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martes, noviembre 19, 2019

Homenaje al revolucionario desconocido



Rafaelito Torres nació en un pueblo llamado “La VILLA”, sesenta kilómetros al sur de la capital del estado Aragua, creció en una parte de la pequeña ciudad donde el pueblo se funde con el campo, la periferia suramericana típica, una suerte de gemelo del Comala de  Rulfo . Mientras el niño crecía desarrolló una devoción por las teleseries norteamericanas donde los héroes usaban uniforme de guerra mientras matan al por mayor en nombre de la libertad y el rating, además veía con cierta envidia como el hijo del sargento Brígido era respetado por todos gracias al poder que emanaba el uniforme del vecino entre la comunidad, además que en contraste con el nivel de vida que se pueden dar sus padres con el sueldo de maestro , dos hijos y una abuela siempre en desventaja económica frente a la vida, estaban varios escalafones por debajo del lujo que llevaba el sargento que hasta carro del año cargaba mientras ellos estaban a pie, por las noches de desvelo soñaba con ejércitos que desalojaban a gente como el sargento para entregarle a él, todo el botín mientras  ve como el militar y su familia quedaran a una miseria parecida a la suya, en esos años parecía un arrebato imaginativo de un niño resentido, quizás un mal que con los años superaría hasta hacerse normal, como obrero con despensa ajena abierta y a discreción.

Toda la pasión por imitar al ejército norteamericano llegó hasta la madrugada en la que vio a Steve McQueen  escapando en moto del Stalag 17, ese domingo en Venezolana de televisión , a las tres de la mañana el niño desvelado descubrió (no sin sorpresa) que los Nazis eran más interesantes, esa prestancia que tenían los señores con sus uniformes de diseñador de alta moda, ese respeto que se tenían los hombres que se veían muy fuertes sometiendo a los prisioneros, de cómo tenían jodidos a soldados presos por el crimen de oponerse a la ideología que ellos imponían según el designio de un líder supremo, en el instante mismo que vio como los soldados alemanes trataban a sus prisioneros que de paso eran los héroes de la trama, lo sedujeron al nivel de que tuvo su primer orgasmo infantil por el delirio de poder que surgió en su retorcido pensamiento,  desde la noche siguiente se soñó como un emperador así costase la muerte y el sufrimiento de muchos, él quería ser Rafaelito, el Fiurer del mundo, no sería maestro ni pobre cuando fuese grande. Nunca lo confesó, pero su meta final era ser adorado y obedecido con servil felicidad a cada dicterio que dijese, por más atolondrado que fuese, era su sueño, el mundo tenía que regalárselo, la forma la inventaría más adelante.

También en La Villa vivía el viejo Klaus, un alemán que había caído bien en gracia en la zona por su simpatía, buen vecino, solidario y con don de gentes. Este señor, quien aparentemente tenía dinero pues nadie supo jamás de que vivía, daba trabajos ocasionales a los jóvenes de la zona, entre ellos estaba Rafaelito quien con apenas diez años se ayudaba limpiando jardines o haciendo cualquier otra tediosa tarea menor que por tediosa sus responsables preferían pagar. El mejor cliente del niño era Klaus porque al parecer le caía muy bien el niño y lo contrataba uno que otro sábado para limpiar el amplio jardín de su elegante casa, una tarde, el niño no se aguantó más y le preguntó al anciano si él sabía algo de los nazis, el hombre le pregunta a su vez la razón de tal pregunta a lo que el niño le cuenta lo mucho que le emocionaba el tema luego de ver aquella película en función de madrugada donde unos alemanes muy bravos mantenían prisioneros a varios gringos , que desde esa mañana quiso ser como esos señores altos y bien vestidos que dominaban con tanta confianza a los héroes de la historia , que cuando fuese grande seria militar para parecerse a esos. El anciano confundido por haber sido tomado por sorpresa  hasta que cayó en cuenta que el niño en su inocencia no se dio cuenta que a él le faltaban quince generaciones de cruces con teutones y valkirias para acercarse a ser un aceptable ario , sin embargo en vista de la oportunidad quizás hasta de iniciar un absurdo histórico que gana relevancia por lo exótico y dramáticos desenlaces en que terminan siempre las historias donde la lógica se pervierte con epidemias de fecalomas cerebrales  de esas a las que solo sobreviven ciertas genéticas pero las mayorías son contaminados como si de herpes se tratase.

Luego de una beatifica sonrisa lo inició en el ancestral saber de la maldad política vestida con eufemismos que pretenden hacer leves las atrocidades que cometen  en nombre de una muy bondadosa intención, pronto Rafaelito había sido iniciado el  concíabulo  político pues el señor Klaus le hizo jurar que guardaría el secreto de lo que aprendería, bajo acusación de que todo el cine de Hollywood era judío y se empeñaban en maximizar los cuatro muertos bajo la bondadosa mirada del Fhurer para convertirlos en seis millones con esa matemática tramposa de los perversos asesinos de Jesús, solo por haber perdido negocios en Alemania cuando se les confiscaron sus bienes mal habidos . La primera gran lección política, todos se creen cualquier cuento si te empeñas lo suficiente si generas impacto mediático, así que la verdad es siempre opcional en el oficio de los políticos, con el pasar  de los años el conocimiento llegó incluso a leer “Mi lucha” y aprenderlo cuan biblia, vio películas , fotos , documentales , uniformes y hasta el álbum familiar de Klaus quedando admirado de la foto donde el Viejo Klaus aparece junto al alto mando militar , ahí descubrió que Klaus , siendo teniente trabajaba como asistente de Hess , ese día se volvió su ídolo.
Mientras Rafael iba creciendo, su hermano mayor se fue a Mérida para estudiar ciencias políticas y a pesar de las muchas peticiones por parte de la familia para convencer a Rafael que fuese a una universidad , él más se empeñaba en querer ser militar, alegaba que como profesional tendría que trabajar mucho para ganar dinero, quizás hasta hacerse experto en alguna apestosa carrera donde no hay poder ni posibilidades de hacer sentir que tiene maneras de ordenar a subalternos , ser adorado era su meta , por tanto nunca estudiaría otra cosa que no fuera la milicia. Pasaron varios años y Rafael ya estaba por graduarse de bachiller, su hermano mayor en cada visita que hacía le contaba sobre el socialismo, de cómo sería el mundo con un socialismo donde nadie tenga plata para que todos puedan probar algo de esa pobreza que los tenía ahogados, aunque al principio le daba pena no contaba en su casa que allá en la universidad, a pesar de tener ya tres años no había pasado del segundo semestre de la carrera, luego fue a la familia quien comenzó a sentir pena y dejaron de preguntar por la universidad terminando por imaginar que en algún momento el muchacho se aburriría y se pondría a trabajar . Pero era el único prospecto universitario de la familia, por tanto era respetado, Rafael aprendía sobre socialismo y como era inteligente pronto descubrió muchos puntos  entre lo que había aprendido con Klaus y eso que le contaba su hermano quien además le enseñaba sobre la forma en que un ejército popular como el de los cubanos iba a ganar el poder a fuerza de balas y terror para ser emperadores socialistas hasta que la muerte se los lleve, en ese momento la grandilocuencia del Fhurer pasó a tener barba, uniforme verde oliva de comandante que hace generales , de gélida puerta de Brandemburgo le pareció poco al imaginar toda la riqueza del mundo a su disposición eternamente le hizo sentir otro orgasmo, esta vez muy silencioso para no tener que confesar su sueño al hermano mayor, el sueño se le hizo más cercano.

