Lo bueno y lo malo de
este Pandemónium económico llamado Venezuela y su combo rojorojito
es que cualquier vaina mala que se vaticine, no solo es posible,
pasa, a pesar de que uno ciertamente se cuestione el asunto y diga
que no puede pasar, no son tan brutos, nadie va a dejar, pero al
igual que los niños mala conducta, van y zas, lo hacen y uno pues
estupefacto no tiene más que rendirse a la evidencia y gritar una
muy criolla,audible y fuerte mentada de madre como para liberar
presión. Ya la quejadera parece un tango arrabalero de la más
rancia estirpe mezclado por supuesto con un bolero rompe venas de
botiquín de mala muerte, esos de despechos épicos que nunca se
recuerdan con cariño ni gracia,como en efecto uno ve los despechos
desde la distancia del olvido.
Algunos amigos que
militan en el lado oscuro, ese mismo que ya no es negro como uno
piensa, ni blanco como lo describe Saramago en su “Ensayo sobre la
ceguera”, si no rojo como las cifras de la morgue, me preguntan
¿que me he creído para criticar tan acremente a los funcionarios si
yo pues soy un gritón solitario sin apoyo alguno?, yo simplemente les
respondo que como buen Venezolano preocupado, profesional y de
mediana edad tengo la obligación de gritar mi incomodidad y bronca,
para, cuando mi hija crezca sepa que si me quejo en privado, también
lo hice públicamente, jamás cómplice, creo que al final eso se los
debemos a ellos, los hijos pues en cualquier momento uno se va de
este mundo y les queda a quienes vienen creciendo, si no hacemos nada
o cuando menos colaboramos para que se haga seremos cómplices de este
descalabro de país y de los ciegos que al igual que el libro que
cité lineas arriba irá al holocausto sin pena ni gloria.
Lo gracioso de todo es
que no toca ser economista, gerente, administrador ni nada por el
estilo para ver el panorama de una economía destrozada por cientos
de malas decisiones basadas en un argumento político-pendejo de
agarrarse con uñas y dientes a unos cargos y a una ideología cuya
efectividad está harto demostrada es poco menos que nula y nociva,
lo peor es que aun estando todos jodidos todavía hay quien dice que
toda esta alharaca de gente molesta, devaluaciónes, escasez,
inflación, apagones, violencia y demás “detalles” que nos
agobian son invento de la derecha malvada y producto de un “plan
desestabilizador” del imperio, caramba, toca ser muy tarado para
creer todo eso de los planes desestabilizadores si ni sus madres
deben de querer a los tipos, pues toca ser de muy mala entraña para
saberse chapaleando en una cloaca solo para sobrevivir y negarse al
aroma de mierda por no dar su brazo a torcer sobre la inutilidad
de ciertas ideologías que ya ni eso son, más bien son excusas para
segur haciendo desmanes con inmunidad garantizada, allá los pendejos
de bajo nivel si son descubiertos pues ellos, los menos apadrinados pagarán la cárcel de la que los jefes escaparán.
Hoy viernes, les pregunto
a los que objetan el pensar opositor, si no, ¿sería mejor tener la
posibilidad de planificar el futuro de manera real?, ¿tener la
posibilidad de ahorro para la vejez?, ¿inflación anualizada de menos
de un dígito?, ¿posibilidad de descargar al estado de funciones con
un seguro privado sin tener que soñar un cargo que te lo proponga
como parte del paquete de contratación?, ¿acceso a los bienes,
servicios y tecnologías sin que esto presuponga un lujo extremo?,
¿apartar el cuento ideológico de las escuelas?, ¿no andar
angustiado por el mañana?, ¿una economía tan cómoda que tenga
como consecuencia una baja en el crimen pues la gula por lo ajeno
baja cuando eso ajeno es tan común que ya ni les interesa?, una vez
expresado todo lo anterior ¿creen de verdad que los animales esos
disfrazados de gente lo van a lograr si en 15 años n han podido?.
No sé pero creo que los
“oficialistas” deberían planearse esas cosas antes de accionarse
en las redes de defensa de su plasta de gobierno, no creo ya que esta
situación sea un asunto de ideologías tal y como pretenden los
genios de la información que les creamos pues de otra no tendríamos
esta eterna economía de náufragos de la felicidad, cuando menos la
salud publica o la educación serían arrechisimas, cuando menos una
nominación al Nobel de alguna vaina, pero todavía seguimos siendo
famosos por nuestras mujeres (Bravo, son bellisimas) y por la
violencia de nuestras calles , pero ya ni la industria petrolera
sirve, solamente seguimos siendo unas estrellas en culos y malandros
que de plano no trae nada espectacular a nuestro gentilicio como
venezolanos.
La memoria selectiva del
estado, que al no poder aprobar una adefesio de ley habilitante,
ahora pues perseguirá de manera legal a los señores diputados para
encontrar la manera de anular a los dos votos opositores para así
salirse con la suya en el congreso (me niego a llamarlo asamblea por
que no me da la gana). Por ahí me preguntaron si yo estaría de
acuerdo en un golpe realizado por los mlicos, yo no contesté en su
momento por lo álgido de la situación y el elevado tono de la
conversa pero ahora, más sensato y acompañado por café y
cigarrillo en esta mañana atipicamente fría respondo como debe ser,
en principio no estoy de acuerdo con ningún milico ni con sus ideas,
somos antagonistas pues esos tipos bajo ningún concepto son gente
decente, la otra, por mucho que me agrade ver a tanto bicho de uña
entre rejas, estoy claro que los “métodos” de investigación
militares distan mucho de ser justos y si bien en la redada caen
algunos tipos pesados y realmente culpables el reguero de sangre será
grande y copioso, pero sobre todo más de la mitad de ese sangrero
será de gente que solo tiene como delito conocer, saber de su
existencia y si acaso ser vecinos de los realmente buscados, la
historia está llena de ejemplos sanguinolentos de lo que los milicos
son capaces de hacer, el problema básico es que a sabiendas de este
asco genético que le tenemos a esa situación, el estado se ha
aprovechado de este entrampamiento armando a gente, levantando
hamponatos de pranes protegidos y aleccionados para “proteger la
revolución” y lograr que todos temamos una escabechina, mucho lo
anuncian cada vez que se ven con el agua al cuello o es que los van a
matar o es que ellos aseguran la paz, una muy abierta amenaza a los
ciudadanos siempre asustados de estas tierras, pero uno
inmediatamente piensa como ellos y resulta que en estos años han
habido más muertos que en la guerra de independencia, más muertos
que los desaparecidos por las animaladas de las distintas facciones
derechosas e izquierdosas que han tiranizado a mi continente querido
sin que las cárceles hayan dejado de ser paraísos insalubres para os
jefesotes de las cárceles.
La gran pregunta es ¿Que
hacer?, ideas son muchas, opiniones más aun, dudas sobran,
esperanzas ya no tantas, pero todavía existe demasiada bronca plena de
neveras vacías, billeteras anhelantes, hospitales llenos de
tristeza, muertos al por mayor, incapacidad manifiesta y persecución
tenaz para que en un momento dado exista un renacimiento hormonal y
por un milagro de José Gregorio Hernandez exista una epidemia de
recrecimiento testicular y terminen el oprobio en que vivimos sin que
el remedio parezca peor que la enfermedad.
José Ramón Briceño
Diwan, 2013
@jbdiwancomeback