lunes, junio 16, 2014

Apuntes para la política nacional


Un amigo de esos que nunca faltan, desesperanzado casi que de manera genética por lo profundo de su descontento, dice que “siempre se puede estar peor”, a la luz de todos los acontecimientos es cierto, Venezuela de tierra cálida y de gente simpática se ha transformado en una caldera de bronca y la tal “viveza criolla” es el pan de cada día, nadie está seguro, nadie se puede salvar, todos andan a la caza de algún descuido del vecino para tirar baza y buscar sacar alguna ventaja de eso. La verdad yo ya ni creo en nadie, muy pocas personas son merecedoras de mi confianza total, en la política es peor, eso está lleno de gente que ni lava ni presta la batea, eso con la oposición que no le da la gana de buscar reales nuevos liderazgos y se empeña en reciclar personajes más que funestos, esos no aportan más que majaderías, además tengo la certeza que se ubican en ciertas posiciones para ver cuál lacayo gubernamental les afloja unos dólares con los cuales terminar de irse al exterior, créanme, conozco varios personajes así y he tenido el dudoso honor de tener unos cuantos encontronazos, no todos amables pues la verdad no creo en la política versallesca de dar puñaladas de manera elegante, quizá por eso no estoy ubicado en ningún cargo notorio dentro de ninguna bancada opositora, es más, me niego a militar en partido alguno y si tuviera ganas y algo de capital les aseguro queridos amigos digitales que fundara el partido anarco-capitalista venezolano.

Ciertamente y con cierta tristeza debo aceptar que vivo en un  país donde ser culto casi te convierte en paria, acá nadie lee, todo es una eterna guasa bañada en licor barato (hasta el wiski que beben acá y que se creen la gran cosota con la botella es del barato) , todo tiene fondo musical de reguetón vallenato, salsa erótica o cualquier otra cosa sin letra y las que la tienen tampoco la entienden, si no me creen pregúntense cuantos teatros están llenos, cuantas salas de cine de autor existen, cual es el estado de las bibliotecas públicas además como dato aparte pregunten allí cuantos abonados tiene el préstamo circulante o cuantos libros nuevos les fueron dotados este último año, pero no de la editorial gubernamental que imprime solo las cosas que les hacen propaganda, pregunten por los de escritores serios, verán que la respuesta los deprimirá.

Acá por ejemplo, nadie lee ni los avisos del transporte público, tienen en el vidrio frontal un aviso con la ruta y de todas maneras quince de cada dieciséis pasajeros preguntan por dónde va el bus, si los choferes no fuesen tan ordinarios y groseros quizás les saldría alguna palabra de aliento pero ya sabemos todos como son. Los eficientísimos funcionarios gubernamentales han obligado ley mediante a que en todas partes existan carteles que anuncien la prohibición de actos racistas, xenófobos o discriminatorios que casualmente no existen en las oficinas gubernamentales o cuando menos jamás los he visto, cosa que llama la atención.
Hay también unos que prohíben fumar en sitios públicos, eso hasta puedo entenderlo pues hay muchos que son alérgicos y el aire no entiende de zona de fumadores, pero el más ridículo es que prohíbe expresamente el uso y porte de armas en lugares públicos , caramba, si nadie le hace caso a los avisos de los buses menos les harán caso a un cartelito, seguro algún estúpido chavista necio-imbécil se inventará alguna cosa para justificar una medida tan costosa como inútil ya que los hechos delictivos no han declinado un ápice desde la puesta en circulación de los tales afichitos. El asunto ha de ser simple, si el estado que debe ser garante ejecutor de las leyes, las violenta como le da la gana sin que les de ni siquiera lgo de pudor, no piensen que unos seres cuyo resentimiento va aparejado con la envidia y la avaricia de lo “fácil” respeten ley alguna, no me joroben.

El estado ha puesto en la psique del miserable que quien habla bonito, demuestra inteligencia, hace apología de futuro e imparte la certeza de que estudio-esfuerzo-trabajo debe ser el norte de toda sociedad, no sirve y más bien quiere lo contrario, la oposición dentro de sus esquemas partidistas les ha copiado la idea y ha reciclado unos cuantos animales exchavistas para sus filas, los que no son exchavistas tienen un índice de materia gris muy parecido al de esos otros , aunque menos hábiles, todo eso estoy seguro es culpa de los mismos politicuchos de medio pelo que osan meterse en la cosa política, por cierto esta opinión no es nada secreta y todos lo saben. Claro hay sus excepciones en el asunto.

Cuando comencemos a ver el asunto por ahí, dejemos (la oposición) de seguir a tontos útiles que navegan en el agua turbulenta del ansia de poder y dinero (no se critica pero hay otras formas) , impulsemos la lógica mezclada con inteligencia, en vez de quejarnos gritemos a los cuatro vientos en la medida de nuestra posibilidades las posibles soluciones, no nos arrodillemos por un pollo, aceite, desodorante o afeitadoras, dejemos de pajas socialistas y asumamos el asunto por donde es, por la economía si no hay una economía estable jamás habrá la tan ansiada justicia social, este socialismo patriotero indicalista solo es una forma de apuntalar el desánimo y el atraso social, cuando como sociedad pensante nosotros los opositores nos pongamos al frente de una verdadera revolución del pensamiento, las ideas, la economía, el respeto a las leyes (todas las leyes), ahí comenzaremos realmente el camino del progreso y dejaremos atrás esta inmensa oruga pestilente de atraso lena de payasos con poderes omnímodos.
José Ramón Briceño Diwan, 2014
@jbdiwancomeback

@plurifotos, la foto claro





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