José es un nombre absurdamente común en Latinoamérica, esta es la historia de uno que vivió con la desoladora sensación que se perdió de algo , según cuenta, cierta vez tuvo un accidente grave, saliendo de la ducha tropezó un cable que no estaba debidamente protegido, fue electrocutado de modo inmediato, cuando despertó en la clínica el mundo era otro, a pesar de saber su nombre y apellido no reconocía esta vida, al pie de la cama estaba su hija quien hasta el instante del accidente vivía en otro país con su madre, acá no solo estaba risueña al pie de la cama, hablaba por teléfono con alguien de la universidad según el contexto que José pudo medio entender entre la conversa, la niña de sus ojos hablaba con alguien sobre una clase online para aprobar una tal materia, la joven voltea en medio de la conferencia telefónica para ver su padre despierta por lo que inmediatamente apaga el teléfono y luego de un largo regaño por el descuido paterno, le dice que esta noche se quedaría en el hospital para no tenga que volver solo a casa, ella no podría cuidarlo porque le tocaban clases vía zoom.
Con
los ojos claros y sin vista (cuenta José) hizo lo que cualquier mortal del
siglo XXI hace luego de desconectarse, pidió el teléfono que resultó ser el
mismo IPhone pero del año a pesar de que en su memoria tenía un iPhone 6 usado que una
tía canadiense le había dado de regalo, redes sociales mediante supo algo sobre
su vida, se googleó y descubrió su CV en Linkedin, habían sido 16 años
productivos, director de una cátedra de Literatura cannabica en la
universidad más prestigiosa del país, colaboraba con distintas instituciones,
seguía siendo un fotógrafo talentoso y además, escribía narrativa, siendo un
personaje clave en la aprobación de una ley que permitía el libre consumo de
cannabis en todas su presentaciones, lo que resultó en el primer tratado
interamericano sobre el consumo de drogas blandas que incluía el uso medicinal
de algunos hongos alucinógenos como tratamiento para distintas formas de
depresión, lo que le valió el premio Príncipe de Asturias en el año 2016 por su aporte a la liberación intelectual latinoamericana. En ese instante tuvo un
DejaVu, se vio a si mismo publicando un relato donde el personaje principal se electrocutaba
en el instante mismo en que en otra parte del país, un ex compañero de
Universidad (un tipo de apellido andino Dixson Tovar) , lo
sorprendente del cuento era que precisamente este personaje aparecía visitando
al protagonista que por asunto de arquitectura ficcional, se había tomado a sí
mismo como modelo porque es más sencillo, en la historia original,Dixson
se aparecía en la puerta de la casa del ahora dado de alta para relatar una
fabulosa historia sobre un deseo cumplido a un genio, ambos hombres
intercambian información que terminan por procesar que un campo cuántico, causado por el flujo eléctrico del accidente aisló
a José del deseo, aunque no lo expulsó tampoco le permite recordar lo que tuvo
que haber hecho durante los quince años transcurridos entre el momento del
deseo, que se suponía en años de la universidad hasta aquel preciso instante, la
conclusión de los personajes fue que hubo un cambio dimensional, el José de
esta dimensión ha sido intercambiado por el de la anterior, así se equilibran
las cargas cósmicas, quien sabe cuál karma ha de pagar el que vivía tan feliz para
irse a pelear con el espantoso socialismo del siglo XXI de aquella otra donde
había crecido.
Según
su historia, él se había inspirado en un cuento de Robert Louis Stevenson, el
mismo de botellas mágicas habitadas por demonios que cumplían deseos bajo la
maldición de perder el alma si no podía
venderla por la mitad del precio con que la había adquirido, era una pieza
antigua y al protagonista de la epopeya le cuesta dios y su ayuda encontrar una
moneda de menor valor que la usada para comprarla originalmente, la vendió a un
fulano al que no le importaba ir al infierno y así se liberó de la felicidad de
ver cumplidos todos sus deseos a cambio de su alma inmortal , aclaraba que lo
sorprendente era que por una manía de viejo tenía en su casa una lata llena de
viejas monedas venezolanas cuyo valor actual equivale a un millón de veces
menos que un marco alemán de la (pre) segunda guerra mundial por lo que
contempló la posibilidad de fusilar el marco ficcional de la historia pero en
Venezuela, ante la impresión de estar viviendo su propia ficción, José se
desmayó.
