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martes, noviembre 11, 2014

La muerte es una constante


La muerte es una constante en todos los seres vivos, todos sabemos que vamos en ese camino, no importa cuánto pelees, te cuides, hagas dieta o te atiborres de vitaminas, igual te mueres, tampoco importa mucho si fuiste un alma caritativa o un bárbaro más, en algun momento te vas para no volver, el asunto dramático es el cómo, el cuándo y la razón de esa muerte. Lo que pasa después, nadie puede dar fe, simplemente es especulación religiosa y un deseo intenso de todos los que por acá seguimos.

El asunto este de morirse debería ser algo totalmente normal, como totalmente normales deberían ser las causas, últimamente Latinoamérica se ha vuelto (aún más) violenta gracias a los grupos de poder cuyo único talento es el de hacer dinero por sobre las miserias ajenas, y si para ello recurren a la violencia siempre existirán imbéciles dispuestos a ejecutarla, así este imbécil se vista de uniforme y se excuse diciendo que sigue órdenes superiores, igual merecen absolutamente todo mi desprecio y el de la gente de bien que todavía debe de existir.

En mi país (Venezuela) la muerte es una constante que cuan espada de Damocles tiembla sobre las cabezas de todos, amenazándonos desde todas las esquinas, bien sea por ladrones, viciosos, policías, militares y una nueva clase los “colectivos”, las balas y puñales están todo el tiempo en actividad , matando, robando y metiendo presos (que es una suerte de muerte en vida) a todo aquel que tenga algo, que piense algo o que exprese algo que no esté en consonancia con las ideas de los capitostres de la revolución, también el hampa desatada pone su grano de arena. En las últimas manifestaciones hubo cuarenta muertos, todos por mano de afectos al gobierno, nadie ha resultado culpable, con todo y que existen fotos, videos, testimonios que muestran en todo su esplendor a los culpables de tales “excesos”.

El año pasado estuve una temporada en el sur Mexicano, visitando y buscando alguna cosa más interesante, me devolví por razones estrictamente personales, hasta el día de hoy hablo en público de la seguridad y la calma que viví en esos meses, además claro que la gente me trató muy bien a pesar de ser extranjero. Hace días miro con espanto como mataron a 43 personas por que el gobernador no estaba satisfecho con las demandas de los jóvenes, la prensa digital reseño algunas cosas que en verdad hablan de otro México que no conocí, ese de la crueldad extrema y de la brutalidad intensa que se corresponde con los gobiernos que matan para mantener el poder.

 Vaya para todos los implicados en el crimen y en todos los demás crímenes, no creo que nadie deba morir por pensar diferente, por exigir mejoras en la calidad de vida y hasta en expresar ideas diferentes, la muerte es una salida cobarde para quienes en vez de pensar con claridad en una solución se aprovechan de su poder para matar y silenciar.

Algún día van a pagar sus crímenes, en cuyo caso me parece que la muerte es muy poco castigo, muy al contrario los dejaría encerrados de por vida, obligándolos a mirar los relatos de su crimen hasta que la locura los alcance, en caso tal les daría medicación, los curaría y comenzaría de nuevo, gentuza como esa no debe andar suelta, los derechos humanos los perdieron en el momento justo en el que se prestaron para matar por sus jefes.

El caso venezolano ya sabemos todos quienes son los culpables, en el Mexicano la verdad no me atrevo a sacar conclusiones, estoy muy lejos para poder tener una visión clara del caso pero el asunto es que matar estudiantes es una de las cosas más atroces que se pueden hacer, en ambos países el hampa es bastante creativa, la diferencia es que en Venezuela le ganamos por asiduidad y ellos (los mexicanos del lado oscuro) por su crueldad.

 Quien calla otorga y en los dos casos los gobiernos han callado, la prensa se ha silenciado, los funcionarios encargados de hacer justicia han volteado la mirada mientras las familias lloran a sus deudos y los países se llenan de tumbas que en algún momento reclamaran a los causantes de tales desgracias, desde mi esquina reitero mi repulsa a TODOS los culpables por acción u omisión, a quienes no toman partido, quienes se quedan callados, los que no levantan la voz y a quienes bajo cualquier excusa se solidarizan con los verdugos, mi asco será eterno, aunque no haga mucho ruido ni sea de gran importancia cuando menos dejo constancia en este blog de lo que siento al respecto y de mi opinión sobre quienes por “defender” su parcela de poder mata, apresa y atropella a la gente pensante, en vez de cuidarlos pues cada día son menos.
José Ramón Briceño, 2014
@jbdiwancomeback
Foto: José Briceño


  

viernes, septiembre 05, 2014

En nombre de la ley

Todos los venezolanos estamos más o menos acostumbrados a que las leyes se ignoren, no es un secreto para nadie que desde siempre los que pagan cárcel son los pendejos, excepto en casos de drogas, atracos bancarios o meterse con personajes importantes, de resto te salvas de todo mal con una buena cantidad de dinero ayuntada a un abogado bastante sagaz y con amigos importantes en los cuerpos policiales, eso no tiene discusión.

Mi relación personal y la de algunos amigotes de la adolescencia (por cierto aun sin mis amigos)  fue cordial, total no éramos más que jóvenes con ganas de marcha como dicen en la madre patria, sin mayor problema y acceso a licor barato y fatal. La primera vez que estuve en un calabozo fue gracias a la bondad de dos policías de playa, andaba ebrio en exceso y me dio por entrar a la comisaria a burlarme de unos conocidos presos por indecentes, el policía tuvo pena y nos invitó unos cafés cerreros que bajaron el nivel de la borrachera, además nos ofreció una celda abierta para pasar la noche y evitar el incordio de la lluvia en la playa, que por cierto nos había mojado la carpa, unos policías extrañamente amables pero para la gente con suerte eso es común. La segunda y última vez que pisé un calabozo fue con el policía de punto en la urbanización, el mencionado agente ya era bastante conocido, nos velaba en las reuniones, nos llevó más de una vez a la licorería a comprar el bastimento de la noche y de paso , si nos tocaba caminar hasta la casa y nos tropezaba pues más de una vez me dio el aventón hasta la puerta de mi casa, la tarde del calabozo fue un domingo, pasábamos un amigo y yo frente al antiguo modulo policial, allí compartimos unos cigarrillos con el sargento quien luego del segundo cigarro nos invitó unos tragos, las botellas estaban en el calabozo, en una especie de archivo con llave de dónde sacó una botella de dos litros de Ron, no sobrevivió el licor a esa noche, entre trago y trago nos contó historias de horror de las calles, creo que muchas fuero inventadas pero en vista de la maldad existente en estas tierras no creo que fuesen tan descabelladas.

