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lunes, septiembre 01, 2025

Crónica de la desolación

 Para nadie es un secreto que, en Venezuela, entre 2013 y 2019 la crisis nos estuvo demostrando que Nietzsche tenía razón: “siempre se puede estar peor”. Es una época que, tal cual un Quijote cualquiera, “no quiero volver a recordar”. Pues eso somos la mayoría de los venezolanos: una suerte de Quijotes tropicales que día a día tenemos que pelear con molinos de viento pintados de verde, que además cuentan con un presupuesto de propaganda tan alto que, si te descuidas, empiezas a pensar que estás paranoico y que te lo imaginas todo.

Una de las costumbres que me he visto obligado a adquirir es la de analizar todo lo que hago, digo y pienso, no vaya a ser que le suelte a alguien alguna respuesta que me incrimine. Vaya usted a saber de qué, pero en un momento histórico como este, ser incriminado de cualquier cosa es factible. Entre la posverdad, la cancelación digital y la discrecionalidad de las leyes, nadie está seguro de ser totalmente inocente, ni siquiera de pensar. Si alguien te descubre pensando fuera de lo que debería pensar el rebaño, capaz terminas detenido por cualquier delito, real o inventado. Eso, al final, no tiene importancia.

En estos tiempos hay que convertirse en un nigromante de las noticias, tener algo de conocimiento de la historia nacional (la de verdad, no los panfletos de propaganda que nos clavan por los medios oficiales desde 1890), no creer en nada y buscar la verdad precisamente entre lo que nadie dice. Todo bajo dos máximas: “siempre se puede estar peor” y “piensa mal y acertarás”, muy a lo Maquiavelo. El pensamiento mágico-positivista puro no alcanza. Aunque toque trabajar igual, sabes que debes estar en el malabar de buscar cómo sobrevivir entre la avalancha de la desinformación, la información (a veces indistinguibles) y la devaluación constante; sumado a la autocensura y la co-censura, pues nunca sabes de dónde saldrá la denuncia: puede ir desde el vecino hasta el que te vende los productos en la bodeguita. Nadie sabe quién es quién.

El cuento de fondo es que cada vez que vamos sacando la cabeza del foso, algo sucede y deshace todo como si de un castillo de naipes se tratase. Nada puede ir bien hasta que se tropieza con la glotonería fiscal, la voracidad de los entes gubernamentales o la necesidad de algún general, camarada, diputado o almirante por obtener fondos de alguna parte, sin detenerse a pensar en todos los que arrastra en la caída. Este mes he comenzado a hacer un ejercicio diario: despertarme, darle un beso a mi esposa, un abrazo a mi gato, tomarme un café acompañado de un cigarrillo, pensando en la felicidad que eso me da. Hace seis años era un sueño; hoy es realidad. Aunque queremos más, al menos ya llevamos andado un camino que hace unos años veíamos imposible. Por tanto, más allá de las noticias, la posverdad, los marines, la devaluación, la recluta y el desconcierto por un futuro cada vez más incierto, no me va tan mal. Tengo para las facturas, la nevera con comida, un gato gigante, una mujer maravillosa y un internet funcional. Así que, más allá de las dificultades, toca seguir trabajando.

Puedo pensar miles de cosas, hacer cientos de escenarios, ponerme lo suficientemente nervioso como para que la ansiedad me obligue a tomar un ansiolítico y bajarle dos a los nervios, intentando racionalizar este natural pánico hacia el futuro que cada mañana me toma por los pies e interrumpe mi felicidad al recordarme que, entre las cosas efímeras de la vida, la felicidad es la más frágil, a pesar de todo lo que digan los gurúes del buen vivir. Precisamente esas cosas que están fuera de mi control son las que más daño hacen. No importa que, entre Indiana Jones y uno, solo falte vestirse de caqui, usar un sombrero y mostrar el látigo colgando del cinturón: el país entero parece estar en tu contra. Aun con el conocimiento de que, para el país, eres apenas un número de cédula y un RIF, sin importancia en las decisiones ni en las acciones —razón por la cual ni siquiera vale la pena discutir sobre la torpeza política y económica de las élites que solo velan por sus intereses—, igual inventan algo que te trastoca la vida.

