domingo, junio 07, 2015

Educación "superior" bolivariana

Como todos saben soy profesor de Lengua y Literatura, aunque últimamente he pensado que he perdido mi tiempo leyendo y estudiando para nada, pues a nadie parece importarle ni la profesión docente que tan mal paga ni mucho menos la educación a todo nivel que tan mal apoyan. Aunque sé que hay universidades serias, me preocupan precisamente las que no lo son, por ejemplo, las que se inventaron para el “pueblo”, un adjetivo tan manido como pleno de evocaciones de ignorancia.

Aunque trabaje por muy poco tiempo en una de esas universidades como profesor de fotografía, que es mi oficio primigenio, lo que vi allá no me gustó en lo más mínimo, hablamos de universidades sin bibliotecas, espacios de investigación y sin ni siquiera la intención de hacer investigación seria, todo tiene un fondo político, nada se hace con rigurosidad científica, todo es “investigar” usando fuentes digitales que ni tienen la delicadeza de convalidar, tampoco tienen profesores exigentes pues eso es mal visto por los alumnos, tampoco tenían escalafones docentes, por esa razón la fulana bolivariana es apenas un edificio en cada estado y las clases las imparte la misión Sucre que a su vez tramita las notas frente a la Bolivariana y esta genera cuando le da la gana los títulos, tan mala es que ninguna universidad seria acepta que cursen posgrados allí los egresados de esos bodrios de universidades, de paso , los poco que ingresan por algún milagro del universo son reprobados en las primeras de cambio debido a que no reúnen los conocimientos básicos para cursar una maestría.

La muestra está en todos lados con esos récipes que sacan “médicos comunitarios” cuyos conocimientos apenas llegan a enfermeros, en ningún caso médicos. Me han contado que mientras en las universidades donde se imparte la carrera de medicina como debe ser, los muchachos practican cirugías con cadáveres, los de la Bolivariana lo hacen con láminas, como si en vez de vidas y cosas tan complejas como el cuerpo humano , estuviesen dando una clase de biología de primer año de bachillerato.

En el caso de otras carreras no es mejor el asunto. Creo firmemente en que la educación debe ser algo bastante delicado, tanto los profesores que no han  de ser complacientes, más bien todo lo contrario, exigir hasta que los muchachos no pueden más, obligarlos a ser mejores cada día, así mismo los jóvenes deben esforzarse, cada día más esfuerzo hasta lograr la meta, no estamos hablando de un curso de electricidad de dos meses, es de “profesionales” de lo que hablamos, esos que son el futuro del país.

Ahora bien, veamos del punto de vista de los estudiantes, ellos han sido bombardeados desde muy jóvenes con la mentira esa de que las universidades son de derecha y están empeñadas en no permitir que “el pueblo” (otra vez esa fea palabra) entre a sus aulas, digamos que ellos se creen el asunto, entran a la universidad y se creen la gran cosa, han cumplido el sueño de toda familia, tener un hijo que se graduará de alguna cosa que suene elegante, cosas como Abogado, Médico, Ingeniero, Licenciado, todas son palabras que son sinónimos de estatus, cosas que todos queremos. Pero es una soberana falta de respeto hacerles creer que son la gran cosa para que la realidad los tumbe de espaldas al no ser contratados si no por el estado en condiciones paupérrimas, con peores sueldos y negada la posibilidad de crecimiento profesional dada la poca calidad de su formación, no pueden hacer posgrados, yo que ellos haría revalida y quemaría mi título.

 Al final es muy sabroso que se le reconozcan a uno sus méritos, por ejemplo, en mi trabajo me gusta que me digan Profesor y los desconocidos que me digan Señor, eso me gusta más, no me agrada que me tutee todo el mundo, para eso tengo mis canas y mi calva, en mi aula soy PROFESOR, no camarada, tampoco mi pana, para eso estudié y me gradué con buenas notas en una universidad seria, donde si te quedaba un semestre no podías llorar a nadie, mucho menos reclamarle al profesor ni hacer asambleas de estudiantes, te calabas tu materia reprobada y repetías el semestre como corresponde, es más, cuando estudiaba existía un régimen de permanencia, lo que obligaba a todos a estudiar.

Entre otras calamidades, las universidades esas que egresan profesionales de tan bajo nivel, también son proclives a la lenidad docente, gente peor pagada que los maestros, sin ningún incentivo y que por lo general trabajan un semestre y se retiran a hacer cualquier cosa más productiva que ganar la miseria que ganan y que les pagan una vez al años, cuando termina el semestre.

Como sé que ningún personaje egresado de tales bodrios me va a leer y si por casualidad me lee no se va a sentir aludido, si acaso ofendido por las “mentiras fascistas” que disparo desde mi esquina, lo invito a ver la imagen que acompaña este post, un insulto a la profesión médica, de manos de un fulano “medico integral comunitario” que debería volver al bachillerato para que le den unas clases de gramática básica y después volver a la universidad, pero una de verdad, no esa en la que aprendió de laminitas, consignas, marchas , chuletas en los exámenes y profesores que si saben tratar al “pueblo” sumergiéndolos en una de las peores ignorancias, la que viene con título incluido.
José Ramón Briceño, 2015
@jbdiwancomeback





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