hambre una excepción y no esa espantosa regla que toca a todos aquellos que no ganan cientos de dólares (por no decir millones y esos sabemos quiénes son) , que la tristeza abandone el país para volver a ser alegres y despreocupados, total, que el año nuevo inunde los hogares de mi país junto a los de cientos de miles de compatriotas que andan rodando por el mundo persiguiendo el sueño de libertad y progreso que la evolución les ha negado por simple necedad de ser la peor bazofia humana que ha tenido poder desde hace más de un siglo, que esa bazofia desaparezca de la faz de la tierra, que los pseudointelectuales tengan vergüenza de seguir defendiendo lo indefendible y que el próximo año mis letras sean más amables por tener la meta cumplida de que mis sueños también se cumplan más allá de las más desatadas y delirantes expectativas .
José Ramón Briceño, 2016

@jbdiwancomeback







jueves, diciembre 29, 2016

Cerca del año nuevo

Gabriel García Márquez decía que las diferencias entre la vida y la literatura solo era cuestión de formas más no de fondo, la primera vez que leí tal frase me quedé de piedra pues hasta ese  momento pensaba que la literatura pertenecía exclusivamente al mundo de la imaginación donde cualquier cosa podía pasar, en ningún caso a la “vida real” donde todo está gobernado por las inmutables leyes del tiempo y el espacio, en este día no puedo hacer otra cosa que quitarme el sombrero ante tal afirmación ya que la vida misma me ha demostrado la veracidad de que cualquier cosa puede pasar y sin importar cuan increíble suene ya alguna persona ha escrito algo al respecto.

Esta mañana a escasos dos días de terminar el año  es la primera vez en que estoy realmente solo, mi familia está a miles de kilómetros de distancia, también por primera vez en doce años estaré lejos de mi hija quien sigue atrapada en el infierno tropical venezolano, de más está decir que he amanecido desolado con esta situación, estar  sin familia es un asunto bastante amargo cuando uno se pone viejo y en teoría debería ya tener la vida resuelta a los 45 años. Hui de mi país hace apenas un mes, me fui en autobús, me robaron en la frontera mientras dormía, tocó dormir en aeropuertos y estaciones de autobús, he conocido el miedo y jamás estuve tan preocupado por mi futuro como en estos días, todo esto sin contar la angustia que me tiene al borde de un colapso nervioso por mi gente querida  que está atrapada allá.

Al principio de este texto hablaba de la semejanza entre la vida y la literatura, hoy me he levantado pensando en “La divina comedia” de Dante Alighieri, aquella que relata en versos como Dante de la mano del poeta Virgilio atraviesa el infierno para ir al cielo a salvar a Beatriz, su amada, de la muerte y llevarla a la tierra ara terminar de vivir su vida juntos, la razón de pensar tanto en aquella obra está en que al leer las noticias sobre mi país siento que he escapado del infierno, no estoy en el cielo aun pero tengo confianza en que encontraré un empleo decente que no solo me permitirá vivir con cierto decoro, también podré rescatar a los míos de aquel horror tropical.  

Aunque a diferencia del poeta no voy a salvar ningún amor carnal puedo apostar bolívares a dólares que tengo más amor concentrado en las personas que dejé atrás que Dante por la sosa de Beatriz ya que el amor por hijos y familia sobrepasa por mucho el que se pueda tener por alguna mujer, ellas como los años pasan pero la familia queda ya que el vínculo (la mayoría de las veces) es más fuerte que la muerte.

Todos los venezolanos emigrados sabemos lo que allá sucede, los que salimos de ultimo conocemos desde dentro como es el infierno. Particularmente yo conocí el hambre y la desesperanza en este último año cuando mi sueldo era tan miserable que muchas semanas las pasé comiendo una sola vez al día y a veces ni eso, donde aprendí que la comida más humilde, esa a la que en otros tiempos  hacía ascos sabe a veces como el manjar más exquisito luego de muchas horas sin nada en el estómago, el placer de una salida al cine con mi hija era un asunto máximo ya que solo podía hacerse cuando por casualidad hacia un trabajo a destajo que me permitía algunos días de calma económica, hasta mi gato conoció la miseria ya que de estar acostumbrado a su alimento granulado terminó comiendo sardina cocida con arroz partido que son las cosas más baratas que se pueden comprar, al principio le costó pero el hambre pudo más que su escrúpulo.

