domingo, febrero 23, 2014

Un análisis de la revolución de estos tiempos



El país es cosa seria, así mismo debería serlo la visión que debe proyectarse, lamentablemente eso no parece importarle mucho a nadie, me explico, mientras los últimos quince años nos hemos mamado de escuchar, haremos, queremos, vamos a hacer, estamos pensando, he dado la orden para que comiencen los estudios para, se va a construir tal o cual vaina, estamos construyendo la definición del agua tibia en el siglo XXI y demás zoquetadas por el estilo. Al final lo único que ha crecido es la pobreza y el atraso, cuando, según los millones de proyectos, proyecticos, anuncios y megamisiones, solo ha dejado un largo camino de dinero perdido,  el axioma ese que reza “cambiar todo para que todo siga igual” pareciera el eje central de la tal revolución.

Cuál es la visión de país que queremos los venezolanos, ¿este desbarajuste de eternas esperas? ¿Seguir chapaleando el barro pestilente de la miseria? ¿Adónde miro para ver los avances profundos de la revolución?, hasta donde se los únicos que parecieran  realmente beneficiados son los altos funcionarios, esos que manejan presupuestos y los militares, claro, además de los jerarcas de los partidos quienes por cierto tienen más de un cargo en la administración pública, contrariando todas las leyes existentes para regular tal función. Volviendo al tema, ¿será que la revolución ha mejorado la salud pública?, hasta donde he sabido acá lo único público son las calles, de resto la salud a todo nivel es privada, si no me creen vayan a un hospital y pidan ser atendidos, que les hagan algún examen. Así sea de rutina, una cura, le coloquen algún medicamento o le hagan una operación, seguramente algún funcionario, médico o enfermera le darán una receta con un largo listado de las cosas que necesitará para tal fin, seguramente le sale darse una vuelta para hacerse los exámenes y otra más larga para encontrar la medicación además de los insumos para lo que necesite hacerse, desde guantes quirúrgicos hasta suturas, por tanto es casi tan costoso como una clínica privada, lo que deviene en la pasión de TODOS por tener acceso a un seguro médico, así sea de poco dinero pero que de alguna manera nos dé una cierta calma, por supuesto con un alto arsenal de velas, no por si se va la electricidad que no es raro, son para prendérsela al santo de su devoción a ver si nadie se enferma gravemente pues así tengas el dinero (cosa extraña para la gran mayoría) lo normal es que no se encuentre nada, pregunte a los amigos diabéticos o peor, a los pacientes que necesitan quimioterapia.

¿Será que los avances de la revolución están en el agro?, entonces las largas colas para acceder a la leche en polvo y algunas otras cosas de comer son por pura necedad de las masas capitalistas que quieren hacer un complot contra la revolución perdiendo tiempo valioso para la república en cualquier condición.
Ya sé, es en la economía, pero con las ultimas nueve devaluaciones no pinta muy bien la cosa, por más que le busco una explicación no la encuentro, volviendo al cuento del petróleo ¿Qué pasa con el diferencial entre lo que se presupuesta para el gasto de la nación y lo que teóricamente debería estar en las arcas del estado? ¿Esas devaluaciones que nos tienen arrodillados son realmente un avance de la revolución? Caramba que alguien más inteligente que yo me lo explique, debe ser que esto de ser profesor de literatura me ha anulado mi capacidad matemática.

Entonces los avances pueden estar en la seguridad, recién con los últimos hechos veo que tenemos a miles de policías, muchos más de los que siempre pensé que existían, entonces los 25 mil muertos del año pasado, ¿son inventos del imperio?¿ el miedo en las calles es solo una “sensación”?, entonces allí tampoco ha existido un tal avance, a menos que el avance lo midamos en la cantidad de muertes desde que llegaron al poder, eso sí ha crecido de manera exponencial cada año, nunca se ha detenido, es más, crece con más fuerza cada día, además del hampa también deben sacar provecho los fabricantes de los cartelitos esos que dicen prohibir las armas en espacios públicos, al que NADIE le para, como muestra revisen los miles de videos de los últimos quince días donde amablemente maleantes a lomo de moto comparten la “seguridad ciudadana” con Guardias Nazionales y policías nacionales y locales, una belleza esa eliminación de las berreras de clase que ha traído la revolución.

 Con este somero análisis de solo unos pocos puntos podemos constatar que los tales avances son más papel, tinta y pixeles que otra cosa, no es de extrañar que la gente ande brava, la separación entre la sociedad es una consecuencia normal de quienes vemos con angustia que el futuro se bate en retirada, mientras que a otros paree no importarle, puedo entender que unos tengan sueños de igualdad social, justicia y equidad, eso no se discute pues (creo) que son sueños más que justos, pero también me cuesta entender que a la vista de tantas y tan abrumadoras pruebas de incompetencia y estupidez “revolucionaria” no se unan y alcen su voz para exigir cambios, peor, se cierran a la realidad, la suprimen hasta llegar a absurdos como tantos que se ven en la vía, ojalá se pongan la mano en el corazón para que piensen en el futuro, ya no de la nación, del de sus hijos, nietos, hermanos, sobrinos, vecinos y hasta de los niños desconocidos que todavía juegan en las calles, hagan un ejercicio de imaginación desnudándose de fanatismos y verán que al final esta lucha de todos es la más justa que puede haber, espero tomarme unos tragos alguna vez con algunos amigos solo para compartir lo bien que nos va a todos, lo excelente que van las cosas, lo bien que han crecido nuestros hijos, irnos caminando a media noche por las calles de la ciudad como hacíamos hace más de veinte años sin este eterno pensar en no pensar que podemos tropezarnos con una bala.
José Ramón Briceño, 2014
@jbdiwancomeback





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