Ayúdame con un click

martes, mayo 03, 2016

El revocatorio y yo



Que decir, como pensar o que desear son tres cosas difíciles de explicar sin caer en algún incomodo lugar común, sobre todo en estos momentos en los que el país está más debajo de lo que nunca jamás ha estado ya que los fulanos y sus acólitos al parecer en su manía con la independencia les dio por hacer retroceder al país hasta el siglo XIX, cuando entre los muertos de la guerra, el abandono de los campos, la nula importación y producción de nada además de que cualquiera se moría de cualquier cosa pues recordemos que no existían medicamentos ni antibióticos, tal cual estamos ahora, aunque si existen están escasos o no se encuentran por tanto estoy seguro que en estos momentos, mientras escribo este artículo muchos compatriotas se están muriendo de cualquier cosa que en otra época se hubiese curado con dos pastillas que costaban menos que un caramelo de menta.

Lo peor son las declaraciones de los tipos, hacen mítines, cadenas de radio y televisión , amenazan hasta con la estrella de la muerte si los derrocan pero ninguno explica la razón por la cual el gobierno nacional ignora la decisión de las mayorías, me explico, se hicieron unas elecciones parlamentarias y por algún misterio del universo no las trucaron (quizás sí pero no se atrevieron a más) , luego de mucho negociar por fin dieron los resultados oficiales dándose cuenta que perdieron la mayoría parlamentaria y con ella mucha de la legitimidad de sus desmanes, enseguida comenzaron a buscar la vuelta hasta lograr que un muy regalado tribunal supremo les otorgase la potestad de ignorar olimpicamente las decisiones emanadas desde la asamblea nacional, pero son democráticos.

No sé ustedes señores pero a mí me ofende que me tomen por imbécil, ahora con lo del referendo revocatorio buscaran las mil maneras de hacer imposible o cuando menos inviable esa posibilidad para generar la transición. Aunque no viene a cuento yo firmé cuando aquel primer intento de revocar al galáctico, lo comenté voz en cuello y por muchos años asumí estar en la lista Tascòn lo que produjo que hasta perdiera un empleo que tenía por aquellos años  cuando en un ataque de sinceridad y asco le dije a mi jefe que yo no soportaba tanta idiotez revolucionaria, el tipejo me despidió y jamás pago ni liquidación ni el último mes de sueldo que bastante falta me hacía pues mi hija venia en camino, la parte más trágica es que años después descubrí que no estaba en la fulana lista, lo que significa que algún funcionario retiró un lote grande de firmas entra la que estaba la mía junto a la huella dactilar que por cierto ratifique pero jamás aparecí como firmante.

Seguramente a muchos les sucedió lo mismo, se de buena fuente que mucho cobarde retiró su firma de manera voluntaria y hasta cartas pidiendo perdón hubo por ahí, yo jamás me retracté ni he ocultado mi animadversión en contra de la gentuza chavista y ahora que son menos gente que nunca menos lo voy a hacer, de hecho, no tengo el cargo titular de mi cargo porque me niego a hacer un curso político que desmiente los años de universidad y la experiencia docente para cobrar la miseria de docente estadal a quienes no nos han  dado ni el aumento recientemente aprobado para los profesores de educación básica y de seguro este último general tampoco llegarà.

Todos sabemos que el gobierno va a seguir burlándose de los electores, la diferencia entre aquel primer revocatorio y este, es que por aquella época el sueldo nos alcanzaba para comer, podíamos planificar nuestra vida aunque pareciera difícil y las tragedias de hoy parecían ficción, ahora seguramente hasta los chabestias más recalcitrantes rumian su impotencia encerrados en sus casas por el miedo a que cualquier cosa pueda pasar.

En este inicio de referendo revocatorio ha vuelto a salir el fantasma de la lista Tascòn , sin embargo esta vez sí quiero estar ahí, fueron muchos años engañado pensando que pertenecía a los parias que voluntariamente firmamos para ser inmediatamente odiados por no querer que esto que hoy vivimos sucediese, sería justo que ahora si estuviera y les aseguro que cuando salga la fulana lista la publicaré en mis redes para que quede constancia que no solo detesto al régimen y a sus corifeos, también he sido consecuente con mis ideas, al final igual tengo en este blog miles de páginas escritas en torno a lo que no me agrada del gobierno y a describir los horrores a los que estamos sometidos por obra y gracia de las “mayorías” que mantienen a la gentuza en el poder, sin embargo ahora que son minorías siguen ahí por la fuerza buscando millones de pretextos para no irse.

