Gregorio Maldonado, el inicio de la leyenda
(Una historia de ArepaWeed)
El chofer del autobús numero 47 de la linea Los Samanes recuerda en voz alta toda la prosapia familiar de sus colegas mientras maniobra para estacionar su unidad en un mediodía nada estival, el Terminal de Maracay es una paila infernal cualquier mediodía del año y aquel lunes no era la excepción, tres mentadas de madre y un par de carajos después logra estacionarse para dejar subir la mayor cantidad posible de peatones, procurando llenar al menos tres veces su capacidad, total si alguien quiere irse colgando en el estribo no es su culpa, por lo general quienes lo hacen tienen entrenamiento de sobra en eso de irse de cualquier manera a su casa.
Mientras el atribulado chofer está entretenido cobrando se arma una pelea al fondo de la unidad, por supuesto nadie sabe muy bien que sucede, el asunto es evitar ser golpeado y eso en aquel espacio reducido era casi como intentar apagar el fuego vaciando gasolina sobre las brasas, entre el natural pánico a los pleitos callejeros que en el trópico jamás son de buenos augurios para nadie, acá el puñal siendo la más vil de las armas es cosas de niños, los malandros serios andan armados con su pistola, aunque en esta historia no hay balas, los viajantes de aquella unidad no sabían eso así que como buenos caribes saltaron dientes, zapatos, lentes de lectura, bastones, mentadas de madre, gritos , todos al mismo tiempo, como una masa cohesionada en eterna agonía los pasajeros fueron maniobrando hasta poder salir en una pieza por la única puerta de la unidad, tres minutos más tarde solo quedaba un joven con la camisa hecha girones quien repartía patadas a diestra y siniestra alegando que en apenas unos meses se acabaría el mundo defendía su biblia, gritaba que el apocalipsis llegaría en etapas, como si la fuerza de jehová se cerniera sobre la tierra con más fuerza, lo único que sobraría es la desolación, una plaga se desataría sobre el mundo en marzo del 2020, teniendo en cuenta que corría el año 99 es natural que se armase la pelea y de paso saliera perdiendo ante la lógica pelea entre lo que pensaba el infeliz chofer así como el resto de los viajantes cuerdos.
El joven fue detenido por la policía de Aragua que esperaba tranquilamente que el barullo de golpes, patadas, gritos y mentadas de madre acabase en el autobús , a 38º no es para nada agradable sudar por lo que es mejor espera4r para hacer el mínimo esfuerzo posible, si no hay disparos no pasa nada, peor aún , cuando los agentes vieron por las ventanas de la unidad que era solo un muchacho en contra de cinco o seis cuarentones con ánimo de pelea esperando que alguno de los señores que quedaban en la refriega se sacase el cinturón para darle un par de correazos al malcriado joven , pero no pasó, ya hartos de esperar gritaron un par de advertencias y a golpe de porra se abrieron camino hasta rescatar al muchacho, los hombres que peleaban se retiraron sin problemas al ver a los uniformados quienes esperaron que el joven recogiese sus cosas para trasladarlo hasta el cuartel, si por casualidad nadie prestaba denuncia lo dejarían en libertad, confiando en que nadie haría denuncia los oficiales escucharon a los pasajeros quienes al darse cuenta que el autobús se iría dejaron al detenido sin denuncia y a los policías pensando si lo llevaban a prestar declaración o simplemente lo dejarían detenido hasta que alguien le llevase ropa porque la camisa quedó hecha una lástima, por otra parte podrían sacarle el cuerpo a la ronda con la excusa de resguardar a un detenido, entre una oficina fea pero con aire acondicionado y esta calle a 38º la oficina gana.