Hoy día ni que el fulano policía tuviese alas de arcángel y un coro de ángeles viviese en las mazmorras, me atrevería a pasar a ningún modulo policial, ni a saludar, quizás no todos sean malos y en el bulto de cosas raras existan varios agentes con almas piadosas, sin embargo con esta situación y con las demostraciones que hacen a diario, los policías piadosos deben estar en otro lado, el cementerio o el retiro, los demás son los premiados por el sistema represor, la libertad de delinquir con la placa  y apoyo oficial ha de ser defendida a ultranza.

No defiendo la anécdota de un funcionario que guste de beber en servicio, pero creo que la amabilidad para con la gente de bien ha de ser recuperada, con estos últimos años , donde la policía y la guardia nacional han dado demostraciones más que sobradas de vivir siendo los brazos ejecutores de cuanta bellaquería se le ocurre al gobierno, he oído de agentes y oficiales que liberan a los estudiantes previo pago de una coima millonaria, como si no fuesen arrestos si no secuestros, lo que le da un matiz aún más terrorífico al asunto de ir preso, pues no es ya asunto de quebrantar leyes sino más bien de pagar rescate a un delincuente intocable pues está amparado en el entramado legal del estado venezolano.

Me gustaría alguna vez saber que sienten los tipos esos cuando sus superiores le ordenan quebrantar las leyes, trabajar codo a codo y pistola a pistola con quienes usualmente persiguen en las calles, cuando ese mismo “colectivo” demuestra tener más poder que ellos, que se suponen encarnan las leyes de la república, que sentirán cuando sus viejos no encuentran lo necesario para vivir y sus familias viven siempre con deficiencias presupuestarias aunque se de muy buena fuente que algunos ganan cifras millonarias con los “favores especiales”.

Sobre todo me gustaría saber adónde se meterán cuando todo esto termine, como se excusaran ante su familia e hijos por los abusos metódicos que han visto cometiendo con total impunidad durante estos 15 años, a quienes le responderán por todas las vidas que han sido cegadas por sus amigotes o protegidos, como se sentirán cuando algún intocable les toque a su familia, cuando sean atracados, cuando esos que mataron a sus colegas son protegidos de sus jefes y por esa razón intocables, como se sienten ahora cuando son considerados poco menos que gente por los que presumimos de ser gente pensante, que afortunado he sido en mi relación con la ley sobre todo en estos tiempos en que no tengo ni siquiera conocidos dentro de la policía ni entre los militares.
José Ramón Briceño, 2014
@jbdiwancomeback




martes, agosto 19, 2014

Notas personales sobre la escasez


Había decidido no escribir nada hoy, pero en vista de las circunstancias debo hacerlo antes de caer en el lugar común de salir a escupirle un ojo al primer desagradable bicho que me diga que todo está bien, o encontrarme en la desagradable situación de tener que llamar a un amigo que me saque de la cárcel por quemar alguna vaina de esas que anuncian una “revolución bonita”.

Resulta que este fin de semana me traje a mi hija como corresponde a cualquier padre en mis condiciones, hasta allí no hay nada especial, el cuento es que mi hija, quien tiene una larga cabellera castaña, la cual por cierto siempre está muy bien cuidada por su madre, andaba con el peinado extrañamente desprolijo y el cabello tan suave y sedoso como escoba de mijo, tanto así que le dije que parecía una bruja, en fin, acá en mi casa pasamos el fin de semana natural, haciendo nada y jugando de a ratos.

Al devolverla a su casa, igual que todo padre preocupado, le reclamo a su madre el descuido en la apariencia personal de mi hija, ahí me entero que no existe en el mercado nada de aquellas cosas que se usan para eso (mi ignorancia se debe a mi calvicie, tengo un año con un frasco de champú y otro de enjuague que solo usa mi hija). La bronca no es poca, me explico, resulta que si a uno le falta alguna cosa, se resuelve de alguna manera pues sabemos que no existe forma de solucionarlo a menos que se apele a la solidaridad entre los panas con aquello del trueque o simplemente compartir, quien sabe si hasta de los que viven en el extranjero.

Pero que a un hijo de uno le falte algo produce una rabia sorda, así sea algo tan aparentemente poco importante como el champú, coño, que vaina es esa de que no existe nada en ninguna parte mientras los desgraciados del alto gobierno andan haciendo malabares y carantoñas regalando las cosas que pertenecen al pueblo, quien por cierto es el menos beneficiado siempre, ahora saldrá algún parasito rojo rojito a gritar voz en cuello que eso es culpa de Obama, del papa o de quien sabe quién carajo, cuando la realidad de las calles dice otra cosa.

En estos días hablaba via redes sociales con un amigo que vive en el extranjero, él estuvo por acá hace un par de meses y me comentó lo ridículamente baratas que son las cosas por aquí, yo le contesté que claro, si vienes con dólares y los vendes en el mercado negro todo es ridículamente barato, pero si vives con estos sueldos de acá todo es ridículamente costoso y en muchos casos imposibles, por ejemplo, imaginemos a un padre de familia, de esas tradicionales donde el señor es el sustento del hogar, digamos que el hombre hace un gran esfuerzo y produce cuando menos 10 mil bolívares débiles al mes, en dos quincenas, la familia es de cuatro integrantes, los niños menores de 12 años por lo que están en la escuela, el señor no paga alquiler y tiene todo lo necesario en casa (carro, muebles, tv, computadora, cocina etc.etc.) solo en el mercado básico se le van cuando menos las tres partes de la quincena, sin comprar nada de las otras cosas necesarias como productos de limpieza, vegetales, pescado ni carnes, el fulano mercado son solo unas bandejitas de muslos de pollo, alguna de hígado de res y si acaso un par de carne molida (que de seguro es de gato con perro y alguna que otra víscera para darle consistencia), total hablamos de mala alimentación y una ranchificación total del estilo de vida, si el sueldo apenas te alcanza para un medio mercado cada quincena y nada más pues las otras cosas del vivir quedarán a la buena de dios, haga los cambios que quiera para el ejemplo y volverá a la misma situación.

Volviendo al tema, si mi hija que tiene dos padres que no se conforman con amarla si no que además hacen esfuerzos diarios para mantenerla dentro de unos parámetros más o menos de vida normal, no tienen como carajo darle un triste tratamiento para el cabello, imagínense por donde va la economía, que se supone (según la parafernalia gubernamental) ayudar al pueblo a salir de la miseria, cuando la real miseria pulula por calles y barrios de este país, siendo los únicos realmente beneficiados todos los parásitos oligarcas de la boliburguesia roja rojita en todos los niveles de la administración pública incluyendo a los otros imbéciles que los defienden (acá pierdo las formas) , creer en algo es una cosa pero estar jodido y joder a los demás por su ceguera, ignorancia, atraso mental y mezquindad cerebral es otra cosa, si se quiere joder hágalo solo, pero no nos arrastre a todos los demás.
José Ramón Briceño, 2014
@jbdiwancomeback





martes, agosto 12, 2014

Mensaje para el intelectual de a pie


Una de las ventanas de cualquier país está constituida por su intelectualidad, esa gente que piensa, escribe, crea, genera controversia, crea una visión de país de frente a este mundo globalizado pues por lo general, política aparte, hacen peticiones y protestas bien fundamentadas que por lo general no les agradan a los bárbaros imbéciles de ambos extremos del espectro político, Latinoamérica está llena de ejemplos, Venezuela no fue la excepción, hasta estos días.