A mis 53 años pienso que todo sucede por una razón, la mayoría de las veces buena, aun cuando uno no entienda mucho por dónde va el asunto. Por ejemplo, todo lo que sucedió de 2015 hasta acá ha cambiado mi visión personal del mundo. He logrado aprender cosas nuevas, emprender desde cero y con paciencia, hacer malabares con dos trabajos y hasta descubrir nuevos talentos. Espero que lo que vaya a suceder en Venezuela sea para mejor; no importa por dónde termine, igual no tengo poder alguno sobre ninguna decisión. Amanecerá y veremos en su momento. Por ahora, según la lógica de las acciones, falta un trecho oscuro y violento por transitar. Solo quiero que la luz al final del túnel llegue, que pase lo que tenga que pasar y que mi resiliencia active las neuronas para seguir manteniendo —y hasta mejorando— mi vida actual. Que a todos los que transitan por el mismo páramo les vaya bien y quienes se porten mal encuentren al karma de frente. Igual siempre habrá que trabajar y, si lo vemos de un modo menos amargo, el final para todos es el mismo. Aunque personas como yo nos neguemos a un foso, prefiero que hagan cenizas mi cuerpo y que abone una tierra que dé frutos antes que la soledad de una lápida. De todas maneras, el olvido será el mismo.

José Briceño
01/09/2025

 




 

 

viernes, abril 18, 2025

Manual doméstico para no parecer maltratador accidental

Los gatos

Siempre me han gustado los gatos. Con ellos uno aprende desde el afecto sin apego hasta la maravilla de saber que viven contigo porque te quieren. Siempre prefieren irse de un sitio donde los maltraten, en cuanto encuentran otro que los trate mejor. Así que, aunque no sean tan amorosos como los perros, su cariño es sincero.

De hecho, parte de mi sueño es vivir en un sitio tan apartado que el perro se sienta libre, solo para no sentir que tengo un esclavo a mi servicio. El gato, en cambio, está contigo porque quiere, incluso cuando —seguramente— tenga un vecino que lo trate mejor. Los gatos no necesitan validación. Viven a su aire. Su única función es ser elegantes y matar alimañas. Son buenos amigos que te acompañan por pura amistad. Eso enseña algunas cosas.

Los años

Los años conviviendo con gatos hacen que uno absorba cierta sabiduría. Uno de los superpoderes que he ganado con la edad es que, en realidad, me importa muy poco la opinión de quienes no gozan de mi afecto. Considero muy normal no caerle bien a todo el mundo, pero eso, además, no debería ser causal de conflicto. A menos, claro, que le caigas mal a tus hijos o a tu esposa —eso es peor incluso que no caerle bien a tus padres. Al menos uno crece con eso encima, y cuando te das cuenta de que les caes mal, con poner tiempo y espacio de por medio todo se soluciona. Pero con esposa e hijos el asunto se complica. Lo más factible es que el culpable seas tú, y si no tomas cartas en el asunto, será una pérdida dolorosa.

Fuera de eso, la verdad, me importa poco la opinión personal que un tercero tenga de mí, según su percepción y marco intelectual. Strictu sensu, caerle mal al jefe no debería ser causal de despido: con tener el trabajo al día, todo debería seguir igual. De todas maneras, cuando te despidan —hasta por causas naturales—, te olvidarán al tercer día y alguien ocupará tu función en la empresa. Lo mismo con los vecinos: basta con no hablarse.

Pero por lo general a la gente le gusta el camino de la violencia. Imagino que le pone color a sus vidas.

El asunto es simple: la opinión que importa —al menos para ser considerada relevante— es la que viene de lugares donde el cariño medra, donde el consejo o la crítica certera surgen por preocupación y no por necedad. Los artistas sabemos mucho de eso. Solo la majadería hace que uno se empeñe en complicarse la vida, sin importar mucho el arte que se practique.

El comienzo es difícil: años de formación, frustración y, lo peor, de pelearse por un sitio en la palestra de los grandes, a fuerza de concursos importantes que, por lo general, vienen acompañados de cualquier adjetivo descalificativo referente a la necedad de empeñarse en vivir de algo donde el mercado es difícil. Teniendo la oportunidad de estudiar Derecho y ser abogado —al menos haciendo divorcios a precios populares se sobrevive—, uno escoge el camino largo y tortuoso del arte, hasta lograr vender lo suficiente para vivir.

Esa ristra de consejos, bien o malintencionados, hace que uno vaya poniendo distancia entre lo que quiere y lo que los demás quieren de uno. Algo que, sin duda, ayuda a vivir sin tanto drama. Y en esta vida, un drama menos siempre ayuda.

Ocios del guionista

Todo ese discurso sobre lo poco que me importa lo que otros piensen de mí se desmoronó hace una semana.

En la habitación teníamos un perchero donde colgaban los bolsos, las chaquetas, las batas de baño y las gorras —pues el trópico no ayuda con eso de andar con la cabeza al descubierto. Cierta noche me despertó un estruendo. Dormía profundamente, cuando la realidad se coló hasta en el sueño mismo. Tanto fue el sobresalto que me desperté pensando: ¿Qué hace una cabeza de caimán en mi cama?