La unidad 47 de la linea Los Samanes abandonó el terminal con la misma cantidad de pasajeros menos el que quedó detenido, la conversación en la unidad fue por supuesto la pelea, el chofer iba silencioso, mientras esperaba en el último gran semáforo de su ruta se enteró que la pelea había comenzado cuando un evangélico acusó al joven de mundano, infiel y anticristo, solo los profetas tenían el don de la sabiduría los otros (como el joven) eran unos estafadores, el muchacho quien al parecer comentaba para sí mismo una letanía de profecías que hablaban de una cuarentena, muertos ficticios, encierros , vacunas venenosas, pestes imaginarias, guerras, tumultos, escasez y lo peor, el Petróleo valdría nada porque ya nadie lo querría, los demás pasajeros solo creían que sufría del natural encojonamiento vespertino de las tardes aragüeñas como les pasa a todos cuando llevan cuarenta minutos bajo el sol del mediodía a 38º cuando cualquiera maldice hasta la hora del nacimiento, entre el calor y la única opción es subirse en un autobús donde hay al menos 6 grados más que bajo el sol y con el triple de humedad de origen humano, setenta personas sudando copiosamente , sin espacio para moverte y compartiendo humores con tanto desconocido es un asunto tan desag4radable que todos ven normal algo de locura, pero cuando el evangélico , pastor de la iglesia octogonal del santísimo sacramento ubicada en la manzana C, casa numero 40 de la urbanización José Gregorio Hernández justo después de la Urbanización Los Samanes por lo que muchos de los pasajeros conocían al hombre quien fuese agredido por el neurótico que sin más razón lo pateó por inmoral, según el ofendido muchacho todo era verdad, el marzo del 2020 se decretaría una cuarentena que duraría dos años, un periodo de tristeza que evolucionó hasta provocar guerras en otros continentes , si empezaban a trabajar desde ese momento en concientizar a la humanidad , dentro de veinte años las cosas no estarían tan feas, a lo que el pastor respondió con un gancho de izquierdea que por mala suer5te acertó a otro pasajero que respondió la agresión de modo automático acertando de fr4ente en la nariz de una señora que intentaba bajar de la unidad, mientras esa dama lloraba por el inmerecido castigo recibido, un caballero arremetió contra el golpeador de su esposa y así, comenzó una trifulca ilógica donde los únicos que tenían "razón" para golpearse eran el pastor y su oponente pero se volvió una gallera donde todos se golpeaban bien defendiéndose o buscando como bajar del carro, mientras todos los demás peleaban entre sí por razones equivocadas, los contendientes se fajaron en un toma y dame de puñetazos sin que ninguno aparentemente estuviese hiriéndose de gravedad, visto desde lejos solo parecía un trámite para no quedar tan mal, aparentemente ambos contendientes comprendieron la inutilidad de la pelea pero igualmente sabían que su reputación estaba en juego, afortunadamente la policía interrumpió la refriega sin mayores daños.
En el cuartelillo de policía ubicado en el andén número tres del Terminal de Maracay, los agentes han hecho sentar al detenido y antes de pedir los datos anuncian que si a la seis de la tarde nadie hacia denuncia formal lo enviarían a su casa pero antes de eso debía llamar a alguien que le trajese ropa porque de otra manera tampoco lo dejarían. El joven recién arrestado mira con asombro como al parecer nadie se entera de que tiene la razón, jamás tendrá escapatoria del apocalipsis que se aproxima, ese Pastor con quien se acaba de dar un par de puñetazos lo dejó bien claro, así levanta la mirada y detalla el fulano cuartelillo donde a decir verdad lo único agradable es el clima hasta que en su estupor se da cuenta de estar sentado tras unos barrotes en una celda oscura y con aire acondicionado, la estancia de cincuenta metros cuadrados donde convivían una oficina que compartía espacio con una celda cuyas dimensiones son cercanas a un closet de oficina donde no había más mueble que un par de sillas plásticas, de pronto los agentes lo llaman desde el otro lado de la estancia, le dicen que debe llamar a alguien para que le traiga al menos una camisa decente para dejarlo ir, en vista de que no hay denuncia ni mayores daños podrá irse al cambio de guardia.