Veo con estupor como quienes se presumen inteligentes de arrastran ante las migajas que les arrojan desde el poder, hay honrosas excepciones pero la mayoría o bien pasan agachados diciendo “tú sabes cómo es la cosa Briceño, estoy de acuerdo contigo pero mi trabajo me lo impide”. Como ejemplo pongo un movimiento agónico que hubo en el estado Aragua llamado “Cultura  para el progreso” antes de las elecciones de gobernador eran más de cien “artistas” quienes lo constituían, unas semanas antes muchos nos dimos de frente con la realidad, más de la mitad de quienes hasta hacia días hacían militancia en contra del partido de gobierno se retrataron con el candidato oficial y salieron en la primera página de los medios locales, la verdad desde ese día ni los trato, me parece que la gente debe tener dignidad a pesar de poder estar equivocados, no creo que la gente cambie de parecer de una hora para otra así eso les cueste las migajas que de seguro les prometieron, lo peor es que meses después una emisaria de ese lote se me acercó buscando que los aceptásemos como parte de la oposición organizada, la dejé con la palabra en la boca, si le hubiese contestado seguramente habría soltado mi poco usado lenguaje de botiquín y eso con una “dama” es de muy mala educación, los profesores nos debemos a la educación en primer lugar.

Esos mismos se desviven por un pedazo de pared en el museo local, que aún aspira tener el antaño prestigio de antes, no se atreven a criticar frontalmente a las autoridades quienes siempre terminan usando la cultura como papel higiénico para sus fecas mentales, mendigan un carguito en las direcciones de cultura y aceptan con profunda reverencia que se les insulte con sueldos por debajo del básico porque “algo es algo poeta”.
No los entiendo, a los amigos de la cultura, se supone que hacer arte es plantear preguntas cuando a veces esas mismas peguntas funcionan como respuestas, nadie los publica a menos que estén en la línea oficial y aun así pierden absolutamente todos los derechos por sus publicaciones, si son artes visuales les toca comerse un inmenso cable pues el mercado del arte acá está agonizante, no hay proyectos que realmente apoyen la creación y si los hubiere están reservados para un grupito de amigos de la administración de cultura, uno hace lo que puede para apoyar a los amigos, sin embargo tampoco es que nuestra economía sea de lo mejor para ayudar a nadie. Como si fuera poco el estado mata la industria privada que quizás podría ser el apoyo necesario para alguna iniciativa.

Tengo años en esto de pretender ser artista, algunos premios importantes me he llevado, he intentado por años ser consecuente con todos, aceptándolos como son y pensando que la diversidad de pensamiento es un valor que no debemos perder jamás pero llegado este tiempo me he vuelto un ser radical en extremo, sigo hablando con todos pero conscientemente los evito hasta volverme una suerte de anacoreta sin cueva, prefiero estar en mi casa y reunirme solo con gente inteligente antes que terminar peleándome en la calle con cualquier estúpido que por ser genuflexo recibe sus respectiva limosna estatal, usa su franelita roja pero se queja de que todo está carísimo y es muy jodida la vida, no me jodan.

Desde mi esquina quisiera hacer un llamado a quienes aún se mantienen lucidos en su propuesta de vida, el asunto señores no es ser político, más bien es el de ser justos, la inteligencia se está muriendo pues con ella va la inconformidad ayuntada, en el momento en que dejamos de ser críticos de manera pública ya dejamos de existir para ser un paseante más de esos tantos que pululan por las calles de mi país. Si te consideras artista eres lo que muestras si no lo haces no pasas de ser un bocón más entre mucho cerebro vacío que no hace más que quejarse.

Me niego a creer que la inteligencia solo la tengan cuatro gatos cuya fama mediática les permite tener espacios, creo que todavía hay muchos cuyo intelecto está ahí pero se niegan a levantar la voz por miedos, vale, sé que escoger un oficio tan poco pragmático como el nuestro es una cosa dura en este país donde la inteligencia es poco apreciada, donde vale más un par de tetas o un carro de lujo que ser premio nacional de cualquier cosa, hasta los jefes te miran feo por poder argumentar mejor que ellos, para muestra miren en sus ciudades donde hay más puestos de chicha que librerías serias, es más ya ni de libros usados se ven y si hay están plenos de libros de autoayuda, ni los mismos gerentes culturales pueden por más que quieran, ser inteligente es un crimen que previenen ahogando la cultura en miserias, otra prueba es que hay presos más estudiantes que ladrones.
José Ramón Briceño 2014
@jbdiwancomeback

 
"biblioteca virtual" de Maracay, @plurifotos


domingo, agosto 10, 2014

Política-religion-estupidez, ciclo normal del siglo XXI


Una de las peores cosas que como padre uno vive, es el dilema de intentar explicarle a los hijos que es eso de “lo correcto”, sobre todo con tanto desmadre que hay en el mundo y de cómo algunos personajes de manera irreflexiva o irresponsable (puede que ambas pero la verdad es difícil saber) toman partido y hasta usan los recursos del estado por motivos tan egoístas como la política, evitando de paso hacer juicios de valor o reflexionar más allá de sus intereses personales sobre ciertas cosas.

Me refiero hoy a la religión y sus avatares. El mundo está vuelto una pocilga, hay de todo como siempre, sin embargo en estos días parece haberse vuelto realmente loco, los árabes se están matando por quítame estas pajas, musulmanes matando cristianos, crucificando niños, degollando en actos públicos a quienes no comulgan con su fe, mientras los funcionarios imbéciles arman una alharaca, solidarizándose con esos salvajes por razones que solo ellos conocen o simple política, simplona como ellos mismos cuyo nivel de raciocinio me hace sospechar seriamente sobre mi propia capacidad de pensamiento, ya que quizás el desubicado soy yo y lo normal es ser imbécil, no sé.

En África hay un rebrote de Ebola, en Israel todos se están matando por quítame estas pajas, ciertamente me espanta lo que hace el estado israelí pero viendo tras cosas, los musulmanes no son menos salvajes, ellos también andan vueltos locos haciendo su escabechina disfrazada de yihad, la diferencia es que los judíos tienen para armamento que les permite matar al mayor, mientras los otros pues por su “pobreza” aun andan matando de manera artesanal, lo que hace su labor más lenta y aparenta ser desigual. La verdad si tienen o no la razón ya me vale madres, no puedo darle la razón a gente que pelea por vainas sin sentido práctico como la religión, sobre todo cuando a pesar de nuestras creencias nadie sabe realmente si lo que dicen los libros “sagrados” es la absoluta verdad o es una maquinación de muchos altos sacerdotes de las respectivas religiones, quienes para asegurarse el poder que supone el fanatismo de otros, han manipulado su información hasta lograr la sumisión absoluta de los fieles.

