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domingo, abril 17, 2016

Elogio a la inteligencia


He sido un parrandero impenitente mientras se pudo, nunca me he negado a una conversa regada con cualquier alcohol que se aparezca, la verdad mi hígado está entero de milagro, los riñones cíclicamente, cada diez años protestan tirando piedras que el medico muy amablemente diagnostica como “cálculos” pero la verdad es que yo sé que son piedras lanzadas desde mi interior  para protestar por darle tanto alcohol que procesar, desde el de peor calidad hasta el más excelso de los caldos europeos o sureños como corresponde al bolsillo de amigos y familiares que invitan, en el caso de los más humildes es gracias a mi bolsillo de poeta siempre al borde de la catástrofe económica, aunque últimamente eso del licor ha bajado casi a su expresión mínima pues el bolsillo de nadie está para esos gastos superfluos.

En esas épocas en las que andaba de parranda en parranda, desde muy joven debo aclarar, ya me negaba a compartir mi tiempo con gente poco inteligente por mucho buen licor que invitase, perder neuronas y tiempo discutiendo idioteces como la moda, los carros , mecánica , música que no entiendo o farándula jamás ha estado en mi radar por muy ebrio que terminase, ahora de viejo (44) soy peor y las canas (como dice el maestro Wilson Prada) me han dotado de un chaleco antibalas para los odios o comentarios insidiosos, sin algo no me parece lo digo de la manera más amable posible y si no manera amable pues lo suelto como balas , total si no me tratan no pasa nada, mejor dejar atrás gente que no aporta nada al intelecto.

Entre esa poca gente que hoy día frecuento debo admitir que hay una muestra bastante variopinta, desde poetas excomunistas, algunos de vieja escuela , de esos que alguna vez discutieron con Neruda allá en París, otros de menos abolengo pero igual de inteligentes (a pesar de su manía socialista, nadie es perfecto), periodistas que hasta corrigen textos para la biblioteca nacional, insignes médicos cuyas esposas me tragan con sonrisas resignadas, ingenieros creyentes en el evangelio cuyo misión al parecer es hacerme volver al redil de la senda de Jehová pero que no entienden que mi ideario excluye todo aquello que me prohíba intentar enmascarar la bronca regándola con alcohol, cigarrillos , café y alguna vez hasta otras cosas menos aceptadas socialmente, hasta un carpintero que me contó que alguna vez le hizo la cocina a la casa de los Bekham en Miami, así un largo etcétera de gente interesante cuya conversa agradezco y aún más que hasta me soporten de a ratos.

Pensando en toda la lista de gente con oficios interesantes y discusiones edificantes que no puedo comentar por acá pues se haría excesivamente larga para un blog de esta naturaleza, sobre todo porque toca también incluir a esa nueva categoría de amigos virtuales (y los que la distancia ha tornado en esa categoría) que también he ido ganando con los años, cuyas residencias están regadas por todo el mundo de habla hispana y en algunos casos hasta en países donde los únicos que hablan español son esos con quienes me escribo. Me he dado cuenta , no muy sorprendido en realidad, que no tengo ni un solo amigo en las esferas del poder, ni militares ni furibundos defensores del régimen y sus desmanes, que vergüenza para mí sería ser amigo de un Samper por ejemplo, que espanto ser amigo de Diosdado, de la familia imperial de sus sacarra majestad los Flores-Maduro o cualquier Boliburgués de esos que defienden a capa y espada sus comisiones mil millonarias, alguna vez tuve amigos ahí pero a la tercera discusión me borraron de sus redes, los familiares hasta negaron su filiación conmigo, todos los prochavistas se borraron de mi memoria, en el caso de la familia hay un ADN compartido que ojalá pudiera eliminar para ahorrarnos encuentros bochornosos entre primos que se tratan solo por la cortesía social, en el de los conocidos toca agradecer que la gente insignificantemente inteligente desaparezca de la vida, uno no puede andar cargando el único estigma válido de ser relacionado con gente estúpida, en esta crisis de todo y hasta de inteligencia toca atesorar la poco que queda.