Mi hija ha tenido mucha suerte, a pesar de la pobreza indignante de su padre, ella tiene una madre que más allá de nuestras diferencias es una buena mujer, por fortuna la niña no ha pasado  hambre pues la señora ha acomodado su economía teniendo como prioridad la alimentación de ellas, como podrán imaginar entre otras culpas que arrastraba era la imposibilidad de cumplir con mis obligaciones como padre, cosa que me tomo muy en serio ya que tengo la teoría de que si uno trae hijos al mundo es para hacerse responsable de todo lo concerniente a ese niño, no puedo entender a esos amigos que se separan de mujer e hijos, aunque en algunos casos la cosa es culpa de las mujeres por su manía de fastidiar la vida de los exmaridos, creo que uno debe ser más fuerte que eso ya que en el futuro la única persona a la que le preocuparas será a tus hijos , los demás no pasaran de un lamento y una palmada en la espalda, los hijos harán mucho más pero eso solo será en el caso de los padres que hacen de la paternidad un lugar feliz, no de aquellos que lo vuelven un páramo de soledad.
En fin, al igual que Dante atravesé el infierno, podría escribir un libro narrando las peripecias de náufrago pero sería como solazarse en el dolor de un despecho, un ejercicio inútil de tristeza. Este año nuevo quisiera creer que aún hay esperanza para mi país, que comenzaré a reunir para volver a mi calor, mi mar, mis montañas, mi hija, mi viejo, mi gato, mis amigos entrañables, mis amigas extrañadas, mi ron, mis conversas a la luz de los tercios  y cuando toque el último viaje pedir a mi hija que bote las cenizas en algún rio de la montaña que me vio nacer y que hoy extraño con fuerza.

Dante llegó hasta el cielo yo apenas he salido del infierno y estoy sentado frente a la puerta esperando la oportunidad de sacar a mi gente querida y si se puede también ayudar a otros para que se vayan de allá.

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José Ramón Briceño 2016

@jbdiwancomeback

He escrito una novela de aventuras bastante entretenida que puedes comprar acá 

martes, diciembre 27, 2016

Desde afuera

Tengo unas semanas en el exilio, como todo inicio es complicado este no podía ser menos ya que entre la indefensión normal de quien se va casi que con lo puesto, los trámites burocráticos, estar lejos de todos mis seres queridos y la incertidumbre natural de empezar poco menos que desde cero luego de los cuarentas hace que mi crónica depresión me juegue malos ratos pero toca afrontarla para sobrevivir. Como tengo rato haciendo vida en las redes he conocido mucha gente en el camino y entre ellos a un periodista uruguayo quien me invitó a su programa radial a fin de informar a sus radioescuchas de la historia de un venezolano cualquiera que un día decidió que tenía que irse antes de morir de mengua o algo peor.

Entre las preguntas que hizo hubo una en especial que me llamó a la reflexión, ese amigo preguntó si yo era un exiliado político, si había persecución en mi contra (lee este blog con cierta asiduidad y conoce mi posición política) la respuesta en principio fue hablar de exilio económico ya que entre otras cosas me fui por no ver como solventar los apuros económicos normales de mi familia ni los propios gracias a una política económica que no permite que el sueldo docente alcance para comer ni mucho menos otras cosas casi de igual importancia. Luego de terminada la entrevista me he quedado pensando en el tema y he llegado a la conclusión de que efectivamente soy un exiliado político pues la situación política y económica fue la que me empujó a ese largo periplo en autobús desde Maracay hasta Uruguay.

Aún estoy acostumbrándome a esta nueva situación, muchos me aconsejan dejar a Venezuela en el olvido y encarar este nuevo destino pero es difícil olvidar 45 años de vida, mi hija, mi padre, mi familia y hasta mi gato que se quedaron allá en aquel infierno tropical donde la desesperanza va junto al café de las mañanas, donde todos andan buscando como comer o como encontrar la salida del laberinto de las miserias revolucionarias. La verdad no he podido desligarme de la angustia que me provoca leer las noticias, hablar con los amigos que quedaron allá, saber que mi hija está en peligro aun mientras duerme en su cama, con pánico de que mi viejo se deje ganar por la melancolía del pobre y no vuelva a levantarse por las mañanas o que alguno se enferme en un país sin medicinas.
Ciertamente nunca caí preso por mis ideas pero estas sin me trajeron problemas, por ejemplo, jamás fui beneficiado con la bolsa de comida pues he sabido que me sacaban de los listados que organizaban en mi sitio de trabajo, tampoco tuve nunca  el beneficio del cargo fijo que acumula prestaciones, jubilación ni otro beneficio gracias precisamente a mis ideas políticas tan en contra de ese estado que nos estaba matando de a poco, a pesar de las leyes que otorgan los cargos vacantes a los que ejercen interinato si no hay otro candidato y este interino cubría todos los requerimientos del cargo, estuve tres años así.

