Cuando era niño, en mi casa se nos decía que nos tocaba
estudiar si queríamos ser “alguien” en la vida, de hecho, en mi familia que
siempre fue humilde, ese axioma se convirtió en un mantra, se impulsaba el esfuerzo
y se premiaba de alguna manera la voluntad de estudiar y de ser eso que se
esperaba, hoy día hay médicos, arquitectos, abogados, profesores, músicos y
toda una variopinta muestra de títulos universitarios, unos pues tuvieron más éxito
que otros , sin embargo eso ocasionó que todos fuesen gente de bien sin
prontuario policial ni problemas graves de drogas o alcohol más allá del porro
de prueba en la universidad con los compañeros (o compañeras) bohemios y las típicamente
venezolanas fiestas con ríos de licor, esas que de vez en cuando aún hacemos,
sin embargo gente de bien al fin, por supuesto la segunda y tercera generación
ha seguido el ejemplo de los padres y ahí vamos todos a los bandazos, haciendo
malabares pero con el ánimo propio de quienes quieren hacer de su vida alguna
cosa importante.
A los que nos tocó vivir estos últimos años hemos visto con
asombro como esa educación ha ido en franco declive, no solo porque la oferta
de empleo para gente calificada está de lo más baja, también es que la oferta académica
ha decaído bastante, también debe tener algo que ver esa resistencia natural a
la lectura que han desarrollado los jóvenes y el deterioro de TODA la
infraestructura educativa que ha sufrido mi país últimamente.
La propaganda gubernamental habla de unas estadísticas sorprendentes
de matrícula universitaria, seguramente esas cifras están engordadas por las
misiones que ciertamente absorben buena
parte de la población que antes no había pasado por un aula universitaria, sin
embargo la calidad de esa educación la tengo muy en reserva , hace unos años ,
cuando trabajé allí me di cuenta la razón por la cual son rechazados los
egresados y solamente los acepta la administración pública pues fue un proyecto
inventado como herramienta política del régimen y no como una universidad
formal, me explico. Todos los institutos educativos tienen espacios de
investigación, bibliotecas especializadas, laboratorios, extensión y hasta
comedor para los alumnos menos afortunados que a veces no tienen ni que comer,
eso lo sabemos los que tuvimos la suerte de pasar por una universidad pública ,
sin embargo en las “aldeas universitarias” no existe nada de eso, los espacios
solo contienen pupitres y pizarra, nada más, los genios del ministerio asumen
que solo eso se necesita para estudiar, para lo demás hay google pero no
cuentan con el detalle de que el alumnado por lo general o no tiene computador,
no sabe manejar la herramienta y mucho menos acceso a internet desde su casa,
con el agravante de que tampoco desarrolan las habilidades de la validación de
la fuente, cosa que igualmente hacemos todos los que de una u otra manera
usamos el internet para cosas más serias que las redes sociales o el porno.
Alguno rechinará los dientes y dirá que existen las
bibliotecas públicas, a esos los invito a conocer las bibliotecas públicas para
que miren los libros de investigación, más allá de las enciclopedias que hablan
de todo pero no dicen nada, libros desactualizados, por ejemplo cuando me toco
dar clases en la UBV dicté la catedra de fotografía y cuando fui a ver lo que había
en la biblioteca pública del estado a fin de poder decir a mis alumnos donde
investigar, me encontré con que el texto más nuevo en toda la institución tenia
fecha de publicación del año 1960, muy lejos de lo que hoy día se percibe como
fotografía, es que ni siquiera para trabajar la analógica funcionaba pues hasta
las emulsiones populares de blanco y negro han cambiado.
Y eso solo en fotografía, las otras materias que componen el
pensum pues han de pasarlo igual ya que hasta la gramática que se considera
quizás lo único inamovible, cambia en su uso, en fin un desastre. No contentos
con ese desierto académico, tampoco tiene n laboratorios con computadores para prácticas.
En el caso de cosas tan delicadas como la medicina hacen las prácticas con
laminitas del cuerpo humano, cosa que horroriza al más chavista de los médicos de
verdad.