No pude dedicarle más que un segundo pensamiento porque, a mi lado, mi esposa lloraba, asustada y completamente cubierta por todo el contenido del perchero. Pensaba que era una pesadilla —o al menos parte de una. Hubo que actuar con rapidez: levanté el desastre (en ese momento descubrí que la "cabeza de caimán" era mi bata de baño), y saqué a mi esposa de entre la maraña de bolsos, gorras, batas y hasta una guayabera de lino que le había caído encima. La vi llorando, con las manos cubriendo la mitad derecha de su rostro, gimiendo desconsolada.

El gato

Resultó que el gato intentó treparse en el perchero y lo tumbó. Con tan mala suerte que una de las perchas fue a dar directamente en la ceja derecha de mi esposa. Lo normal: pastillas para el dolor, un antiinflamatorio. Cuando pasó la confusión —una hora más tarde—, el ojo ya lucía las trazas de un morado con proporciones de violencia doméstica.

En ese instante caímos en cuenta de lo horrible que se vería todo: ella, de metro sesenta y no más de sesenta kilos; yo, de metro ochenta y 95 kilos… con una explicación tan rebuscada como cierta: el gato tumbó el perchero cuya percha impactó en su ojo. Sonaba a “me caí, me tropecé, fue un accidente”, ese repertorio de excusas de mujeres maltratadas que nadie cree.

El pánico

Caí en cuenta de que existen límites ante los que uno debe dejar de hacer caso a lo que dicen los demás de ti. Hay momentos…

¿Cuánto me espantaría que las amigas de mi esposa pensaran que la estoy maltratando? ¿Cuánto pasaría hasta que un vecino o vecina bienintencionado la viera y yo terminara pasando un mal rato?

Preso no iba a ir, porque soy inocente, pero… vaya uno a saber la cantidad de problemas. Incluso puedo tropezarme con un jefe y, al presentarle a mi esposa, quedaría botado sin preguntas, solo por la sospecha.

El cuento del gato no serviría ni siquiera notariado, ni publicado en todas las redes sociales por mi señora.

Los peligros de tener un gato

Nos sentimos aterrorizados, ambos. Mi esposa no quiso exponerme, tanto que lleva una semana sin salir de casa. Pensamos en la cantidad de posibles escenarios en los que alguien creyera que hay violencia doméstica. Fue preferible el encierro. Todo por culpa de un gato de cinco kilos que decidió lanzarse en una embestida súbita mientras cazaba bichos voladores del trópico.

Buda decía que quien se indigna por ser insultado no lo hace por el insulto en sí, sino por el mal que lleva dentro, descubierto en público. Pero acabo de vivir la experiencia de que esa ley budista tiene sus excepciones. Ni siquiera Buda, en su enorme sabiduría, tenía razón en todo.

También es cierto que la única diferencia entre la realidad y la ficción es que esta última tiene reglas.

José Ramón Briceño
17/04/2025

 



martes, febrero 11, 2025

¿Qué Pasaría Si un Asteroide Impactara Colombia o Venezuela? Guía para Entender el Apocalipsis (y Cómo Sobrevivir a 2024 YR4)

 

Soy un hombre pragmático para muchas cosas, pienso que todo tiene una solución y si no la tuviese al menos debe existir alguna opción, en cas tal de que no exista ninguna posibilidad al menos me queda la resignación (y algunas drogas para sobrellevar lo inevitable) , en este caso la noticia de un asteroide del tamaño de un edificio de 10 pisos viene en curso de colisión y del que nadie ha podido calcular el sitio exacto de su caída, pero también sabemos que en estos tiempos de CHAT GPT es complicado pensar que no se puedan hacer los cálculos, razón por la que me he dedicado a investigar un poco y ver un par de escenarios posibles. Por supuesto que ayudado por el Chat Gpt que sabe mucho más que yo y que puede explicarme en cristiano que hacer en caso tal de que caiga un meteoro de esas características en alguna parte al norte de mi país (Venezuela) tal cual como sucede con la noticia sobre el asteroide llamado 2024 YR4, he acá el pronóstico y algunas sugerencias si en caso tal cae ese asteroide por acá .

¿Te imaginas un asteroide impactando la Tierra? Suena a película de Hollywood, pero es una posibilidad real, aunque remota. Pero, ¿qué pasaría si un asteroide del tamaño de un edificio se estrellara en Colombia o Venezuela? ¡Prepárate, porque las consecuencias serían devastadoras!

El Asteroide en Cifras:

Imagina una roca espacial de 220 millones de kilogramos, con un diámetro de casi 60 metros, viajando a 72,000 km/h. Al impactar, liberaría una energía equivalente a 1.05 megatones de TNT, ¡similar a la de una explosión nuclear!

El Escenario en Colombia (Bogotá):

Si este asteroide cayera en Bogotá, la capital colombiana, la explosión arrasaría con todo en un radio de hasta 100 kilómetros. Zonas como Soacha, Chía y Zipaquirá quedarían devastadas. El calor y los incendios consumirían gran parte de la ciudad, y una lluvia de escombros lo cubriría todo. Además, la altura de Bogotá podría alterar la atmósfera, provocando lluvia ácida y la caída de fragmentos del asteroide.

