Desde
muy joven he leído de todo, no he discriminado nada a excepción de las malísimas
novelitas románticas que venden en los kioscos de periódicos, de esas que son
el equivalente a las telenovelas de tan fáciles de adivinar que son. Crecí en
una familia de clase baja que por algún misterio de la genética se interesaba
siempre en la lectura, libros habían de todo tipo en mi casa de la infancia,
claro, hace cuarenta años no había televisión por cable ni internet y en mi
caso, hijo único criado por la abuela paterna y en una barriada de dudosa
calaña, no quedaba más que encerrarse, inventarse juegos y la lectura, creo que
el asunto de la lectura fue más bien una alternativa para evitar en principio
el espantoso método palmer y las desgraciadas planas que me traumaron de por
vida.
Esa
costumbre se me ha quedado hasta el día de hoy, por supuesto con bastantes años
y algunos estudios uno se vuelve un poco más “exquisito” al momento de asumir
la lectura de algún texto. Por esta cualidad mía de leer de todo he tenido el
placer de pasearme por toda Latinoamérica sin jamás haber salido del país, he
presenciado el auge y la caída de Idi Amín Dada en África, de François Duvalier
en Haití , Franco en España, Videla en
Argentina y hasta Pinochet en Chile, he leído cientos de relatos terror de las víctimas,
los de los victimarios y de los periodistas que cubrieron esas fuentes y las
transformaron en libros.
Eso
me ha creado la costumbre de ubicar más semejanzas que diferencias en esta
aldea global, aunque la mayoría prefiere creer que todos son hechos aislados
que nada tienen que ver con nuestra actualidad, me es dado pensar que si bien
las razones básicas de la situación de los distintos países es diferente, en el
fondo la psique humana es la misma vaina en cualquier parte del mundo, las
miserias son las mismas.
En
estos últimos días me he leído una biografía del “Duce” Benito Musolini , sobre
todo por saber exactamente en que consiste esa cosa de tan feo nombre que
llaman “Fascismo” y que desde la palestra oficial acusan a toda la oposición de
ser partidarios de eso pues ellos (el estado) son de lo más “democráticos” que
se puede pensar. Yo que los fulanos asesores del gobierno cambiaría el discurso
ya que las cosas que he leído al respecto se asemejan tanto a ellos que difícilmente
no pueda quitarme de la cabeza esta compulsión a imaginarme a los militares y
los acólitos, los primeros con uniformes negros en vez de verdes y a los últimos
con sus franelas pardas, demostrando por la fuerza que ellos tienen la razón
así estén destrozando el país.
Quizás
la única diferencia es que aún no nos han metido en ninguna guerra, pero si lo
vemos desde otra perspectiva, 250.000 o más muertos en 15 años por lo de la
violencia es una demostración de que estamos en guerra perenne.
Veámoslo
sin tocar mucho el asunto ideológico pues allí se empastela todo y toca
escribir unas 20 páginas más para explicar a vuelo de pájaro en que consiste. Pero
veamos el desarrollo, hay una crisis de gobernabilidad post guerra, el Duce ha
hecho cientos de mítines y se alza con el ministerio de la defensa y después
con la cancillería, el pueblo lo aclama, organiza grupos de choque para la
defensa del fascismo, instauro un estado policial, se asoció a bandas
criminales para que ejecutasen sus planes de sometimiento a la población “incomoda”,
aplica
una censura férrea a todos los medios de comunicación que le son adversos para ello dispone tano de bandas armadas como
de sanciones económicas, se reúne con la mitad de las fuerzas aliadas para terminar
de pupilo de Adolfo Hitler, quien por cierto lo rescata y lo restituye en el
poder una vez que un golpe de estado lo releva de sus funciones y lo arresta en
un hotel alpino, al final el pueblo se le voltea gracias a la escasez, la
pobreza, el hambre y la miseria que los acosan, sumando a eso las gracias de
sus “aliados” alemanes quienes se comportaron como un ejército de ocupación
sometiendo a la población a situaciones atroces, en algunos casos fusilando a todo
un pueblo para vengar a sus colegas caídos por la resistencia, clamaba por una
Italia libre y soberana pero les regaló todo a los alemanes y los japoneses en
pos de la guerra, al final lo mataron en un linchamiento público a él y a su
amante básicamente por regalar su país y sus riquezas a potencias extranjeras.
Este
resumen dice en pocas líneas lo que significó en fascismo para Italia y el fin
del Duce, espero que mis lectores puedan encontrar las semejanzas, los
fascistas son los comunistas estos que nos tienen aterrorizados, pobres,
miserables y hasta con hambre, no digo que al presidente y a su primera
combatiente les suceda lo mismo, los prefiero presos y pobres de por vida para
que piensen cada día en todas las estupideces que cometieron, junto a ellos su
gabinete integro además de unos cuantos acólitos salvajes, con los colectivos
no se podrá hacer mucho, de esos ya sabemos que les toca por respuesta pues sus
preguntas también van cubiertas de plomo.
José
Ramón Briceño,2014
@jbdiwancomeback
Quisiera creer que todo esto es mentira, que es una pesadilla y como la Alicia de Carrol, cruzar la puerta y recobrar mi tamaño natural ¿Cómo hacer y qué pensar para no relacionar una realidad cada vez más patética con las de otras historias, no tan antiguas de la humanidad? ¿Qué piensan estos gobernantes que "por el poder sacrifican todo, incluso la verdad"? y peor aún qué piensan los que le siguen, sólo por mendrugos, que ya ni hay? Pero a imagen y semejanza de esas otras historias negras de la humanidad tendrá fin. Pero cuándo, ya entramos en los 16 y nunca pensamos que alcanzaríamos los de Pinochet.Hay pesadillas largas como una vida...
ResponderBorrar