Horas
más tarde es despertado por una voz cantarina que le da los buenos días, es su
novia, igual a la de la dimensión anterior, solo que más radiante, acá no hay
la mitad de las dificultades por lo que es una colega profesora que dirige un
sistema de estudios superiores en algo llamado “Sismología histórica” la noche
del accidente había estado dictando una conferencia on-line y no se enteró de
nada hasta esta mañana cuando mi hija le escribió, todo normal, traía un
cargamento de dulces y hablaba de cualquier cosa mientras José la veía
maravillado pero mudo ante la sensación de creerse un intruso en aquella vida.
Siguiendo
con la historia, en esta dimensión también tenía un blog pero este estaba
siendo seguido por miles de personas, no pudo resistirse a la tentación y allí
publicó el cuento reconstruido, solo le agregó que en la otra dimensión, antes
del accidente se estaba vistiendo para asistir a una reunión con un editor
interesado en el tema, resulta que se había vuelto TrendicTopic en Twitter, una
comunidad de escritores de ciencia ficción había transformado el cuento en
noticia al volverlo tendencia, un editor local, ávido de su tajada en el
mercado editorial concertó una cita asomando un adelanto jugoso por concepto de
ventas, resulta que el tal editor también tiene su par en esta nueva dimensión
y se hizo la cita que podríamos pensar que fue la pospuesta por el accidente,
sin embargo aquel no podría saberlo porqué sucedió en otra dimensión pero igual
José disfrutaba la situación pues había decidido dejarse llevar, esto de tener
una nueva oportunidad no es algo de todos los días, si era un sueño o una
realidad eso sería material de una discusión muy diferente , luego de un café y
tres cigarrillos, editor y escritor cerraron un trato que incluía una gira de
medios como estrategia de marketing.
En
la primera entrevista hizo como declaración que en realidad era un cuento reciclado cuya inspiración le vino
desde el sueño de otra vida, esta frase despertó el morbo de otros medios
menos escrupulosos y explotaron la veta paranormal delenunciado, en una lectura
simple ubicaron los pasajes con los que construyeron un discurso desaforado,
pero que en realidad era lo que José aseguraba haber pasado, una inconsistencia
cuántica lo había salvado de la
revolución, instantáneamente se había hecho famoso por reconstruir hechos
imposibles que todos los lectores agradecían, en muy poco tiempo y sin la
obligación del trabajo se había construido en un escritor de culto, narrador
majestuoso de largos textos plenos de fantasías con espías dobles al servicio
de su Majestad muertos en Choroní a los noventa años, golpes de estado,
ministros y generales narcotraficantes, presidentes corruptos y hasta la
probabilidad de un estado totalitario en Venezuela, lo que para José era solo
un ejercicio de historia para otros resultaba un ejercicio muy al estilo de los
narradores del siglo XIX, aunque vivía en el mismo espacio geográfico, la
Venezuela de esta dimensión era de lejos algo muy distinto a lo que conocía.
Cierta
noche tocaron a su puerta, era una visita largamente esperada, era Dixsonquien
se apareció vestido con un traje que anunciaban la factura de un sastre
italiano debido a su elegancia, llevaba una botella de whisky escocés en la
mano izquierda mientras extendía la
derecha en señal de saludo, ambos hombres se midieron desde el fondo de su
sorpresa, el primero por verse descubierto y el segundo por haberlo escrito aun
antes que sucediera, eldesconcierto les impidió hablar pero la cortesía pudo
más que el estupor, José invitó a su amigo a pasar, aquella noche estaba solo ,
gustaba de mantenerse soltero para disfrutar un poco de calma, si bien amaba a
la novia también quería tener tiempo a solas para poder lidiar con sus demonios
, invitó al recién llegado a sentarse mientras buscaba en la cocina unos vasos
con hielo para el licor, ninguno dijo nada hasta estar cómodo y haber tomado al
menos un trago largo, la conversa sería una epopeya porque la discusión solo
sería creíble para ellos dos, aun así, estando al frente de la evidencia de que
en serio saltaron de dimensión, todo seguía igual por fuera de su
entendimiento.