Ojalá el “Imperio” de verdad odiara la revolución y colaborase con nosotros para salir de esa gentuza, hacer una limpieza profunda en todo el país para que no quede ni el recuerdo de su paso por la tierra, dinamiten el panteón ese del cuartel de la montaña y por favor metan ahí a toda la plana mayor que la menos cabrá en las cárceles luego de la razia necesaria en todas partes pues los tentáculos del poder , lo mejor es que mi nombre estará en la lista de quienes nos hemos opuesto, si la fulana guerra que amenazan todos los voceros del régimen llega ya me he entrenado en pasar hambre y vivir de sueños, igual hay escasez, no hay medicinas ni modos para escapar  asì que cualquier cosa que pase ya tenemos el entrenamiento necesario para resistir.
José Ramón Briceño, 2016
@jbdiwancomeback



domingo, mayo 01, 2016

Un mundo perfecto , capitulo 3 (novela)

Hoy , como cada domingo que tengo oportunidad les estoy trayendo el tercer capitulo de mi novela , los dos primeros tambien los pueden leer en este blog (Capitulo uno y capitulo dos ) recuerden además que la novela está en venta en Amazon Un mundo perfecto (novela completa para descargar) 
3
De vuelta en el hotel, hablé vía skype con mis hijos  para luego caer dominado por la resaca. Dormí catorce horas de un tirón, tuve una pesadilla, en ella estaba sentado al pie del salto Ángel admirando el paisaje cuando salió de la selva un tipo como de dos metros de estatura, vestido cuan explorador inglés del siglo XIX, con estampa más bien nórdica, tenía acento zuliano, se acercó tranquilo y sin aspavientos, como si fuese casualidad, al verse de frente  invitó un porro que acepté sin vacilación , recuerdo que dije a mi extraño interlocutor que la había probado unos años atrás, cuando hacía  posgrado de  física nuclear y por ocio entraba de oyente al doctorado de biología molecular en la Universidad de Oxford, fue con unos  canadienses, también maestrantes , al recordar las sensaciones de aquellos años, esa de la ingravidez me fumé lo que ofrecía sin pensar mucho, en seguida sentí una paz difícil de explicar, de pronto desapareció todo y solo se escuchaba la voz del gigante maracucho que  decía, entre risas que se dejara de esa vaina de negar a Dios, que no importaba que supiera la verdad, pero que la gente lo iba a rechazar y que terminaría  loco.
En el sueño intentaba una discusión teológica  ya que creía firmemente en la verdad científica, el gigante se burló espléndidamente, comentó que (yo) era famoso en la otra dimensión, ya habían hecho apuestas en el bar sobre si terminaba loco o era aceptado,  le dijo que se había metido en sus sueños sólo para obligarlo a reflexionar por ese tema, también me dio la razón, ciertamente la iglesia era un parapeto y todas las religiones una farsa, pero que los humanos normales eran felices en su mediocridad, no tenía sentido sacarlos de su error, que hace más de dos mil años se intentó hacer cambiar a la gente y cada tanto algún enviado bajaba a intentar hacer su parte, pero nada, la gente prefería matarse por pendejadas, crearon sus religiones, las convirtieron en guetos, se inventaron libros sagrados, los usaron para matarse y hasta allí la cosa, se decidió, desde este siglo XXI, dejar la vaina a los humanos, en algún momento todos se morirían o se matarían, allí comenzaría una nueva tarea.
Mientras tanto en la otra dimensión, decidieron dejarse de peleas entre “buenos y malos” satanás hizo una apuesta con Jesús, el Dios padre dio su aprobación y ahora pues ustedes (los humanos) son una versión macro del juego ese de Sim City, cada uno es un personaje y lo manejan según el estado anímico de su controlador, esa es la razón para tanta locura, por eso ahora Cuba  es miembro del comité de derechos humanos, los chinos ya no son comunistas además quien quita si las carmelitas descalzas terminen siendo una transnacional del sexo con todo y canal porno, todo depende de la creatividad de los apostadores.
Desperté sobresaltado a media mañana, sudaba como poseso y agradecí tener todavía lexotanil que no me había tomado desde que, en el aeropuerto de Venezuela hace apenas  unas semanas, estuve a punto de batirle por la cabeza a un guardia la computadora cuando este pretendió que la encendiera para poder ver el contenido de los documentos que portaba, igual le grite, lo insulté y hasta lo amenacé, pero gracias al hijo de un amigo de la familia, quien por su envestidura de oficial en servicio me sacó del apuro, y  como regaló  dos pastillas para bajar la presión.
Este sueño me dejó demasiado ansioso, así que me voy a tomar las pastillas, no importa que sean de  seis miligramos cada una, cuando por fin hicieron efecto me sentí relajado, como en el sueño, tomé nota mental, toca visitar Uruguay apenas pueda para probar ese milagro sin quebrantar las leyes, me di una ducha caliente y salí al encuentro pautado el día anterior con  el cura.
Llegué puntual a la cita, aunque el desgraciado  taxi me cobró el equivalente a tres meses de sueldo en Venezuela,  por el momento eso no importa, total, tengo un préstamo, además, mientras le pagaba al taxista pensé con cierta satisfacción en la cuenta corriente que tengo en Panamá, donde me depositan las ganancias de los libros, si bien  la verdad no es tanto,  si es lo suficiente para estas vueltas de locos en las que ando.
 El cura ya  esperaba en una mesa, sonaba en el aire la música de un ensamble criollo, mezcla de virtuosismo académico con bandola llanera e instrumentos ajenos a esa tierra del sur, pero agradable, habían unos estudiantes italianos acompañados de otros tantos venezolanos que pedían a gritos Ron y tequeños de chocolate suizo a falta del de Chuao, hablaban todos a gritos, excitados entre tanta catira ojiverde con ganas de marcha latina. Continuación