En eso de las peleas religiosas no se salva nadie, la historia narra horrores de todos los bandos y hasta quienes no tienen religión matan para convencer que no tener religión es lo más sensato, si crees o no, eso no importa, igual alguien ha decidido en algún momento de la historia obligarte a creer en lo que él cree so pena de muerte para quienes piensen diferente. Eso que estamos en el siglo XXI donde se supone que el mundo entero ha debido hacer la separación estado-religión, sin embargo las noticias cuentan cosas diferentes, el mundo pareciera estar en franco retroceso, estamos en un punto de aparente no retorno en eso de volvernos locos.

Mientras en Venezuela se siguen matando por razones menos “valiosas” ,acá te matan  hasta por no tener nada por lo que matarte, te atracan e igual puedes salir mal parado por no tener que por tener, una cuestión de suerte nomás es eso de andar vivo y contento, el estado ha decidido hacer su yihad, pero en vez de un asunto de creencias “santas” la religión es la política, amas al comandante supremo de las legiones ancestrales del socialismo galáctico o vas preso, si eres estudiante por supuesto tienes altísimas posibilidades de estar preso solo porque se te ocurrirá criticar desde la razón , la revolución no se puede dar el lujo de ser criticada con argumentos serios, los estudiantes desarmados, sin presupuesto y por supuesto sin apoyo alguno gracias al terror que le causa a la mayoría eso de ser realmente lógicos en su protesta son un peligro inminente para las aspiraciones de tirios y troyanos, de ahí (imagino) que muy poca gente “importante” levante su voz para defender a esos pobres muchachos y muchachas a quienes han mudado a juro a las sucursales del infierno sin haber cometido crimen alguno más allá de pensar, seguramente la costumbre de los funcionarios, esa de ser nulidades intelectuales con pies y recursos son ofendidos cuando otro les refuta con reales argumentos.

Hago la acotación de cosas religiosas pues veo con espanto a través de las redes todas las expresiones de la maldad humana realizadas bajo el pretexto de la religión, hasta el Canciller de este país hace votos para apoyar a los musulmanes. Vale tener religión  o preferencias políticas, lo que no tienen valor alguno es eso de apoyar la barbarie por un asunto tan estúpido como la política local, si de verdad los apoyasen tendrían el valor de irse en cambote a combatir, pero hablar pendejadas y usar los recursos del estado es más sencillo que meterle el pecho a los problemas locales, igual estamos muriendo con saldos de bajas como cualquier guerra, las farmacias y negocios están funcionando a menos de media máquina igual que en la guerra, la economía es tan estable y pujante como la de palestina mientras nadamos en un mar de petróleo, pero eso no importa, la guerra en otras fronteras es más importante que la que libramos por acá donde por cierto no se declara una guerra desde hace más de cien años, pero cada año muere más gente que en cualquiera de las guerras, incluida la más salvaje como lo fue la de independencia.
José Ramón Briceño Diwan, 2014

@jbdiwancomeback



domingo, julio 27, 2014

Milicias, portaaviones, drogas y patria


Hacer el ridículo debe ser parte integral para la formación de los altos cargos del gobierno, esta semana detuvieron a un general bajo acusaciones de tráfico de drogas, la verdad me cuesta entender como un ex jefe de la división de inteligencia militar cayó tan fácil en las manos de la DEA, hasta allí la cosa, aunque rara, ya es normal de tanta porquería que trabaja en ese alto gobierno y sus asociados del lumpen político y social.

Lo que rebasó todas las marcas de estupidez fue la declaración de la ministra-pran quien exigió una “invasión” a Aruba a fin de rescatar a su compatriota de las manos del imperio quien lo detuvo sin pruebas, lo más gracioso del caso es que invoca a la “milicia bolivariana” en vez de a las fuerzas armadas que se supone son los primeros llamados a defender la patria. Seguramente tienen un arsenal de mangos verdes para ejecutar la guerra asimétrica que tanto publicitaron alguna vez.

No me malentiendan, no defiendo a nadie ni me parece interesante defender a un país que ni mi idioma habla, sin embargo debemos estar claros que no se puede andar buscando problemas al gigante de la cuadra sin tener realmente con que responder a menos claro que pidan a gritos una invasión o cuando menos un “Bombardeo preventivo” para poder tener otro culpable de la tragedia económica y social que invade a nuestra nación, quien sabe si en los cálculos está poner a la fulana milicia como carne de cañón recordemos que los señores de la DEA pertenecen a una nación que entre otros “juguetes” tienen portaaviones donde llevan una fuerza aérea tres veces más grande y moderna que la nuestra, creo que poseen más de cinco.

Consideraciones aparte, las cárceles están llenas de gente inocente y los cargos públicos parecieran llenos por gente cuya inocencia está muy lejos de existir, todos son sospechosos de estar asociados a gente nada honorable, no se de ningún alto funcionario que uno pudiera tener alguna duda razonable sobre su honestidad, todos apestan a cloaca de tan poco honestos, ni el presidente se salva carajo.

Entre tanto absurdo, como colofón y para que los amigos fronteras afuera no digan que uno es un exagerado, he leído en las redes que la asamblea nacional que es el equivalente al congreso, donde se discuten los asuntos vitales para la nación, esos engendros con retraso mental inducido han aprobado la cantidad de 1.433.778.418,20 (se lee: un millardo cuatrocientos treinta y tres millones, setecientos setenta y ocho mil, cuatrocientos dieciocho, con veinte céntimos) que a dólar oficial son algo así como 28.675.568.36 para “combatir la guerra psicológica”, cuando hay escasez de medicinas , de comida, de cosas para vivir, coño no hay desodorante por ejemplo y el azúcar es un bien que vale oro, para que esos imbéciles (no queda decirles de otra manera) se inventen una manera para seguir desplumando a la republica sin que ni al fiscal general ni al contralor se les mueva un pelo ni siquiera por decencia.

