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miércoles, junio 22, 2016

Ser gente

Como la mayoría de la gente estoy haciendo planes de emigración y aunque estoy al borde de asegurar para “donde sea” no creo que vaya a ser así, sumando a la incertidumbre que es Venezuela he decidido tirar la toalla y que lo que tenga que ser será, no quiero seguir nadando contracorriente. No sé a quién más le pase pero cada vez que hago un plan que tiene miras de factibilidad, termina por volverse agua y sal, así que desde hace unos días he decidido que el mejor plan es no hacer plan.

Sin embargo voy haciendo todos los trámites para tener los documentos en orden y la escogencia de destino está condicionada a la buena fe de los amigos que a mis nulas posibilidades económicas momentáneas, como todos venderé todo lo vendible y quizás hasta tenga suerte y se vendan muchos libros tanto en amazon como en maracaybooks.com como para pensar en tener fondos para la supervivencia hasta encontrar empleo y volver a ser gente otra vez, si toca pasar hambre un rato tampoco será tan grave pues vivir en Venezuela te da entrenamiento más que suficiente para poder vivir con poco sin que el asunto moleste en demasía ya que mucho no se puede hacer, sobre todo en mi caso en que me niego rotundamente a hacer colas para pasar por la indignidad de estar parado por más de tres horas solo para poder tener cuatro kilos de harinas que me llenan el estómago pero matan mi autoestima.

Como sé que hay muchos en el mismo plan, la única recomendación es que escojan países donde sus títulos tengan valor y puedan ser usados, nadie se hace más joven con el tiempo y si bien mientras , hacer labores de limpieza se vale, con el paso del tiempo el organismo pasará factura dura y estando solos es complicado sobrevivir así, entonces monten bien sus planes que con trabajo duro e inteligencia todo se puede.

Muchos han optado por invertir y buscar crecer en el país, eso lo aplaudo pero en mi caso ya no puedo más y razones muy personales obligan a buscar otros rumbos para lograr las cosas que quiero para mi vejez que a decir verdad no está muy lejos. Mientras espero que la maquinaria  burocrática mueva sus lentos engranajes que sabemos todos pueden ser acelerados con algún dinero (que no tengo) me he dado a la tarea de ayudar a todo aquel que pueda hacerlo, el buen karma debe ser acumulado para llevar a feliz término la aventura que tengo planteada, así mismo quisiera pedir por favor a todos que imiten eso de ayudar al prójimo, la vida me ha demostrado que funciona, ha habido muchas sorpresas en el camino por parte de gente que a fin de cuentas ni conozco pero han extendido su mano amiga sin esperar más que mi sentido agradecimiento, la lista es tan larga que no me atrevo a nombrarlos porque de seguro alguno se me escapará y lo ofenderé. Pero ellos saben quiénes son, están regados por el mundo y desde sus esquinas distantes siempre aportan alguna cosa que mejora mi día, también hay muchos en el país, gente muy valiosa que está pasando lo mismo que yo y que aun así apartan un rato para dedicármelo, igual se les quiere y cuando por fin me vaya me harán una falta increíble , lo único que me consuela es que mi casa siempre estará a disposición de quien quiera irse de aventura pero con cierto plan para prosperar como debe ser.

Tenemos que volver a ser gente, así toque abandonar la tierra que nos vio nacer.
José Ramón Briceño, 2016

@jbdiwancomeback

viernes, junio 17, 2016

Historia del espanto cotidiano



Cuando publique esto habrán pasado tres días desde la última quincena cobrada por los profesores que dependen de las distintas gobernaciones, cuyo ámbito laboral es el de los colegios de secundaria, ya es harto sabido por todos que la crisis abarca todos los estratos del espectro docente, lo que me llama la atención es que al parecer los únicos afectados son los de la educación superior, los docentes de los escalafones de secundaria y de primaria hacen mutis por el foro, sobre todo los dependientes de las gobernaciones.

