jueves, septiembre 03, 2015

CIDH, crisis e inutilidad


No entiendo el lio con las denuncias ante la corte interamericana de derechos humanos, disculpen que lo escriba en minúsculas violentando una lógica regla gramatical, es que siento que el tal organismo es uno de los adornos institucionales e internacionales menos funcionales. Creo recordar que en algún momento llovieron las denuncias en contra del difunto y no pasó nada, si de otros países hablamos a Cuba le llovieron igualmente denuncias en su momento por los abusos cometidos por los fulanos, tampoco pasó nada.

Ahora vuelve el problema con las denuncias por parte de Colombia y todos andan vueltos locos, hasta un ex candidato y gobernador supuestamente de oposición le pide al presidente del país vecino que por favor no denuncie, como si esa vaina a final de cuentas va a salvar a alguien pues hasta donde sé, Venezuela salió de ahí hace rato, además no creo que resuelvan nada, al final estos animales con corbata siempre se salen con la suya mientras la oposición mira desconsolada como le cierran espacios mientras los políticos de ese lado andan como gallinas descabezadas impulsando votar en las elecciones a ver si se alzan con un curul.

Al final, sutilezas aparte, todo es por poder, nada es por ser buenos, todo es por las posibilidades que otorga tener una cuota de poder en este  país, eso la verdad me tiene más desmoralizado. No hace falta ser un gran filósofo, conocer los vericuetos de la alta política o un muy ilustrado ideólogo para saber que acá nadie anda con delicadezas, el asunto es poder puro y simple, nada de esa paja del pueblo, los ciudadanos, el avance nacional, ser potencia o cualquiera de las “babosadas” de los eslogan es cierta, todo indica que el asunto es ganar poder a todo costo, sin importar el daño que se haga en el camino.

A mí eso del poder me tiene sin cuidado, la verdad me siento muy bien siendo un cero a la izquierda en eso de tener algo de poder, en mi caso sería feliz solo si tuviera casa propia, atención médica para mí y la gente a mi cargo, un empleo que disfrute, posibilidad de ahorro y hasta un viajecito anual, con eso sería un tipo si no muy feliz cuando menos tranquilo que ya es bastante, por el momento solo tengo un empleo que me gusta, lo demás lo sigo buscando. Eso de tener cien escoltas, andar cuidándome de lo que digo, pienso y hago, mantener mi vida como un secreto pues nadie sabe quién te está espiando, no poder estar donde me de la real gana pues puede ser lesivo para mi imagen que me encuentren en cualquier sitio de mala muerte, vivir simultáneamente múltiples vidas para despistar y además vivir más asustado pues nunca sabes quién es tu amigo o quien tu enemigo.

Todas esas cosas desagradables que vienen con eso de tener poder, quizás por eso no entiendo el desespero de muchos por tenerlo, considero que la vida toca vivirla sin ese afán de evitar el “qué dirán” , cada quien debería ser como quiere ser , allá la gente a quien no le agrade tu estilo de vida, estar bajo la lupa del público ha de ser una cosa realmente espantosa, sobre todo con estos politicuchos de todos los bandos cuya piel  para la crítica es tan sensible.

Si las cosas con la CIDDH fuese funcional por lo menos habría que comprar, el galáctico se estaría pudriendo en alguna cárcel internacional al igual que muchos de los que hoy son jerarcas, Fidel estaría en un ancianato suizo, China estaría a la vanguardia en lo de la contaminación ambiental, los sudcoreanos tendrían elecciones libres y serian en verdad democráticos, ISIS habría desparecido de la faz de la tierra, Siria no tendría guerra y hasta las barreras para la emigración habrían dejado de existir hace años.

No sé, quizás hoy amanecí más desencantado que de costumbre, ojalá esté equivocado y la fulana corte haga algo para ayudarnos a salir de esta gentuza, por el momento lo veo lejos a menos claro que algunos generalotes o militares con honra (que deben haber) se alcen y cambie el panorama, por el momento hampa y revolución son sinónimos, pobreza y exclusión también. Espero pronto encontrar la manera de ser deportado con todas las posibilidades de un ciudadano para recomenzar en alguna parte donde mi titulo y experiencia valgan para vivir si no como potentado si como gente normal y decente que solo quiere futuro, no en esta eterna vivencia de mendigo con sueldo qe comparto con tantos otros millones de desesperanzados que tienen el mismo pasaporte que yo junto a las mismas posibilidades.
Donaciones serian una bendición
   
José Ramón Briceño, 201
@jbdiwancomeback





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