Llega el día de hacerse teniente, en su primera vacación se fue al pueblo donde se sintió admirado por todos, agradecía la orden de estar uniformado hasta para ir a la bodega pues en cada paseo se sentía un héroe aunque aún no sabía si algún día tendría el valor de blandir un arma para matar o ser muerto , ya para cuando  ascendió a capitán la vida de cuartel distaba de ser glamorosa , faltaban muchos años para ser general , no creía poder continuar con el mísero sueldo más las pequeñas cifras que ganaba sobre facturando las compras del cuartelucho que le habían dado a comandar, en vez de una guarnición apenas un batallón de paracaidistas como si él no tuviese la habilidad de comandar una base entera además allí las compras serían más grandes y podría tener más dinero para mantener a su hermano que por fin está a tres materias de graduarse en la universidad mientras él ya hasta hijos tiene. A los pocos meses de ser capitán habló con el futuro licenciado en ciencias políticas para solicitarle que lo introdujese en el mundo de la subversión con la excusa del falso desencanto sobre las elites políticas y militares más que todo por esa espantosa manía de pelearse el poder entre adecos y copeyanos cuando él ya tenía su ideología propia, una mezcla de soviet con esvástica.

Klaus le había enseñado la parte luminosa del nazismo , también le contó en que quedó todo , le confesó que a pesar de que los grandes habían caído en Núremberg, eran una legión regada por el mundo que no tardó en reagruparse protegidos por la unión soviética por tanto se fundieron con el comunismo por afinidad de pareceres. Si tuvieron una guerra con Alemania fue porque el fhurer era en extremo racista y los consideraba poca cosa, sin embargo una vez fuera Hitler  de la ecuación porque no murió hasta veinte años después de perder la guerra, como un anciano feliz en una playa de Rocha (Uruguay) pero la mentira era necesaria para reorganizarse en una inmensa red de tráfico de todo , al final los Rusos odiaban a los Judíos, soñaban con un dominio feroz sobre todos los que se empeñen en sentirse mal por nada, que la revolución es la felicidad por decreto, pensar o rebelarse es un pecado que se cobra a bala, cárcel o hambre (generalmente consideran que las tres juntas son perfectas) tal como hacia el partido durante el feliz periodo nazi de Alemania , la excusa de buscar fondos para someter al capitalismo por todos los medios posibles los involucró en ser la más peligrosa asociación global que generaba millones para todos menos los ciudadanos que la política es una cosa muy seria para ser administrada por el pueblo que debería  hacer feliz.   Rafael sabía que a historia había pervertido la realidad, al final los rusos asimilaron a los nazis permitiéndoles existir bajo el amparo del discurso socialista, permitiéndoles además generar ganancias bajo el compromiso de compartir ganancias , todo enmarcado por el más discreto silencio al respecto, el órgano que se inventaron para ser impunes políticamente correctos fue fundar la internacional socialista.
Bajo esos argumentos Rafael comenzó lo que pensaba era la ruta directa hasta el poder ,ya encontraría el momento para sublevar las tropas, su trabajo desde aquel día en que lo aceptó el partido comunista como miembro de la secreta logia que agrupa a los traidores con buenos sentimientos políticos con su familia al menos. Fue un tiempo de inmenso temor por caer detenido en algún momento, su labor dentro de la organización era la de ubicar militares afines, un compañero de promoción, un tal Hugo era el más interesado en el tema, con él discutía horas enseñándole toda la sabiduría que aprendió de su amigo Klaus y las muchas sesiones con su hermano el futuro politólogo que esperaba se graduase algún día, tan cercanos llegaron a ser que bautizaron su discurso político como el socialismo del siglo XXI, en aquellas reuniones clandestinas descubrieron que al final el asunto de las ideologías formales es la de dar un marco referencial legal al poder, al final todos somos iguales pero ellos son más iguales que otros y por tanto ganarían millones para alquilar un burdel , tener amantes, comprar casas , ser admirados, reverenciados, amados y defendidos como gentes de superior intelecto , casi dioses con poder de vida o  muerte, sus familias serian millonarias además de sus más cercanos lacayos, lo más cercano a la realeza en estos montes tropicales.