Todo ese desastre va sumado a la perla de que la UBV no
existe, es simplemente una cosa administrativa y quien maneja todo el asunto es
la llamada misión Sucre, por tanto los docentes no son considerados tales, más
bien se les dice colaboradores y cobran además de mal, cuando repican duro pues
de otra hay veces en que ni te pagan , no existe el escalafón docente ni tienen
beneficio alguno, en cambio los que trabajan directamente con la UBV que son
muy pocos pues todos son coordinadores o jefes de alguna catedra, esos son
considerados administrativos y por tanto gozan de sueldos y beneficios mientras
los de aula ni sueñan con eso, lo que produce un personal eternamente en
rotación y una docencia sin futuro y mucho menos ganas a menos claro que lo
hagan por política, no sé.
El asunto es que la UBV se convierte en una burla ante esos jóvenes
y personas mayores que estudian alguna cosa con ánimo de superación y terminan
con un título de papel toale , lo que hace al gobierno el ente más cruel, ese
que se burla con premeditación y alevosía de las ilusiones de la gente, creo yo
que como muchos de quienes realmente dan instrucciones no pasaron por la
universidad o lo hicieron para tener una herramienta política, les importa una
plasta lo que allí sucede, recordemos que los militares nos desprecian (a los
civiles) por no pensar de manera cuadriculada ni subordinada como ellos.
Si nuestro hasta hace unos días canciller no tiene formación
académica formal y dice en público todas las barbaridades posibles, muchos
ministros ejercen cargos para los que no
fueron formados, economistas manejando agricultura, bachilleres dirigiendo
grandes empresas estatales, militares dirigiendo hospitales y redes eléctricas,
“estudiantes” manejando museos sin la puta idea de que es la cultura y así la lista
se expande. Podemos entender por qué no les importa la educación, todos sus
logros se basan en estadísticas, no hay una correlación formal entre educación
y excelencia educativa.
Para colmo tienen pisadas a las universidades autónomas, con
sueldos de hambre, fíjense que un docente posgraduado, que además hizo concurso
para una catedra se gana 2700 Bs. Con todo y bonos mientras un obrero que lo
que necesita es una palanca para encontrar empleo allí gana un poco más y los
bonos son mucho mejores, de paso no tienen obligación alguna más allá de
mantener la limpieza de las áreas de la universidad así como el mantenimiento
que muchas veces tampoco hacen pues no hay presupuesto, en contraste hay
millones para gastar en campañas y desfalcos al estado con los inventos de
misiones y otras boludeces que mueren al nacer. Pero esas universidades a las
cuales el sistema parece odiar, si forman profesionales ( no todos los
egresados sirven para mucho, es cierto), si tienen bibliotecas, espacios de
investigación, hacen extensión universitaria, tienen acceso a sus textos
especializados sin pagar nada, si acaso las fotocopias, hoy día y desde siempre
se le hace muy difícil a un estudiante comprar todos los textos necesarios para
sus respectivas carreras, a diferencia de los malos inventos del gobierno que
no cuajan pues su decidía y sus ganas de inventar el agua tibia solo maltratan
al pueblo quien al final es quien siempre paga los platos rotos de quienes con
engaños los atraen.
Ojalá alguien se ponga a pensar en esto que hoy escribo y
tome cartas en el asunto, que disuelva ese mal invento de las misiones y las
transforme en universidades modelo, siempre son bienvenidos los espacios de
formación, con docentes bien pagados, espacios de investigación, se equiparen
todos los sueldos y que la profesión docente vuelva a ser un honor y no la última
opción de quienes no encontraron empleo en sus áreas y no les toco más que dar
clases, los profesores dejen de ser “colaboradores” que tengan sueldo y
beneficios, para que mi hija y los hijos de todos puedan construir el país que
queremos donde por cierto cabemos todos y donde el progreso debería ser la
consigna y no lo retardatario de un sistema mil veces fracasado que pretenden
clavarnos unos señores con cuentos chinos o cubanos sin decirle a nadie de sus
cuentas en el exterior ni de sus paraísos de plan B.
José Ramón Briceño 2013
@jbdiwancomeback