No me puedo imaginar haciendo malabares dialecticos para defender la escasez, la violencia, el abandono y hasta el pillaje tan común entre los afines al adefesio ideológico que esa gentuza defiende, no me creo con estomago para escuchar a un militar hablando su media lengua de campaña  pretendiendo que me agrada, tampoco tragarme mis palabras para evitar sanciones por parte de los jefes. De hecho varios amigos me han pedido que deje de escribir por acá ya que tristemente nadie me lee ni me hace gran caso, ellos saben más que yo, sin embargo de no hacerlo la verdad todo sería peor, así como no tener amigos inteligentes o ser amigo de Samper, una vergüenza total.
José Briceño, 2016

@jbdiwancomeback
¿Te gusta mi articulo?, tambien he escrito una novela que está a la venta En este enlace


domingo, abril 10, 2016

En busca de un mundo perfecto (Capitulo 2)

Soy de los que piensa que los domingos son días neutros donde cualquier obligación sobra, además, viviendo en Venezuela toca hacer algún escape de vez en cuando para no verse seducido a caer en la tentación de la neurosis por causas políticas, económicas, de salud o sexuales pues todo se ha puesto tan complicado o peligroso que la neurosis está a la vuelta de la esquina, basta un mínimo descuido para terminar loco o suicida por aquello de la impotencia de no poder hacer nada a corto plazo. 
Hoy les traigo el segundo capitulo de una novela que escribí no hace mucho y que he puesto a la venta en Amazon, el primer capitulo junto con la introducción les recomiendo leerlo acá mismo en el blog ( Capitulo uno) , acá los dejo queridos lectores con algo más de las aventuras de este profesor suicida. 
2                                       Historia
(el diario)

Cuando pasó el escándalo que se produjo cuando sucedió lo del arzobispo de la capital y mi posterior divorcio , el jefe, en vista de la situación me ha otorgado todo un año sabático, terminé poniéndome  en terapia con uno de los mejores especialistas del país, también tuve que dejar el alcohol.
 A los tres meses, cuando la depresión por fin cedió espacio a la tranquilidad relativa de la medicación constante, me embarqué en un crédito con un banco para viajar por el mundo, estuve en Jerusalén, donde visité los lugares santos y otros no tanto ya que viaje sin bohemia no tiene sentido.
 Después de conocer la ciudad santa me fui a Roma, a mirar de cerca la otra cara del cristianismo , todo comenzó a cambiar cuando, en compañía de unos colegas comunistas y luego tres litros de aguardiente de grappa, hicimos una competencia en la fontana de Trevi, para orinar a los angelitos que la adornan, me alcé como ganador, la celebración  llegó hasta que un carabinieri, porrazos por medio me sacó de ahí, el asunto no terminó mal por la intercesión de un joven cura venezolano, a quien la cosa le hizo gracia, me llevó a lo que después supe era su apartamento para  comer, ducharme y esperar  que bajase la borrachera.
El religioso tenía su alojamiento en un callejón, no era muy grande pero si acogedor, tan pequeño es el habitáculo que le comenté con sorna entre la nube alcohólica que parece más bien un closet con ducha en vez de una vivienda, lo que le saca un par de carcajadas a Ramiro, ahí me mandó a darme un baño y me prestó ropa mientras la que tenía puesta se lavaba y secaba, al salir de la ducha vestido con ropa prestada, mi anfitrión forzado sirvió un expreso triple tan oscuro que bien podía servir  para pintar paredes, esperó a que  lo tomara,  acto seguido invitó un cigarrillo.
Al preguntarme que hacía en Roma, y por qué razón tenía tal estado de perdición alcohólica,  no me quedó más remedio que contar toda la historia, al terminar la síntesis de los últimos meses  propuso encontrarnos al día siguiente para continuar la conversa pues, él tenía no pocos resquemores sobre la fe que abrazaba. 
Ramiro pasaba por una gran duda de su religión, esa era la razón de su estancia en esa ciudad, no estaba en misión de su iglesia, es que como era descendiente de una familia muy pudiente,  se pudo dar el lujo de un año de vacaciones para dedicarse a estudiar,  ver si por fin miraba el fondo de su vocación, un último recurso antes de abandonar los hábitos, su estancia en el vaticano era una suerte de  acto de penitencia para no ofender a su madre ya que no quería lastimarla.
 Le pregunté sobre sus preferencias sexuales pues si no era heterosexual hasta ahí llegaba la conversa, el cura muy risueño le dice que no es homosexual, entre muchas, esa es una de las razones para abandonar los hábitos, el celibato en Venezuela es cosa imposible y sus hormonas lo tienen atormentado, ya ha claudicado con tres viudas, dos liceístas, cuatro monjas, seis señoras entre madres y representantes de otros tantos primo comulgantes, dos catequistas eslovacas y un par de amigas de su hermana, sin hablar de las “amigas de alquiler” pagadas de vez en cuando a fin de acallar las hormonas, todo un rosario de tentaciones difíciles de evitar.
Es que Venezuela es una tierra caliente donde quien no la da la presta, la expresión nos sacó carcajadas , fijamos la cita en un café venezolano, propiedad de unos antiguos amigos, quienes se vinieron tras una beca de investigación pero al terminar el trabajo decidieron darle a los Romanos un poco de Venezuela en comidas y tragos, sitio de refugio para la nostalgia de tanto exiliado que anda de paso por Europa, sin embargo le pedí al cura que se fuera sin traje religioso,  con ropa seglar, para  poder conversar pues mis convicciones prohibían hablar con curas por muy buena gente que parecieran.