Llegó el Caracazo y hasta esa época tanto Rafael como Hugo competían para ser los líderes militares de la futura insurrección socialista, la competencia fue reñida, incluyó hasta llegar a la Habana sin ser detectados en ningún aeropuerto fue la gran prueba, con tan mala suerte que Rafael nunca pudo salir del país porque lo detuvieron en la frontera con un pasaporte falso. Perdió la razón, fue dado de baja por motivos médicos luego que , mientras estaba detenido, todas las noches daba un discurso político , lo más grave era que algunos los hacía en alemán y otros en su español pero con acento cubano , obligaba a todos que lo llamasen comandante , dormido soñaba con una tal Eva Braun , gritaba cosas a un tal Che, hablaba en Ruso y lloraba en venezolano con mentadas de madre incorporadas y dirigidas a un tal Hugo, maldecía los politólogos , gritaba jeil jitler respondiéndose a su vez que todos iban bien.

Un compasivo general, preocupado por la manutención de la familia del capitán Rafael, decidió suspender el juicio probando sin lugar a dudas que el hombre estaba loco. Han pasado veinte años de eso , entró en el manicomio el 4 de febrero del año 1989, mientras los transportaban , el enfermero escuchaba la radio cuando salió al aire la historia con aquella frase “por ahora” , en un acceso de rabia demente gritó ¡Hugo MALDITO, me has plagiado la idea!! Hasta caer desfallecido para quedar catatónico hasta el día de hoy.
José Briceño, 2019




viernes, agosto 24, 2018

Dios existe


Si dios existe o no, es un asunto que le devana los sesos a cientos de miles de seres humanos desde el inicio de los tiempos modernos (para no poner muy intenso el asunto), las mayorías terminan cediendo a la creencia ciega por desgaste o simplemente por comodidad, siempre es mejor dejar esa profundidad a quienes estén dispuestos a volverse locos pensando que para lo demás están los libros sagrados, sin tanta complicación. En el caso particular de quien esto escribe cree que Diós existe,  a pesar de que el nuevo testamento me parece un cuento romano muy bien urdido, que de tan bueno ha parido más de un centenar de otros rituales donde militan cientos de millones sin hablar de la inmensa cantidad de ganancias que deja entre tanto crédulo necesitado de fuerza mística para sobrevivir a la locura contemporánea, no importa en que parte del globo vivan, siempre habrá algún grado de bobera humana incluida a la que toque sobrevivir, para ello los libros sagrados son un buen caso de efecto placebo.

Tengo casi la certeza de que creó a los humanos para entretenerse, tener a quienes hacerles creer cualquier cosa y de paso tener muchos billones de seres en un eterno chisme, maledicencia, pelea, violencia y drama, bien sea mezclados a solos , siempre hay alguien poniendo la torta en algun lado. Imaginemos por un momento que somos seres celestiales multidimensionales, seguramente lo sabrán todo, podrán hacer cálculos en las cinco dimensiones pues pueden ver los distintos futuros según el plano físico que deseen mirar, saben que el universo es más que lo que miramos y de paso eres inmortal, es decir, tu mundo por muy grande que sea en algún momento pasará a ser aburridisimo pues no tienes espacio para las sorpresas, de repente tienes entretenimiento en trescientos idiomas donde lo más seguro es que no exista ninguna norma ya que igual puedes averiguar las vidas de la gente sosa (que son muchos) que la de gente interesante (algo así como ciertos canales de televisión), como si fuera poco puedes intervenir solo para ponerle sabor a la cosa haciéndolos pelear por alguna tontería, en fin, imagínense tener un servicio de cable con siete billones de programas en diecisiete mil canales 24x7 sin días de descanso ni refritos, debe ser una maravilla sobre todo por que eres un ser celestial y puedes ver con suma atención quince mil canales sin perder ni un segundo de la acción en cada uno.

Cuando te aburres, dejas que una piedra caiga del cielo y mientras hierve tu café se muere y renace alguna civilización entera ya que por cada segundo tuyo son miles de años terrestres.La parte más interesante es que ni los cataclismos detienen la tontería, aparecerán cientos de profetas que pretenderán avisar del próximo cataclismo sin que nadie caiga en cuenta de que a cada rato caen piedras del cielo, estallan volcanes, hay terremotos, enfermedades, huracanes y hasta guerras con lo que pronosticarlas es simple, solo lo dices que en algún momento pasa, en vez de predecir cuando pasan cosas buenas ya que esas si son difíciles de encontrar.

En fin, Diós necesariamente debe existir y nosotros somos su gran empresa de entretenimiento, lo que hace bastante lógica la existencia de tanta estupidez humana, si se ponen soberbios y se creen ofendidos porque le digo estúpida a la especie, miren a su alrededor y pregunten cuanta pasión inútil hace feliz a tanta gente, desde el deporte con el mucho bobo se pelea por defender un equipo pero jamás se ha detenido a pensar cual es el beneficio para la humanidad que gane o pierda su equipo, ¿Qué cambia con ello?, mañana mismo se pueden acabar los estadios de cuanta cosa se imagine y al día siguiente inventarán alguna otra bobera por la cual discutir. Se matan por el oro y viéndolo en perspectiva es un metal inútil ya que con eso no se hace la gran cosa pero tenerlos en barras, escondidos en un banco son muy valiosos a pesar de que a ciencia cierta solo pasan años llevando polvo pero siempre ganan valor. Fíjense el asunto religioso, los humanos se matan, odian, injurian, engañan y hacen cosas impensables por defender una creencia que no tiene rigor científico, igual los musulmanes andan por ahí matando gente y al final resulta que al morir los reciben Seth , Anubis o Quetzalcotl (igual aplica con católicos u otros cultos fanáticos), así el catalogo de pasiones estúpidas es larguísimo pero para las mayorías es importante el asunto, tanto así que genera millones tanto de vidas perdidas como de monedas duras para los vivos con verbo florido.

