Siempre
pensé que los sinónimos de maldad estaban encarnados en algunos engendros como
Augusto Pinochet (amén de otros pero este son es el más “notable”) toda esa
publicidad sobre lo malvado que fue en su gobierno, las desapariciones, los
juicios sumarios y pare usted de contar cuantos atropellos, por el lado del
Caribe pues no existe ningún otro campeón del sometimiento y la ruindad que la
dupla vomitiva de los hermanos Castro, pues bien, con los años he descubierto
que detrás de toda la propaganda contra Pinochet y los argentinos está la mano
de los Castro y su aparato de propaganda.
No
me mal interpreten, igualmente me parece que el fulano milico es una
aberraciones que por un misterio del universo podemos llamar humano, sin
embargo, frente a los barbaros antillanos fue un bebé de pecho. Fíjense,
Pinochet realmente mató a un gentío que según he leído por ahí van por los 40
mil muertos, de los cubanos no existen estadísticas pero la cosa de seguro
supera con creces esa cifra y si hablamos de sus acólitos tanto de centro como
de sur América pues la cifra se dispara a la estratosfera.
Con
los hermanos Castro nadie ha podido, de verdad los fulanos son peores que
Maquiavelo pues a fuerza de propaganda y de infectar el cerebro débil de cuanto
fanático anda por el mundo pudieron revertir su maldad en una suerte de lástima
hemisférica, ellos son potentados mientras el pueblo cubano sobrevive entre la
miseria, es más, esclavizan su mano de obra profesional exportando sus
medicuchos y demás gentuza a donde los puedan colar, cobrando estratosféricas
por los servicios de su gente a quienes les pagan menos de la décima parte de
lo que el estado cubano cobra por el servicio prestado, pero de todas maneras
la maquinaria de propaganda les dice libertarios y democráticos, menuda
falacia.
Pinochet
es otra historia, hace unos cuantos años lo derrocaron por la vía pacifica, los
chilenos lograron sacárselo de encima gracias a un plebiscito, cosa que aun hoy
día me sorprende, sin embargo por otra parte y más allá de cualquier
elucubración en torno a las maromas políticas necesarias para que semejante monstruo
se fuese del gobierno por la puerta de atrás, toca reconocer cierto nivel de
civismo en ese acto, cosa que de seguro los Castro no harían y estos émulos criollos
mucho menos.
No
sé, quizás me hace falta más información para asegurar nada pero dudo mucho que
Pinochet hubiese entrenado milicias, dejado zonas de paz para que los hampones
hicieran lo que les viniese en gana, tampoco utilizaría a ningún colectivo para
sofocar manifestaciones, mucho menos apoyaría que las cárceles se convirtieran
en centros de comando para el hampa organizada, también me es complicado creer
que sus altos mandos tanto militares o políticos hubiesen sido sindicados de
narcotraficantes, de hecho los chilenos aun disfrutan la economía que heredaron
de la dictadura pues esos gorilas tuvieron el buen tino de convertir el país en
una de las economías más fuertes de Latinoamérica, cosa distinta a lo que
sucedió en tiempos de Allende y de estos que corren por este socialismo del
siglo XXI.
Todo
esto viene a cuento pues un buen amigo, profesor de historia, pro gobierno en
un tiempo y ahora es abiertamente crítico con la situación pues ha comprobado
(algo tarde por cierto) el fracaso estrepitoso de la tragedia que él mismo
ayudó a crear desde su aula de clase, en una conversa a la sombra de los mangos
de la universidad me comentaba que lo que necesitaba hacer la oposición es
llamar a un plebiscito para sacar de modo democrático a este gobierno, a lo que
le comenté, así sin querer ¿Quién iba a
firmar nada después de la lista Tascón?, de paso ¿pensaba realmente que este
CNE juega limpio? ¿Creería en serio que tanto pillo iba a dejar su inmunidad
así tan fácil? , a todo contestó negativamente, acto seguido recordó que tenía
una clase que dictar y se despidió. Igual razonamiento le di a uno que cree
todavía que con las estructuras de la ley podremos hacer que saliera el
gobierno y se levantó de hombros para pasar a conversar sobre los 40° de calor
que hacen en Venezuela por estos días y lo caro de todo.
La
verdad creo que la oposición tiene que ponerse seria y pensar que por los
caminos de la ley no se consigue mucho, tenemos más de diez años buscándole salida
y cada vez que casi la tocamos algunos la ponen y volvemos para atrás, no
perderé mi tiempo ofreciendo soluciones, solo resta decir que con gente de mala
entraña no valen buenas acciones ni tratamiento diplomático, los que se la
quieren dar de líderes deben endurecer su postura y perder el miedo, nadie
quiere guerra pero van una cantidad exageradamente grosera de muertos por las
calles, esos suman muchos más que los sumados en el resto de las dictaduras, de
paso aquellas por lo menos tenían el pudor de hacerlo al abrigo de la
oscuridad, estos lo hacen a la luz del día, con un descaro que asombra y que de
paso deja bobo a cualquier otro gobierno que ha tenido este país, por si fuera
poco han destrozado la economía llevándola a una pobreza difícil de creer y
causando un éxodo peor que cualquier otro del que se ha tenido noticia, a estos
ni el aparato monstruoso de propaganda le sirve, amanecerá y veremos, ojalá
mañana salgan a las calles, ojalá sirva de algo y que si va a pasar algo, que
pase de una vez para dejar de estar en ascuas.
José
Ramón Briceño, 2015
@jbdiwancomeback
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