viernes, marzo 20, 2015

La oposición y sus vanidades


La oposición venezolana la tiene difícil, el estado ha cerrado todos los espacios, los pocos que quedan están sujetos a que en cualquier momento cualquier funcionario a que le provoque llevarse detenido a alguno, lo hará, ser opositor en este país es resignarse a tener todo el tiempo sobre la cabeza una duda,  ¿Cuándo vendrán por mí? De paso uno sabe que siempre habrá alguien escuchando lo que dices por tu teléfono, lo que comentas por las redes y hasta las páginas que visitas desde tu computadora, es un hecho, nadie está solo en este país, cuando menos no cuando se expresa, ahora para las otras cosas más importante si lo estás ya que cada funcionario está más pendiente de hacerse la vida más fácil que de hacer su trabajo a cabalidad. A excepción claro de los seres cuyo trabajo es hacer daño para proteger a sus jefes, eso lo hacen bastante bien.

Entre otras cosas lo que está matando a la oposición es el deseo desmedido de muchos por tener el control político del asunto, los partidos que ya no mueven como antes se niegan a morir, los que están más o menos posicionados tampoco, una pelea de caimanes que se niegan a ver que la cosa ya no está para andar con competencias bobas.

Allí hay gente de todo tipo, desde antiguos funcionarios del gobierno que por alguna razón se mudaron de bando, políticos que se hicieron en la oposición y luego se transaron de manera pública y notoria por el gobierno, hasta operadores políticos del gobierno que manejan la oposición al mejor estilo de Don Corleone, a lo mafioso de la cosa nostra, son financistas, lobbystas y hasta chantajistas, así se abrogan el poder necesario para que las cosas funcionen según sus deseos y el gobierno pueda sentirse tranquilo en su ansia de matar todo lo poquito que nos queda.

Nadie se detiene a pensar un rato en el trabajo que pasa el ciudadano de a pie, todos terminan cuadrándose con el estado, los que no lo hacen están más ocupados en sacarse la lengua entre sí por algún “carguito”, concejalía o cualquier aspiración electoral a ver (imagino) si aún les queda chance de participar en la fiesta del dinero y acomodarse junto a su familia en alguna parte del mundo, lejos de todo este clima de colas, escasez e inseguridad.

Buscar la mejora familiar no está mal, lo que sí lo está es no hacer nada para que las condiciones del ciudadano de a pie mejoren, si, ciertamente hay algunos que ponen de su parte y hasta presos están, pero otros, que de seguro tienen mucho miedo o algunas cuentas con las que el gobierno los extorsiona se transformaron en adalides de la causa revolucionaria, salen en cadena nacional recibiendo parabienes del presidente y hasta forman parte de los distintos equipos presidenciales cuyas atribuciones tienen nombres importantísimos pero en la práctica son algo así como gerentes de asuntos sin importancia de tanto que su labor da frutos, esos de verdad me dan grima, ojalá algún día me vuelva famoso e importante para tener un auditorio inmenso con el cual compartir mi asco y hacerles el mundo un poquito más pequeño a esas cucarachas disfrazadas de gente que se saltaron de bando por un asunto que de verdad no entiendo, que ni siquiera tienen la delicadeza de pasar inadvertidos para que su poca valía sea menos notoria, ellos y ustedes queridos lectores saben a quienes me refiero, no necesito dar nombres pues sería como decirle cochino al cerdo o arrastrada a la serpiente, una redundancia.

Los que quieren ser, son muchos, en su ansia de tener un cargo se llevan por delante unos a otros, se olvidan de las cosas que dicen para que otros les crean y lo peor es que olvidan que la gente ya no quiere nada con la política tradicional a pesar de que las apariencias digan otra cosa. Todo el mundo sospecha de todos, la gente medianamente informada sabe que tras la bancada opositora (léase MUD) está la mano del gobierno metida. Hace un tiempo explotó un escándalo de corrupción MUD-PSUV, que acallaron pronto, sin embargo todos los que aspiran cosas desde los partidos no han logrado que se olvide pues en su pelea diaria dejan colar “off record” algunos episodios, a esos también va dirigida mi repulsa.

Con esta pendejada de la supuesta invasión gringa nadie levanta la voz por lo que sucede con el descarado robo territorial de Guyana , nadie al parecer se ha dado cuenta que si los gringos de erdad quisieran doblarle la espalda al país con dejar de vendernos gasolina tienen, se paraliza todo y el caos termina de explotar, los políticos en vez de poner la mira en esos dos temas se empeña en pelearse por unas elecciones que suenan a fraude cantado, pero como todos quieren su pedacito de “autoridad” se pelean entre si por las migajas que les tiran desde Miraflores, mientras nosotros, los ciudadanos seguimos ligando un pasaje a la felicidad que puede ser traducido por cuatro boletos de avión con empleo y país nuevo donde vivir no sea esta eterna agonía, tal como alguna vez vivimos en este país.
José Ramón Briceño 2015
@jbdiwancomeback




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