En definitiva lo más triste es que resulta que somos payasos cuya única función en la vida es entretener a los grandes espectadores celestiales, quizás las oraciones y los pensamientos positivos impulsan el rating y por ello funciona, quien quita cuando nos moramos que sucede, en mi caso espero reencarnar en otra dimensión donde no toque entretener a su dios , quizás así  pueda estar en calma alguna vez y dejar de sentir esta vergüenza inmensa de pensar que sin que pueda saberlo siempre hay alguien viéndome por una rendija celestial , aunque para ser sincero más vergüenza les debe dar a ellos estar divirtiéndose con mis miserias.
José Ramón Briceño, 2018
@jbdiwancomeback




sábado, junio 10, 2017

En busca de un mundo perfecto (capitulos 15 y 16)



15
 Llega Ramiro del brazo de una argentina despampanante, sin sotana él, ella con un vestido infartante, es rubia como el sol, con ojos cafés que gritan un tinte muy bien puesto, ambos vienen con caras de culpables, pido dos copas más además de otra botella que Ramiro se apresura a decir que paga, nos presentamos con la dama y Ramiro conoce a mis amigos, lo ponemos al día con las noticias, él se preocupa, sin embargo dice que no tiene sentido ponerse tristes a tanta distancia del problema.
 La chica se llama Serena, es de ancestros italianos, periodista que anda en estas tierras haciendo un reportaje sobre el cristianismo apostólico, así se conocieron, ella intentaba convencer a un bibliotecario sin que este entendiese muy bien su chapucero italiano , Ramiro, como buen caballero la ayudó, hicieron la investigación juntos en la biblioteca, le invitó un trago, se conocieron mejor y terminaron en la cama,  estaban en la pausa del amor cuando recibió mi llamada, ella se interesó en la noticia pues sería un interesante reportaje.
Le pregunté cómo llegó al vaticano con esa estampa de diosa griega, con el perdón de mi amigo, le comenté que media botella de Ron y otra de champaña me ponían en ese estado, el cura sin sotana me disculpó, seguimos la conversa mientras yo exhibía la sonrisa de quien comete un crimen sin culpa.
 Serena comentó que vivía en Buenos Aires, que el jefe del periódico, que hasta hace una semana era su amante, la mandó en esa misión solo para poder reconciliarse con su esposa, quien lo amenazó con un divorcio sonado que lo dejaría en la ruina, a ella le sirve para olvidar y a él para sentirse cómodo en su cárcel sin barrotes, esa del matrimonio por obligación.
Su interés por mi historia era para poder renunciar al periódico mañana mismo, con un reportaje de esta categoría podría volver a trabajar para la competencia que ya la había intentado seducir con una jugosa oferta a la que renunció, por culpa de aquel amante que resultó mentiroso pues había hablado de divorcio, matrimonio y apartamento en el centro, pero que a la hora de la verdad la dejó con los crespos hechos, mientras disfrutaría de pervertir a ese cura que tanto le atraía, confesando con desparpajo que todavía no sabía quién pervertía a quien, pues le ha tomado por sorpresa lo ducho del hombre en asuntos que supone no debe saber por aquello de su oficio clerical.
Volvimos a brindar, me contó la periodista que Argentina estaba al borde de una guerra por los malos manejos de la economía de su presidenta, que por imitar a Venezuela estaban cerca de ser iguales, guardando las distancias, sin embargo la llenaba de calma estar a miles de kilómetros de su ciudad, aunque le daba cierta tristeza pensar en sus seres queridos todavía presos allá.
Todos entendimos su sentimiento pues el local estaba saturado de la nostalgia y la tristeza propia de gente con el mismo sentir, todos dejamos seres queridos atrás, en mi caso particular, ese día había descubierto que era un perseguido más pero en ausencia, ya no solo tenía que lidiar con mi depresión y mis dudas, también con la posibilidad de caer preso por mis ideas, ni siquiera por las religiosas, por las políticas, eso que me he negado a ser militante, solamente que la idiotez oficial obliga a poner mi posición por escrito, lo que no sabía era que terminaría por ser famoso, más con mi necedad de creerme invencible y ponerme con nombre, apellido y hasta foto de perfil, como para hacer más fácil la cosa del presidio.
Me comenta la periodista que el periódico le había alquilado un apartamento, algo lejos pero bastante cómodo, nos invitó a todos pues esta noche ofrecía una reunión en casa, más tarde, mis amigos venezolanos alegaron cansancio y se retiraron, no sin antes intercambiar correos electrónicos con besos, abrazos y demás, acepté, total, nadie me esperaba en el hotel, pedimos la cuenta, pagamos, me despedí hasta con lágrimas de mis amigos, prometí visitarlos pronto, ellos también se les humedecieron los ojos, reafirmaron su compromiso de habitación por tiempo indefinido en su casa, les agradecí, los vi tomar un taxi, el cura, la argentina y yo tomamos otro.