Ambos agentes de la PA (policía de Aragua) exigen los datos del joven, se enteran que se llama Gregorio Maldonado, natural de Los Teques Estado Miranda y residente accidental de la casa Nº 122-A , manzana P, Urb. Mata Redonda , diecisiete años , bachiller en Ciencias y futuro historiador premio Nobel por salvar al mundo, los agentes se ríen y dicen, !no chico¡, ! tú estás es loco de bola¡ y se ríen a carcajadas ambos. Los policías representaban la genética local, fueron compañeros en la academia y a petición de ambos habían sido destacados a las mismas guardias por lo que su trabajo era casi que la extensión del ocio juvenil pero con chapa y admiradores, Juan Carlos Pirela y Mariano Nieves se veían dos veces a la semana y la guardia se convertía en una eterna joda porque al final si la cosa se ponía seria debían llamar a los refuerzos, la verdad es que rara vez llegaban a tiempo los compañeros y cuando las balas silbaban tenían orden de no salir sin apoyo y dos no bastan contra cuatro malandros aragüeños armados y/o drogados quien sabe con qué, sus esposas e hijos erabn amigos, se habían apadrinado sendos hijos mayores para reforzar la amistad por tanto se consideraban casi hermanos, Juan es del Sur, habitante de un urbanismo cuyo nombre lo hace sospechoso de ser imaginario, sin embargo la urbanización Macondo está justo tras La Punta, al extremo Sur de Maracay, Mariano por el contrario habitaba en Las Delicias, habitante desde siempre de la calle Camoruco, vecino del Zoológico y hasta experto en cosas del más allá por tener cuarenta años viviendo en una casa embrujada, los amigos estaban acostumbrados a las historias alocadas de la ciudad, tanto de su lado luminoso como el otro, Maracay es una ciudad tan oscura como luminoso su cielo.
Mariano le dice al preso, ¡Mira catire!, cuéntame eso de la verdad, estamos aburridos acá, mi pana el cabo Pirela es vecino tuyo, aunque no se conocen quizás sabrás que es el sensei del Dojo La Punta yo por el contrario solo soy policía, en mi casa hay un patio gigante lleno de mangos de donde no me saca ni mi mujer cuando no estoy de guardia , así que siéntete en confianza de contarnos como un sifrinito bonito como tú, de ojos verdes, papeaito y bien vestido, loco no pareces, ¿cómo terminaste peleando en un bus? ¿en serio estás jodido de la cabeza?. Gregorio ve (y escucha) al agente Nieves mientras este le habla, responde que no hay tal embuste ni locura, el viernes trece de marzo del 2020 Venezuela será víctima de una epidemia que cambiará al mundo para siempre, el petróleo valdrá nada, la gente morirá de hambre, en las cárceles, los hospitales, las calles, el bolívar desaparecerá tragado por el dólar y este a su vez por una moneda digital, una locura difícil de imaginar donde todos estaremos espiados con nuestros teléfonos celulares con los que haremos de todo, hasta conseguir novia en una App llamada Tinder, Nieves ve con ojos como platos e interrumpe al muchacho, con tono conciliador , casi paternal le pide una explicación más profunda, soñaba con estudiar Psicología en la Universidad Bicentenaria y un relato como el de ese muchacho bien valdría un trabajo de investigación o al menos uno amateur.
No importa mucho quien soy ni de dónde vengo, como me ven no soy de por estas tierras y el problema que me trajo acá fue haber partido en dos la nariz de un profesor de educación física que se equivocó, pero eso no interesa, sé algunas cosas y como mi tío no va a poder venir hasta la cinco tenemos tiempo para contarles una historia. Hace un año (1998) estaba yo muy tranquilo en casa de mis padres en Los Teques, una noche que estaba solo, mientras veia televisión suena el rumor de algo que se quebraba, como es natural salí corriendo a ver y exactamente en medio de la sala se abría una grieta en la pared, encerrado porque la pared que se está cayendo está precisamente junto a la puerta de salida, no me queda más que apretar los dientes rogando que no me caiga ninguna viga en la cabeza, de repente la grieta se abre, mientras estaba tirado en el piso gritando a la espera de que se cayese la pared lo que apareció fue un brillo intenso, como el del mediodía maracayero, todo quedó en silencio, tanto que en un primer momento pensé que estaba muerto y las luces eran la puerta del cielo, más me hubiese valido estar muerto, ante lo que me tocaba.