El Escenario en Venezuela (Apure):

Si el objetivo fuera Apure, un estado venezolano con extensas sabanas y áreas rurales, el impacto sería igualmente catastrófico. Aunque hay menos infraestructura que en Bogotá, la explosión devastaría ecosistemas enteros en un radio de 100 km. La onda expansiva llegaría a ciudades como San Fernando de Apure, destruyendo edificios y generando incendios.

¿A Dónde Huir?

En Colombia, lo más seguro sería dirigirse al sur, hacia Putumayo o el norte de Ecuador, lejos de la onda expansiva. En Venezuela, la mejor opción sería huir hacia el norte, a Caracas y la costa, o hacia el sur, a la región amazónica.

¿Y Después? Tres Meses Después del Impacto:

Los efectos inmediatos serían solo el comienzo. Tres meses después, tanto Colombia como Venezuela enfrentarían un panorama desolador:

  1. Caos Climático: Una nube de polvo oscurecería el cielo, provocando un "invierno de impacto" con temperaturas gélidas que arruinarían cosechas y ecosistemas. La lluvia ácida contaminaría suelos y fuentes de agua.
  2. Pérdida de Biodiversidad: Ecosistemas clave, como la Amazonía, podrían desaparecer, extinguiendo especies y alterando el equilibrio natural.
  3. Colapso Agrícola y Escasez de Agua: La agricultura se hundiría, generando una grave crisis alimentaria. El agua potable escasearía debido a la contaminación.
  4. Inestabilidad Política y Social: Los gobiernos se verían superados por la crisis, lo que podría generar protestas y conflictos sociales. La emigración masiva aumentaría.
  5. Crisis Económica: La infraestructura destruida y la escasez de recursos hundirían las economías, disparando la inflación y el desempleo.

¿Qué Hacer? La Clave es la Preparación:

Aunque la probabilidad de un impacto es baja, es importante estar preparados:

  • Ubica las Zonas Seguras: Identifica áreas elevadas y alejadas de las zonas de impacto potencial.
  • Ten un Kit de Supervivencia: Incluye agua, alimentos no perecederos, medicamentos, linterna, radio y una manta.
  • Mantente Informado: Sigue las noticias y las recomendaciones de las autoridades.
  • Apoya la Ciencia: Promueve la investigación para detectar y desviar asteroides.
  • Colaboración: Fortalece los lazos con otras naciones para crear planes de contingencia y ofrecer ayuda mutua en caso de emergencia.

En Resumen:

Un impacto de asteroide sería una catástrofe sin precedentes para Colombia y Venezuela, con consecuencias devastadoras a nivel ambiental, económico, político y social. La clave para mitigar los efectos es la preparación, la información y la solidaridad internacional. Aunque el panorama sea sombrío, la esperanza reside en la prevención y la resiliencia humana. ¡Mantente alerta y prepárate para lo inesperado!



jueves, diciembre 26, 2024

la Matrix: Un Enfoque Crítico y Reflexivo

 

Desde hace un rato estoy preocupado por todo lo que sucede a mi alrededor, intento investigar a fondo pero siempre hay una pared que no me permite ni siquiera dar algún rodeo para comprobar tal o cual tesis, aunque no creo ser un cero a la izquierda como una forma de metaforizar mi autoestima, como mucho vivo sentado en la coma, casi nada de lo que diga, haga o piense influirá sobre el 99.9999 cosas que suceden tanto a mi alrededor como son el mundo y en pro de mi paz mental he decidido aceptarlo todo como “normal”, desde la existencia de los OVNIS como algo real y no como pare de las teorías conspiranoicas de antaño (recuerden de X files, la serie de TV)  , los equipos antimisiles laser, la inteligencia artificial, las computadoras cuánticas, los cristales espacio/tiempo, la tele transportación (hay un premio Nobel por lograrlo), la cura del cáncer (mi madre en fase cuatro con metástasis cerebral se salvó gracias a la inmunoterapia , que en realidad es una terapia de ADN que actúa en las células cancerígenas, solo por eso odio menos a López Obrador) , en fin, tantas maravillas que aparecen a diario ya no parecen cosa normal, hasta las guerras parecen salidas de cualquier película de ciencia ficción de los años ochenta, es más, se queda pálida toda la ciencia ficción pues ahora está muy cerca de hacerse ciencia posible.