Hay gente que está feliz con eso que sucedió en Aruba, alegan que es una maravilla que estén poniéndolos presos, sin embargo yo me niego a contentarme, no me entristezco tampoco, lo que me da es vergüenza vivir en este país y que la aldea global mire con estupefacción esto en lo que nos hemos convertido, donde los “congresistas” se inventan parapetos para acelerar el saqueo antes que se les acabe la fiesta, los presidentes regalan el país a multinacionales extranjeras sin que les dé ni siquiera un poquito de pena la cosa, los ministros son poco menos que delincuentes que protegen a delincuentes, persecuciones políticas   por el puro gusto de hacerlas pues a ciencia cierta los verdaderos desestabilizadores y apátridas son los que por su cargo y funciones deberían defenderla, no mal ponerla como lo hacen cada día sin pudor ni vergüenza.
José Ramón Briceño, 2014

@jbdiwancomeback


lunes, julio 21, 2014

Reflexión del lunes

Reflexión del lunes
Hoy no iba a escribir nada, total, al parecer no tiene sentido andar con rabietas y destilándolas por esta vía, tengo la impresión de que a nadie le importa mucho el asunto. Sin embargo creo que se debe dejar constancia de lo que por acá sucede, todas esas personas sin ningún compromiso político pero si con el compromiso moral para con sus hijos ya que estos el día de mañana les reclamaran el estiercolero de país que les han dejado. Lo más triste de todo es quizás la posibilidad de que muchos jóvenes piensen que las colas, la escasez, el hampa, la inflación y hasta la miseria son cosas comunes con las que se vive en todo el mundo, más aun si la propaganda oficial y la imbecilidad “ciudadana” se empeñan en demostrarles que es así el asunto.

Comencemos por partes, leo que las FAN van a tomar por su cuenta la seguridad del metro de Caracas, toca preguntarse ¿los soldados son policías? ¿para qué tener policías si el ejército bien puede asumir sus funciones? Total, son igual de inútiles unos y otros, los soldados tienen su función y no es precisamente la de patrullar nada, déjense de vainas, desde hace años están intentando hacer que los militares parezcan una inversión útil, pretenden una fulana unión cívico-militar sin terminar de entender que esa gente no traga a los civiles y para ellos somos un poco menos que nada ya que sus valores y costumbres difieren totalmente con eso que llamamos  ciudadanía, no en todos los casos, pero si en la mayoría, si no me cree haga un balance de estos últimos diez años para no ponernos tan extensos  ¿de dónde han salido los mejores guisos? ¿Cuántos militares son buscados por la DEA y protegidos por el gobierno? ¿usted cree de verdad que si no fuese así hubiesen tantos implicados?, entonces reflexionemos, ¿de verdad la fulana unión cívico-militar funciona? Por cierto, nadie más ha hablado de los abusos y muertes de soldados, cadetes, suboficiales y civiles por parte de militares locos, ellos por cierto son tan clase aparte que hasta los homicidios que deben ser tratados como viles asesinatos comunes son tratados por sus propios tribunales que imparten la in-justicia militar.

Muchos piensan que mi animadversión es gratuita, pero si vemos en retrospectiva lo que los gobiernos militaristas han hecho por el avance de los países verán que al final no son más que ego y balas pero nada de avances, seguro alguno e hablará de Juan Vicente Gómez o de Marcos Pérez Jiménez, sin embargo si ven en detalle, ambos personajes, con todo y su faceta salvaje se rodearon de lo más granado de la intelectualidad más allá del asunto ideológico y construyeron las bases de lo que hoy conocemos como Venezuela, esa es la diferencia entre los militares de antaño, ellos asumían su posición de no saber mucho del asunto pero en su ignorancia tuvieron la sabiduría de buscar gente capaz, en cambio estos de estos días son incapaces rodeados de imbéciles y bañados en el almíbar de su estupidez, se solazan en su nada histórica solo para acrecentar sus cuentas corrientes, total, cualquier cosa es culpa del imperialismo, jamás de los verdaderos responsables.

Acá pensando imagino que Obama, quien gobierna un país con una densidad poblacional aproximadamente cien veces más grande que Venezuela, con problemas internos muchísimo más grotescos (ellos tienen entre otras cosas un racismo espantoso) cuyas políticas internas y externas son un verdadero galimatías y de paso con el musculo militar verdaderamente fuerte va a estar pensando como carrizo sabotear la gestión del gobierno nacional para invadirnos con aviones de papel, sobre todo si sabemos que en uno solo de los portaaviones de los señores tienen tres veces más aviones que la fuerza aérea de acá completa, como si el pobre hombre no tuviese vainas más serias en las cuales pensar.

La verdad de todo es que imbécil tras imbécil asumen cargos para los que no tienen ni siquiera la mínima idea de qué  tienen que hacer para poder ejercer a cabalidad, los pocos que saben tienen jefes  que tampoco saben nada pero qué, además, jamás van a permitir que sus subalternos hagan nada para evitar que los más altos jefes se enteren que sus protegidos son inútiles, todo un galimatías de bobera oficial que pretenden tapar a punta de propaganda.

Es momento de pensar en nosotros mismos como país, más allá de las pasiones políticas, poner en la balanza los pros y los contras para encontrar la salida de este laberinto inmenso llamado revolución, que cada día nos pone la situación más pequeña, no es asunto de oficialistas y opositores, es la vida misma que se nos va en buscar lo necesario, en cobrar sueldos que se diluyen sin alcanzar muchas veces ni para el mercado, es que esa misma miseria impulsa la delincuencia que está a niveles más altos que de cualquier guerra civil donde nadie está a salvo, todos tenemos miedo menos los delincuentes que a fuerza de convertirse en una especie de refuerzo “popular” ya son absolutamente impunes al igual que sus jefes.

No es el imperio, somos nosotros, nuestros hijos y nuestro futuro el que está en juego, ojalá este equivocado, me lo demuestren con hechos y no con propaganda, los de la MUD entiendan que el asunto es de resistencia y no de colaboracionismo, no aceptemos más rezagados del oficialismo en los espacios de oposición, esos son como las meretrices se van con quien les ofrezca posibilidades de negocio, ejemplos sobran en ese sentido, que mañana “algo pase” , que los militares vuelvan a sus cuarteles, los civiles inteligentes tomen el mando y la economía sea algo sustentable para poder mudarme de mi esquina a escribir sobre asuntos más gratos o para colaborar en lograrlos pues al final ese debe ser el final de todo opinador de oficio, colaborar, no criticar por gusto.
José Ramón Briceño, 2014
@jbdiwancomeback




domingo, julio 13, 2014

Recuerdos del cuarto poder (cuando tenia poder)


Un buen amigo me envió como el gran regalo que es, todas las ediciones de los periódicos más importantes de Colombia que publicaron homenajes a la figura de García Márquez ´, lo primero que me golpeo en la realidad fue la calidad de esos diarios (que no voy a nombrar pues parece publicidad), su contenido altamente analítico sobre la situación política, la zahiriente relación que esos medios se permiten hablar sobre el poder. Me recordó a los domingos de prensa en la casa materna, donde leíamos los periódicos dominicales y me maravillaba ante las posibilidades de la letra escrita, eran tiempos de periodistas realmente analíticos y prensa libre a pesar de las tensiones entre prensa y estado jamás recuerdo que hayan cerrado algún medio, quitado concesiones, cerrar emisoras, aunque ciertamente siempre saltaba alguna chispa entre los medios y el poder gracias a la palabra excesivamente dura usada por algún periodista, se ponían en algunas encrucijadas, se gritaban y hasta allí, si acaso algún periodista fue mandado a matar (con todo lo abominable) ni la fantasía más delirante se le ocurría invocar las leyes de la república para ejercer la censura hasta el peligroso nivel de la autocensura.

