martes, febrero 18, 2014

Saludo a los periodistas


El ambiente está enrarecido hace tiempo, aún antes de que comenzaran las protestas y la escalada de represión tomase cuerpo, aunque estoy claro en que el miedo es libre también toca estar muy claro en que tampoco el miedo es algo de lo cual vanagloriarse, tal y como lo hacen desde el gobierno.

El poder por lo general es soberbio y en el caso de los militarsuchos, los pesuvistas, los comunistas y los funcionarios que maman de la teta estatal, la soberbia que demuestran se parece mucho al pánico de ser descubiertos en su torpeza, la cual, deben proteger a toda costa, no solo por la posibilidad de perder su teta, también el ridículo y la burla les duelen, el no ser capaces de hacer nada bien, llevar al país a la debacle económica más terrorífica desde la guerra de independencia además claro que han logrado imitarla pero en la cantidad de muertos por causa del hampa que en muchos casos anda armada gracias a los buenos oficios de mucho “revolucionario” y su estúpido axioma del “pueblo” en armas.

El miedo no solo lo han mostrado con la feroz represión que de paso ha servido para hacer más virulentas las protestas y dejarlos desnudos en su idiotez a los ojos del mundo entero a pesar de la ceguera de los países vecinos, ese mismo terror ha logrado colocar una mordaza de acero en los medios de comunicación locales. Los internacionales también han llevado lo suyo, se dé más de un fotógrafo al que no solo lo ha golpeado, también le roban su equipo de trabajo, tengo la impresión de que eso más que un acto de represión y pánico es una medida criminal, pues se parece mucho a un robo, a todos les gusta la fotografía y una cámara pro es un sueño muy lejano a la mayoría de las posibilidades de los ciudadanos de a pie, una cámara de las que usan los fotógrafos profesionales, estos corresponsales, no baja de los 6.000 dólares, sin incluir el precio de las ópticas (lentes) que rondan los 2500 dólares cada una debido a su calidad, traduzcamos esto a divisa del mercado negro y veremos que es un dineral en moneda local, a menos claro que los megabrutos de verde hayan contratado a algún experto que busque la cavidad secreta donde los fotógrafos esconden sus rollos de película y nadie le cuenta que ahora la cosa es digital.

Entonces el problema para ellos no es que la prensa esté, es que al no poder cerrar las redes sociales que los tienen en jaque, prefieren clausurar las miradas que fungen de voceros oficiales del mundo entero, el modo ya no importa, al final todos saben que son unos animales sedientos de sangre pero su vergüenza no les permite que se sepa a ciencia cierta cuáles son sus métodos de represión.

Aunque hace más de diez años que no trabajo para ningún medio local (gracias a la providencia) por que los sueldos son de un miserable difícil de imaginar, además tienen a los fotógrafos casi como unos toderos que igual toman sus imágenes que manejan los vehículos del diario para trasladar a los periodistas a sus pautas, cosa que me molesta sobre manera, entre otras cosas porque no me da la gana de manejar, no me gusta, me parece de muy mal gusto la mala manera en que tratan a los fotógrafos, la forma en que se refieren a su trabajo y hasta el mote de “reportero gráfico” como una forma de subvalorar oficialmente el valor del trabajo, también tengo algo de conciencia gremial pues me molesta que la gente que solo hace su trabajo, que no es más que estar y reportar por medio de imágenes lo que sucede pueda ser asaltada, golpeada, lastimada, por no hacer nada más que mirar y contar, va igual para los periodistas que lápiz o grabadora en mano cuentan lo que ven, ni siquiera los que hacen periodismo de investigación, pues ellos van a los hechos, no se inventan cuentos.

Muy diferente a los que me niego a reconocer como colegas (que de plano no lo son) ni los fotógrafos, ni los periodistas de los medios oficiales que escriben cosas haladas de los pelos, que doblan la realidad hasta que esta se acomoda a lo que sus jefes aspiran que sea, un panfleto propagandístico, negando todo lo malo del régimen y minimizando groseramente las aspiraciones más que justas de aquellos que los adversan, por cierto con sueldos tanto o más miserables que los de los medios privados, esos cuando menos tienen dignidad, ustedes los de los medios públicos no merecen ni una palabra de aliento pues los aborrezco por jala bolas y arrastrados, la gente con real dignidad se amarra los pantalones y se planta ante la injusticia, no se doblega ni compra su propia vaselina para que los jefes les sodomicen el cerebro.

En estos días he salido a tomar fotos de las concentraciones, todos me ven con miedo y hasta recelo, resulta que anoche me enteré que la policía manda gente con cámaras a filmar y fotografiar a los cabecillas de las concentraciones para luego buscarlos y meterlos presos, que horror. A los amigos de la prensa internacional, vaya con ustedes mi respeto y solidaridad, a los de acá, busquen el valor, salgan, hagan su trabajo así los periódicos no les paguen, usen las redes sociales, los blogs, las páginas amigas, en fin cualquier medio se vale para difundir lo que sucede acá, no se amilanen que la historia es de los valientes y a los de los medios públicos, a ustedes ya los insulte líneas arriba y si quieren me reclaman para tener excusas para ser más específico.
José Ramón Briceño, 2014
@jbdiwancomeback
@neurocaotico

Foto, José Briceño @plurifotos



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