martes, abril 26, 2016

Despedidas



No me gustan las despedidas, me desmoralizan cada vez toca pasar por algún trance de ese tipo, cada vez que puedo las evito, en algunos casos la gente no entendió que no estaba molesto con ellos, que la verdad es que las despedidas me dejan un amargo en el paladar que tarda años en quitarse, que la nostalgia me ataca y que al final lo peor es no saber si quien se despide soy yo o son los que se van quienes me dicen adiós, hace que me sienta como quien lo hace al borde de una fosa cuando un ser querido se muere, uno está al fondo sintiendo cada adiós como la palada de tierra que sepulta al féretro.
 
Quizás suene exagerado , alguien dirá alguna vaina sobre las redes sociales (por favor no lo haga, evítenme el mal trago de la obligación de ser grosero) el internet, la comunicación automática gracias a las aplicaciones que  facilitan eso de la cercanía así estés al otro lado del mundo, en algún momento se encontraran por Facebook, se mandaran foticos bonitas  por tuiter, Instagram , algún video por snapchat y hasta extensas cartas (al principio) vía email que luego se irán diluyendo mientras el viajero se adapta a su nueva condición y país, jamás será lo mismo del trago los sábados una vez por mes, la llamada para cuadrar, el encuentro casual que se agradece y hasta compartir el escape de las mujeres para emborracharnos como adolecentes y solo muy ebrios reírnos de la ocurrencia a pesar de la maledicencia femenina, los rituales, la familia, los amigos, en fin todo aquello que se pierde con la distancia.

Al final los muertos nos quedamos y los vivos se van, ¿Por qué la analogía con la muerte?, simple, imagínense haber muerto y poder conectarse con sus amigos vía Facebook o cualquier red social, unas nutridísimas conversas, intercambio de fotos, habrá quienes tuiteen o monten en  su muro hasta las veces que vayan al baño (en la tierra) o paseen por las puertas del purgatorio, que se yo lo que se haga cuando estás muerto, se intercambian promesas de visitas vacacionales, se analizan posibilidades de viajar pero el 99% jamás se logran, ¿la razón?  muchos no pueden, no hay pasajes, no hay dólares, no hay donde llegar y los amigos o familiares tampoco quieren tener un espanto acunado en el sofá, igual te vuelves un fantasma más que solo se puede comunicar vía internet pues ya no servicio de llamadas internacionales hay en este purgatorio tropical.