Si pensamos un poco podríamos invocar a los dos más grandes y antiguos periodos del país, ambos parecen opositores pero no muestran ni la mitad de la virulencia de los amigos Colombianos, ni desatan la multiplicidad de voces que los paisas invocan en cada diario, es abismante la diferencia. Realmente acá se siente el tufillo de miedo hasta en las líneas de los opositores de cualquier medio, claro, me dirán que las redes, pero lo cierto es que las redes son algo así como el “ojo mágico” de las puertas a través de donde nos percibe el mundo, mientras que la prensa es el espejo del alma de un país y acá están opacándose un poco más cada día, una suerte de cataratas seniles de tono rojo y aspecto turbio que está creciendo ante la mirada atónita de quienes aún creemos en las letras de papel y tinta.
Otra cosa aparte, en los diarios que estoy leyendo, verdaderamente hasta los anuncios comerciales provocan añoranzas de años mejores que vivimos por estos lados. La prosa usada por los columnistas y personalidades están impresas de un tono nostálgico pero respetuoso ante la imagen del ilustre fallecido. En cambio acá, siendo citado nunca fue tan abordado a pesar de la importancia, tengo la impresión de que eso seguramente no vende periódicos en este país de NO-lectores que por si fuera poco se enorgullecen de su ignorancia tras gigantescos Smartphones de prepago que poseen.

Es una lástima reconocer en el otro las cosas de las que alguna vez disfrutamos, leer la prensa libre y profunda es (por alguna razón que desconozco) un placer que tenía mucho sin sentir, asomarse ante la realidad de un país que está tan cerca pero tan lejos más allá de las coincidencias históricas que tenemos unos y otros, hacerlo por internet no tiene esa carga de “realidad” que le otorga un periódico al discurso escrito, vale, son las visiones tomadas en cuenta según una línea editorial que le rinde dividendos al medio, pero esa misma línea editorial es tan amplia que acá mataría de un infarto a cualquier jefe de redacción de cualquier medio, esos que toman con pinzas denuncias y ruedas de prensa lo menos espinoso para publicarlo o hacer la nota para sus telenoticieros.

Acá vemos ya como cosa normal un diario EL NACIONAL escuálido, caro y sin casi contenido gracias a los odios políticos, los otros medios se arrodillan gracias a que (imagino)fueron comprados a buen precio por gente interesada en tener al derrocado cuarto poder encerrado en sus paredes de rojo , los medios independientes no existen.

Mientras esto escribo pienso que debería pedirles a todos mis amigos en el mundo que me envíen la prensa impresa desde sus países y en papel, no me importaría encerrarme a soñar en mi sofá, café y cigarro en mano a disfrutar las letras sin mordaza con las que se dan gusto los países que sin ser la otra cosa del universo, si lo comparamos con este, hasta los pobres parecen de algun lugar encantado donde todos son caballeros de la alta burguesía mientras nosotros somos los parias de Latinoamérica, que como los (parias) Hindúes, se nos ha quitado de las manos la potestad de disfrutar de las riquezas de oro negro que bajo la tierra hierve, para, en cambio trocar jineteras por petróleo a un país que a ciencia cierta nunca ha hecho más que llorar y hacerse propaganda de unas virtudes que no posee, lástima ver que uno ya está como viejo para inventarse aventuras de mochilero y largarse con sus música a otra parte.
José Ramón Briceño, 2014

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jueves, julio 03, 2014

La economía y los hijos

Recuerdo que cuando era niño me burlaba de mi abuela y de mis tíos que decían como eran los precios en su juventud, pensaba (como niño al fin) que su tiempo estaba tan atrás que era casi normal la depreciación, no con esas palabras exactamente pero en resumen era algo así, todo lo relacionaba con lo antiguo y por tanto obsoleto, sin embargo no recuerdo ninguna visita al mercado sin que saliera triunfante con galletas y revistas, ella rezongaba y hasta decía que mi manía no me iba a llevar a ningún buen lugar, decía que eso de la lectura era una cosa muy bonita para entretenerse antes de dormir pero que fuese pensando en cosas serias, lamentablemente jamás le hice caso y termine escribiendo estas líneas y haciendo muchas cosas que si bien impresionan a muchos, en mi familia son tratados así como si de una deficiencia mental se tratase, cosas que pasan. Vuelvo al tema, yo pensaba que la depreciación eran cosas de viejos, esos que se reían pensando que su casa le había costado lo mismo que su ultimo vehículo, que podían planificar cualquier cosa, hasta tengo un tio que tuvo su propia clínica.

Los primos y familiares viajaban, yo tenía una colección impresionante de vehículos TONKA con los que inventaba cualquier cosa y la verdad no recuerdo ninguna escasez como las de estos días, todos se quejaban pero al final con un  poco de esfuerzo se lograban las metas de casa, carro, comida y estudios, los viajes no eran imposibles, pero no sé por cual razón en aquellos tiempos en mi familia se veían como una cosa del otro mundo.

Hoy día entiendo aquellas remembranzas de los adultos de mi infancia, sin embargo, lo “gracioso” es que mi abuela hablaba de décadas, ahora de meses, por ejemplo, hace dos años yo ganaba casi lo mismo que hoy día pero el sueldo alcanzaba hasta para escaparse a la playa un fin de semana sin el cargo de conciencia por dejar alguna deuda afuera por el desliz, se cometían excesos alguna que otra vez, no hacia mercado de susto, esos de calculadora en mano y selección de cuartel para lo que se lleva, mi hija era feliz con lo que necesitaba y un poquito más, ahora pues la cosa se puso de miedo, ya comer en la calle no es una opción a menos que se mate un buen tigre en la vía, los mercados son de susto, los viajes a la playa producto de algún otro tigre, el sueldo ni para sobrevivir alcanza.

Me he sorprendido contándole a mi hija como eran los mercados cuando yo era un muchacho, mientras estábamos de compras, bueno seleccionando lo que nos íbamos a comer para malbaratar mi quincena en la cena de ese día, le contaba que hace años había margarina, mantequilla, le decía que cada pasillo del supermercado tenía por lo menos seis marcas de cada producto y uno seleccionaba su compra según su deseo, que mi abuela me tenía verde pues si no era tal o cual marca la señora me hacía volver al mercado a cambiar el producto y si la marca que quería no estaba allí lo cambiase por cualquier otra cosa.

Ella no lo podía creer, se reía como solo los niños pueden hacerlo y me dijo muy seria ¿Cómo en México papá? ¿Era como los súper de allá?, yo le dije que sí, pero que más modestos (los amigos que se han dado una vuelta por allá pueden dar fe del gigantismo comercial de por esos lados), ahora me pregunto yo, ¿Cómo le explico a una niña este lio económico?, ¿eso de que somos pobres? Cuando ella sabe que papá y mamá son profesionales universitarios con empleo y teóricos beneficios, que mientras la realidad es otra en otros países latinoamericanos esta es la peor.