Lo peor de toda la situación venezolana es ese ánimo de fracaso que nos une a todos los profesionales, sobre todo entre los que ejercimos desde nuestras aulas ya que cuando el sueldo no te da para comer, te quitan todos los beneficios, no te permiten hacer tu trabajo a cabalidad ya que las estadísticas van primero que la educación se hace complicado mantener el autoestima , la suma de todos esos factores hace que te plantees la certeza de que eres un fracasado que no puede tener las cosas que aspiras, así estas sean tan simples como un seguro de vida para estar tranquilo, una casa a la cual llamar hogar, comprar libros, comer con la certeza de que mañana habrá más comida y planificar cuando menos una vacación al año, si comer es difícil mucho más lo es pensar en vacacionar .

Esa sensación de fracaso que flota en el ambiente nacional (pienso) hace que todas las iniciativas se mueran en el inicio, cuando todos temen los malos ganan y en Venezuela el miedo es grande, la maldad sobra y ellos a su vez están enquistados en todos los niveles de la vida nacional, protegiendo incluso con sus vidas el poder que les ha sido conferido para hacer el mal con una sonrisa a flor de labios, teniendo como resultado que la fatalidad sea algo cotidiano y lo contrario una excepción.

Todos los que viven fuera de las fronteras patrias somos exiliados políticos, todos huimos como bien pudimos, muchos más siguen en la cola del exilio mientras el país sigue ardiendo por los cuatro costados entre hambre y desesperanza sin que exista solución inmediata o cuando menos aparezca algún grupo de presión que responda al gobierno con el único lenguaje que respetan, el de la violencia.  Nadie se espante, creo que el régimen ha dado muchas muestras de no importarles mucho las formas legales, para ellos la ley no existe, quien no tiene escrupulos para dejar que miles mueran por mantener sus feudos tampoco merecen el beneficio de la piedad pues es mucho más ofensivo quien planifica las muertes como un abusivo ejercicio de pánico cerval por los pecados cometidos en el cargo de poder que quien se defiende de ellos cobrando con la misma moneda.

Se hace necesario que las fuerzas opositoras se dejen de escrúpulos, hablen con los viejos de izquierda que ellos sabe cómo organizar una resistencia armada, los que están en el exilio y tienen posibilidades comiencen a conspirar para encontrar fondos o patrocinante que igual deben aparecer cuando por fin saquen a los barbaros de rojo que no van a dejar títere con cabeza en su empeño destructor.

Por lo pronto y para no decir que solo hablo me han ofrecido un emprendimiento digital desde donde hacer ruido evitando el mal gusto de otras páginas que se revuelcan en el lodazal del amarillismo, ahí tengo una plataforma para dejar en claro que hay gente valiosa en todo el mundo, dispuesta a darle una mano al país. Si soy un exiliado político es necesario comportarse como tal, todos lo somos y estamos en deuda con aquel país que fuimos y ya no tenemos, toca hacer frente como bien podamos.
José Ramón Briceño, 2016
@jbdiwancomeback

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sábado, diciembre 17, 2016

Crónicas desde la resistencia

Esto lo escribí hace rato y lo publiqué en otro blog, sin embargo ante tanto locura en Venezuela toca un respiro y buscar algo de entretenimiento para no morir de un infarto.

Esta mañana el mundo amaneció diferente, no sé qué es, se siente algo raro en el  aire, está como enrarecido, el autobusero me sonrió, los vendedores ambulantes que antaño se montaban en los autobuses ahora ponen una cestica en la parada del centro y se paran junto a un cuartel, no hay evangélicos a las puertas del centro comercial con su aura de bonhomía y sus panfletos de tigres besándose con corderitos, claro, de watch tower. Algo pasa, estoy camino a mi nuevo empleo, de repente se oscurece el cielo y desde un relámpago fulgurante se oye una voz que dice, mi hijo ya está entre ustedes, mosca con una vaina que los quemo a toditos, nada de crucifixiones, si nada le pasa algunos conocerán la gracia divina, del susto me desmayé.