Al otro lado de lo que debía ser el jardín de la casa se abría una plaza desierta donde un señor calvo y de larga barba canosa hacia señales de que me acercara, estábamos en Plaza Venezuela, el señor resultó ser un vecino cualquiera, absolutamente desconocido ya entrado en la cincuentena y con marcas de tener al menos quince años más de los que confiesa su cedula, vestía jean azul, sandalias de cuero, guayabera de lino y gorra de beisbol, como pensé que de seguro estaba en coma y ese un delirio cerebral salí tranquilo por la abertura de la pared y llegué hasta donde el hombre que llamaba, este, por señas me invitó a sentarme en el banco de enfrente, solo habló para pedir que si veía policías o guardias nacionales le avisara para irse a su casa, dijo además que seguiría cuando terminase su cigarrillo rubio, eran muy caros para dejarlos quemarse sin ser fumados.
Mientras el señor está disfrutando con placer goloso un largo cigarrillo de tabaco rubio importado Gregorio mira a su alrededor, estaba en la Plaza Girardot , en pleno centro de Maracay, no tenía rejas, le habían robado las placas conmemorativas a las heroicas estatuas, sin embargo lo alarmó (más) el silencio y la soledad de los contornos, a pesar de ser temprano las calles y los negocios estaban cerrados, ni siquiera los mendigos pasaban el día bajo la sombra de algunos árboles como han hecho desde que la conoce, en plena concentración lo sobresalta la voz del hombre quien a pesar de haber encendido un segundo cigarrillo (al parecer) decidió hablar , según él, porque había que adelantar antes que los ladrones salgan de sus escondrijos. No te asustes, digamos que soy un amigo tuyo al que todavía no conoces, faltan veinte años para eso, el asunto es que como no puedes reunirte con tu yo actual, en virtud de la amistad que nos une decidí venir en persona para alertarte, son las tres de la tarde del lunes cuatro de Julio del 2022 sin embargo como ves ya nadie está en la calle, los negocios cierran a las tres y a las cuatro ya no hay transporte público, solo taxis y moto taxis puedes aspirar, viendo la cara de sorpresa de Gregorio, el señor dice que ahora es mejor pero que tranquilo , solo hay soledad, ya no hay epidemia, de hecho jamás hubo más que una gripe mal tratada que mató a un gentío mientras por otra parte alguien quería vacunar a todo el mundo con algo, que en el peor de los casos te podía matar, en el mejor; dejar secuelas físicas incapacitantes.
Todo empezó el viernes 13 de Marzo del año 2020, en cadena nacional fue decretada una cuarentena absoluta en todo el territorio nacional, pasaron dos años antes que llamasen a las oficinas de nuevo, miles de negocios quebraron, hubo dos devaluaciones , el dólar desapareció de las fantasías para derrotar al bolívar sin hacer un solo disparo, ya para el año 2022 Rusia declara una guerra con toda la catadura de ser la repetición de la segunda incluyendo el catalogo de atrocidades correspondientes, en China hay un embotellamiento de barcos que no despacharan encareciendo el costo del mayor proveedor de productos terminados del mundo, el petróleo que llegó a valer -30 dólares el barril a costar más de cien, Venezuela importará gasolina, el sueldo llegará a ser de 0,5 dólares al mes, las carreteras serán territorio de balas, piedras y personas para detener los carros, la guerrilla tomará el estado Apure, desaparecerá por completo el dinero en efectivo que solo hasta hace un mes comenzó a circular libremente, la diáspora llevará a seis millones de compatriotas por el mundo, un largo catalogo de atrocidades que comenzaran en el año 2001 pero que veinte años más tarde será tan espantosa que es complicado explicar con detalle todo lo que pasará.