Por todo eso y más creo en la teoría del universo fractal, aunque más cerca de la teoría de las cuerdas que de otra cosa, he terminado por tener la creencia en que el tal poder divino no es más que la concreción del pensamiento colectivo y en otros casos a lo personal, atacando con el pensamiento a algo que no puedo definir más que como La Matrix. La física cuántica confirmó que la luz (eso que vemos a nuestro alrededor) se transforma según el observador, en el caso de estudio un haz de fotones funciona como un rayo (concepto de luz desde antes de Newton) cuando lo están midiendo y como una onda cuando no le prestan atención, si cambia en ese experimento controlado de muestra que todo lo que nos rodea no es más que una construcción de nuestra perspectiva, eso aplica desde los feos muebles hasta las ollas de la casa, pasando por todas las interacciones posibles, algo bastante complicado de precisar, pero como soy un hombre curioso tuve una larga conversación con el Chat GPT4 sobre el tema, terminando en una larga lista de consultas sobre la Matrix , como es un documento extenso que hasta pueda vender en Amazon (recordarlo) , decidí solicitar soluciones , paso a compartir las dos respuestas más valiosas de cara a lo que se nos viene encima el próximo 2025 a todos.

10 pruebas de la Existencia de la Matrix: Un Enfoque Crítico y Reflexivo

La noción de que vivimos en una "Matrix", entendida como un sistema de control que modela nuestras percepciones y comportamientos, ha sido un tema recurrente en la filosofía, la ciencia y la cultura popular. Aunque la idea de una "Matrix" virtual como la que describe la famosa película de 1999 parece pertenecer al ámbito de la ficción, existen pruebas conceptuales y observacionales que pueden sugerir que vivimos dentro de un sistema de control socioeconómico, cultural y psicológico que limita nuestra libertad y conciencia. A continuación, presento una lista de 10 puntos que podrían ser considerados pruebas de la existencia de una "Matrix" desde una perspectiva crítica.

1. La Percepción Selectiva de la Realidad

La manera en que percibimos la realidad está profundamente condicionada por las estructuras sociales, culturales y mediáticas. Desde una edad temprana, nos enseñan a aceptar ciertas "verdades" que forman el núcleo de nuestra comprensión del mundo, lo cual puede ser visto como un proceso de programación mental, similar a los sistemas operativos de una Matrix.

2. El Control de la Información

El acceso a la información es limitado y controlado por una pequeña élite mediática y política. Aunque vivimos en la era de la información, la mayoría de la población está expuesta solo a un pequeño espectro de datos filtrados, lo que refuerza la idea de una realidad predeterminada. Este control selectivo podría considerarse como una forma de programación.

3. Las Similitudes entre la Sociedad y las Simulaciones Virtuales

Las simulaciones por computadora modernas, como los videojuegos, crean mundos virtuales completamente controlados por reglas predefinidas. Si consideramos que nuestras sociedades operan bajo reglas económicas, políticas y sociales fijas, podríamos inferir que estamos atrapados en una simulación con parámetros controlados.

4. La Incoherencia de las Estructuras de Poder

A pesar de las aparentes democracias y sistemas justos, el poder sigue concentrado en manos de unos pocos. Las decisiones cruciales que afectan a millones de personas están en gran parte determinadas por corporaciones, gobiernos y élites económicas, lo que sugiere un sistema diseñado para mantener el statu quo y restringir la libertad.

5. La Repetición de Patrones Culturales y Sociales

A lo largo de la historia, observamos cómo las mismas estructuras sociales, políticas y económicas se repiten, independientemente de los avances tecnológicos. Las instituciones y normas sociales no solo se perpetúan, sino que también se refuerzan a través de generaciones, como si fueran parte de un código preestablecido.

6. El Conformismo y la Adherencia a Normas Impuestas

La mayoría de las personas siguen un camino de vida similar, basado en patrones establecidos: educación formal, trabajo asalariado, matrimonio, consumo masivo, etc. Este conformismo refleja una programación estructurada que limita la creatividad y la toma de decisiones auténticas, promoviendo la conformidad con el sistema.

7. El Fenómeno de las “Sincronicidades” y Coincidencias

Algunas personas experimentan fenómenos que parecen ser coincidencias significativas o patrones que se repiten en su vida, lo que sugiere que las variables de la realidad podrían estar interconectadas de una manera similar a un código informático. Estos eventos pueden interpretarse como manifestaciones de un sistema controlado.

8. El Efecto de la Publicidad y la Manipulación del Deseo

La publicidad y la cultura de consumo influyen fuertemente en el comportamiento humano, guiando decisiones de compra y estilo de vida de manera predecible. Esto refleja un control sobre los deseos y aspiraciones individuales, un comportamiento que se ajusta a las reglas no escritas de la "Matrix".

9. La Falta de Cambio Real en las Instituciones

A pesar de la constante innovación tecnológica, las estructuras de poder, educación y trabajo permanecen sorprendentemente inalteradas. Este fenómeno sugiere que, aunque existan avances en algunas áreas, las instituciones clave siguen siendo diseñadas para mantener la estabilidad del sistema y evitar un cambio disruptivo.

