domingo, agosto 09, 2015

Reflexión dominical III

La política en Venezuela es un asunto que dará que hablar a los historiadores por siglos, imagino que también psiquiatras, sociólogos, criminólogos, antropólogos y psicólogos tendrán material para sus tesis por un buen rato, el país ha sido revuelto desde sus bases hasta las cúpulas, por primera vez en más de cien años el éxodo ha sido más que notorio, todos los más o menos educados están haciendo planes, ya hasta la gente se está organizando en el extranjero para recibir a los emigrantes, en algunos casos hasta les pagan el viaje como préstamo para que puedan escapar de este desastre, tal y como los cubanos lo hicieron alguna vez con sus paisanos.

Entre todo esto que vivimos un ministro imbécil como todos, dice en público que Venezuela no está en la miseria, claro, imagino que él gana veinte mil dólares mensuales y ve todo color de rosa mientras en las calles el sueldo básico si apenas llega a los 12 dólares, los pequeños comerciantes si acaso logran los cien dólares mensuales. Si la población está entre los 12 y los 100 dólares mensuales, creo que teorizar sobre una supuesta riqueza está muy lejos de poder hacerse, claro, a menos que seas un ministro quien tiene que resguardar su cargo y sus prebendas, no vaya a ser que le quiten el guiso del aceite de Oliva importado, el cual por cierto cuesta casi una quincena de sueldo de profesor.

He leído sin sorpresa ni asombro, que supuestamente las hijas del galáctico son millonarias, viven cuan reinas y hasta una de ellas disfruta de inmunidad diplomática gracias a un cargo que le dieron en la ONU, ser millonario y vivir en Nueva York, seguramente es muy revolucionaria la cosa. Alguna vez se oyó el nombre de esa infanta para unas hipotéticas elecciones, que imagino no van a ser, esa mujer no tiene carisma ni para llevar una verbena pro fondos, menos aún para gobernar o cuando menos hacer la pantomima de que lo hace.

Uno dice que este animalejo que está en la presidencia tampoco tiene carisma, pero tuvo la bendición del muerto, le supieron sacar el jugo a la cosa antes que se le vieran las costuras, imagino que tras bastidores la pelea fue a cuchillo y usando todas las armas disponibles, desde la intimidación hasta el asesinato para que todos asintieran en el partido y fuera de él, seguramente los contratos volaron, los billetes fluyeron para engrasar toda la maquinaria electorera, hasta un fraude lograron hacer, no es que sea nada nuevo el asunto es que el tal fraude fe muy evidente, tanto así que hasta el candidato opositor salió quemado por cobarde al no exigir ni permitir que los opositores exigieran un reconteo serio, con la excusa de un montón de muertos posibles que hoy ha crecido por otros motivos.

Cuando uno lo piensa así, la cosa causa más espanto pues la perspicacia de quienes pensamos mal es una cosa seria. Soy creyente en que todo tiene relación, eso de que los penales de máxima seguridad sean resorts para que los hampones se sientan cómodos y puedan hacer sus negocios con tranquilidad, eso otro de que ahora los medios de comunicación le dan cobertura a traficantes de caraotas, de aceite, harina o leche y si acaso algún pobre diablo que vende medio kilo de marihuana o algunas piedras pero en ningún caso hay alijos grandes, que si existen pues los gobiernos vecinos viven decomisando toneladas de drogas, los militares más descarados es difícil, el hampa hace lo que le da la gana, los ministros y sus cómplices exhiben riquezas difíciles de explicar sin tener ese incomodo silencio de quien duda en confesar sus crímenes. Todo eso nos habla de que hay toda una red de criminales amparados por el todo poderoso estado.

Eso de que la hija del difunto sea millonaria no lo dudo ni  un momento, si yo fuese un tipo así de seguro tendría en primer lugar más hijos, después todos tuviesen lo suficiente para vivir holgados hasta que se mueran, en estas tierras uno jamás sabe cuánto vive y si quien baila con el diablo nunca sabe cuándo se acaba la fiesta.

Esta fiesta creo que se está acabando, no solo la fulana está ida del país, ahora los jerarcas meten a sus esposas, hijos, nietos, hermanos y hasta exesposos aplican como candidatos o altos funcionarios, así se aseguran lealtades que de otro modo no existirían, muy mal los veo. En ese momento uno quizás agradezca no tener nada y que lo importante si acaso quepa en una maleta, ellos pues se hicieron millonarios a costa de la tragedia de muchos y quien mal obra mal termina, el crimen paga pero siempre pasa factura, amanecerá y veremos.
José Ramón Briceño, 2015
@jbdiwancomeback




  

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