16
Rodamos por un buen rato, pasamos varios puentes históricos como corresponde a una ciudad que tiene más de mil años, donde historia, fabula y fantasía conviven en el orgullo de sus habitantes, pasamos por callejones que en mi tierra espantarían al más pintado, al final el taxi se estacionó frente a un edificio de edad indefinida, con color de vejez, alguna vez quiso ser blanco pero el tiempo se ha empeñado en darle otro tono, se adivina cierta decadencia, también se ve la intención del apuro de su jefe lo que confirma su historia de amante desechada, en otro caso quizás un hotel sería más apropiado.
Bajamos del taxi, que pagamos entre tres para que nadie quedase mal, total es Europa donde lo único barato es el aire, sin embargo queda la duda después de tanto impuesto en moneda dura. 
Ella abre la puerta y entramos a un rellano antiguo, donde casi creo ver un fantasma tras una columna, ha de ser mi borrachera incipiente, me digo que nunca más aceptaré una invitación igual, la verdad sufro de cierta tendencia a ser asocial, aunque me empeñe en demostrar lo  contrario, soy uno de los pocos que conozco que disfrutan noches de vodka y música sin más compañía que el gato o la computadora.
Subimos cuatro pisos en un ascensor que parece jaula de pájaro, digo en voz alta que cuando me vaya bajo por las escaleras, mis acompañantes se ríen a carcajadas, parecen tan borrachos como yo, me relajo , no puede ser peor y  me dejo llevar por la situación, veremos hasta donde llegamos, es hora de conocer más gente.
Entramos a un apartamento pequeño, dos habitaciones, un baño, una salita con sofá, dos poltronas, cocina para dos, varios ceniceros rebosantes de colillas, que prontamente Serena vacía metódicamente en una papelera queparece  de diseñador pero prontamente aclara que la compró por cincuenta centavos en un almacén de chinos a las afueras de la ciudad, muy cerca de la casa de las amigas que ya deben estar cercanas a llegar, suena un teléfono en alguna parte, me quedo en la sala con una copa de vino tinto en la mano, mi amigo (el casi ex cura) me dice que me tranquilice, nada pasará, que me hace falta más roce en mi  soledad, hoy ya nada se puede hacer con el problema de la persecución política, quien quita si alguna de las amigas me da unos besos para despedirme por la puerta grande de Italia y decir en Venezuela que no me fui liso, como dicen allá, nos reímos a carcajadas, la chica sale de su habitación sonriente avisa que se va a duchar mientras que sus amigas llegan, Ramiro se ofrece a lavar su espalda y me dejan solo con el encargo de atender el intercomunicador , si no han salido al llegar las amigas hay varias botellas de vino enfriándose desde temprano en la nevera, copas limpias en la cocina, que les diga quién soy, que ellos salen pronto, se van riendo por la habitación, la cual cierran, se oyen risas ahogadas y hasta gemidos, salgo al balcón para dejar de sentirme intruso, eso del amor siempre lo he considerado algo muy privado .
Al rato de mirar la nada desde el balcón recuerdo que desde ayer no me he conectado a internet, seguramente hay cientos de mensajes reclamando ser contestados, desecho la idea por no poder resolver nada, me hago el desentendido del asunto, suena el intercomunicador, al otro lado se oye un acento extraño, son voces de mujeres, les explico la situación y les abro la puerta, las recibo, son tres, una argentina, una italiana y una venezolana (solo de nacimiento según aclara horas más tarde), les sirvo vino blanco muy frío, un Chianti bastante aceptable que recibieron con beneplácito, nos presentamos.
La argentina dijo llamarse Bianca, la italiana Giovanna y la venezolana Ángela, las tres eran jóvenes, de menos de treinta y cinco, todas bellas en su estilo, la argentina igual que su compatriota de pelo teñido de rubio platinado, alta, flaca pero con curvas no muy pronunciadas , la italiana morena de aspecto asalvajado, tenía estilo de desenfado descuido muy cuidado con anteojos de montura de pasta que le daban aspecto intelectual, la otra, de curvas suaves pero insistentes, jeans desteñidos, suéter ajustado, usaba lentes, cabello rojo, teñido claro, labios pulposos de esos que invitan al beso, andar felino y acento deslenguado de la gente de mi tierra, con ella fue algo eléctrico, le hable de mis habilidades como fotógrafo e intento de escritor a pesar de mi formación científica, tuvimos muy buena química desde ese primer momento.
Hablamos tonteras, les explique quien era, que hacía allí, como conocí a la dueña del piso, ellas me contaron que fueron compañeras en la universidad, la italiana en realidad era argentina de nacimiento, vivió allá hasta graduarse y cuando la política empezó a torcerse se mudó a Italia, gracias a las redes sociales nunca perdió contacto con sus amigas y la última que quedaba allá era Serena, pero ya estaba resuelto el problema, esa noche era la primera vez que se reunían en ocho años, Ramiro y yo (pensé) no estábamos en la cuenta pero al parecer éramos bienvenidos, no les dije nada de mi amigo, preferí que ellas mismas se contaran el asunto.
La pareja emergió de las profundidades de la habitación, limpias, húmedas, frescas y felices, nadie cayó que ambos hubiesen podido hasta hace pocos años ser apedreados por faltas a la moral, me sonreí, mi amigo me miró de soslayo y asintió entendiendo cierto reparo en mi mirada.
Las amigas se saludaron, gritaron e hicieron todas esas cosas que hacen las mujeres cuando se reúnen, nos dejaron al margen mientras se ponían al día, la venezolana me miraba insistentemente, quería pensar que era mi imaginación o el deseo de que fuera realidad, mi amigo me confirmó lo que pensaba, me dije que la noche prometía, nos servimos más vino, Serena sacó unos entremeses, nos contamos chistes, la anfitriona les contó sobre su pareja y se rieron a carcajadas, se palmearon, el cura se sonrojó.
Como buenos emigrantes pusieron música de su tierra, escogieron, para mi sorpresa, una selección de Andrés Calamaro, Ramiro se sintió descolocado pues no sabía de esa música, en cambio yo soy fan del cantante, debo confesar que tengo toda su discografía y les dije que tenía más de los argentinos geniales en mi reproductor portátil, el cual saque de mi bolsillo para conectarlo a los altavoces, bailamos, nos reímos, claro, todo con sordina no vaya a ser que los vecinos se quejaran, no estábamos en Latinoamérica donde los escándalos se perdonan de vez en cuando. Las muchachas lloraron, los hombres casi, pero entre tragos, risas, bailes y conversas, nos fuimos calmando.
 Me retiré a un lado cuando el sueño y la borrachera no me dejaron en paz, me despedí y Ángela (así se llama la venezolana), me pidió compartir el taxi, no me negué, en el ascensor nos besamos, en el rellano casi nos desnudamos, ganó la sensatez de ella,  decidimos irnos a mi hotel, allí amanecimos desnudos y felices.
 La novela completa pueden conseguirla  Haciendo clik sobre este enlace
 




















martes, abril 18, 2017

En busca de un mundo perfecto (capitulo 15)

