El “Magnicidio”, Maria Corina y las teorías conspirativas

La paranoia parece un signo de los tiempos actuales, aunque desde mi adolescencia he oído cientos de teorías conspirativas que hoy, a la luz de la adultez, me parecen puras boberas, no es que no puedan ser ciertas pero a decir verdad saber quién mató a Kennedy, los extraterrestres, los iluminati, la CIA, el FBI, la KGB, las bases en la luna, los portales transdimensionales en los polos magnéticos, los fantasmas, los exorcismos, los ángeles, el arcángel Gabriel, el chupacabras o cualquiera de las variantes actuales de esas fulanas teorías me importan un rábano pues en caso de ser ciertas no afectan un ápice mi vida.

De las teorías conspirativas los fulanos oficialistas saben miles, las manejan al dedillo y son hasta comentario valido a puerta de licorería , entre tercio y tercio cada quincena, tanto así que tengo un par de colegas a los que llamo 86 y 99 (en honor a la serie aquella del superespia, aunque a decir verdad al pana no le agrada eso de 99 pues es un tipo de metro noventa y seis  con más de cien kilos), ellos se las saben todas, todo es producto de una conjunción de las fuerzas oscuras del imperio, hasta he oído que dicen que Obama y Clinton son primos y que tras bambalinas quien gobierna es Clinton acompañado de Monica Lewinsky quien a su vez es amante de Hilary quien lo hace para que su marido se sienta mal, sin embargo al parecer sucede lo contrario, algunos me han asegurado (seguido de un “no te burles Briceño que la vaina es seria”) que en la casa blanca se hacen ritos al dios sol al ritmo del saxo de Clinton.

Así un sinfín de gafedades que darían bastante material a cualquier escritor decente, todo viene a cuento por lo de la acusación a Maria Corina Machado por un supuesto magnicidio, en principio eso de magnicidio solo aplica a hombres y mujeres realmente grandes, Gandhi, Desmond Tutu, el Papa Francisco, Rigoberta Menchú, Malala, Don Mario Vargas Llosa , hasta Paulo Coelho aplica, pero a un fulano cuyo léxico e inteligencia no le da ni para corregir el funcionamiento de la industria petrolera, matándola en el camino o que no se sabe la geografía de su propio país, peor aún, que siendo presidente de una nación que se dice libre y soberana pide “consejo y ayuda” a los jefes de un país extranjero, donde de paso los milicos son subordinados a otros de otra nación. Ahí no aplica el magnicidio si no la eutanasia.

En cuanto a los de la acusación , creo que deberíamos verla de manera seria pues tal como van las cosas todos somos propensos a pensar por un momento (o muchos según sea el caso) en matar al presidente, con el agravante que las “victimas” son más al comenzar a distribuir responsabilidades, el campo expropiado, PDVSA saqueada y maltrecha, la fuerza armada de orto flexible y complaciente, la educación menoscabada, la producción nacional al borde de la quiebra, la inflación desbordada, la cultura ignorada y groseramente tratada, la ciencia olvidada, las universidades destruidas sin presupuesto ni para el comedor, las medicinas desaparecidas, la atención hospitalaria publica más parecida a un círculo infernal que a un hospital decente, el hampa sobrada y apoyada por el alto gobierno, las cárceles como sitio de retiro y negocios para los altos criminales, los ciudadanos presos y pobres a pesar de sus títulos universitarios, así un largo etcétera de recriminaciones que darían lugar a grandes deseos malsanos de matar al por mayor para volver a cero y recomenzar una república decente.

La cola de gente es larga, las elecciones del partido de gobierno demuestran que de seguro en ese 96% que se abstuvo de votar habrá cuando menos un 78% con ganas de estrangular a más de un mandamás local, regional o nacional. Si de los opositores hablamos la cosa se pone más álgida.

Como estoy claro en que la gente del Sebin o de cualquier órgano del estado, amén de los “patriotas cooperantes” me lee, no crean que estoy incitando a nada, simplemente se me ocurre que con toda esta porquería de situación nacional el gobierno lo que está haciendo es forzar la barra para que una mañana cualquiera, la gente se encabrone y comience por quemar a sus vecinos, de allí a las patrullas no hay mucho trecho, por ultimo una guerra civil encarnizada por el mismo odio que ustedes han inoculado, ahora sin aviones para huir seguramente muchos anduvieran haciendo planes para hacerlo por lancha o por las trochas de la frontera, los menos se estarna organizando para comenzar su propia guerra, pero estoy más que seguro que entre ellos no está María Corina ni ninguno de ellos, a esos les conviene estar separados de cualquier grupo violento.

Saben pues que más del 90% del país está pendiente de una pendencia por los malos ratos que a diario viven, seguramente harán más cárceles para todos y se quedaran gobernando con los únicos cuatro gatos que les creen aun. Es hora de ir pensando en hacer algo, aunque sea un plesbicito para separar a Venezuela en dos mitades, una plena de inteligencia y la otra militar y simiesca como la de ahora, recursos hay, ganas también, solo falta voluntad política, la guerra nunca me parecerá una opción, aunque los reportes de las morgues, los hospitales colapsados y las colas a la puertas de los establecimientos comerciales digan otra cosa.

José Ramón Briceño, 2014

@jbdiwancomeback