jueves, junio 26, 2014

Historia del primer anarquista


Hace unos años, en pleno paroxismo bolsivariano de propaganda y justificación, algún imbécil, no se quien, se le ocurrió desempolvar una tesis de los tiempos de la guerra fría, un invento bolchevique para su aparato propagandístico, allí aseguraba un sesudo “investigador” que el primer socialista fue Jesucristo, a mi abuela (que en paz descanse) casi le da un infarto y los insultos que profirió no estaban cónsonos con su estampa de matrona dulce y viejita vivaz, muy al contrario, habló más feo de lo que puede hablar un borracho cualquiera, seguro eran remembranzas de lo que mi abuelo decía en sus peores momentos post farra.

En fin, desde ese día la cosa me da vueltas en la cabeza y uso el argumento para burlarme de mucho fanático, pero de manera elegante para que no se sienta ofendido, por lo menos no mientras esté con esa persona. El lunes pasado, en vista de ser una noche de puente me reuní accidentalmente con unos muchachos muy versados en política, entre cerveza y cerveza, gracias a las palabras de una muy brillante jovencita, abogado, quien me dijo que lo que no estaba prohibido taxativamente está permitido, se hizo la luz en mi obtuso cerebro y se me ocurrió decir en voz alta que, si Jesucristo fue el primer socialista. Yahvé  podría haber sido el primer anarquista.

Claro, toses y caras de sorpresa aparecieron en la cara de mis contertulios, seamos claros, se supone que Dios padre, Jehová, Yahvé o como quiera que lo llamen es un ente mucho más avanzado a todo nivel que nosotros, viles mortales, de paso tiene toda una eternidad para hacer lo que les da la gana, de hecho, ahogó el mundo por que la cosa no le gustaba, quemó un par de ciudades solo porque allí practicaban eso que ahora se defiende tanto como la “diversidad sexual” y ha sido la pesadilla de todos pues en cada era humana hay algún loco que decide ser su “enviado especial” y se empeña en exterminar por puro necio nomás.

De ser así, alguien tan importante no puede ser tan pragmático de resolver el asunto de unas normas de convivencia con solo diez mandamientos, aunque esos resuman más o menos las líneas básicas para que la gente viva en paz, o no se molesten nos a otros que con eso creo que es bastante.

Veamos, si no te metes con la figura divina le das paz a los sacerdotes y a aquellos que encuentran paz en pensar que son oídos, si no matas creo que no necesita mucha explicación la cosa, si no robas, mientes, deseas de manera que dañes a otros y respetas las mujeres ajenas por muy bellas o “simpáticas” que resulten algunas, el mundo estaría más tranquilo y los mandamientos más llevaderos a pesar de la naturaleza humana.

Siguiendo el razonamiento de los abogados, allí en esos huecos legales hay todo un universo de disfrute, placer, inventos y hasta felicidad para muchos, sin que esto presuponga la cárcel que tenemos por idea de religión, alguien diría (con razón) que eso nos llevaría a la anarquía pura y simple, yo le aplaudiría pues seriamos un mejor sitio para vivir, solo si nos ocupásemos de nuestros asuntos sin atropellar a nadie, sin lastimas, trabajando todos los días en función del bienestar propio y de la familia, sin andar inventándose excusas para drenar la envidia, total, un mundo mejor, lástima que las diferentes iglesias se apropiaron de la religión, inventaron más pecados, convirtieron un paraíso de posibilidades en una cárcel gracias a las boberas santurronas de mucho sacerdote, monja, vieja beata y la normal bobera de un publico ávido de noticias divinas que jamás llegan con la claridad debida.
José Ramón Briceño, 2014

@jbdiwancomeback

Del portafolio NON SANCTUS @plurifotos




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