Capitulo 15

 Llega Ramiro del brazo de una argentina despampanante, sin sotana él, ella con un vestido infartante, es rubia como el sol, con ojos cafés que gritan un tinte muy bien puesto, ambos vienen con caras de culpables, pido dos copas más además de otra botella que Ramiro se apresura a decir que paga, nos presentamos con la dama y Ramiro conoce a mis amigos, lo ponemos al día con las noticias, él se preocupa, sin embargo dice que no tiene sentido ponerse tristes a tanta distancia del problema.
 La chica se llama Serena, es de ancestros italianos, periodista que anda en estas tierras haciendo un reportaje sobre el cristianismo apostólico, así se conocieron, ella intentaba convencer a un bibliotecario sin que este entendiese muy bien su chapucero italiano , Ramiro, como buen caballero la ayudó, hicieron la investigación juntos en la biblioteca, le invitó un trago, se conocieron mejor y terminaron en la cama,  estaban en la pausa del amor cuando recibió mi llamada, ella se interesó en la noticia pues sería un interesante reportaje.
Le pregunté cómo llegó al vaticano con esa estampa de diosa griega, con el perdón de mi amigo, le comenté que media botella de Ron y otra de champaña me ponían en ese estado, el cura sin sotana me disculpó, seguimos la conversa mientras yo exhibía la sonrisa de quien comete un crimen sin culpa.
 Serena me comentó que vivía en Buenos Aires, que el jefe del periódico, que hasta hace una semana era su amante, la mandó en esa misión solo para poder reconciliarse con su esposa, quien lo amenazó con un divorcio sonado que lo dejaría en la ruina, a ella le sirve para olvidar y a él para sentirse cómodo en su cárcel sin barrotes, esa del matrimonio por obligación.
Su interés por mi historia era para poder renunciar al periódico mañana mismo, con un reportaje de esta categoría podría volver a trabajar para la competencia que ya la había intentado seducir con una jugosa oferta a la que renunció, por culpa de aquel amante que resultó mentiroso pues había hablado de divorcio, matrimonio y apartamento en el centro, pero que a la hora de la verdad la dejó con los crespos hechos, mientras disfrutaría de pervertir a ese cura que tanto le atraía, confesando con desparpajo que todavía no sabía quién pervertía a quien, pues le ha tomado por sorpresa lo ducho del hombre en asuntos que supone no debe saber por aquello de su oficio clerical.
Volvimos a brindar, me contó la periodista que Argentina estaba al borde de una guerra por los malos manejos de la economía de su presidenta, que por imitar a Venezuela estaban cerca de ser iguales, guardando las distancias, sin embargo la llenaba de calma estar a miles de kilómetros de su ciudad, aunque le daba cierta tristeza pensar en sus seres queridos todavía presos allá.
Todos entendimos su sentimiento pues el local estaba saturado de la nostalgia y la tristeza propia de gente con el mismo sentir, todos dejamos seres queridos atrás, en mi caso particular, ese día había descubierto que era un perseguido más pero en ausencia, ya no solo tenía que lidiar con mi depresión y mis dudas, también con la posibilidad de caer preso por mis ideas, ni siquiera por las religiosas, por las políticas, eso que me he negado a ser militante, solamente que la idiotez oficial obliga a poner mi posición por escrito, lo que no sabía era que terminaría por ser famoso, más con mi necedad de creerme invencible y ponerme con nombre, apellido y hasta foto de perfil, como para hacer más fácil la cosa del presidio.
Me comenta la periodista que el periódico le había alquilado un apartamento, algo lejos pero bastante cómodo, nos invitó a todos pues esta noche ofrecía una reunión en casa, más tarde, mis amigos venezolanos alegaron cansancio y se retiraron, no sin antes intercambiar correos electrónicos con besos, abrazos y demás, acepté, total, nadie me esperaba en el hotel, pedimos la cuenta, pagamos, me despedí hasta con lágrimas de mis amigos, prometí visitarlos pronto, ellos también se les humedecieron los ojos, reafirmaron su compromiso de habitación por tiempo indefinido en su casa, les agradecí, los vi tomar un taxi, el cura, la argentina y yo tomamos otro.
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martes, enero 31, 2017

Un cuento de Horror

Otra historia de amor
Cuarenta y cinco grados a la sombra, la calle vacía a las dos de la tarde, pero la resaca pide a gritos una dosis extra grande de lo que sea aunque por el calor es preferible mucha cerveza. Hasta hace doce horas era un fulano normal, tres palabras destrozaron todo, ella  dijo, tenemos que terminar, tomó su cartera y salió para nunca más volver. El hombre no supo nada más, sus palabras rebotaron de manera intensa desde ese momento, no hubo sosiego, destapó una botella del licor más barato y abundante que encontró a mano, lloró hasta deshidratarse y bebió hasta caer de la silla, sin soltar el teléfono, ahí lo encontró la mañana, tirado en medio de la sala, adolorido gracias duro piso de granito sin pulir, la cabeza amenazando con explotar y la tristeza reventando las costuras de la cordura, encendió el primer cigarrillo, desayunó con el fondo de la botella.

Se duchó, intentó la centésima llamada al celular que tampoco respondió, llamó a su trabajo para decir que tenía la tripa revuelta y no asistiría ese día, se vistió y salió hasta el cajero automático más cercano luego desandó el camino hasta la licorería más cercana y barata donde le pidió al vendedor que le diese cervezas hasta que se acabara el dinero, si faltaba no importa que usaría la tarjeta de crédito, los amigos extrañados por el silencio llamaron por horas hasta que contestó y entre sollozos explicó que ella lo había dejado, alguno lo intentó rescatar pero le pidió más alcohol, entre hombres es normal emborracharse hasta perder la conciencia, quizás por eso nadie prestó mayor atención al asunto del despecho.

Así pasaron los días, una interminable sucesión de borracheras y resacas, muy poca comida, no volvió al trabajo, otra vez algún amigo preocupado hizo llegar un reposo psiquiátrico por depresión severa para evitar que perdiese también el empleo, sin embargo al pobre hombre no le importaba nada más que su dolor, pensaba que nadie más lo volvería a querer, la licorería se transformó en parte de su rutina diaria, los borrachitos miserables sus nuevos compañeros de farra, el licor el aderezo de sus pocas comidas. Una tarde cualquiera entre los lamentos que decía entre la nube de cigarro y alcohol alguien le hizo llegar una extraña pipa con yerba, olvido automático dijo el espontaneo, él aceptó porque ya no pensaba que nada sería peor, tenía razón el extraño, el sosiego  llegó pero no el olvido.

Se hizo adicto a la yerba, ya sumaban tres vicios capitales en su nueva vida de indigente emocional; alcohol, cigarro y yerba, su mezcla perfecta para pasar el día, adelgazó más de cuarenta kilos en ese mes, resulta que no comía pues el sueldo de reposante psiquiátrico lo gastaba integro en su nuevo harén de vicios placenteros y tristeza autocomplaciente.