No sé , yo me siento así, además me han tocado ya tantas despedidas que me es muy difícil volver a encarar la posibilidad de hacer otra, cada vez que me invitan a un almuerzo, una cena, un “festejo” para despedir a alguien que se va me siento como si estuviese a las puertas de una cita con aquel desgraciado dentista sádico al que me llevaban cuando era niño, algo ineludiblemente doloroso que dejará huellas por un rato, en algunos casos ha habido despedidas que me han dejado imposibilitado por meses detonando profundas depresiones , lo peor es que todavía falta seguirme despidiendo de gente querida y hasta de mi hija. No importa cuántos argumentos válidos en torno a toda gama de posibilidades hablen, de lo bien que le va a ir, de las ventajas que tiene no seguir viviendo en este moridero, de que allá no hay escasez, ni control de cambio ni malos sueldos para los profesionales y si ella (mi hija) se queda quizás termine de puta muy educada como las cubanas socialistas, no importa igual me mata la idea aunque no tengo ninguna otra opción que dejarla ir.

Un buen amigo a quien no le salí con una grosería pues me consta que lo hace de muy buena fe, envió un mensaje a mi teléfono que tenía un cumulo de recomendaciones para evitar el estrés que conlleva a la depresión, entre las muchas cosas interesantes habían una serie de  ítems imposibles de llevar, como aquel de no pensar en la ´política y procurar que nuestra mente esté ocupada en cosas provechosas a fin de que la frustración no nos alcance y terminemos de pacientes de los mismos tipos que ya no saben qué hacer pues NO HAY con que medicar a nadie, ahora me encantaría que alguien me contase como no seguir puteando al gobierno que nos tienen así, cuando hasta los asuntos más sencillos como lo es este de los afectos se desmorona porque una manga de imbéciles decidió hace unos años que la democracias era mejor hacerla cleptocracia, que no tener comida se le llama dignidad y que un mal sueldo ha de ser el estándar , para transformar este otrora país de oportunidades en un purgatorio donde pagar las culpas de alguna vida pasada donde al parecer morir y vivir se parecen mucho, sobre todo cuando te despides de quien quieres porque sabes que nunca más lo volverás a ver si no encuentras la manera de escapar tú también, de resto te conviertes en un espanto más que deambula esperando pasar al fin a otro plano donde por lo menos no pasaras hambre, total ya te has acostumbrado a la idea de las despedidas definitivas que son la parte más dura de estar muerto.
PD: Mi novela pueden adquirirla Haciendo click en este enlace
José Ramón Briceño, 2016
@jbdiwancomeback
 
Foto: Luis Brito (QEPD)


viernes, abril 22, 2016

Metamorfosis en el siglo XXI



Es interesante pensar en la niñez, siempre hace bastante gracia recordar los tiempos en que éramos irresponsablemente felices  a pesar de la madre quien debe inculcar que la vida es un asunto serio y que debemos tener límites, primera cosa malvada, enseñarnos que la vida debe ser un asunto serio, si nos inculcasen que la vida debe ser entretenida de seguro habría menos gente frustrada que tiene empleos espantosos pues es lo que hay, las cuentas no saben de alegría y los cobradores tampoco.
 
Aunque suene escandaloso, yo crecí a cargo de gente irresponsable, mi padre me dejaba solo a la orilla del mar en una playa alejada por todo el día mientras él andaba de farra o de pesca que en todo caso era igual de feliz en cualquiera de las cosas que hiciera en su bote. Tuve cien varios accidentes que casi  me mataron, otros menores pero siempre con fracturas, boletas de citación en a la escuela y hasta un odio visceral al liceo causó esta crianza que me dieron, lo peor de todo es que nadie vigilaba lo que leía o veía, al final cualquier cosa era mejor a verme aburrido no fuese a inventar creer que la capa de mi disfraz de Superman de verdad me haría volar y terminase polifracturado con el agravante de terminar con el sacrosanto jardín de la abuela.