Gregorio, al borde del llanto pregunta si sueña o es que así pinta el cielo porque hasta donde sabe bien podía haberle caído una viga en la cabeza y todo eso es parte del delirio de agonía que debe estar sufriendo en la sala de su casa, menos mal que esta noche llegará alguien, me encontrará ya muerto y todo seguirá su rumbo, pensándolo bien. El señor se reía a carcajadas y se acercó a entregarle un fajo de hojas impresas donde estaba un largo detalle de tiempos de la pandemia , una copia pirata de un libro llamado memorias de la pandemia (escrito por un tal José BRiceño) , Gregorio no tenía idea de que era el Kindle ni cómo funcionaba, el asunto es que tenía la prueba definitiva que necesitaba para evitar la debacle de su país.
Gregorio Maldonado la mañana de su arresto |
El hombre sacó del bolsillo inferior derecho de su guayabera blanca un aparato que dijo ser un teléfono celular , un Iphone 5S (según el dueño del teléfono es un modelo viejo porque ya venden el Iphone 13 en 1600$) del que solo puedo decir que es un aparato que no se parece en nada a lo que hoy conocemos, el hombre explicó que los celulares del 2022 son más cercanos a un asistente que a el aparato de esta época donde como mucho podemos mandar mensajes de texto, el asunto es que en esa pantalla me fueron mostradas muchas noticias que confirmaban todo lo dicho por el hombre quien luego de comentar las noticias como un adelanto bastante por encima de lo que él está viviendo en ese momento histórico a veintidós años de esta época, cuando le pregunté cómo sabía que pasaría por aquella pared en ese preciso instante , respondió, no sé, eso fueron vainas tuyas, tú me mandaste a esto, antes que lo olvide, compra Bitcoin, en 2018 lo agradecerás .
Volví a la pared por la que salí, desde lejos no se veía nada, solo al acercarme vi la grieta y cerrando los ojos salté y aparecí en mi casa, estaba en Los Teques en el año 1998, en la mano tenía un sobre de manila con un paquete de hojas impresas donde estaban las noticias junto a los relatos del supuesto libro que yo mismo me mandé desde el futuro, no tengo idea de que sucedió, solo sé que es verdad, los signos están ahí solo resta verlo. Juan Carlos Pírela, el agente dice ; Coño chamo, no tengo idea de que te pasó pero en realidad es muy raro, yo no creo que nada se aloque así, el otro agente, Mariano Nieves, con la boca abierta y sin pestañear dice que buscará que es eso del bitcoin , en cualquier caso algo así leyó en la revista del domingo, esa que viene con El Nacional , Todo en Domingo , hablaban del concepto de una moneda virtual que por el momento apenas vale 0,00001 dólares y es solamente para los jugadores de juegos virtuales, solo eso le daba certidumbre a la historia del muchacho y acto seguido pidió el documento.
El muchacho casi al borde de las lagrimas dice que perdió el manuscrito gracias a una inundación que se llevó todo en su casa materna, por eso estaba en Maracay una temporada hasta que sus padres lograsen reparar el daño y reconstruir la casa, es solo cuestión de tiempo para irse de este infierno tropical, en El Paso nunca jamás hace tanto calor pero puedo jurar sobre siete cruces que todo es cierto, el mundo se va a acabar el viernes 13 de marzo del año 2020, todo se irá a la mierda, el chavismo será una peste que pondrá el país en una guerra no declarada donde malandros, policías, políticos y ejércitos compartirán bandos puertas adentro pero de cara a la galería serán enemigos acérrimos. Nieves, el más sensible al tema pregunta as Gregorio que hace además de proclamar su profecía, el muchacho responde que apenas acaba de terminar el bachillerato y busca que hacer , el agente le pide que se ponga de pie para ver su físico porque al parecer la inteligencia la lleva intacta , sin pensarlo mucho le cuenta de su compadre que trabaja en el CICPC donde están buscando aspirantes a agentes, en todo caso eso le serviría como plataforma para encontrar sentido, en este país con placa todo fluye con menos problema.
