sábado, abril 02, 2016

Beneficios de la revolución

Venezuela se ha vuelto un país de gente que se queja, ya parecemos una telenovela mexicana pero en formato de reality show, no hay un sitio donde vayas en que no escuches algún lamento por la situación, si por casualidad tiene algún trastorno depresivo lo más factible es que se agudice casi que por osmosis, eso sin contar que uno mismo pueda ser una víctima más del país. Como soy de esos que están pasando trabajo por el deterioro constante de la economía no hago más que pensar en cómo hago para producir más, aunque aún no encuentro la forma , hoy me he levantado con la certeza de que ya aparecerá la solución, ¿Cómo?¿de qué manera? No sé.

Hagamos un ejercicio de buena vibra a ver si quizás así podemos encontrar un poco de tranquilidad para pensar en esas soluciones posibles, olvidemos por un rato que el SENIAT robó descaradamente a todos los contribuyentes incluyendo de manera “sutil” un error en el cálculo de los impuestos de quienes tienen que pagar, así quien sabe cuánto de la recaudación es un fraude, también que TODOS los grandes y medianos jerarcas de este gobierno tienen fortunas de difícil explicación mientras el 99.999% de la población está en pobreza critica ni que no hay medicinas, los hospitales son ahora morideros de pobres y las clónicas no te atienden a menos que cuentas con un millón de bolívares para poder sufragar los gastos de cualquier emergencia, sin contar que nadie gana ni el 50% del valor de la canasta básica con lo que tenemos un país subalimentado.

Hoy voy a razonar como los voceros del gobierno a ver si paso el resto del día con un poco menos de odio y mi depresión me deja en paz un rato. Deberíamos ser felices pues estamos en camino a ser un país sin obesidad, nadie que coma una vez al día puede ser obeso y si lo es de seguro está en camino a dejar de serlo y con ello todos los beneficios de ser personas delgadas, sin exceso de grasa lo que nos hace una nación de gente sin los problemas del primer mundo. Los primeros que deberían hacer marchas por la felicidad son los que abogan por los derechos de los animales, con el precio de la carne o del pollo seguramente su consumo ha decaído notablemente, con lo que muchas vidas de animales se deben salvar, también habrá beneficios de la eliminación de proteínas animales de la alimentación del venezolano común.

El alcoholismo también ha de haber recibido el impacto de la economía, seguramente hay todavía muchos borrachos pues la costumbre nacional es difícil erradicarla de un plumazo, pero cada día son menos, hay muchas familias agradecidas de que sus miembros ya no hagan fiestas pantagruélicas con litros de alcohol, muchos señores mayores de cuarenta han de someterse a una vida sana pues su tensión arterial no soporta la ingesta de ningún licor barato y el wisky está muy lejos de sus posibilidades, sumergiéndose en una sobriedad desconocida hasta hace poco.

Las señoras casadas con señores poco serios, esos que vivían buscando excusas para escaparse con la amante de turno ahora pueden ser felices, ya el sueldo de su marido no le va a alcanzar ni para invitar un café a cualquier dama con lo que la revolución hace un aporte a la estabilidad familiar.

Estos son solo algunos beneficios pues no hemos contado la vuelta a la naturaleza ya que por la escasez de medicinas muchos han vuelto a la “medicina” natural para mantener sus males a raya, el renacimiento del espíritu religioso ya que muchos compatriotas volvieron la mirada hacia los altares en búsqueda de alguna salida razonable, el olvido del mercantilismo desaforado de quienes vivían pendientes de las novedades para gastar de manera indiscriminada su dinero y así un largo etcétera de costumbres “perniciosas” que la revolución ha borrado de la psique del ciudadano de a pie.

Aunque la verdad no creo que ninguno de estos “beneficios” sea realmente causa de ningún bien para el país ya que estoy seguro de que son el génesis de mucha de la violencia que reina en las calles y hogares, creí necesario escribir un intento de humor solo para comprobar que ya no me sale. Por cierto, si alguno de mis lectores conoce alguna solución que no implique ejércitos, balas, protestas, algo ilegal, bachaqueo, prostitución o aviones para poder encontrar la salida a la crisis elevando el ingreso personal se agradece que me lo cuente.
Saludos desde mi esquina.
José Ramón Briceño, 2016
@jbdiwancomeback




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