Para quienes no conocen la organización de los colegios públicos les diré, los hay nacionales que dependen del gobierno nacional y los estadales que dependen de las gobernaciones, alguna vez el “presidente” en alguna de sus múltiples alocuciones anunció aumentos que solo llegaron al sector de los colegios nacionales, a los regionales no les ha llegado nada desde hace tres meses. Lo que cobraron el 15 de este mes los maestros regionales fue apenas cinco mil bolívares (en dólares de los que queda del mercado negro son apenas 5) para que se hagan una idea, con esa cantidad de dinero apenas se puede comprar un kilo de carne de primera, dos kilos de pollo, tres kilos de granos a excepción de las lentejas ya que con cinco mil apenas te alcanzará para 800 gramos, 10 panes, un kilo de jamón, kilo y medio de queso llanero, si nos ponemos exquisitos , dos entradas al cine (sin cotufas, refrescos ni dulces) ,dos kilos de pescado del más barato o una bolsa de comida de esa miserable que ofrece el gobierno, no me mal interpreten, no es que puedes comprar todos los productos en las cantidades que nombro, es solo que te puedes comprar uno solo de los ítems que nombro donde no hay nada de las otras cosas esenciales para vivir.

Es claro que con uno solo de esos ítems no se sobrevive 15 días, la pregunta que me hago es ¿Qué les pasa a los colegas? , ¿no tienen autoestima? , ¿piensan que la miseria es algo normal y feliz? , ¿se sienten tan poca cosa que no se atreven a alzar la voz? , ¿existen gremios?,¿los sindicatos se quedaron sin voluntad?, toca preguntarse algunas cosas al respecto.

Hace muchos años, cuando yo era estudiante, recuerdo que los que podían inscribían a sus hijos en escuelas privadas para evitar la pérdida de clases por las huelgas que en los normales once años entre escuela y liceo fueron innumerables, imagino que ahora que los antaño sindicalistas están del lado de su izquierda pútrida en el poder, sienten que la labor de defender los sueldos de sus agremiados es una cosa impensable pues primero está la revolución, quizás los colegas temerosos de quedarse sin su miseria de hambre no se atreven a quejarse más allá de la conversa de pasillo, la de la vecina, en los autobuses pero jamás en ningún caso con los entes que pudieran tomar las decisiones sobre la posible solución al problema que con cada día es más grande, en mi caso he decido quedar moroso con mi tarjeta de crédito, esa misma que unos (irresponsables) del banco donde tengo mi cuenta nomina me dieron pues ni siquiera pedí, la pagaré si aparece algún trabajo extra de esos que se nos atraviesan a los fotógrafos de vez en cuando ya que la crisis hasta se ha llevado eso de las cuentas normales de cada mes, me sentiré el peor padre del mundo, no solo porque este fin de semana  es el día del padre, es que tampoco podré cumplir con las múltiples obligaciones normales de cualquier padre divorciado responsable y estoy seguro que hay miles o millones de padres en la misma situación aunque eso no disminuye ni un ápice el drama personal.

Mientras me quejaba, una colega me dijo que cambiase mi código de nómina, eso quiere decir que me pasara al sector obrero, no tengo nada contra los obreros pero yo he construido mi carrera para dictar clases no para pasar escoba no hacer cosas no calificadas, fui a la universidad para otra cosa, si me hubiese tocado de obrero (que lo hice bastante en mi juventud) quizás la historia sería diferente, pero no lo es. Esa misma persona que se ganó un par de insultos que no voy a reproducir acá, luego me cuenta muy sonreída que cambió puntos para aprobar a algunos alumnos por perrarina para alimentar sus mascotas, un kilo, un punto, me disculpan pero eso marca la máxima línea de la miseria pues indica que su sueldo tampoco le alcanza para nada pero se escuda en la infantil excusa de la “vocación” y la verdad eso es parte del problema.
Nadie va al mercado y dice “yo soy un docente cuya vocación maneja su vida, soy tan entregado a mi labor como formador de mentes inteligentes que me merezco un mercado completo que incluya todos los productos de la canasta básica y uno que otro antojo, incluyendo comida para las mascotas” , tampoco le puedes decir lo mismo al casero, la gente que vende ropa, a la señora que hace el transporte escolar , a los señores taxistas, al portugués de la esquina, al señor de la licorería, en las clínicas donde ya no aceptan el seguro, en las farmacias, el veterinario (otra vez la mascota) el banco cuando te suspendan la tarjeta de crédito por moroso, al señor o señora de la zapatería, al de la tienda por departamentos donde le compras la ropa a tus hijos o adonde sea, simplemente en todas partes debes pagar con dinero y de eso NO HAY.

