En
Venezuela ideología y lógica están disociadas totalmente, unos confunden el
fanatismo con estar ideológicamente comprometidos, los folletines del PCV con
literatura y solo leen a sus cofrades, jamás a quien no comparta sus ideas, es
más, para identificarlos utilizo una estrategia simple, les pregunto si leen
alguna cosa, a lo que responden afirmativamente, acto seguido les pregunto si
han leído a Mario Vargas Llosa, si son fanáticos responderán que no leen a “ese
señor” pues sus libros son “muy políticos”, eso pues me deja una rendija con la
que burlarme y decirles de manera bastante elegante cuan ignorantes pueden
llegar a ser, es como si yo dijese que no leo a Neruda o a Miguel Otero Silva porque
eran comunistas, por cierto tampoco leen a Miguel Otero pues lo asocian con su
hijo, quien de paso no tiene las dotes de su padre.
Les
da pánico sentirse desnudos en su constitución ideológica, los de la “izquierda”
esos que se saben de memoria páginas enteras de los tratados de Marx y hasta se
conocen de memoria la cantidad de vello púbico del “Che” y de sus ídolos, esos
que ante cualquier situación responden con alguna sentencia tipo pie de página
de agenda ochentosa , no saben de análisis ni de pensamiento de futuro, se
creen unos genios del pragmatismo pues ejecutan planes infantiles y los
presentan como gestas heroicas y al final, cuando ya no pueden más con la
situación , se excusan de cualquier manera.
He
tenido unos cuantos empleos en muchos años, de esos, cuatro han sido con el
estado, mi oficio de fotógrafo siempre me ha puesto cerca del poder, total,
ellos siempre quieren salir en todas las fotos y para eso me han contratado. Imagino
que entre otras razones por eso es que jamás me impresiona ningún jefe,
mientras que los demás compañeros de trabajo van de la idolatría a la envidia a
mí me daba igual, lo que jamás pude dejar de hacer fue analizarlos, ahora a la
luz de los acontecimientos he descubierto que tengo razón.
En
ninguna de esas ocasiones me he tropezado con ningún jefe que supiera realmente
lo que hacía, mucho menos su equipo de trabajo, todo se resumía a intentar
hacer propaganda gubernamental y agradar a sus jefes para no perder el cargo,
en el ínterin pues acomodar a sus familiares y conseguir la vuelta perfecta
para sacar provecho económico de la situación sin que ello supusiera un peligro
para su libertad, ¿Cómo se logra eso?, fácil, ese guion siempre tiene la misma
organización, usa franelas alusivas, atiende a cuanto fanático pase por la
puerta, sonríe siempre al jefe ,no olvides jamás llamarlo de otra forma que no
sea jefe, a menos claro que sea milico, en ese caso lo llamas con el rango pero
intercalando un pronombre posesivo, mi capitán, mi general o cualquiera de
esos, sin importar mucho que seas civil a esos les encanta la adulación, si por
casualidad tiene aires de “combatiente” le dices “comandante”.
No
importa que la institución no haga nada, siempre habrán otras que te colaboren,
en dicho caso has de tener un buen equipo de sonido de 10mil decibeles , la colección
de Alí Primera y de las canciones del galáctico, así logras el ambiente musical
perfecto para lo que sea que hagas.
En
fin, al parecer todos los jefes que he tenido tienen en común la inutilidad de
sus funciones más allá de lo que debería ser el trabajo. Es como la gente esa
que sueña con un empleo y cuando le preguntas te responden que quieren algo de
oficina, ser gerentes, presidentes, administradores pero cuando le vuelves a
preguntar que han estudiado o por cual razón quieren hacer esas labores te
responden que son bachilleres, pero que están muy seguros de hacer bien el
trabajo que aunque no tengan experiencia ellos pasaron un mes como obreros y no
les gustó. O esos otros que prefieren vivir en la miseria solo para quejarse
eternamente de que el universo no los quiere, que es culpa del imperio pues
ellos no pudieron estudiar ni hacer nada, pero tampoco hacen nada por enmendar
la plana. Todos esos jefes son machotes de escolta y pistola pero de ellos sé
que tres se han ido del país pues “temen por sus vidas”, ojalá se hallan
llevado dinero para montar algún negocio capitalista pues en otras latitudes la
cosa no es tan sencilla como acá, por lo menos allá (donde sea) toca realmente
conocer un oficio, mejor si eres universitario para poder sobrevivir, me parece
muy gracioso que se acostumbren al poder y luego de tanto mandar terminen de
mesoneros en alguna parte del mundo.
José
Ramón Briceño, 2015
@jbdiwancomeback
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