Desperté en el hospital, en una habitación limpia, con aire acondicionado, televisión por cable y hasta teléfono a un lado de la cama, mientras volteo a buscar de donde sale ese espantoso timbre, lo descubrí, era de parte de mi hija que llamó preocupada pues un muy amable señor le comunicó que venía de parte del hospital a notificar que yo estaba en observación, solo tenía un shock producto del impacto cataclismo de la llegada del nuevo mesías, sin embargo me tenían en observación solo por precaución. Lloramos ambos de alegría y todo estuvo bien hasta que mi bebé me recomendó muy seriamente rezar 15 avemarias y seis padresnuesntros para hacerme perdonar la última mentada de madre que pronuncié en voz alta antes de desmayarme, además claro recomendarme que era de muy mal gusto bucear señoritas que podrían ser mis hijas, que dejara de pensar cómo hacerle propuestas indecentes a las enfermeras, un mal vicio este de andar imaginándome cualquier cosa.

A todas muy sorprendido le pregunto, ¿Cómo sabes tú esa vaina?, ella me responde no sin antes regañarme por usar la palabrota, que en este nuevo orden cualquier pensamiento impuro, soez, mal intencionado y lujurioso, era retransmitido telepáticamente a todos los seres queridos del sexo femenino y en el caso de las mujeres era al revés, la verdad yo no sentía nada de eso, seguro fue que la cosa mágica del asalto celestial en la invasión me pasó por encima cuando estaba desmayado y me salvé.

Mientras descansaba y tomaba mi celular para llamar a  mi novia, pero no existía servicio, pregunté a una enfermera y me comentó que ahora todos era marca Celestialringtones, ya no habían otras operadoras y además mi modelo era digital de vaina, lo que lo hacía un poco más arcaico e inservible.

Salí a dar un paseo por el pasillo del hospital mientras esperaba que una enfermera me trajese mi ropa de la lavandería, miro por la ventana y veo mis montañas, la avenida, el parque y hasta el estacionamiento, sin buhoneros ni gente vendiendo empanadas fritas en aceite de camión, era el norte de mi ciudad, mis montañas queridas y según esa mirada estaba en el hospital central de Maracay, caramba, algo pasó y no me di cuenta, en la habitación de al lado estaba una hermosa señorita quien al parecer le ponían sus primeras prótesis cosméticas y había una suerte de tribu de muchachas de unos 21 diría yo, como salidas de un calendario Playboy, en ese momento, mientras comienzan a salir imágenes poco pudorosas de lo que se podría hacer, siento un golpe eléctrico en la nuca y se me apaga la luz de nuevo.

Despierto algo adolorido y una amable abuelita me da una pastilla y un jugo, estoy en un sitio con barrotes, sonaba en el ambiente la tercera estación de Vivaldi, a volumen muy suave, relajante pues, tocan la puerta de lo que ya me doy cuenta es una celda, pasa un centurión, de faldita y demás, en vez de lanza portaba una garrocha eléctrica y en la otra mano una Tablet que consultaba constantemente, se presenta y dice ser del cuerpo de la compañía de Jesús, la guardia de honor del mesías quien requería de mi presencia de inmediato.

Allí me montan en una cava policial, tenía aire acondicionado, asientos de gobelino francés y más Vivaldi aunque me comentaban que preferían a Mozart, salimos del hospital hasta el nuevo palacio presidencial, ese estaba en la cima del Henry Pittier, en plena selva húmeda, podría jurar que era la estación biológica pero limpia y con muchos animalitos en todos lados, al parecer había una fiesta y en el jardín entre faisanes, pavos reales, ardillas, un oso palmero, unas cuantas serpientes, venados y un par de tigres a cada lado de los músicos que tocaban unas piezas de Bizet excelentemente orquestada, eran un octeto de cuerdas y vientos. Había mucha gente de Smoking, mujeres hermosísimas y otras no tanto pero de igual manera acordes con el paisaje, en ese momento el centurión ese de la faldita blanca me dio un lepe, por pensar de manera lujuriosa de una dama de vestido azul, piernas de infarto y un escote trasero que se le perdía en la espalda con pecas y todo, bella pues.