Entonces, las quejas no resuelven nada, andar preguntándonos ¿hasta dónde llegaremos? , tampoco, decir ¿y yo que culpa tengo? Menos aún, escudarse en la excusa de que la vocación no te permite sumarte a una huelga es la pendejada más idiota que cualquiera me puede decir. En primer lugar esos muchachos no son hijos tuyos y si lo fueran te harías solidario con quienes se ocupan de ellos todos los días por menos de lo que gana a la semana la señora que vende café en el quiosco de la esquina, en segundo lugar, con vocación nadie vive, tercer lugar, si no te molestas en serio y tomas acciones nada cambiará, por último, si lo que te da miedo es no tener con que vivir debes recordar que con ese sueldo tampoco puedes vivir.

Ni Facebook , ni twitter, Instagram, Pinterest ni ninguna red social vendrá en nuestra ayuda, la OEA, la FAO, la ONU ni la OTAN les interesa en lo más mínimo si vives o mueres, simplemente somos una manga de mortales que no hacemos falta más que a nuestras familias así que ellas nos debemos y si seguimos de borregos pues como ellos moriremos, y según las estadísticas esa lotería tiene más números ganadores cada día, solo que el premio nadie lo quiere.
José Ramón Briceño, 2016
@jbdiwancomeback


domingo, junio 12, 2016

El mito Bolivariano

Mi hija cursó sus primeros años de escuela en un kínder llamado “María Teresa del Toro”, igual que la única esposa que tuvo Simón Bolívar, creo que el primer encontronazo que tuve con las maestras de la niña fue cuando pregunté por qué razón la escuela se llamaba así si lo único que hizo la señora esa fue morirse recién casada con el hombre que años después sería el más poderoso de esta parte del continente, por supuesto la profesora me volteó los ojos e inventó alguna excusa para dejar la conversa de ese tamaño, aun no sé si se ofendió o simplemente no tenía respuesta para tal pregunta, la cosa no llegó a más gracias a que la madre de mi hija  me dio un codazo que amenazaba con transformarse en un pleito doméstico y cuando uno está recién divorciado, el mínimo desliz termina siendo algo apocalíptico.

Años después ya mi hija está por entrar al bachillerato, tengo la certeza de que será en otro país lejos de mí y por tanto hay una mezcla de rabia y tristeza por esa razón, sobre todo por la ceguera de tanto imbécil que se dice bolivariano sin ni siquiera saber que carajos significa eso, es más, a título personal, no creo que exista tal bodrio ideológico creado por el personaje histórico.

Voy a desgranar algunas ideas salidas de unas cuantas lecturas de algunos ilustres historiadores del siglo pasado y otros actuales que desmitifican un poco, en primer lugar deberíamos situarnos en la época en que todo comenzó, el siglo XIX.  Un tiempo barbárico donde la ley del más fuerte imperaba, el joven Simón así como todos los señoritos de rancio abolengo tenía acceso a una educación que le era negada a las mayorías, entre ellas estaban los estudios de idiomas, historia, literatura y algunos rudimentos administrativos pues se suponía que en algún momento se ocuparía de administrar las grandes fortunas que amasaron sus antepasados. Entre esos estudios estaba de moda para ese tiempo lo que hoy conocemos como el romanticismo francés, que fue uno de los culpables de la llamada revolución francesa. Como todo niño rico Simón se fue a Europa a conocer un poco el mundo, allá conoció a su esposa quien tuvo la mala idea dc morirse al poco tiempo de casados. No sería extraño que siendo huérfano  cayese en una profunda depresión que mitigó yéndose de burdeles a Francia de donde volvió con las ideas calentándole la cabeza, siendo lector del romanticismo no me extrañaría en lo más mínimo que fuese fanático de Lord Byron y lo quisiera emular.

Al llegar a Venezuela se encuentra con todo revuelo, además la excusa perfecta para deshacerse de la desgraciada Guipuzcoana era aprovechar que España ahora estaba bajo la egida napoleónica , declararse independientes sin caer en el pecado de atentar contra la corona española que de hecho ya no gobernaba, cualquier otra apreciación me parece un desperdicio de tiempo, dudo mucho que los grandes hacendados fuesen partidarios de ninguna de las proclamas altisonantes que nos han clavado desde la infancia en las mediocres clases de historia que obliga el ministerio de educación y que desde hace quince años se han vuelto de mediocres a cursis para idiotizar a nuestros hijos en pos de un gobierno que ya se cae a pedazos solo para adornar un invento ideológico que ni ellos saben que es.