La
historia de Dixson
El
relato de Dixson en realidad no contiene mayor sorpresa para José quien ya lo
había imaginado mucho antes , los detalles dieron marco formal a la situación,
en los años que siguieron a su abandono universitario (ambos habían sido
compañeros en los semestres iniciales de la carrera de Literatura) el bachiller
Tovar se muda a la frontera norte del país, se había hecho fiscal de tránsito
para huir de la pobreza , cinco años de
universidad se hacían demasiado largos para poder huir de casa así que tomó el
camino expedito para poder conseguir sobre sueldo a cambio de no molestar a los
conductores de autobús, ellos pagaban y él se hacia la vista gorda, así fue su
vida desde que se graduó y en los próximos quince años fueron un eterno
sobresalto al aprender las normas para poder seguir buscando recursos como
mantener a una esposa cada día más exigente, quien por asuntos inimaginables lo
creía general y no el sargento que comandaba un puesto de vigilancia de
tránsito en una carretera perdida a las márgenes del Orinoco.
Seis meses atrás, a principios de la debacle
del 2018, había tenido una pelea fuerte
con su esposa porque ante la ausencia de combustible y la súbita desaparición
del transporte público , el ahora comandante del puesto de transito numero
cuarenta y cuatro ya no puede reunir doscientos dólares para el mercado
semanal, una cifra que fácil multiplicaba por un par de ceros al sueldo de
sargento que devengaba durante un año, todo eso lo podía hacerhasta la crisis
del combustible pero ahora era un milagro si pasaba un camión por el comando.
Aquella
noche, luego de aguantar tres horas de gritos por no poder comer carne en el
almuerzo, se fue hasta el puerto a beber
para olvidar la pena por el futuro, desde muchacho, allá en Mérida soñaba con
ser un gran empresario con toda clase de lujos que incluían una casa en la
capital pero no en cualquier parte, él quería una en el Hatillo desde donde
tendría una terraza para admirar la ciudad que se rinde a sus pies, quería un
trabajo menos estresante, algo que le ayudase a sentirse mejor cada mañana y no
seguir en esta sucesión de quincenas que antes de acabar ya cuentas cuanto falta
para la próxima, de hablar con conductores descuidados que prefieren pagar una
extorsión antes que estar al día en sus documentos, en tener un trabajo solo
para delinquir puesto que el sueldo no alcanzaba ni para una puta caja de
cigarros.
Cuando
el hombre va por el décimo trago del peor ron imaginable, una cosa que venía en
una bolsa igual que la salsa de tomate barata que venden por ahí, pero era algo
que podía pedir de cortesía al portugués de la licorería a quien le sacó la
última licencia de conducir, este fue quien se acercó hasta el sargento en medio
de la noche para proponer un negocio, aunque Dixson lo tomó a juego, el lusitano
dijo que el asunto era en serio, sacó una botella pequeña, un frasco de vidrio
opaco que descansaba dentro de una ornamentada caja de plata, solo el metal
debía costar una millonada pero aseguró que se la vendería por cinco bolívares,
el sargento Tovar sacó un billete de cinco mil pero el hombre repitió que cinco
bolívares, necesitaba que fuese la moneda de metal que dejo de producirse en
los años ochenta, Dixson se rió como solo pueden hacerlo los muy borrachos y le dijo que mañana harían el trato, que en casa su
esposa tenía una ahuyama cubierta con viejas monedas para atraer la buena suerte , robaría una
para hacer el negocio, el portugués se despidió, no sin antes enfatizar que si
bien el demonio de la botella concedía todos los deseos , debía venderla
botella por la mitad del valor por el que la había comprado so pena de terminar
acompañando al demonio por toda la eternidad, se dieron la mano y todo continuó
igual, Dixson no se movió de la silla hasta que la bolsa que contenía una cosa
cuya etiqueta decía “bebida espirituosa a base de ron” quedó exánime en la
papelera, en ese momento fue tambaleando hasta su casa sin olvidar aun el
extraño negocio propuesto por Joao.
La
mañana siguiente fue igual de desoladora
que todas, sobre todo teniendo en cuenta que salió dormir en el sofá y
aguantar la retahíla de su mujer quejándose de lo mucho que trabajaba en casa
mientras el holgazaneaba bebiendo en los bares del puerto, sumado a la resaca
debe haber sido un amanecer horrendo, aunque no tenía guardia el hombre se
duchó y uniformó para irse a la oficina, todo era escapar de la señora por unas
horas, pero antes debía pasar por la licorería de Joao a ver si le daba dos
cervezas (también de cortesía) para sacarse ese ratón que le reventaba la
cabeza, luego se iría a alguna playa a la orilla del rio a dormir la resaca sin
lio domestico ni subalternos pidiendo tramites que podían esperar hasta mañana,
así podían esgrimir costos más altos.
