En
Venezuela hay mil carencias, entre otras, están las medicinas. Esta tarde pase
por una farmacia y pregunte por un complejo vitamínico para mi hija, está en
crecimiento y toca reforzar la dosis de nutrientes, la farmaceuta me dijo que
no tenía nada, en la mañana una alumna embarazada llegó a mi clase feliz pues
consiguió una caja de ácido fólico, cuando miró mi cara de extrañeza me dijo
que hacía un mes que buscaba por todos lados y encontró a través de una amiga
de su madre quien le regaló dos cajas, lo suficiente para un mes, al llegar a
casa, mi novia me pregunta si entre tanta gente que conozco se de alguien que
tenga farmacia pues la abuela que tiene 80 años necesita una medicina y en
ninguna de las 20 farmacias visitadas se encontró ni una cajita.
Cada
vez que le pregunto a alguno de los médicos amigos como va la cosa en el
hospital, ellos terminan hablándome del tiempo y del calor de estos días, cosa
rara para enero pero que el calentamiento global tiene todo vuelto nada, seis
tercios después me dicen que andan deprimidos pues se les ha muerto algún
paciente de mengua, que ya casi ni operan y que el tiempo de espera para una
operación está por el orden de los seis meses, eso sin hablar de las medicinas
que no se encuentran y el gobierno que no los dota, están totalmente desolados
pues ellos no estudiaron tanto para estar de brazos cruzados mientras los
pacientes se mueren pues no hay nada, las medicinas no se encuentran y los
familiares andan vueltos locos buscando muchas veces algo que no existe o es
muy caro o simplemente ya no se importa.
Mientras
todo eso sucede, las colas frente a los establecimientos que venden cualquier
cosa escasa están a la orden del día, los revendedores hacen fortunas
comerciando cualquier cosa, desde tres pastillas de jabón en 200 bolívares
cuando su PVP es de apenas 35, un kilo de café en 400 y su PVP es de 50, un
pañal desechable en 70 mientras el PVP de cada paquete es de 300 y trae 40
unidades, un frasco de una cosa malísima que llaman champú Head and Showlder (o
algo así) en 250 mientras el PVP es de 35, así ad infinitum cualquier producto
mercadeable en el mercado negro. Un pollo entero cuesta hasta 500 bolívares
mientras el sueldo básico mensual es de 4000, es decir, si compras un pollo
para tu familia ya te gastaste la mitad de la quincena.
Luego
de estas consideraciones uno se pregunta si es válido hacer un esfuerzo mental
para no terminar de fanático, de ser algo parecido pues lo usual es que en
situaciones como estas los rivales terminen pareciéndose, pero seamos sinceros,
como entender nada, como poder ser tolerante cuando no solo es que el país está
revolcándose en la miseria fecal emanada del psuv, también toca hacer buchitos
de a poco cada día cuando necesitas algo y, o no se puede comprar sin pasar
hambre el resto del mes, se te muere un ser querido por que no hay medicinas o
terminas comprando a cualquier precio cualquier cosa para resolver una
contingencia del tipo que sea.
Sepan
señores que de verdad me dan asco todos, comenzando por esos que dicen
idioteces que ni sus madres le cree, esos otros que se escudan en un abanico de
excusas, los que al final no son más que peones al servicio de un sistema que
no sirve y por ultimo a los ciegos que no solo se contentan con burlarse, también
te venden a precio de oro lo conquistado en las eternas colas a puerta de
supermercado.
Ya
ni pensar en emigrar se puede, es fácil la cosa con el mercosur, lo difícil es
reunir el dinero para pagar el pasaje, los dólares para pagar lo demás y hasta
el empleo para no tener que volver a este moridero de pobres. Ojalá su mama, su
hijo, su esposa y hasta los primos aplican, que no encuentren nada y se solacen
en su nada patria que de oler a orgullo ha terminado por tener hedor de mierda.
Saludos desde mi esquina
José
Ramón Briceño, 2015
@jbdiwancomeback
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