En fin, el hombre se lanza a la guerra, la pierden, España vuelve a manos de los Borbones y les son confiscados todos los bienes al señor Bolívar quien de paso está implicado (aunque varios historiadores le dan el beneficio de la duda) en la entrega del general Miranda a Monteverde, lo que le da la posibilidad de escapar hasta la hoy Colombia. Como se ve ya no tiene nada y lo único que sabe hacer a ciencia cierta es la guerra que en toda sur América estaba en gestación a manos de cientos de hombres muy aguerridos y gentes desesperanzadas en desiguales condiciones.

El hombre no fue ningún santo y si lo desnudamos del aura mágica de semidiós que le han endilgado los “historiadores” oficiales podríamos decir que estaba más cerca de ser un asesino en masa, si tomamos en cuenta el decreto de guerra a muerte que causó quien sabe cuántas muertes y del cual ni los enfermos se salvaron de la degollina, tomando en cuenta por supuesto que todos los generales tenían abuelos al otro lado del mar y por tanto mataron a su propia gente aun sin ser culpables, si lo ponemos en términos contemporáneos sería algo así como la llamada “solución final” al problema judío que puso en marcha otro energúmeno muchos años más tarde, de paso en un evento quinteo a la tropa ´por haber desertado, eso quienes decir que fusiló a cinco de cada diez implicados para hacer escarmiento. Si hablamos de la “Campaña admirable” en principio fue una copia de lo que hizo Aníbal al pasar los Alpes con sus tropas, en este caso me parece una acción irrazonablemente cruel hacer que un ejército sin las vituallas ni protección adecuada pasara el frio paramo andino que hace cien años debe haber sido cuando menos seis grados más frio que hoy día pero de eso no se habla, solo le cantan las loas al personaje.

En otro orden de ideas si vemos la vida del señor más de cerca podemos también ver a un fauno siempre en busca de compañía femenina (cosa normal en un hombre soltero o viudo como es el caso) sin importar que la señora fuese casada ni su esposo tan general como él mismo, varias son las historias de esposas de oficiales que terminaron revolcándose en el lecho del militar sin que su esposo pudiere hacer más que lucir los cuernos que de seguro le darían alguna ventaja en las intrigas de aquellos años tal y como hacían los reyes que tanto decía odiar, de hecho la única amante sacralizada es Manuela Zaenz , sin embargo hay estudiosos de la historia que hablan de muchas más, incluso de hijos no reconocidos de manera oficial pero si de manera extraoficial que fue dejando el hombre a lo largo y ancho de sus campañas de guerra, algo normal si la mojigatería oficial no se empeñase en hacer rituales litúrgicos en su memoria.

Por último, aunque tenga mucho de donde seguir este monologo que comparto por este blog, tengo la impresión que veinte años de guerra deben ser una eternidad y el llamado ejército patriota no era un asunto del cual no tener miedo, a Simón Bolívar lo odiaban como a la peste misma pues si bien su nombre ahora está relacionado con gestas heroicas, para los habitantes de los países que sufrieron los rigores de esos veinte años (1810-1830) de hambre, escasez, muerte y desolación solo les recordaban la peor época de la historia hasta ese momento, por cierto muy parecido a este solo que sin guerras declaradas ni proclamas altisonantes , apenas unas escaramuzas de gritos acompañados a veces con piedras contra las balas y los abusos de los malos encarnados bajo la égida de la supuesta ideología bolivariana.

Para cerrar el tema por hoy, puedo decir que la ideología bolivariana es una farsa y aunque el hombre en efecto debió haber sido un político adelantado a su tiempo, tampoco era el dios que todo lo sabe ni mucho menos el protomártir que nos hacen creer , debe haber sido un tipo interesante, valiente y arrojado pero toca tener en cuenta que no había otra opción, en aquellos tiempos no había tribunal de la Haya, tampoco ONU ni OEA que salvase a nadie, mucho menos ONG ni internet para hablar de los desmanes, si fuésemos un poco más inteligentes hurgaríamos en la historia para desmitificar ese panteón que más que bien nos ha hecho daño pues cada vez que algún energúmeno lo toma como bandera quedamos peor que nunca, para pruebas tenemos los tiempos que corren.
José Ramón Briceño, 2016

@jbdiwancomeback

sábado, junio 11, 2016

La libertad



Teóricamente vivimos en libertad, por ejemplo, yo me puedo dar el lujo de maldecir al gobierno y sus acólitos desde las redes sociales, ciertamente aun soy tan desconocido que no muevo masas y por tanto paso a ser uno más de tantos que cada día escupe pestes sin pudor ni recato, buscando el efecto placebo de las redes sociales o el abusar de mi estampa para decirle a los funcionarios públicos mi opinión , afortunadamente no he ido preso ni espero estarlo, nadie me prohíbe ir a ninguna parte, tengo empleo, sigo teniendo amigos (aunque ya son menos por aquello de mi maledicencia) y hasta bebo de vez en cuando, en resumen tengo libertad para hacer lo que me plazca.
 
