domingo, julio 27, 2014

Milicias, portaaviones, drogas y patria


Hacer el ridículo debe ser parte integral para la formación de los altos cargos del gobierno, esta semana detuvieron a un general bajo acusaciones de tráfico de drogas, la verdad me cuesta entender como un ex jefe de la división de inteligencia militar cayó tan fácil en las manos de la DEA, hasta allí la cosa, aunque rara, ya es normal de tanta porquería que trabaja en ese alto gobierno y sus asociados del lumpen político y social.

Lo que rebasó todas las marcas de estupidez fue la declaración de la ministra-pran quien exigió una “invasión” a Aruba a fin de rescatar a su compatriota de las manos del imperio quien lo detuvo sin pruebas, lo más gracioso del caso es que invoca a la “milicia bolivariana” en vez de a las fuerzas armadas que se supone son los primeros llamados a defender la patria. Seguramente tienen un arsenal de mangos verdes para ejecutar la guerra asimétrica que tanto publicitaron alguna vez.

No me malentiendan, no defiendo a nadie ni me parece interesante defender a un país que ni mi idioma habla, sin embargo debemos estar claros que no se puede andar buscando problemas al gigante de la cuadra sin tener realmente con que responder a menos claro que pidan a gritos una invasión o cuando menos un “Bombardeo preventivo” para poder tener otro culpable de la tragedia económica y social que invade a nuestra nación, quien sabe si en los cálculos está poner a la fulana milicia como carne de cañón recordemos que los señores de la DEA pertenecen a una nación que entre otros “juguetes” tienen portaaviones donde llevan una fuerza aérea tres veces más grande y moderna que la nuestra, creo que poseen más de cinco.

Consideraciones aparte, las cárceles están llenas de gente inocente y los cargos públicos parecieran llenos por gente cuya inocencia está muy lejos de existir, todos son sospechosos de estar asociados a gente nada honorable, no se de ningún alto funcionario que uno pudiera tener alguna duda razonable sobre su honestidad, todos apestan a cloaca de tan poco honestos, ni el presidente se salva carajo.

Entre tanto absurdo, como colofón y para que los amigos fronteras afuera no digan que uno es un exagerado, he leído en las redes que la asamblea nacional que es el equivalente al congreso, donde se discuten los asuntos vitales para la nación, esos engendros con retraso mental inducido han aprobado la cantidad de 1.433.778.418,20 (se lee: un millardo cuatrocientos treinta y tres millones, setecientos setenta y ocho mil, cuatrocientos dieciocho, con veinte céntimos) que a dólar oficial son algo así como 28.675.568.36 para “combatir la guerra psicológica”, cuando hay escasez de medicinas , de comida, de cosas para vivir, coño no hay desodorante por ejemplo y el azúcar es un bien que vale oro, para que esos imbéciles (no queda decirles de otra manera) se inventen una manera para seguir desplumando a la republica sin que ni al fiscal general ni al contralor se les mueva un pelo ni siquiera por decencia.

Hay gente que está feliz con eso que sucedió en Aruba, alegan que es una maravilla que estén poniéndolos presos, sin embargo yo me niego a contentarme, no me entristezco tampoco, lo que me da es vergüenza vivir en este país y que la aldea global mire con estupefacción esto en lo que nos hemos convertido, donde los “congresistas” se inventan parapetos para acelerar el saqueo antes que se les acabe la fiesta, los presidentes regalan el país a multinacionales extranjeras sin que les dé ni siquiera un poquito de pena la cosa, los ministros son poco menos que delincuentes que protegen a delincuentes, persecuciones políticas   por el puro gusto de hacerlas pues a ciencia cierta los verdaderos desestabilizadores y apátridas son los que por su cargo y funciones deberían defenderla, no mal ponerla como lo hacen cada día sin pudor ni vergüenza.
José Ramón Briceño, 2014

@jbdiwancomeback


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