Antes
de salir y como un detalle que presumió humorístico efectivamente robó la
moneda del altar de su señora para abordar la patrulla asignada hasta la
licorería donde Joao lo recibió con los brazos abiertos, se saludaron
efusivamente, mientras destapaban la primera cerveza, Dixson arrojo la moneda
al mostrador, Joao la tomó y enseguida le dio la botella endemoniada, el
fiscalla guardó en la guantera de la patrulla como si fuese una curiosidad,
mientras el feliz lusitano cantaba fados e invitaba tres rondas más para todos
los presentes porque esa misma noche se devolvía a Portugal.
Dixson
tomó tres cervezas (no las dos programadas) y se llevó seis más en una cava
cortesía de Joao, se despidieron con la certeza de no volverse a ver. Camino al
rio iba pensando en que haría con la botella, pero eso no tenía sentido, en la
maleta de la patrulla había un chinchorro y en el asiento de atrás seis tercios
helados que pensaba tomarse mientras dormitaba la resaca a la sombra de los
mangos escuchando el rumor del rio correr cerca, una cura perfecta para elmalestar,
como pensaba que la vida no podría ser más terrible decidió quedarse aquella
noche en el sofá de la alcabala, a los subalternos se les pueden dar órdenes, a
la esposa ni de casualidad.
Escogió
un paraje solitario que colindaba con la casa de unos buenos amigos,estos al
verlo llegar sabían que el hombre necesitaba el consuelo del rio, Dixson tocó
la corneta desde el frente a la casa y los dueños del lugar se asomaron por una
ventana dando su bendición para que el funcionario pasara al fondo, allí había
un sitio perfecto donde colgar el
chinchorro sin posibilidad de ser molestado a menos que hubiese una real
emergencia, en la alcabala le escribirían al celular si algo requería su
presencia , pero estaba claro que si acaso pasarían un par de camiones pero
esos eran de un general a quien no debían molestar con minucias, esa tarde todo
ocurriría allí mismo.
Tres
horas y seis cervezas más tarde , Dixson poco más que achispado va hasta la
patrulla y saca la botella que le compró a Joao,por un momento pensó en sus
viejas clases de cuando estudiaba en la universidad, recordaba aquella
profesora de análisis literario quien aseguraba que los sueños debían armarse
con estructura, no dejar los detalles al universo, tomó la botella endemoniada
en la mano derecha y los restos de la última cerveza en la izquierda, con ambas
manos extendidas hacia el cielo, detalló con minuciosos pormenores el deseo más
profundo de su alma, luego se desmayó.
Los amigos de la finca donde tuvo el accidente
lo trasladaron hasta la clínica más cercana en el helicóptero personal de la
empresa familiar hasta el centro de salud más prestigioso de la capital, donde
le diagnosticaron un colapso nervioso debido al estrés del trabajo, casi saltó
de la cama cuando una enfermera que parecía salida del Miss Venezuela lo trató se Su Excelencia , al igual que José
y tal cual animal del siglo XXI, pidió su móvil para poder entender un poco, la
enfermera salió y enseguida apareció una secretaria con varios celulares, entregándole
un aparato de última tecnología con encriptación de huella dactilar
desde donde pudo revisar su bibliografía, el asunto era en serio, la botella le
había cumplido su deseo, en aquel instante estaba en el periodo de acomodo para
su retiro, con cincuenta años y cinco mil millones de euros en Suiza la vida
sería un jamón.
Tres
días más tarde lo dieron de alta, toda una operación de seguridad que culminó
con el traslado en helicóptero hasta la casa de la capital donde recogería sus
documentos para salir de inmediato a la Isla de Santorini donde su esposa lo
estaría esperando en compañía de sus hijos y nietos, todos viven en el
extranjero , aunque residen en Finlandia, saben que a su padre el frio lo
deprime, por eso las vacaciones familiares son siempre en alguna isla griega
porque del caribe no quieren saber nada , sobre todo ahora que tienen
pasaportes de la comunidad europea ni tan siquiera quieren tratar a los
parientes de su país , los ven muy campurusos para su nivel intelectual, aunque
la verdad no es su culpa, ellos se fueron muy jóvenes al exterior mientras él
cursaba sus estudios de doctorado y cuando hubo la peste decidieron nunca más
volver a Venezuela por lo que se apuró todo el proceso de liquidación de los
negocios familiares para afrontar el destino que les quedaba sin más angustia
que perseguir el verano por el globo hasta que la vejez los obligase a descansar.