Seguimos caminando y nos recibió otro pero de librea y peluca, que me conminó a acompañarlo por unos pasillos que parecían sacados de una pesadilla de Liberace cuando durmió con Truman Capote, todo impoluto y de un lujo difícil de esperar, buena, al fin me dejaron frente a una puerta y desde adentro una voz me invitó a entrar.

Era una oficina gigantesca, con techo de vidrio y una verdadera selva tropical adentro pero con clima de montaña, en un escritorio de oro con incrustaciones de algo que parecían ser diamantes engastados en monturas de platino, estaba sentado un señor joven. Diría yo de unos 35 años, rubio, en forma, vestía un traje blanco sin corbata y calzaba unas sandalias que aparentaban ser rusticas, pero muy disimuladamente se podía leer Nike Air. Se presentó como Jesús de Nazareth, presidente vitalicio y eterno de Venezuela, al ver el sarcasmo dibujado en mi mirada, me reprendió y me aseguró que él era el Mesías, sin embargo yo era el único en este país que por algún misterio divino no me encontraba bajo el encantamiento del dios padre para arreglar un poco la cosa por acá.

Me hizo sentar en un pupitre, muy cómodo, pero pupitre al fin y me dijo que mi penitencia era escuchar su historia pues sabía que apenas llegase a mi casa la escribiría, que era un vicio muy arraigado en mí, gracias a esa dispensa podría fumar, tomar café y todos los caprichos que me provocase, total, solo no hay chance de cometer fechorías y si por telepatía mi novia e hija se enteran ahí la cosa se complica.

 La planificación de la invasión comenzó un mes atrás, cuando en el despacho de relaciones públicas del cielo, seccional Suramérica, capitulo Venezuela, había un desastre de relaciones públicas, los evangélicos de pare de sufrir se fueron del país porque el diezmo de sus acólitos no alcanzaba para las prostitutas del señor obispo., la cosa pintaba mal, pero peor les dejaba eso del “tiempo de dios es perfecto” frase que todos repudiaban y con él a la santísima   benevolencia celestial, eso no podía ser, acto seguido y por órdenes superiores se organizó una reunión de santos locales con el alto gobierno del éter, analizaron las ultimas cuatrocientas noventa y tres millones de suplicas de los últimos tres años, revisaron los miles de dibujitos, letreritos, foticos y cosas que rodaban por Facebook y twitter de temas católicos y las respuestas debajo de cada posteo era infame para la política celestial, se discutió la posibilidad de un tsunami que acabase con la plaga de venezolanos pero San Silvestre abogó por la vida de los animalitos, San Gerónimo trazó un plan de contingencia para la evacuación de la fauna, igualmente San Silvestre se molestó por los arbolitos, ahí José Gragorio lo secundó y se acordó del Avila y las montañas de sus andes natales, ante tal suplica de un santo que al parecer es el más venerado y de paso con don de gentes, Jesús puso a la orden su ejército y le planteó el plan de invasión a la comunidad del santoral local y a su mamá quien también es reverenciada por muchos de estos lados.

Dios padre, recordando lo mal que lo pasó su hijo la última vez que anduvo por la tierra, decide darle una ayudita con sus supermega poderes, arregló todo lo que estaba mal en el país, desapareció la contaminación, las drogas, el alcohol, botó a todos los infieles que no eran católicos le puso un grillete cerebral a todos los venezolanos para que por esa interconexión no les diera por volver a joder, desapareció todas las armas y hasta las blancas, reformó las leyes y solo se permitía el consumo de marihuana en horario extra laboral (en honor a Jesús quien fue el inventor real de la mentada yerba) , limpió calles y avenidas, en fin, Venezuela se transformó en un ala pobre del paraíso, todo en una noche, yo no lo supe pues estaba desmayado e inmune por alguna maligna razón.
Jesús llegó a Venezuela, resolvió el asunto de la presidencia, se trajo como ministro de defensa y gobernabilidad al arcángel Gabriel y para todo lo demás una pléyade de altos oficiales, para educación se trajo del cielo a Aristóteles, finanzas a otro Aristóteles pero Onassis a quien tuvo que pedirlo en préstamo del limbo pues era un real hijo de puta pero muy buen negociante, ese servía para reflotar la industria nacional y abrir nuevos mercados sin matar al país, otros más que ahora no van al caso, el asunto malo es que muy a pesar de la bondad divina, una cláusula que se inventó el dios padre fue la del libre albedrio y ya por el monte andaba satanás jodiendo el parque, las almas estaban inquietas pues les hacía falta de eso que les quitaron en nombre de la paz celestial.