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sábado, abril 09, 2016

Chávez vive, la fiesta sigue



Las revoluciones son un mal necesario, ellas por lo general ocasionan cambios profundos en los sistemas que de no existir seguramente el mundo seguiría rigiéndose por aquellos incomodos sistemas feudales donde un fulano como yo, gracias a su origen plebeyo no podría escribir estas líneas sin ser considerado un enemigo del sistema (lo que ciertamente soy). Esta extraña “revolución” por lo obsoleto e inútil del reciclado de ideas caducas que a su vez son producto de mentes obtusas, ya ha demostrado con sobradas pruebas su inutilidad manifiesta.
 
Desde esta esquina  tampoco es que va a estallar una nueva revolución de la lógica o por mi culpa, el día de mañana explotará un conflicto inspirado en mis palabras así que por el momento soy uno más del montón de gente que detesta el esquema gubernamental. 

Siguiendo la idea de la importancia de las revoluciones para que el mundo avance, por ejemplo, podríamos hablar de la revolución francesa que a pesar de toda la brabarie y la inútil muerte de miles de franceses dejó algunos insumos utilizaqbles para las generaciones futuras así como la demostración de que era posible pensar en un sistema político ajeno por completo a la idea monárquica (a pesar de Napoleón quien destrozó todo para volverse emperador). Sin ella no hubiesen habido movimientos independentistas en ninguno de los países de este continente o cuando menos no justificación ideológica para mantener la lógica de las carnicerías ni las barbaridades de estas guerras. La tradición republicana de mi país nació en francés y fue adoptada en cientos de proclamas por los líderes militares de su época, de no haber existido aquella cosa barbárica que hicieron en Europa, el asunto de la guerra de independencia hubiese tardado unos años más.

Al final el problema no son las revoluciones en sí mismas, es el falso idealismo de quienes se hacen con ellas lo que las mata de a poco, pervirtiendo así el espíritu de las mismas y toda aquella avalancha de buenas razones que impulsaron toda la maquinaria bélica, propagandística e ideológica que las impulsó hasta ganar. Si hablamos de revoluciones fallidas podríamos nombrar sin temor a equivocarnos de la que hicieron  los cubanos, todavía recuerdo a mis tíos universitarios hablando con cierto orgullo de fidel y compañía, aquella rara atracción con la izquierda y sus promesas, tanto así que hasta presidentes venezolanos de supuesta filiación derechista eran muy cercanos al tal cubano, como Carlos Andrés Pérez, por nombrar alguno.

La realidad -más allá de los lloriqueos por bloqueos, boicots y odios supuestos de toda la comunidad internacional contra su régimen, esa manía de la izquierda de cometer atrocidades para luego decir que eran hechas de buena fe y que los “malos” son los otros, los pitiyanquis- era que mientras los allegados al poder terminan millonarios, el resto de la población malvive con sueldos de hambre, tanto como para arriesgarse de cualquier manera para escapar del martirio del día a día del cubano promedio, cuando no terminar siendo una sociedad de proxenetas y meretrices que intercambian sexo por dólares (unos pocos) productos de aseo personal o ropa de moda, cualquier cosa es mercadeable por el sexo o quien sabe que más, tanto así que la excusa original de la revolución cubana era liberar al país del yugo yanqui que los había transformado en el burdel del caribe para terminar siendo lo mismo solo que con más hambre.