He intentado explicarle la cosa evitando caer en la disertación escatológica sobre la dirigencia de este país, creo haberlo logrado, sin embargo en esta misma semana la sorprendí comentándole a una vecina que “mi papá dice que todos los chavistas son imbéciles”.

Me entristece no haber tenido argumentos para regañarla pues es la verdad, hoy leo que estos han traído un economista cubano para que “arregle la economía”. Ha cambiado desde el momento en que leí esa noticia, todo mi plan vacacional, desde mañana le busco escuela de natación a mi hija, comenzaré a bajar cartas náuticas del internet, pediré a los amigos del extranjero que me manden algún aparato GPS barato y usado, venderé alguna cosa para comprarme mi balsa colemán , por que  la vaina se pondrá peor y estoy seguro que nadie hará nada tampoco, lo que hace falta nadie lo tiene y por tener un bozal de petróleo los que lo tienen no lo prestan.
José Ramón Briceño, 2014
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martes, julio 01, 2014

El Pleito del PSUV


Veo con preocupación los pleitos de señoras gritonas del PSUV , un fulano fue despedido, hubo una carta que sin decir nada que nadie supiera, le dejó los pantalones abajo al régimen que sin posibilidad de hacer alguna aclaratoria que tuviese aroma de realidad, se decidió a gritar sus “verdades” a los cuatro vientos, si tener ni siquiera la vergüenza de bajar la cabeza y descabezar a tanto bichejo suelto en su nómina.

A la carta le han salido dolientes varios, gente que en su momento fue tan escirro como el que está en la presidencia, ellos no pueden más que pasarlos a un fulano tribunal disciplinario, mientras la calle está oscura por el racionamiento eléctrico, es más, me enteré que hay una ciudad que tendrá electricidad dentro de dos meses, eso sin hablar el asunto ese de la escasez hasta de desodorantes y otros tantos productos, la inflación desmesurada que nos tiene a todos como mendigos con casa (los que tienen donde vivir) , los enfermos sin medicamentos, los estudiantes presos por gritar mientras el hampa campea sin solución posible.

El asunto de las gritonas del Psuv me preocupa pues me parece el abono para un “golpe perfecto” de parte de la cúpula realmente podrida que ha perdido sus dadivas pues el nuevo mandamás debe poner a su gente en los puestos claves, a esos tipos y ya lo han demostrado de sobra en estos años, no les interesa nada el porvenir del país, de otra seriamos otra cosa pues en los quince años que tienen mandando de manera hegemónica, sin contrapesos, sin oposición real, han hecho lo que se les ha dado la real gana y se transformaron en una suerte de reyes midas pero al contrario, en vez de oro, todo lo que tocaban se volvía materia fecal.

Me da algo de susto esa resolución del TSJ permitiendo a los militares activos hacer vida política, obtener cargos de elección popular y como si fuese poca cosa hacer proselitismo abiertamente, sin pudor, si le sumamos el pleito de viejas, allí puede suceder cualquier cosa ya que el poder da dividendos tan brutales que difícilmente estos “señores” se van a separar de ellos solo porque otros así lo consideren, no sé, quizás exagero, pero ya pasé eso de “no vale, no creo que eso pase acá” para que el gobierno no me agarre descuidado pienso mal y lo peor es que acierto casi siempre.

Después de quince años de silencio hiperterrito de todos los funcionarios, que suponemos andaban de fiesta revolucionaria, ese prurito de violento moralismo que les ha dado huele a mortecina política, quien sabe que habrá pasado en Miraflores para que esa epidemia se desatase con tal violencia.

Mi abuelo decía que no tenía sentido creer en rectificación de picaron ni en juramentos de mentirosos, por tanto, como no soy quien para ignorar la sabiduría de los ancianos, pondré mis barbas en remojo y me sentare a esperar pues realmente nada más puedo hacer, no con mi sueldo cuando menos, si pudiera me llevaría a todos mis seres queridos a alguna parte lejos de este estiercolero, pero no se puede, sin pasaportes, sin dólares, sin bolívares para comprar pasajes a precio de concorde , con todo escaso para decir que me refugio en alguna cueva , lo único que queda es esperar a ver que sucede, si por fin pasa lo que tanto deseamos o si estos imbéciles terminan de reventar su piñata, estimulan alguna escaramuza y se montan otra vez en el trono para dejarnos iguales o peor que antes pues dejarles el gobierno de nuevo es como contratar de niñero a algún pran solo porque ellos se propusieron y toca darles une “segunda oportunidad”.
José Ramón Briceño, 2014
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lunes, junio 30, 2014

Gente normal


El mundo, al parecer,  ha cambiado gracias a gente diferente, nada normal, sin embargo está gobernado por la gente más normalita del mundo, no hablo de presidentes o cualquier otro personaje de tal calaña, me refiero a madres, padres, tios, abuelos, hasta algunos “amigos” aplican a este adjetivo calificativo, lo más gracioso del asunto es que piensan que son de lo más originales, como esos muchachos con cortes de pelo exóticos, zarcillos hasta en los parpados (siendo comedido) , cabelleras platinadas y estampa de bañarse cada seis días, mismos que se creen originalísimos cuando realmente me recuerdan más a los uniformados y al igual que ellos tampoco aportan nada tangible ni siquiera en el universo de las arte.

Los otros más limpiecitos, con título universitario, empleo exitoso (padres con dinero aplican) novia de buen apellido, ropa de moda y perfume también de moda, no se quedan muy atrás, esos los mira uno siempre los viernes y sábados en los sitios de moda con su misma cháchara boba que va intrínsecamente unida a un vacío intelectual absoluto, en ambos sexos por cierto.

La señora de al lado que arruga la nariz ante lo que no conoce, los que se asumen importantísimos y por tanto abusan a diario de su autoridad como si eso fuese un interdicto divino de obediencia entre el resto de los mortales y ellos (ellas) , esos políticos que viven calculando como evitar ser atropellados, gritan sus “verdades” pero tras el escenario siempre hay un contacto “del otro lado” para negociar cualquier cosa, que genere dividendos claro, mientras el resto de la humanidad se encierra en sus caparazones de ignorancia, televisor (Pc, Smartphone, redes sociales o porno) mediante.