El joven abre los ojos con sorpresa, ¿en serio? ¿me encontrará cupo en el instituto?, presenté el año pasado pero no quedé seleccionado, el agente Nieves levanta su Nokia 6120 desde donde llama a alguien, mientras habla dicta los datos ya cedidos por el joven detenido , al colgar le dice que debe presentarse el lunes que viene a las nueve de la mañana y solicitar al detective Cedeño, él le dirá que más debe hacer, el asunto es que había sido seleccionado pero le dieron eso al sobrino de un tío del ministro pero por su intercesión (la de Nieves) quedará en las filas de la institución y lo único que deberá hacer para merecer ese trato era prometer dar su ayuda cuando le sea requerida, sin preguntas ni dudas, tal cual si recibiera un pedido de Don Corleone en persona, el asunto del Bitcoin le llama la atención. Mientras tanto el otro agente mira con los brazos cruzados toda la escena, en tantos años de amistad ya sabía que Nieves andaba tras un plan elaborado, lo había visto hacer eso en muchas otras ocasiones , ya debe tener al menos cien apadrinados en todas las fuerzas armadas del país.
El agente Nieves había decidido ir haciendo aliados imposibles, en un país como este, con larga data de corrupción hacia factible reunir una cantidad increíble de aliados si sabias escoger con tino a los futuros cómplices, el muchacho era bravo, inteligente y sincero, lo último es un defecto que se le quitará luego de convivir entre policías, las otras dos son ventajas que casi nadie posee, un talento especial no debe ser desperdiciado en otra cosa. El cuartelillo policial quedó en silencio, al puerta cerrada y el aire acondicionado a todo dar, hace demasiado calor para patrullar, ni los malandros salen a robar a las dos de la tarde, por eso la ronda se haría a la cinco a menos que apareciera el tío del detenido con la ropa para irse o el improbable de que un oficial superior se apareciese.
Una semana después de aquella pelea en pleno terminal de Maracay y con un inmenso agradecimiento familiar por poder deshacerse del muchacho, entró a formar parte de las filas del cuerpo policial donde tuvo una carrera tan brillante como peligrosa, Nieves tuvo razón, Gregorio Maldonado poseía una inteligencia mal entendida por sus iguales, lo que parecía locura no era más que agudeza casi profética, esa habilidad tendría dos posibles desenlaces o terminaba de súper villano con quinta en el Country club, helicópteros, ejércitos y toda la perversión de los negocios oscuros donde la inteligencia es un valor más importante que la violencia que reparten, de policía y guiado por sus consejos podrá ser lo que quiera, siempre y cuando fuese correctamente supervisado, lo que no midió fue que siempre el alumno supera al maestro, pero esa es otra historia, veinte años después, cuando vio su profecía cumplida, aunque ya con muchas pruebas de que la realidad, en el mundo y adelantarse a ello solo es cuestión de imaginación, lo demás son malos adornos de la necedad humana.
Ninguno de los involucrados tenia modo de saber que el 13 de Marzo del 2020 efectivamente se desataría la pandemia y se acabaría el mundo tal como lo conocíamos, el Bitcoin que compraron el año 2000 a menos de un centavo de dólar valdría sesenta mil, en pleno apogeo y con lo que compraron diez mil en su momento, hoy día ni un almuerzo decente en Mac Donald´s , todas las profecías eran ciertas, Maldonado llegó a ser el comisario más brillante de toda la historia venezolana logrando incluso derrotar al criminal más peligroso del universo (Matías Pascal) ,el ArepaWeed* le otorgaría poderes que nadie podía imaginar, pero esa es otra historia.
José Ramón Briceño
22/04/2022
*ArepaWeed es un libro de aventuras pronto a aparecer en Amazon donde Gregorio Maldonado es el Heroe.
Gregorio Maldonado en su acto de grado (año 2002)