Acá no pasa muy distinto, quizás lo único diferente es esa marcada tendencia a lo criminal que parecen tener muchos compatriotas. Para no terminar en el lugar común de insultar a ministros y malhechores conocidos voy a citar un par de ejemplos anónimos cuyos relatos he escuchado de muy buena fuente, esa cosa terrible aunque no novedosa de policías que extorsionan a los vendedores callejeros y si no les dan su coima pues o le decomisan la mercancía o la rematan bajo la excusa del acaparamiento, en cualquier caso el pobre hombre pierde la mercancía, quizás lo que más tristeza da es como los transeúntes se aprovechan de la miseria del tal buhonero que (digamos) vende frijoles a 700 bolívares el medio kilo (que por cierto es el mismo precio de los establecimientos comerciales) y todo aquel que puede comprar la mercancía robada por las autoridades lo hace sin un ápice de compasión por el hombre (o mujer) a quien le acaban de quitar el sustento de la semana, lo peor es que hasta felicitan a los “agentes del orden” aun sabiendo lo ilegal del procedimiento, el ciudadano agredido tampoco puede hacer nada pues lo más factible es que termine preso sin juicio y hasta sin orden de encarcelamiento por tiempo indefinido, lo que causaría todavía más daño a la economía familiar ya que para sacarlo de la cárcel habrá que encontrar bastante efectivo que engrase los engranajes que impulsan la mala praxis policial que de tan común se ha vuelto modus operandi, por aquello de su similitud con el hampa.

En ese mismo orden de horrores relativos a los agentes la ley, un ciudadano, familiar cercano de una muy buena amiga fue secuestrado al salir de su empleo, el hombre trabaja como gerente general de una joyería en la isla de Margarita, al salir un agente lo detiene por ser supuestamente cómplice en el robo a una mujer quien lo acusa falsamente pues a la hora que declaraba haber sido robada el acusado estaba en plena faena laboral, cosa que hacia altamente improbable la acusación. El asunto se pone más feo cuando al señor le quitan su Iphone 6, la billetera con varias tarjetas de crédito así como una generosa suma en efectivo por haber cobrado esa misma tarde y que llevaba encima al salir de su trabajo teniendo la pretensión de ir el domingo temprano a hacer compras en el mercado libre donde no se aceptan tarjetas de ningún tipo.

Una hora después del arresto aparece la familia del acusado en la comisaría, comienza el papeleo y la discusión, la acusadora al verse descubierta  retira la acusación y logran poner en libertad al señor quien al reclamar sus pertenencias fue amedrentado por el oficial que había hecho el arresto, quien de plano negó haberle quitado nada al ciudadano y este prefirió irse en paz antes que terminar peor, es un asunto peligroso acusar a un policía si no se tiene protección adicional ya que cualquier cosa le puede pasar al acusador o a su familia, es uno de esos casos donde perdiendo ganas.

Estos dos hechos demuestran sin asomo de dudas cuan indefensos somos los ciudadanos, las cosas de una revolución pervertida que ha trastocado el orden natural enarbolando la bandera equivocada, al igual que los cubanos, muchos cayeron en la trampa de creer en las promesas de una manga de resentidos sociales que se han rodeado de iguales para hacerse millonarios mientras la gente de trabajo termina de mendiga, además de indefensa ante unos cuerpos del orden y la ley cuyo actuar se parece más al de un ladrón con permiso para delinquir. 

Mientras escribo estas líneas no puedo dejar de pensar en “Chávez vive, la lucha sigue”, sobre todo porque su traducción debería ser “Chávez ha muerto, pero la fiesta sigue”, el problema es que la fiesta tiene animo de velorio y la gente inteligente no está invitada a participar del festejo.