Si no me creen dense una vuelta por las letras de las canciones de moda, la música que se oye en los autobuses y lugares públicos, la necesidad gubernamental de extirpar la cultura del vocabulario popular, hartándolos de una supuesta “cultura originaria” que ni es originaria ni es cultura pues en ningún caso genera discusiones, debates, profundos pensamientos, nada, solo papel crepé, basura y borrachos a su paso. Vale, no digo que se tengan que olvidar las costumbres de los pueblos, sin embargo tampoco le veo sentido en sepultar el pensamiento profundo y la reflexión de los que, arropados en su condición de pobres cometen cualquier tropelía, matan el planeta, generan violencia, no hacen nada por sí mismos, pretenden que todo se los pongan fácil, el esfuerzo les da grima pero se beben la mitad de la quincena cada viernes en la licorería de la esquina, se envanecen y de paso los políticos se ufanan de lograr que la idiotez sembrada les de votos seguros cada elección, así toque invertir algún dinero en aflojar conciencias, los que compran eso, así como los que se dejan comprar, señores, son el espejo más profundo de la miseria humana.

La pobreza a la que me refiero no es a la del bolsillo, que al final es un poco la de todos, más bien es esa otra más terrorífica, la del espíritu que tiene más de miseria que de otra cosa, yo soy de los pobres de bolsillo, muchos que como yo apenas ganamos un  poco más del sueldo básico, igual hacemos cosas a destajo, casi no descansamos solo para darnos un poco de sosiego en este carrusel extraño y violento en que se ha transformado mi país. De esos pobres de alma he visto por cientos, los miro a los ojos cada mañana en el bus, cuando me tropiezo con la señora de mantenimiento en mi empleo, el militar que con su camionetota se estaciona en cualquier parte, la del motorizado que se pasa por el forro todas las leyes de tránsito y de la lógica en su andar diario, del político que defiende lo indefendible  con argumentos infantiles de folletín de los tiempos de la guerra fría, en la conversa con el funcionario que defiende su parcelita de miseria donde subsisten a punta de rapiña y rastrerismo, los otros cientos que andan tras de un cargo político disfrazados de opositores pero que sufren de mudez súbita cuando se necesita su voz y su apoyo, en los funcionarios de uniforme que desde sus espacios siempre están ávidos al saqueo, el matraqueo, la mordida o la transa para equilibrar sus quincenas a punta de incautos ciudadanos. La miseria mental no discrimina bolsillo, oficio, profesión, fe religiosa, color de piel o estatus socioeconómico, igual pueden ser millonarios en euros pero limosneros de neuronas que han desarrollado la virtud de las garrapatas, hibernan hasta que su momento les presenta una víctima perfecta para hartarse de su sangre.

Todos los miserables de espíritu, son “gente normal” , con morales y costumbres acordes a su hábitat, que se encarniza con la crítica y la disidencia solo para que nadie le perturbe su vida, imperfecta pero normal, donde los anormales somos otros, tristemente los que piensan sin las ataduras de la miseria y con la libertad  de un jeque saudita.
José Ramón Briceño, 2014

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miércoles, junio 04, 2014

Reflexión de mediodía


Desde esta esquina siempre he compartido con todo aquel que se atreve a leerme, mis pensamientos, mi incomodidad, todo criticado desde la pretensión de que hago un análisis más o menos apegado al “deber ser”, pura lógica. He intentado escapar a ese espantoso lugar común, tan común últimamente donde los imbéciles del gobierno (valga la redundancia) cometen sus payasadas a diario mientras los ciudadanos padecemos su torpeza Este ejercicio interdiario me “obliga” a dedicarle todos los días cierto tiempo a reflexionar sobre el país, su situación y su gente.

Esta tarde, mientras regresaba a mi empleo luego de dejar a mi hija en su casa, iba en un bus público (saludos y fanfarrias, hasta que algo muy bueno inventa el gobierno), donde hay una cantidad de puestos dedicados a las personas mayores, mujeres embarazadas y en general damas o señores a quienes ir de pie se les haría muy incómodo, pues bien, en los asientos preferenciales estaban sentadas cuatro mujeres, 2 más jóvenes y el resto de mediana edad, el asunto es que a pesar de  que iban de pie varias señoras y señores mayores o con niños, no se dignaron a levantar la mirada, se hicieron las desentendidas, a pesar de las quejas generales ni se inmutaron, lo peor, las maleducadas son maestras de una escuela pública tal como lo denunciaba el uniforme que usaban.

La cosa me tenía indignado y entonces me asaltó un muy mal pensamiento, una variación de una frase hecha que oí alguna vez por ahí “entonces lo único malo de Venezuela podrían ser los venezolanos”, triste pensamiento para mí, se supone que debería pensar las cosas bonitas. Es como para pensar, la gente contamina por mero gusto, asaltan, matan, mienten, los policías protegen a los malandros en moto a quienes les paga el gobierno, no es que lo lea en tuiter, es que lo he visto y como la policía le dice a la gente que se disperse pues no pueden hacer nada en contra de los “colectivos” cuando debería ser al revés, mientras esto escribo me llaman para decirme que la policía política que la verdad ya ni se cómo carajo se llama asalta la Universidad de Carabobo para llevarse a uno de los miembros de su directiva, las cárceles rebosan de estudiantes mientras los malvivientes andan sueltos, los policías y guardias nacionales ahora son símiles tercermundistas de la Gestapo pues buscan apresan y agreden a un grupo de gente solo porque se los ordenan, violando todas las normas procedimentales, hasta me han contado de desapariciones y asesinatos por razones políticas, cuando ellos deberían ser quienes nos protejan, las calles son espacios de miedo al caer la noche pues nadie está seguro.

La gente se calma con un aumento de sueldo que se disuelve con esta hiperinflación que causa desmadres en los presupuestos de casi todos menos de los jerarcas que seguro hicieron desastres con las divisas “baratas” de CADIVI.

Cuando las maestras que imparten la primera formación a los niños se comportan como patanes de terminal de pueblo, ya se ve que la cosa está mal, ahora entiendo la razón de que tanta gente sea maleducada, no de ni siquiera los buenos días. Por el asunto del oficio docente he tenido contacto con mucha gente joven a la que he tiendo el gusto de dar clases, miren que se nota cada cosa, toda la mala educación del mundo, también ahora que soy padre me fijo más en los detalles y he inculcado en mi hija la obligación de tener gestos de cortesía, eso allana el camino de la vida.

Volviendo al tema, después de haber desgranado todas las cosas malas de mi gente, esas que sufro a diario, también debo acotar que encuentro y conozco muchos ciudadanos cabales y formales, quienes se comportan a la altura, pero somos minoría en este eterno lodazal, creo firmemente que a este país se lo ha llevado el gusto extraño de aspirar a nada, de ser solo peones sin valor real, que prefieren su colita para el aceite, el arroz, la harina, la leche, el eterno quejarse pero que al primer atisbo de montarse en una comisión se olvidan de las miserias ajenas y terminan como los espantosos “patriotas colaborantes” bien sea por acción a por omisión.

Me gustaría estar equivocado, que el tiempo olvide mis palabras y que todo este discurso solo sea una expresión de mi descontento generalizado entre tanto futuro pavoroso y presente incierto.
José Ramón Briceño, 2014
@jbdiwancomeback



 
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