sábado, mayo 18, 2013

Freud, el humor, el chiste desde el psicoanálisis a la praxis de la vida




El humor varia de país en país, lo que por acá es aceptado como gracioso, en Suiza no los es, desde donde se mire es un asunto de costumbres, sin embargo existe una manera más o menos universal de asumir el humor, esto de “lo gracioso” es un asunto tan serio que pocos han sido los etudio9s publicados, no porque realmente no se haga, existen cientos o miles de tesis sobre ese asunto, lo que sucede es que todas son variaciones del mismo tema y están asentadas en las mismas teorías del humor, las de Pirandello y las de Freud.
Esas dos teorías ven el mismo asunto desde diferentes ópticas, mientras Luigi Pirandello hace el abordaje desde la literatura, Freud lo hace desde el psicoanálisis, sin embargo ambos autores tocan el mismo punto sobre el origen y las causas de ese fenómeno llamado humor. Acá en este breve ensayo intentaré solamente explicar grosso modo el asunto humorístico para Freud, el psicoanalista.
Para el psicoanálisis el humor es una suerte de rebelión en contra de la realidad, recordemos que esta disciplina contempla la realidad como una posibilidad más no como una certeza, pues acepta que los humanos captamos la realidad según un sin número de variables lo que hace que la significación de la misma sea diferente según el esquema mental en que se desenvuelva quien sea observador (como todos) de eso que pretendemos sea “lo real”.
Freud hace una diferenciación bastante marcada sobre lo que es el humor y lo que es el chiste, aunque puedan parecer la misma cosa no lo es, mientras el humor es una especie de sarcasmo continuado, donde lo irreverente, o absurdo, lo grotesco y hasta lo escatológico pueden darse la mano haciendo un fuerte contraste entre la prosa respetuosa de las formas además de los modos de trato para con algún tema o situación especifico y la forma humorística que abarca muchas expresiones, algunas veces disimuladas entre un cumulo de palabras y oraciones aparentemente inocuas pero que en conjunto hacen la gran burla del tema tratado, tal es el caso del Venezolano Miguel Otero Silva quien hace un catálogo del santoral criollo, bajo un seudónimo pues la carga de burla es tan profunda que aun el, siendo un autor de reconocida trayectoria quiso darle una vuelta de tuerca achacando la autoría del libro a un monje vasco, es e libro se llama “Las celestiales”, muchos versos profanos acompañados de una explicación igual de profana pero que pretende convencer que es un sociólogo quien lo hace, con palabras técnicas y una retórica muy parecida a lo científico, sin embargo se sabe desde el inicio que todo no es más que una manera de hacer humor a costa de algo tan seria para el Latinoamericano como lo es la religión.
Cosa diferente, como medio hermano tenemos al chiste, en este caso ha de ser corto y concentrado, puede estar basado en el sarcasmo, la ironía o lo absurdo, pero tienen necesariamente que ser corto, el chiste por su cualidad oral no ha de ser ni muy largo ni muy elaborado pues en el camino pierde la gracia y su efecto gracioso se pierde. Aparte la otra cualidad que no puede ser soslayada es que en el chiste debe haber alguien agraviado, es decir debe pasar algo malo a algún protagonista para que el chiste tenga el efecto deseado, según Freud , el chiste es la prueba perfecta de la maldad del ser humano pues si no hay daño tampoco hay chiste.
Durante muchos años la risa fue un misterio y es m pensar que aún lo es, podemos asumir, como Freud , que el humor es un escape de la cotidianidad, una forma de rebelarse en contra el sistema, una manera de expresión política y hasta una válvula por donde fluyan los deseos mal sanos y así poder sobrevivir a tanta maldad de la realidad. Pero aun con los argumentos anteriores valdría investigar entonces por que los bebes se ríen si ellos están más allá del bien y del mal , pues su inocencia no da para saber todas esas cosas que por lo general nos hacen infelices a los humanos.
Después de haber leído un poco sobre Freud y su visión del humor desde el psicoanálisis, y en descargo como agradezco que ese señor no fuese venezolano, seguramente se le caería o le potenciaría toda su teoría, para nosotros el humor es un artículo de primera necesidad, ese que nos permite burlarnos de la autoridad, de las calamidades, de la fortuna y de la mala suerte, resulta que si no tuviésemos humor seguramente Venezuela seria como Suiza, muy bonito, muy organizado pero con una tasa de suicidio muy superior al promedio, pues la calma en exceso y la ausencia de herramientas mentales para supervivencia quiebran el espíritu de los menos afortunados, haciendo de su salida del mundo un asunto de gusto y no de consecuencia de vida, al final la vida sin la risa no tienen sentido, Freud lo sabía e intentó darle forma, ahora si acertó o no, no importa, el humor es una terapia de vida bastante acertada y la teoría se hace accesoria ante la certeza de que la risa salva vidas y su ausencia la acorta.
José Ramón Briceño 2013


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