Este
verano, mientras estaba sentado haciendo nada en una tumbona frente al mar
cuando por mera curiosidad leyó algunas noticias curiosassobre venezolanos en
su Tablet, ahí se tropezó con la historia de José, de un salto se levantó de la
silla y le pidió a su esposa hacer maletas enseguida, pero solo para él,
explicó que había surgido un imprevisto por lo que debía salir enseguida de
viaje, salió disparado, mientras rodaba en taxi hacia el aeropuerto más cercano
desde donde alquilar un avión hasta
Venezuela, llamó al jefe de seguridad de la empresa, aunque ya no era su subalterno sabía que podía
contar para trabajos especiales, hizo dos encomiendas, la primera era que
organizase todo para su llegada, eso significaba seguridad, hotel, carro blindado
y la localización del escritor José Briceño, junto con toda la información viable
para contactarlo a la brevedad posible, nada de avisar ni hacer presión, solo
tenerlo precisado, vigilado para hacer una visita apenas toque tierra, muy
importante no importunarlo, tenemos que recordar que ahora es un personaje
famoso, además de que debe sufrir alguna paranoia en vista de lo que escribe.
Así
terminé esta noche tocando tu puerta mi
pana José, eres el único testigo de un
evento cósmico, has tenido la suerte de verte involucrado en un sueño que no te
pertenecía, seguramente es cuestión de la mecánica celeste que por necedad te
trajo hasta mi dimensión particular. Antes de que sigamos déjame contarte que
apenas pude contraté un equipo de físicos del laboratorio del acelerador de
partículas que aseguran poseer pruebas de que hay otros planos dimensionales,
que según los postulados de la cuántica (teóricamente) se pueden saltar entre
dimensiones por lo que hay un número bastante alto de probabilidades que seamos
la causa del sufrimiento de nuestros dobles (cuánticos) que han sido
intercambiados al infierno venezolano de donde procedemos.
Dixson
mi pana (dice José) yo te recordaba buena gente pero campechano y hasta un poco
ignorante, por eso abandonaste la universidad ante la imposibilidad de aprobar
las materias de la especialidad, sobre todo por tu dificultad con la lectura.
Coño mi pana, contesta Dixson, abandonar la universidad fue muy duro y nunca me
recuperé, por eso en el deseo pedí ser un reconocido académico y en ahora
resulta que soy pos doctor en literatura pre panhispánica, dueño de un par de
prestigiosas universidades privadas, jefe de cátedra en una de ellas, embajador
de la buena voluntad de la ONU e inventor del primer blockchain académico de
bajo costo, por lo que a perpetuidad
recibo una comisión por cada alumno que se inscribe en alguna de las mil
doscientas universidades que funcionan con nuestra plataforma, resulta que en
esta vida soy un genio, tengo una esposa hermosa, dos hijos que parecen modelos
y que además poseen títulos y carreras exitosas, todo lo que quise pero hasta
ahora no había a quien contárselo, hasta que leí aquella publicación, tus
libros no los he podido leer pero en la Wikipedia hay un resumen bastante
preciso de tu obra, ambos sabemos que escribes historia, aquella tan alocada
como real pero que en este mundo parece ser una ficción imposible.
Dixson
tomó un largo trago y se levantó, luego de todo aclarado, los detalles
sobraban, estaba ahora en paz con su destino había comprobado no estar loco y
se decantaría por dilapidar la fortuna solo para celebrar su suerte, al
despedirse le pasó una tarjeta a José, dándole además un teléfono cifrado para
que lo llamara cuando quisiera, si algún día la economía no cooperaba podía
sentirse libre de pedir ayuda, con cuatro millones de euros podría vivir
tranquilo, solo le pedía un favor que le hiciera promoción a su botella para
venderla al peor postor, este debía ser una persona humilde cuyo desespero lo
llevaría por otros derroteros, evitar por todos los medios alguien con
demasiada imaginación no fuesen a terminar en otra dimensión, alguien que solo
quisiera comida en abundancia sería suficiente. José abrazó al amigo y se
comprometió a ubicar al personaje perfecto, eso además significaba una
continuación de la novela que lo hizo famoso.