                                                                                                                        José Ramón Briceño, 2016
@jbdiwancomeback
Si te agrada la lectura podrias leer el primer capitulo de mi novela pinchando acà



jueves, abril 07, 2016

La no colaboraciòn



 Decir que la situación del país está mal, es una redundancia, buscar culpables es un ejercicio inútil pues a pesar de que todos saben quiénes son, nadie está dispuesto a ponerle el cascabel al gato. Vociferan, avisan, llaman a rebelión, invocan el articulo0 350 de la constitución nacional pero igual nadie mueve un dedo, aparte de los teatreros que con las gonadas de corbata hacen el pantalleo de que hacen algo para aparentar una tal lucha pacífica a un régimen que usa leyes, reglamentos y deseos colectivos como papel higiénico con el que limpian el exceso de materia fecal que riegan de manera inmisericorde por las calles de mi país.
 
Aunque siento un sacrificio inútil, la verdad me niego a hacer colas para comprar nada, de hecho hace ya como tres meses que no tengo afeitadora, por suerte soy calvo y el champú no me es necesario, hoy se me acabo el jabón de baño, ye veré como me hago de una pastilla antibacterial pues acá se suda mucho, lo de comprar colonia lo deje en el olvido pues las que hay no me gustan y son extremadamente caras y la que me gusta vale más de tres meses de sueldo docente así que ni de vaina. 
 
En cuanto a otras cosas, resulta que a pesar de la ley, tengo tres años trabajando como profesor de una catedra de fotografía sin cargo fijo ¿la razón?, me niego a hacer un fulano curso de formación sociopolítica que dura cien horas, no sè, yo creo que lo aprendido en cinco años de carrera universitaria y  15 años de experiencia docente a todo nivel avalan màs que sobradamente mi preparación para el cargo, por cierto vaya desde mi esquina una gran repulsa a TODOS los colegas que han bajado la cabeza, rebajando y faltándose el respeto a si mismos al aceptar tal bajeza administrativa por parte de los abominables chavistas comunistas de porquería , ustedes son parte del problema al ser como borregos y brincar de alegría cada vez que el gobierno les clava alguna burrada de esas. Coño , es que si me dijeran que la póliza de seguro es más alta o por lo menos hay seguro, algún beneficio extraordinario a la nada ordinaria de ser empleado del estado, quizás uno podría encontrar explicación , pero es que a pesar de tener cargo fijo igual no tienes nada más que el desgraciado cargo, pobres mentes egresan de nuestras universidades y terminan en los planteles formando a los borregos que alimentaran las arcas de los abominables jefes.

He decidido a pesar de todo evitar todo posible acto que pueda considerar como colaboracionista, si me botan del empleo ya veremos que se hace, igual el sueldo no alcanza para la cuarta parte de las obligaciones y ni para comer da. Tengo la certeza de que si muchos hicieran lo mismo que yo quizás algo mejoraríamos, exijámosle a los organismos competentes servir de algo, a los que hacen cosas desde el extranjero que se quiten de pajas pasionales, busquen asesoría, funden asociaciones y ayuden a los emigrantes o a quienes aspiren a hacerlo, pueden dar desde créditos para pasajes, contratos laborales y quien quita, a lo mejor habrán algunos osados que imiten los movimientos de la contra salvadoreña o nicaragüense de los años 80, ya es hora de que la oposición tenga su brazo armado. No es posible que el monopolio de la violencia lo tengan el estado y sus asociados que despachan desde las cárceles de nula seguridad.

Seguro querido lector, sentirá un halo de furia en mis letras, le puedo asegurar que está en lo cierto, estoy energúmeno, molesto y hasta con hambre, no puede ser que la fulana lucha solo sea desde los teclados, todos pidan calma y la calle siga siendo la misma porquería, solo funciona que el cepo cada día sea peor , el hambre, la enfermedad, la escasez y hasta la desesperanza crecen al mismo ritmo de la inflación mientras una manga de barbaros disfrutan sus millones con el mayor descaro y quienes deberían defendernos son sus cómplices más dedicados.

Mejor dejo este post hasta acá, todos saben que hacer, es su decisión hacerlo o seguir siendo borregos asustados que solo se quejan por las redes, yo pongo mi colaboración en no colaborar, pregúntate tú que haces aparte de quejarte.
José Ramón Briceño, 2015
@jbdiwancomeback