10. La Existencia de Condiciones Limítrofes: El Límite de lo Posible

Existen áreas del conocimiento humano que parecen estar limitadas o bloqueadas, como las ciencias alternativas, la espiritualidad profunda o incluso el avance hacia una "verdadera" libertad económica. Estas áreas, a menudo, son ignoradas o censuradas, lo que refuerza la idea de que la realidad está diseñada para mantenernos dentro de ciertos límites.

Si bien no existe una "prueba" definitiva de que vivimos en una simulación o Matrix en el sentido literal, los elementos descritos anteriormente pueden interpretarse como indicios de que estamos inmersos en un sistema controlado que guía nuestras percepciones, comportamientos y decisiones. Las estructuras de poder, el control de la información y las normas sociales que seguimos son aspectos clave que reflejan cómo la realidad está programada para mantener ciertas condiciones inalteradas. Como educadores y profesionales, es fundamental reconocer estas dinámicas y fomentar el pensamiento crítico en nuestras sociedades, alentando a las futuras generaciones a cuestionar el sistema y explorar formas de romper los moldes preestablecidos.

Una vez que sabemos donde está y como encontrarla, el resto es saber como sacarle provecho, si te sientes (como yo) viviendo en el punto que divide el decimal con el número completo entonces toca jugar con las reglas del “enemigo” para poder vencerlo, debido que al parecer la vida misma conspira en nuestra contra desde siempre, les dejo 8 pasos para poder usar la Matrix a tu favor.

Cómo usar la Matrix a tu favor en 8 pasos

La "Matrix", entendida como el conjunto de estructuras sociales, económicas y culturales que condicionan nuestras percepciones y comportamientos, puede ser vista tanto como una limitación como una oportunidad. En lugar de intentar escapar de ella, podemos aprender a usar sus reglas a nuestro favor, aprovechando el sistema para alcanzar nuestras metas personales, profesionales y financieras. A continuación, presentamos un tutorial en ocho pasos para hacerlo de manera efectiva y estratégica.

Paso 1: Identifica las reglas de la Matrix

El primer paso para usar la Matrix a tu favor es reconocer sus reglas. La sociedad moderna impone un conjunto de normas invisibles: cómo deberías comportarte, qué valores se promueven, cuáles son las expectativas sobre tu vida profesional y personal. Al identificar estas reglas, puedes empezar a comprender cómo funcionan y cómo puedes moldearlas en tu beneficio. El conocimiento de estas normas es poder, ya que te permite navegar dentro del sistema con mayor efectividad.

Paso 2: Cuestiona las creencias limitantes

La Matrix está diseñada para que sigamos ciertas creencias que limitan nuestras posibilidades. Creencias como "no puedes tener éxito sin un título universitario", "el dinero es difícil de ganar" o "debes seguir un camino lineal en la vida" son construcciones sociales que restringen nuestra creatividad y nuestro potencial. Cuestionar estas creencias es crucial para liberarte de las limitaciones impuestas. Comienza a replantear lo que te han dicho que es "normal" y explora nuevas formas de pensar que se alineen mejor con tus intereses y valores.

Paso 3: Usa la información a tu favor

La información es una de las herramientas más poderosas dentro de la Matrix. Los medios, la educación tradicional y las corporaciones tienen acceso a enormes cantidades de datos que moldean nuestra visión del mundo. Sin embargo, tú también tienes acceso a vastos recursos informativos. Haz un uso estratégico de la información: lee libros, sigue cursos online, investiga en fuentes alternativas, y utiliza las redes sociales y plataformas de contenido para aprender y estar al tanto de nuevas oportunidades. Al obtener información fuera de las fuentes tradicionales, puedes tener una perspectiva más amplia y tomar decisiones más informadas.

Paso 4: Desarrolla habilidades de adaptación

Uno de los mayores trucos para usar la Matrix a tu favor es aprender a adaptarte rápidamente a los cambios que el sistema impone. En un mundo que cambia rápidamente, la capacidad de adaptarse y aprender nuevas habilidades es crucial. Por ejemplo, las habilidades tecnológicas, el emprendimiento digital, la inteligencia emocional y la comunicación efectiva son competencias muy valoradas que te permitirán navegar mejor dentro del sistema y obtener ventajas. Invierte en tu formación continua para estar siempre preparado ante nuevas demandas del mercado y cambios en la sociedad.

Paso 5: Usa la economía a tu favor

La economía global es una pieza central de la Matrix. Sin embargo, no necesitas estar atrapado en los modelos económicos tradicionales para aprovechar el sistema. Puedes aprender a optimizar tus finanzas para que trabajen para ti. Comienza por entender cómo funciona el dinero, las inversiones, la creación de riqueza y el ahorro inteligente. Al tomar el control de tu situación financiera, puedes acceder a más recursos para invertir en ti mismo y en tus proyectos, todo mientras navegas de manera estratégica dentro de las estructuras económicas existentes.