Un
año después de aquella conversación, José aprovechó la belleza y calma del país
para comprar una casa rodante, el plan era atravesar toda la costa para
terminar en Brasil donde ya verían que hacer con el transporte, la expedición
fue planificada para dos meses, la niña estaría de cabeza en mitad del semestre
universitario por lo que sería solo una asunto entre su novia y él, ambos
compraron una dotación suficiente de vino y cannabis como para dormir felices
todo el viaje sin problema alguno más que cargarlas baterías solares del
vehículo, llenaron las despensas con todo lo que les provocó y salieron a la
carretera, guiados por el GPS de Google,
viajaron desde el cabo San Román hasta
el delta del Orinoco donde tuvieron que terminar abruptamente su viaje.
Una
semana atrás José se había detenido en un kiosco de Cumaná para comprar
encurtidos frescos, allí habló con unos dicharacheros pescadores que aseguraban
saber que en alguna parte había una botella igual a la del personaje de sus
libros, eran dos hombres que vendían “tripa de perla” encurtidas con ají dulce
y pulpo fresco , ese año habían estrenado en Netflix una película inspirada en
la novela que hizo famoso a José , había sido un éxito abrumador, tanto que
aquellos pescadores la habían visto en Netflix, el menor había comprado una
cuenta pirateada y cuando el internet funcionaba la familia en pleno veía
películas.
El
autor les confesó que si bien él no había sido el que pidió el deseo, tal como el personaje de su novela,
si conocía a quien lo hizo y que por asuntos inexplicables este estaba
vendiendo la botella endemoniada por cinco reales de los años ochenta, el mayor
de los pescadores preguntó, ¿cinco reales de los años ochenta? ¿las monedas que
valían la mitad de un Bolívar?, el escritor dijo que efectivamente eso costaba
pero que si en realidad la querían debían conseguir hoy mismo el dinero para
hacer el negocio, los hombres del mar se miraron y sin pensarlo ambos hablaron
de un frasco grande de monedas que tenía Paito en su cuarto, un abuelo que
atesora monedas desde su infancia, él les había enseñado eso pero no valen nada
así que no le habían puesto atención, como las almas inocentes que eran el par
de orientales, se citaron más tarde para mostrar las monedas a fin de que José
llamase a Dixson, sin embargo les avisó que una vez cumplido el deseo debían
venderla a otros por la mitad de su valor, si no pasarían el resto de la
eternidad acompañando al demonio de la botella (el que cumplía los deseos) .
Horas
más tarde los pescadores, que resultaron ser padre e hijo, se presentaron en la
puerta del hotel, el escritor salió a conversar, los hombres mostraron las
monedas e intercambiaron números telefónicos, al volver a su habitación se
escondió en el baño para hacer la llamada que su amigo Dixson tenía tiempo
esperando, se hablaron brevemente solo el necesario para entregar la
información, este se comprometió a encargarse de ahí en adelante, iría en
persona una semana más tarde para hacer la entrega por lo que José dejo de
pensar en el asunto, hizo el amor con su novia y durmió el sueño de los justos,
aún quedaba ir hasta el delta para luego tomar carretera hasta el Brasil.
La
noche en que llegaron al delta no encontraron hotel por lo que se decidieron a
estacionar su casa rodante en cualquier parte, como estaban cansados decidieron
abrir una botella de vino y preparar un porro inmenso que los relajase los
suficiente, luego de tres copas y algo de yerba, todo acompañado por sendos emparedados de Jamón Serrano con
queso Munstery aderezados con mostaza Dijon, se pusieron a ver una maratón de cine de ciencia ficción en
Netflix, debido a la influencia del vino y el cannabis, ambos estaban muertos
de risa comentando las incongruencias del guion de una película donde una
bandada de marcianos invadía la tierra y sólo se salvaban quienes usaban gorros hechos con papel aluminio, la risa de la
pareja fue acallada por unas explosiones , ambos asustados pero conscientes que
eran los efectos del sonido Surround del equipo digital satelital igualmente se
asomaron en la ventana , solo para ver como una escuadra de platillos voladores
era atacado por un destructor inglés en pleno Rio Orinoco, José supo que los
pescadores habían pedido su primer deseo, ellos también veían Netflix.
José
Briceño
23/06/2021