Ahora , viéndolo en otro sentido la verdad el sueldo no me alcanza ni para comer, los amigos nos vemos cada día menos gracias a dos factores claves para la supervivencia, el hampa y los fondos escasos para dilapidar en licores, las comidas son cada vez más reducidas para poder estirar un poco más la despensa, mis viajes no pasan de lo estrictamente obligatorio en autobús y local pues los fondos tampoco dan para tanto, pensar en ir a visitar a mi familia en el extranjero es un sueño pues entre el pasaje que cuesta poco más de dos años de sueldo y los dólares que van equiparados a la descomunal cifra que se requiere para pasar unos días en algún sofá que la caridad del cariño filial obliga pues de hotel nada, si me enfermo estoy en la disyuntiva de pedir limosna para una clínica ya que los docentes no tenemos seguro decente o ir a la guillotina de los hospitales públicos donde si bien hay médicos y enfermeras bastante eficientes, sin material de trabajo son poco menos que unos magos haciendo malabares , para colmo tampoco pueden garantizar la asepsia necesaria por la escasez de insumos para mantener el área libre de las millones de bacterias que andan agazapadas esperando el mínimo descuido para matar incautos, sin antibióticos para matarlas ya esos sitios se asemejan a los de la guerra de independencia cuando la medicina era más asunto de magia que de ciencia.

Pero digamos que por mis oficios (escribidor y fotógrafo)   tengo un buen mes de cien mil más sueldo básico de maestro, igual no hay escapatoria pues si de enfermedades hablamos no hay medicinas, las clínicas son para tener fortunas de miles de dólares y de los hospitales ya hablamos, hay comida pero solo verduras, vegetales y carnes a precios que desangran el presupuesto más oneroso. Viajes y placeres son reducidos quizás a comerse algún hongo alucinógeno o a comprar películas piratas para verlas en la intimidad del hogar.

Quizás podríamos hablar de placeres simples como caminar bajo las estrellas, eso no es recomendable a menos que eso sea en algún descampado a mil kilómetros de la ciudad y con el añadido que tampoco existan grupos irregulares, en cualquier caso lo más factible es que pierda lo que cargue encima si no es que la vida.

Entonces ante esas evidencias no hay libertad posible, acá la prisión no quiere decir precisamente que te rodeen barrotes, para eso está la calle, la angustia de sobrevivir como náufragos y en el mejor de los casos sufrir de acefalia voluntaria , encontrar un buen padrino para lograr algún cargo que pueda patrocinar la vida , eso sí, sin ocurrírsele a nadie pensar, disentir, asentir o  admitir que la situación es una porquería, simplemente debe aceptar las ordenes, firmar los cheques, los documentos, procurar que ese empleo le permita hacer pingues negocios lo más rápido posible antes que la maquinaria asesina de la política muela sus aspiraciones y vuelva al hueco de donde lo sacó aquel jefe. No sé, en ese caso tampoco es libre pero tiene el estómago lleno, que en todo caso ya es algo prioritario, aunque mi opinión no cuente mucho , para mi ese ser es poco menos que un insecto, no entiendo ese afán egoísta de destrozar para los demás mientras eso le dé de comer.

No hay que entrar en diatribas filosóficas sobre la libertad, simplemente le invito a hacerse esas preguntas, si su trabajo le da para vivir como merece, sus estudios le han abierto una brecha lo suficientemente grande para decir que vive como soñó, usted o sus familiares tienen la atención médica que quiere o requiere, sus hijos van al colegio o universidad que usted soñó para ellos y su futuro inmediato pinta bonito, entonces es verdaderamente libre, de otra usted es otro naufrago más , preso en esta bahía infernal y a la espera del rescate que quizás jamás llegará.
José Ramón Briceño, 2016
@jbdiwancomeback