Me siguió contando cosas y los prodigios fueron tantos y tan increíbles que terminaron por aburrirme, acto seguido me acordé de cuando estaba casado y mi esposa se ponía intensa, fijaba la mirada justo entre los ojos de ella y así pensaba que le estaba haciendo caso, cuando la verdad pensaba en la teoría aristotélica del cielo o en las piernas de la secretaria de la oficina del jefe. Así pasaban las horas, como tenía el cerebro en blanco el hombre pensaba que yo tenía pensamientos beatos, que es igual a no pensar mucho.

Se despidió no sin antes decir que esta noche dormiría con Mesalina a quien su pana satanás le prestó un rato como agradecimiento por dejarle pasar unos kilos de cripin por la frontera con Colombia, aunque estabo prohibida la yerba alterada el presidente sentía una debilidad por ella, pero en su caso, el origen divino de su genética lo hacía inmune a sus perversos efectos, pero los humanos no.

El mismo transporte me trajo hasta la escalera de mi casa, donde me esperaba mi gato, y una calle igual pero diferente, sin motos, smog, salsa erótica, vallenatos ni malandros jugando basketbol, todo muy limpio y blanco, eran como las dos de la madrugada y habían niños jugando al escondite en plena calle, todos muy felices, sanos, desaparecieron los gordos y las viejas feas. Muy rara la cosa. A la mañana siguiente no me pude contener y fui al supermercado, todo era barato, había leche en 900 presentaciones, mantequilla, margarina, cervezas a granel, carne, azúcar, café descafeinado por toneladas (guacala), carnes, pollos, corderos gorditos y tiernos, gansos, faisanes. La sección de delicatesen era celestial, a precios de cielo para pobres, hice mercado, casi por gula, como los niños, me cobraron un 95% de descuento por mi carnet de cronista presidencial, sin embargo a los demás se los daban por lástima y los más orgullosos vociferaban que querían pagar todo completo y si no lo querían donaban la diferencia a los pobres, así mismo el centro comercial era otra cosa, de vuelta, mareado por la impresión pare en la bodega de la cuadra, por primera vez olía bien, la señora era amable, me sonrió, coño, me sonrió, parecía un minisúper lo que antaño era un monumento a la miseria y la desidia, caramba, la cosa pintaba bien, aunque no sé por qué sentía un malestar en el pecho, algo no me cuadraba, con todo y que la señora me regaló tres cajas de mis cigarros preferidos, de los que nunca antes había venido la muy malvada.

Bueno, una vez en mi casa mezclé el café descafeinado con unos paquetes de verdad que había en mi despensa por aquello de la escasez y me hice algo parecido al café que siempre me había tomado, encendí un cigarro y me relajé, acto seguido un profesor de mi universidad, muy buen amigo y compañero de tertulias y vodkas, quería hablar conmigo, extrañamente tenía un sombrero de ala ancha, de medio lado y zapatillas para ir volado, además lentes oscuros que me dijo eran para que nadie viera hacia donde iba su mirada. El sombrero ocultaba una gruesa capa de papel aluminio, era según él, la única manera de escapar a la supervisión telepática, me hizo uno en una gorra de béisbol que me puse y nos dispusimos a tomar un poco de vodka barato que tenía por acá, al tercer trago se dio cuenta que era inmune al encanto celestial, se rio , carcajeo y celebró, solo para luego ponerse triste y contar que estaba esperando la muerte pues vivir de manera tan perfecta lo estaba matando en vida, el de la carcajada fui yo, le dije, pana ero ¿tú no eras súper religioso?, a lo que me respondió, que virtud sin fiesta, tragos y amigos no tenía sentido, ahí fue que me di cuenta de lo que fallaba, no tenía panas a la mano, todos andaban en otras cosas, muy sanos, rectos, sabios, aburridos, menos mi pana profesor de historia.

Entre vodka y vodka me comentó de una red secreta de bebedores y conversadores clandestinos, además aceptan fumadores y tomadores de café, que a mí me quedaría perfecta por mi cualidad multi vicios legales, así tomé el camino de la insurgencia anticelestial, me pasé a la clandestinidad, adonde espero pronto traerme a mi gente amada para lograr hacer de Venezuela lo que antaño fue, solo que sin malandros regeton, vallenato y demás cosas odiosas de aquellos tiempos.

  José Briceño 2014

 @jbdiwan