 La familia intervino, perdió la casa para terminar en la de su padre, allí no le fue mejor, se escapaba a beber escondido, como buen adicto encontró otro distribuidor que pronto le hizo llegar más yerba, ahora supuestamente modificada genéticamente por lo que no solo era más cara, también más potente, comenzó a mezclar el peor licor, los peores cigarrillos con la supuesta yerba que ya no le hacía nada de lo prometido, no sentía la misma paz de los primeros intentos, vendió hasta los zapatos.
En una tarde de lucidez forzada por la falta de dinero se enteró que ella se había ido del país y ahora vivía con un español que decía ser su amigo del alma pero que termino de amante de turno, la depresión volvió, el distribuidor le prometió calma instantánea, empezó a mezclar la extraña yerba con unos cristales que les dicen piedras, mezcla fatal para cualquier novato pero perfecta para un organismo acostumbrado a los excesos de drogas, y a veces hasta algunas pastillas robadas a la madrastra mezcladas con ron pusieron su aporte.

Cuentan que una mañana, seis meses después de comenzado el despecho, despertó gritando el nombre de ella, eran alaridos plenos de agonía mezclada con rabia profunda, salió  en pijama gritando de manera ininteligible mientras lanzaba piedras a la pared del fondo de la casa, salieron los vecinos entre  alarmados y curiosos a escuchar el escándalo del loco de al lado.

Llegó el dueño de  casa  intentando imponer algo de su autoridad filial pero no hubo forma de hacerlo entrar en razón, hizo un amago de rezo y lanzó piedras ahora a los presentes, gritaba que la mujer había muerto y ahora lo perseguía su fantasma, dijo además que el diablo en persona le había dicho que estaba castigado por haber pateado al cristo y a su madre el día que lo bajaron de la cruz mil vidas atrás, que por eso ella lo perseguiría hasta el día de su muerte cuando satanás lo recibiría como al hijo prodigo, al grito de ¡vade retro satanás! Salió a la calle a gritar su buena nueva, con tan mala suerte que un autobús lo atropelló, cuentan que mientras agonizaba en medio del pavimento, decía en voz muy baja el nombre de ella, todo acabó aquel domingo de madrugada, agonizaba rodeado de cemento sangre y moscas, rogando que la próxima vida también fuese en los brazos de ella.
José Ramón Briceño, 2016
@jbdiwancomeback




jueves, enero 12, 2017

En busca de un mundo perfecto (capitulo 9)

Seguimos con las aventuras del profesor Hugo , invitandolos a escaparse un rato de la arida realidad para refugiarnos un rato en una ficción posible

