La
política en Venezuela es un asunto que dará que hablar a los historiadores por
siglos, imagino que también psiquiatras, sociólogos, criminólogos, antropólogos
y psicólogos tendrán material para sus tesis por un buen rato, el país ha sido
revuelto desde sus bases hasta las cúpulas, por primera vez en más de cien años
el éxodo ha sido más que notorio, todos los más o menos educados están haciendo
planes, ya hasta la gente se está organizando en el extranjero para recibir a
los emigrantes, en algunos casos hasta les pagan el viaje como préstamo para
que puedan escapar de este desastre, tal y como los cubanos lo hicieron alguna
vez con sus paisanos.
Entre
todo esto que vivimos un ministro imbécil como todos, dice en público que
Venezuela no está en la miseria, claro, imagino que él gana veinte mil dólares mensuales
y ve todo color de rosa mientras en las calles el sueldo básico si apenas llega
a los 12 dólares, los pequeños comerciantes si acaso logran los cien dólares
mensuales. Si la población está entre los 12 y los 100 dólares mensuales, creo
que teorizar sobre una supuesta riqueza está muy lejos de poder hacerse, claro,
a menos que seas un ministro quien tiene que resguardar su cargo y sus
prebendas, no vaya a ser que le quiten el guiso del aceite de Oliva importado,
el cual por cierto cuesta casi una quincena de sueldo de profesor.
He
leído sin sorpresa ni asombro, que supuestamente las hijas del galáctico son
millonarias, viven cuan reinas y hasta una de ellas disfruta de inmunidad diplomática
gracias a un cargo que le dieron en la ONU, ser millonario y vivir en Nueva
York, seguramente es muy revolucionaria la cosa. Alguna vez se oyó el nombre de
esa infanta para unas hipotéticas elecciones, que imagino no van a ser, esa
mujer no tiene carisma ni para llevar una verbena pro fondos, menos aún para
gobernar o cuando menos hacer la pantomima de que lo hace.
Uno
dice que este animalejo que está en la presidencia tampoco tiene carisma, pero
tuvo la bendición del muerto, le supieron sacar el jugo a la cosa antes que se
le vieran las costuras, imagino que tras bastidores la pelea fue a cuchillo y
usando todas las armas disponibles, desde la intimidación hasta el asesinato
para que todos asintieran en el partido y fuera de él, seguramente los
contratos volaron, los billetes fluyeron para engrasar toda la maquinaria
electorera, hasta un fraude lograron hacer, no es que sea nada nuevo el asunto
es que el tal fraude fe muy evidente, tanto así que hasta el candidato opositor
salió quemado por cobarde al no exigir ni permitir que los opositores exigieran
un reconteo serio, con la excusa de un montón de muertos posibles que hoy ha
crecido por otros motivos.
Cuando
uno lo piensa así, la cosa causa más espanto pues la perspicacia de quienes
pensamos mal es una cosa seria. Soy creyente en que todo tiene relación, eso de
que los penales de máxima seguridad sean resorts para que los hampones se
sientan cómodos y puedan hacer sus negocios con tranquilidad, eso otro de que
ahora los medios de comunicación le dan cobertura a traficantes de caraotas, de
aceite, harina o leche y si acaso algún pobre diablo que vende medio kilo de
marihuana o algunas piedras pero en ningún caso hay alijos grandes, que si
existen pues los gobiernos vecinos viven decomisando toneladas de drogas, los
militares más descarados es difícil, el hampa hace lo que le da la gana, los
ministros y sus cómplices exhiben riquezas difíciles de explicar sin tener ese
incomodo silencio de quien duda en confesar sus crímenes. Todo eso nos habla de
que hay toda una red de criminales amparados por el todo poderoso estado.
Eso
de que la hija del difunto sea millonaria no lo dudo ni un momento, si yo fuese un tipo así de seguro
tendría en primer lugar más hijos, después todos tuviesen lo suficiente para
vivir holgados hasta que se mueran, en estas tierras uno jamás sabe cuánto vive
y si quien baila con el diablo nunca sabe cuándo se acaba la fiesta.
Esta
fiesta creo que se está acabando, no solo la fulana está ida del país, ahora
los jerarcas meten a sus esposas, hijos, nietos, hermanos y hasta exesposos
aplican como candidatos o altos funcionarios, así se aseguran lealtades que de
otro modo no existirían, muy mal los veo. En ese momento uno quizás agradezca no
tener nada y que lo importante si acaso quepa en una maleta, ellos pues se
hicieron millonarios a costa de la tragedia de muchos y quien mal obra mal
termina, el crimen paga pero siempre pasa factura, amanecerá y veremos.
José
Ramón Briceño, 2015
@jbdiwancomeback