Paso 6: Crea una red de relaciones estratégicas

El capital social es una de las claves del éxito en la Matrix. Las conexiones que hagas pueden abrir puertas a oportunidades de negocio, colaboración y crecimiento personal. Desarrolla una red de relaciones con personas que compartan tus intereses, valores o metas. Aprovecha las redes profesionales, eventos, grupos en línea y otros espacios donde puedas conectar con individuos que puedan ayudarte a avanzar en tus objetivos. El networking inteligente te permitirá tener acceso a información privilegiada, consejos y apoyo cuando lo necesites.

Paso 7: Usa el poder de la narrativa

Las narrativas que la sociedad construye sobre el éxito, el fracaso, la riqueza y el propósito son poderosas. Haz uso de las narrativas que existen dentro de la Matrix para dar forma a tu propia historia. Por ejemplo, si logras ver el "fracaso" como parte del proceso hacia el éxito y no como un obstáculo insuperable, podrás aprovechar los momentos difíciles para aprender y crecer. Usar una narrativa positiva y flexible puede ayudarte a tomar decisiones valientes y aprovechar las oportunidades, incluso cuando las circunstancias no son ideales.

Paso 8: Sé consciente de tus emociones y mentalidad

Finalmente, el último paso es mantener una mentalidad equilibrada. Las emociones juegan un papel fundamental en cómo interactuamos con la Matrix. El miedo, la ansiedad, la presión social y el estrés pu  eden nublar tu juicio y hacerte caer en patrones reactivos que no benefician tu bienestar.

Desarrolla una práctica de autocuidado emocional y mental que te permita mantenerte centrado, resiliente y enfocado en tus objetivos. La meditación, la reflexión constante y las prácticas de mindfulness pueden ayudarte a mantener la claridad mental y tomar decisiones estratégicas sin que tus emociones te controlen.

La Matrix no es solo un sistema del que debes huir, sino una red de posibilidades que puedes usar estratégicamente para mejorar tu vida y alcanzar tus metas. Al identificar sus reglas, cuestionar las creencias limitantes, aprender a adaptarte, utilizar la información y las relaciones a tu favor, y mantener una mentalidad resiliente, podrás navegar por el sistema de manera eficiente y aprovechar las oportunidades que ofrece. En lugar de ser un prisionero de la Matrix, puedes convertirte en un jugador astuto que usa sus propias reglas para crear una vida más plena, exitosa y auténtica.

No es un ejercicio fácil pero una vez localizado el problema adelantamos un montón, la resistencia activa a no dejarse llevar por la matrix sin pelea es un adelanto total, la ayuda dada por el ChatGPT4 ha sido primordial, bajo el supuesto de que su cultura es absolutamente más amplia que la mía pues su modelo de lenguaje le da acceso a información vedada por múltiples razones a mi pedestre entidad humana, lo dejo como tarea para que el 2025 nos sea leve, en la medida de lo posible.

José Ramón Briceño Diwan

Caracas 26/12/2024

 

 


 

 

lunes, diciembre 02, 2024

Mea Culpa , o de como mis pecados terrenales me llevaran al cielo divertido

 

Tengo la impresión de que somos criminales aun sin querer serlo, es que la sociedad, la cultura y hasta la religión de mis ancestros (católicos) fuerza a la creencia de que soy culpable de algo, no importa de qué, pero al final siempre hay alguna culpa que esgrimir, por ejemplo, si tomamos los 10 mandamientos y que para no ponerme intenso ni rebuscado los he bajado de Wikipedia y para quienes no los conocen acá se los presento:

Amarás a Dios sobre todas las cosas, No tomarás el nombre de Dios en vano, Santificarás las fiestas, Honrarás a tu padre y a tu madre, No matarás, No cometerás actos impuros, No robarás, No darás falso testimonio ni mentirás, No consentirás pensamientos ni deseos impuros, No codiciarás los bienes ajenos.

De esos 10 asuntos básicos que parecen un acuerdo de convivencia bastante justo solo puedo asegurar sin lugar a dudas que cumplo con cuatro o menos, porque el de No Matarás tampoco es muy claro de si es a otro humano o los animales de comer aplican, pero digamos que solo se refiere a otros humanos, entonces ahí estoy libre de culpa. De todas maneras, pasaré lista, Dios es un personaje bastante esquivo y hay muchas ocasiones en las que su poderosa omnipresencia queda en entredicho, por tanto, mientras uno está con el agua al cuello esperando que la mejor cosa que te pueda pasar es la muerte tampoco es que vayas a decir que lo amas, pero aunque sea cuestión de esta mentalidad “científica” de finales del siglo XX y principios del XXI mi fe es puesta a prueba a cada momento demostrando en la mayoría de los casos que es mejor estar claro que tener esperanza pues siempre termina sucediendo cualquier cosa menos lo que pides en tus oraciones, ahí ya perdí el examen. Del punto dos y el tres no me voy a extender, no es raro que en medio de alguna bronca uno jure por dios que va a hacer alguna cosa terrible que de todas maneras nunca harás bien por no tener madera de criminal o simplemente porque nunca se den las condiciones, ahí ya valiste madres, juraste en vano, el pun tres; a menos que bañarse con cerveza aplique como alguna suerte de bautismo o tirar un poco del licor de cada botella recién destapada a la tierra para compartir con mis muertos  aplique como forma de santificar una fiesta, me es complicado pensar asuntos religiosos en ninguna parranda en forma, otro punto menos en mi lista.