9
Mientras pagaba el taxi busqué con la mirada, no fuera a ser que la tal cita fuese un invento de mi mente alterada, Ramiro saludó desde la terraza donde se tomaba un café con leche, se levantó y fue a mi encuentro , tomamos asiento , pedí un té frio grande para hidratarme luego de la resaca, encendí un cigarrillo, para preguntar a boca jarro, ¿Cuál era la razón de su curiosidad si él mismo ya sabía desde antes la razón de las dudas?, ¿si su doctorado en teología no lo había preparado para restañar las dudas teosóficas? , mal va la cosa, pues si yo, un simple mortal que jamás navegó entre las páginas de los santos y demás productos de la imaginación religiosa, me he dado cuenta, aun antes de tomar en serio el asunto este de demostrar su falsedad, ustedes que tienen años en eso han de verse la cara más a menudo con tanta cosa extraña, no sé, quisiera su respuesta antes de darte mis conclusiones preliminares, sin profundizar mucho ya que se me ha ocurrido que usted me haga de guía a ver si refuerzo mis argumentos.
Bueno, dijo  Ramiro, mientras tomba un sorbo de café, el asunto  es el siguiente, yo me crie entra las faldas de mi vieja hasta que tuve edad y tamaño para escurrir el bulto, entre mi mamá, mi abuela junto a algunas tías de ellas, pasábamos tiempo revisando libros o folletines religiosos, visitando al cura de la parroquia.
En los lugares a los que íbamos de viaje en las vacaciones terminábamos haciendo peregrinación, usted, profesor, entenderá que para un niño de apenas unos años es la grandilocuencia llena del tono extremadamente serio en que basaban su vida me parecía pavoroso y a la vez atrayente, creía con todo mi ser que ese libro que llamamos biblia encerraba la verdad, además de la clave para la vida eterna, en mi casa no existía la posibilidad de dudar, por lo general cualquier asomo de pregunta era correspondido con una bofetada o en el mejor de los casos con castigos, mi padre nunca estaba cerca, mis hermanos tampoco, así que tocaba creerse el asunto.
Desde pequeño me prepararon para el sacerdocio, mi mamá, aspirante a beata desde muy joven, albergaba el sueño de un hijo con sotana que le allanase el camino al cielo, junto con mi abuela tramaron la cosa, así que desde la escuela, el liceo hasta el seminario solo fueron variaciones de un mismo tema en el asunto de mi crianza, sin embargo creo que tan piadosas señoras olvidaron el detalle de las hormonas, que al final me obligaron a buscar otras preguntas más allá de las respuestas de sueños húmedos, manos sudorosas, pensamientos poco píos ante los senos turgentes de la virgen que estaba en la pared de la sala, mi juventud fue una mezcla extraña, donde me sentía un bicho raro, lleno de culpa por mis pensamientos carnales, sintiéndome incómodo con una posición sexual ajena a los devaneos con que mis compañeros de seminario se calentaban mutuamente las camas, me obligué a llevar mi cruz en silencio, esas preguntas sobre celibato bondad y castidad me ponían a pensar en ese dios como un castrador de oficio en vez del padre amoroso que debía ser, la verdad, hasta que me lo encontré a usted, estaba buscando la manera de evitar pensar cómo encarar el abandono de la sotana.
Sin embargo, más allá del tema que nos compete, creo que la iglesia comete muy buenas acciones, regalamos un poco de cariño a los necesitados, muchas familias pobres tienen algo de comer gracias a la labor de bastante gente realmente piadosa, apoyamos infinidad de causas, tenemos escuelas, comedores populares, clínicas, hospitales, además claro, de dar un apoyo necesario, así sea de dudosa veracidad, a todos los desesperados y desesperanzados que caminan por las calles del mundo.
También es cierto que entre tanta bondad no es extraño el desvío de muchos de los curas y feligreses, hay sacerdotes que violan niños, niñas y hasta las mulas aplican, otros roban, los menos trafican drogas, amasan fortunas, poder político, todo pleno de la más espantosa hipocresía de una comunidad llena de mojigatos, bañados en el aroma de la corrupción decadente tan propia de las mentes mediocres, perdón, me puse intenso, es que me molesta todo eso, sobre todo que nadie levante la voz , es terrible, algo se hace pero lo siento poco y lento.
Todavía no conozco sus argumentos, pero por su seriedad creo que deben ser bastante contundentes, lo invito a que me cuente algunas cosas para poder comenzar a ver cómo ayudarlo en su cruzada.
Comencemos por lo obvio (acoté) , siempre me ha sorprendido la estampa terrible del cristo en la cruz, esas imágenes que parecen respirar, exudan dolor, muerte y sangre, lo que falta es ver un balde bajo las cruces recibiendo la sangre que mana de las heridas, es un espectáculo terrible de ver , lo peor, es que eso está en todas partes y  que muchos la llevan prendida al cuello con una cadena, siempre me da que pensar, alguna vez creo haberlo preguntado en casa y nunca obtuve una respuesta coherente.
Hace unos años, un martes santo, estéril como domingo extendido, veía un documental, en el hablaban unos señores muy serios de la manera en que el imperio Romano absorbió la religión cristiana, abandonó su panteón poli teístico y mutó en otro imperio que ya va para dos mil años , allí hice mi primera teoría que años después vería como cierta, poco original pero en mi ignorancia creía haber descubierto el santo grial de verdad, como estaba recién casado fue ese martes en casa de los suegros viendo documentales, perdiendo la paciencia para no dormirme junto al pobre suegro, quien soportaba con el estoicismo de la costumbre el tedio de aquella bochornosa tarde.
Mi idea era que la cruz realmente era una suerte de icono de guerra, una especie de talismán que identificaba a los copartidarios, cuando los Romanos hartos de pelear en los dominios extranjeros, deciden, por motivos políticos, apropiarse los símbolos de la rebelión y modificaron sus tradiciones para terminar adaptando una religión que en principio fue más cercana a la filosofía en un compendio de leyes que regulaban, apresaban, mataban no solo los cuerpos, también los cerebros de sus ciudadanos.
 El sueño dorado de todo gobernante, gente dócil a quien dirigir además de complacientes con todas las medidas que exigiera la implantación de una creencia disfrazada de verdad absoluta. Imagino que ese sincretismo judaico, cristiano, musulmán y hasta africano fue una mezcla exitosa en esos tiempos donde el conocimiento era para los elegidos, la gente rara vez leía pues era más importante vivir que ilustrarse, lo que resultó en oficio de ricos, quienes podían darse el lujo de leer, estudiar, viajar, escribir, pensar y hasta matar sin tener que pasar por el incómodo momento de ganarse la vida, como el resto de los mortales sin suerte ni dinero.
Esta idea me tiene atormentado, me sentía burlado, sin embargo, por ser el menor de mis problemas lo dejé de lado, todavía pensaba en el “qué dirán”.
Después de esa tarde, la idea cada día fue tomando más forma, gracias a mi auto exilio a la habitación de abajo, tuve tiempo para ser ocioso en internet, comencé a leer algunas cosas sobre filosofía oriental, armé una carpeta en mi computadora con el fin de recabar material. Luego me interesé en saber algunas cosas sobre demonología, siempre me ha llamado la atención el tratamiento del tema, fíjate, todos niegan su existencia, nadie asume que le atrae el tema del mal, pero cada año hacen cientos de películas malas o buenas sobre posesiones, todas las religiones hablan del mal, sin embargo, la historia que me han contado sobre el origen divino de satanás se contradice.
Dicen que era un Ángel llamado Luzbel, quien un día, harto de dios se alzó y montó negocio aparte, solo le veo un detalle a la cosa, se supone que el dios padre todo lo sabe, todo lo ve, el presente, futuro y pasado son una sola cosa según su gracia divina, ¿Cómo no pudo desarticular a una banda de facinerosos anarquistas? , la respuesta está en la naturaleza humana, el mal y el bien son conceptos puramente humanos, dependen del poder, siempre es el poder el que corrompe al alma o como quiera que se llame esa parte espiritual que pervive cuando el cuerpo deja de hacerlo, al no tener una explicación para ese detalle, a las “autoridades” religiosas se les ocurrió escurrir el bulto e inventarse otro culpable, muy accesible por cierto, según la mitología popular cualquiera puede hacer un pacto con el diablo, cambiar el alma por beneficios en la tierra solo para entregarla al morir y sufrir indecibles tormentos en el infierno.
 Pero invocar a dios para hacer pactos con él es cosa casi que imposible, simplemente toca rezar mucho, apretar los dientes, aguantar y confiar en que la gracia divina se ocupe por su parte, la contesta vendrá con acciones, nada de esperar respuestas ni compromisos, ese es un muy mal detalle de su parte.
Ajá, dijo Ramiro, ¿Cómo estás seguro de que hay un mundo espiritual como tú mismo lo has llamado?.

Simple amigo, a través de los años he sido testigo de varios eventos sobrenaturales y mi familia en pleno ha tenido experiencias, lo que los hace veraces es que ninguno de los miembros del clan paterno hacen gala de fanatismo alguno, cuentan sus historias con miedo pero sin alarma, mi abuela los enseñó a temer a los vivos que hacen daño, no a los muertos o lo que sea, ya que solamente muestran algo, cuyo propósito es el de asustar nomás, pero nada grave a fin de cuentas.
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