Hacer
el ridículo debe ser parte integral para la formación de los altos cargos del
gobierno, esta semana detuvieron a un general bajo acusaciones de tráfico de
drogas, la verdad me cuesta entender como un ex jefe de la división de
inteligencia militar cayó tan fácil en las manos de la DEA, hasta allí la cosa,
aunque rara, ya es normal de tanta porquería que trabaja en ese alto gobierno y
sus asociados del lumpen político y social.
Lo
que rebasó todas las marcas de estupidez fue la declaración de la ministra-pran
quien exigió una “invasión” a Aruba a fin de rescatar a su compatriota de las
manos del imperio quien lo detuvo sin pruebas, lo más gracioso del caso es que
invoca a la “milicia bolivariana” en vez de a las fuerzas armadas que se supone
son los primeros llamados a defender la patria. Seguramente tienen un arsenal
de mangos verdes para ejecutar la guerra asimétrica que tanto publicitaron
alguna vez.
No
me malentiendan, no defiendo a nadie ni me parece interesante defender a un
país que ni mi idioma habla, sin embargo debemos estar claros que no se puede
andar buscando problemas al gigante de la cuadra sin tener realmente con que
responder a menos claro que pidan a gritos una invasión o cuando menos un “Bombardeo
preventivo” para poder tener otro culpable de la tragedia económica y social
que invade a nuestra nación, quien sabe si en los cálculos está poner a la
fulana milicia como carne de cañón recordemos que los señores de la DEA
pertenecen a una nación que entre otros “juguetes” tienen portaaviones donde llevan
una fuerza aérea tres veces más grande y moderna que la nuestra, creo que
poseen más de cinco.
Consideraciones
aparte, las cárceles están llenas de gente inocente y los cargos públicos parecieran
llenos por gente cuya inocencia está muy lejos de existir, todos son
sospechosos de estar asociados a gente nada honorable, no se de ningún alto funcionario
que uno pudiera tener alguna duda razonable sobre su honestidad, todos apestan
a cloaca de tan poco honestos, ni el presidente se salva carajo.
Entre
tanto absurdo, como colofón y para que los amigos fronteras afuera no digan que
uno es un exagerado, he leído en las redes que la asamblea nacional que es el
equivalente al congreso, donde se discuten los asuntos vitales para la nación,
esos engendros con retraso mental inducido han aprobado la cantidad de 1.433.778.418,20
(se lee: un millardo cuatrocientos treinta y tres millones, setecientos setenta
y ocho mil, cuatrocientos dieciocho, con veinte céntimos) que a dólar oficial
son algo así como 28.675.568.36 para “combatir la guerra psicológica”, cuando
hay escasez de medicinas , de comida, de cosas para vivir, coño no hay
desodorante por ejemplo y el azúcar es un bien que vale oro, para que esos imbéciles
(no queda decirles de otra manera) se inventen una manera para seguir
desplumando a la republica sin que ni al fiscal general ni al contralor se les
mueva un pelo ni siquiera por decencia.
Hay
gente que está feliz con eso que sucedió en Aruba, alegan que es una
maravilla que estén poniéndolos presos, sin embargo yo me niego a contentarme,
no me entristezco tampoco, lo que me da es vergüenza vivir en este país y que
la aldea global mire con estupefacción esto en lo que nos hemos convertido,
donde los “congresistas” se inventan parapetos para acelerar el saqueo antes
que se les acabe la fiesta, los presidentes regalan el país a multinacionales
extranjeras sin que les dé ni siquiera un poquito de pena la cosa, los
ministros son poco menos que delincuentes que protegen a delincuentes, persecuciones
políticas por el puro gusto de hacerlas pues a ciencia
cierta los verdaderos desestabilizadores y apátridas son los que por su cargo y
funciones deberían defenderla, no mal ponerla como lo hacen cada día sin pudor
ni vergüenza.
José
Ramón Briceño, 2014
@jbdiwancomeback