 Entre esas cosas que debieron haber vigilado era lo que leía a los nueve años, a esa edad recuerdo haber leído las primeras páginas de “La metamorfosis” de Kafka , imagino que eran de algunos tíos de tendencias socialistas y estudiantes de medicina, fueron varias noches de pesadilla pensando en el pobre hombre que se convierte en insecto, eso para mi imaginación sobre estimulada era una angustia, hasta que imagine que el tal se convertía en un monstruo japonés , aquellas series de Ultraman o Ultra7 donde tanto a monstruos como a héroes se les notaban las costuras del disfraz, hasta ese momento me dio lastima el tal Gregorio Samsa.

Otra cosa fue aquel libro de Bulgakov (hoy sé su nombre pues lo he vuelto a leer) que tenía unos personajes raros de gatos que hablan y viejos enamorados a la moda Rusa de la tragedia, no lo entendí del todo hasta adulto pero me parecía mágico y tétrico a la vez todo aquello de “El maestro y Margarita” aunque ahora de adulto me parezca una analogía excesivamente evidente de Fausto. Recuerdo esas dos novelas que aun a tantos años de distancia todavía forman parte de mis referentes imaginativos.

Lo del insecto es porque por alguna razón asocié la situación de transformarse en bicho como algo relativo a lo más terrorífico que pueda pasarle a un individuo, la esclavitud, el hambre y la desesperación que hacen que alguien se sienta tan poca cosa, como una cucaracha, cada vez que me sentía avergonzado o impotente ante cualquier situación pensaba que Gregorio Samsa debió estar muy mal para terminar siendo eso, de adulto y universitario reuní valor y lo leí con ojos de profesor entendí que estaba muy cercana a la realidad mi apreciación infantil.

Debo admitir que aunque no le tengo miedo a las cucarachas , las detesto, me dan un asco difícil de disimular , de hecho me propongo exterminarlas absolutamente de cualquier sitio en las casas en las que he vivido, eso para que entiendan cuan detestable es esa posibilidad de pensar en terminar parecido a eso, es terrible.

Lo de Kafka me vino a la mente luego de leer una crónica que hablaba sobre un hospital psiquiátrico, bastante interesante, uno de los relatos que el cronista narraba fue sobre un muchacho que intentó suicidarse bañándose con insecticida luego de pelear con su madre, despues de reírme de la ocurrencia de ese pobre hombre imaginé lo terrible de los insultos maternos para que el pobre muchacho terminase creyéndose tan poca cosa y se bañó en insecticida al sentirse tan insignificante como las cucarachas que tan alegremente prometen matar los publicistas desde los comerciales en televisión (por cable claro).

Luego de pensar largamente sobre el asunto, sonó mi celular con una de esas múltiples aplicaciones que te avisan los tuits, las “me gusta” de Facebook o un email, revisé todos pero me detuve a leer los tuits en mi TL, cada cosa más espantosa, los mensajitos cursis, las peticiones de medicinas, intercambios de comida, anuncios apocalípticos de apagones y hambrunas, políticos diciendo babosadas, gente vendiendo apartamentos en Miami o Panamá, los llantos de la gente  por la muerte de Prince, muertes, balas, reportes de porque Ricky Martin tiene novio, de fulana o zutana que están buenísimas y un sinfín de tonterías o cosas serias poco estimulantes.

De pronto me he dado cuenta que mis vecinos están fumigando su casa con insecticida, huele a Pino pero debajo de ese aroma se siente, débilmente un halo de veneno que sin ser mucho, repugna, produce arcadas acompañadas un leve mareo, lástima que mi tamaño impida esconderme en las fisuras de la pared, a pesar del clima húmedo y frio de esta casa encenderé el ventilador y abriré las ventanas, es mejor un resfrío que terminar agonizando por el insecticida de los vecinos, mejor pensaré en montones de azúcar para comer como desayuno y soñaré con gastar parte de mi sueldo docente en una lata grande de leche condensada para la cena, he sentido de repente una necesidad inmensa de comer dulces, cosa que rara vez hago .
José Ramón Briceño, 2016
@jbdiwancomeback
tambien hay màs relatos de ficciòn , solo tienes que hacer Click acà

 
publisuites