Todos tenemos algún conflicto con nuestros padres, personalmente hay una historia ahí bastante personal que da para escribir un par de libros donde puedo explicar cómo sobreviví a mi infancia así que acepto la cualidad humana de mis padres, por tanto, sé que son falibles, aunque los respete no quiere decir que los obedezca para eso hace falta el ejemplo y el de ellos no aplica. Por supuesto NO mataré a menos que me vea forzado, ¿cómo es eso de que por ser buen cristiano debo dejarme matar por otro?, pero el documento no deja excepciones, solo espero no tener que verme en esa situación, aunque siendo sincero ya tengo una larga lista de posibles (e imaginarios) escenarios donde hay un paredón en el que pondría a una larga fila de personas nocivas para el planeta. Imagino que eso de no cometerás actos impuros sustituye a la fornicación como pecado, si hablamos del sexo consensuado sin fines reproductivos ya me gané la quinta paila del infierno donde seguro me encontraré a mucha gente conocida lo que no es tan dramático después de todo, no robo así que ahí estoy libre de pecado, pero escribo ficción y eso aplica como mentir, con respecto a la vida diaria hace años practico la ironía platónica y no miento aun cuando debería, solo busco el modo adecuado de decir la verdad del modo menos ofensivo posible, tampoco codicio bienes ajenos, aunque no sé si ver con gula las camionetas que tienen algunos de los conductores caraqueños, los apartamentos en el este de la ciudad, las casas de campo, las mansiones de algunas urbanizaciones aplique como envidia o todas esas cosas que alguna vez tuve y ahora están fuera de mi alcance apliquen también, en todo caso aunque solo quiero ganarme lo que tenga hay veces en las que los sueños lo traicionan a uno, sin embargo no está dirigido a (casi) nadie en particular pues sé que a pesar de los oropeles todo el mundo tiene un drama a cuestas y con los propios tengo más que suficiente para ganarme otros por puro envidioso.

Pensando acá, este lunes por la mañana, en que ¿si no hay nadie más poderoso que dios, entonces sus leyes están por encima de todo lo demás?, según todos los que pregunté me han dicho que si (los que no me respondieron solo con miradas de odio como las señoras testigos de jehová que reparten revistas en la esquina) solo que sus tribunales y los castigos se dan en aquellos juicios son cuando uno ya está muerto, donde además nadie vuelve ni da testimonio, no sabemos en realidad como termina el asunto con el castigo a los infractores, que según mis cuentas son al menos el 98% de los humanos. Ahora bien, hay otro precepto que dice que lo que no está sancionado por la ley debe estar permitido siempre y cuando no existan daños a terceros ni impulsen a cometer delito alguno, según esto por lo único que no puedo ser castigado en el infierno es por la razón que podría ir preso en mi país o en el mejor de los casos socialmente censurado, en ninguna de las versiones de los mandamientos dice que no te drogaras ni tomaras licor, dos cosas que hacen todos (al menos lo de las drogas) con receta o sin ella, el café no es agüita perfumada, ni el cigarrillo, ni la pastilla para los nervios ni la de dormir son caramelos, es más , son tan adictivas como la cocaína pero las receta el doctor.

Según esto el sitio más divertido no debe ser el infierno, debe existir alguna sala en el cielo donde uno se encuentre con todos esos genios que se drogaban y bebían para exultar a sus musas, que no le hicieron daño a nadie ni fueron detenidos por drogadictos (algo normal dentro de la hipocresía humana), a pesar de todos mis pecados espero terminar en el cielo conociendo a Bukowsky, García Márquez y a la muy larga lista de drogadictos y alcohólicos venerables, por suerte beber ni drogarse están prohibidos por los mandamientos y para mis pecados que tampoco son tan graves siempre habrá la posibilidad del arrepentimiento, espero que cuando me toque esté esperando san Pedro y no Kukulcan, ahí preferiré devolverme y comenzar a aterrorizar humanos, es más divertido que la otra expectativa, en caso de equivocarme, total todos comenzamos a morir desde el momento en que nacemos.

José Briceño

02/12/2024