Como
a muchos , me ha entrado el virus de la emigración, aunque a decir verdad tengo
un rato haciendo los trámites necesarios, buscando opciones, sopesando
posibilidades y hasta haciendo promesas a los santos para que el plan tenga
éxito y el año que viene esta esquina se ocupe solo de contar
cosas agradables, tomar distancia de este caos y retomar la vida desde la
invisibilidad de ser extranjero pues me parece de muy mal gusto andar de
huésped criticando a quienes en un momento tan duro de mi vida me han dado
cobijo , trabajo y nueva vida.
Una
vez ya lo intenté, sin éxito, las razones fueron varias, desde la de dejar acá
una mujer de la que estaba muy enamorado, no haber resuelto los pasos legales
para con mis documentos académicos hasta el no haber estado interesado
realmente en vivir allá adonde estuve por razones que no van al caso, hoy día
me arrepiento de haber reaccionado de manera irracional y no haber aprovechado
más esa oportunidad. Entre las cosas que aprendí en ese viaje fue en primer
lugar la humildad.
Es
complicado creerse la gran cosa trabajando de mesonero a tiempo extendido sin
paga honorable por ser ilegal, aceptar de buena gana las necedades de muchos
clientes, hacerme de enemigos entre los otros empleados por buscar que las
cosas se realizasen con cierta garantía de productividad. La otra es que cuando
emigras debes quemar tus naves y tumbar los puentes, no dejar ningún cabo
suelto en tu tierra natal y si no queda de otra que dejarlo pues quizás no te
puedes llevar a tus hijos, tus padres o tu pareja pues grabarte que debes
trabajar el triple para llevártelos pero en ningún caso volver atrás, la
nostalgia juega trampas que la lógica ignora y esas son las que nos hacen
involucionar.
Si
por casualidad te encuentras en el trance inicial de vivir arrimado mientras te
acomodas con aquello del trabajo y los fondos, cállate y aguanta que eso no
será eterno, mira que la gente siempre piensa distinto y lo que asumes como
natural para ti, no necesariamente lo es para los demás, quizás te toca con
madre o hermanos, en ese caso igual aplica que ya tendrás tiempo de vivir solo
para tener tu espacio, mientras pues agradece con tu comportamiento el
beneficio que te es otorgado , piensa que existen muchos que no tienen esa oportunidad
y cuando comienzas de cero las puertas siempre deben estar abiertas pues hoy
estamos bien, mañana no sabemos, además en otro país no habrá familia ni amigos
(que en muchos casos es casi lo mismo) que te reciban en los malos tiempos así
que toca tener firmeza, delicadeza y hasta hacerse los locos si estas en casa
ajena.
Nunca
critiques el país donde vives, no importa lo raros que te parezcan los
ciudadanos que viven allí, ni lo exóticas de sus costumbres, siempre recuerda
que el extranjero eres tú, no importa que lleves cuarenta años allá, el no
haber nacido allí te anula como opinador, deja eso a los que si nacieron ahí,
volvemos al tema, cuando se es huésped nunca se contraría a quien te acoge, es
una muestra suprema de grosería que muchos compatriotas lucen sin pudor. Olvídate de la
“viveza criolla” a menos que seas megamillonario y tengas para pagar gente que
se ocupe de todo por ti, en otro sitio no eres más que un ciudadano cualquiera
cuyo deber es ser ciudadano, no hacerse el “vivo” como muchos hacen por acá.
Por
último, si van a emigrar que no sea como medida desesperada, mediten bien,
busquen opciones donde la primera sea la legalidad para obtener visa de trabajo
y residencia donde vivir, ser ilegal es tan terrible como vivir acá y lo peor
es que es muy complicado dejar de ser ilegal una vez que tomas ese camino, la
gente NO va a ser amable contigo, nunca tendrás un sueldo decente y tu vejez
será tan espantosa como la de un pensionado venezolano sin casa ni hijos
responsables.
Irse
es un paso difícil, hacerlo con poco dinero es peor pues genera el estrés
adicional de la incertidumbre pero si lo meditamos bien, sabemos que nos vamos
a enfrentar con un tiempo donde toca re-aprender pues nada, toca hacerlo con la
clara conciencia de que debes ir a ese país para sumar, en ningún caso para
restar nada, que los malos tiempos pasan y que todo es momentáneo.
PD;
Cualquier cosa, estoy vendiendo nevera, televisor LG, cámara digital casi nueva, equipo fotográfico
con poco uso, libros electrónicos en Amazon (Manual de fotografía y Novela ), archivos fotográficos listos para
impresión que les envío por email y del que solo deben imprimir y montar, se
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queda poco para la fecha y toca vender todo lo que se pueda (jbdiwan@gmail.com).
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