Hoy he leído un articulo
de Leonardo Padron que se publicó en el diario El Nacional del día
de ayer, lo triste es que no hay una letra falsa ni exagerada en ese
texto, allí habla como el Venezolano gracias a las labores de odio y
segregación que han sido inculcados en estos últimos años han
logrado hacer mella en la psique del criollo común, es decir, su
fidelidad política dependerá directamente de que tolda política
les ofrezca supervivencia, como una suerte de prostitución alentada
desde todas las esquinas y aceptada como algo políticamente correcto,
como pueblo nos hemos vuelto ladinos y hasta actores de primera pues
dependerá del aforo el que se confiese tal cual preferencia
política, cosa que le ha dado una fuerza descomunal a los bárbaros
rojos y a su caterva de seguidores.
Así vemos a una
oposición que hace negocios millonarios con el gobierno debajo de la
mesa, funcionarios muy rectos ellos que tienen cuentas y bienes
difíciles de explicar con un sueldo miserable, la verdad acá en
Venezuela no importa cuanto ganes, tu sueldo siempre será miserable
a menos claro que ganes en euros y así con el sueldo de un
lavaplatos en Madrid un doctor en física sería un hombre si no feliz
cuando menos un poco más calmado en estas tierras (eso si lo cambia
a precio de mercado negro) de otra pues la escala salarial acá está
casi que a niveles cubanos por mucho que se esfuercen en negarlo.
Esta sociedad camaleonica
nos tienen jodidos, no saben mis queridos lectores cuantas veces me
han dicho como un gran consejo, que me relaje y me ponga mi franelita
roja, unos cuantos amigos (que cada día son menos) me dan ese
consejo, familiares que me recomiendan que deje de escribir en el
blog pues cada día se me va a hacer más complicado vivir y los
enemigos gratuitos serán más, pero con el tiempo han entendido que
eso no funciona, de verdad alguna vez he tratado pero no puedo con
tanta mediocridad como la que me ha tocado ver cada vez que tragando
grueso me meto en algún empleo con el estado , ustedes saben ese
impulso de ser un papá responsable de esos que disfrutan gastando en
la sonrisa de los hijos, pero el precio en depresión y broncas es
muy grande, hasta la familia se resiente con el cambio pues una cosa
es plantearse las razones por las cuales yo pueda ser medio
camaleonico pero otra muy diferente es disfrutar la máscara y de
paso no poder decirle a la manga de pendejos que uno se tropieza a
diario en esos espacios que son una partida de imbéciles, que jalar
bolas no es el camino, que el enemigo está en esa eterna cacería de
posibilidades de estafar al estado para tener más dinero, que el
asunto es trabajar más allá de las tonterías ideológicas y ser
efectivo, no jalabola debería ser la consigna.
Si fuésemos gente seria
la oposición estaría más fuerte que nunca, no habrían diputados
brincadores de talanquera ni con rabo de paja lo suficientemente
incendiario como para ser susceptible de chantaje tal y como me da la
impresión de que pasa, tampoco existirían candidatos a alcaldes que
se publicitan como opositores pero son mantenidos con dinero del
partido rojo debajo de la mesa y así la cantidad de irregularidades
podrían ser dictadas ad infinitum pues cada día alguna variante
aparece y se muta la ecuación siempre para, bajo cualquier pretexto,
los animalotes de chapa y estatus de “autoridad” que
personalmente o por mampuesto se queden con el poder mientras
nosotros, los que no tenemos, ni soñamos, ni soportamos el asunto
ese de la asquerosa política criolla pasamos más trabajo que
maracucho en país musulmán.
Imagino que como yo,
existe bastante gente en esta nación, cuando menos los que por
alguna razón no nos vamos del país, no creo ser un tipo tan
diferente sigo empeñado en creerme un Venezolano promedio, pero al
parecer mi idea de lo que es ser ciudadano no compagina con el
ideario popular que va de la mano con el instinto de conservación
que de tanto usarse ya forma parte del genoma criollo.
Da tristeza ver como cada
día el futuro para mi país se pone más oscuro, ya vamos para la
cuarta devaluación este años nada más, ya los ministros han dicho
que solo habrán dolares preferenciales para medicinas y alimentos,
BRAVO, pero coño igual no hay nada en los supermercados, se acerca
diciembre y las hayacas o el pan de jamón se perfilan con el mismo
precio de las setas piemontesas, esas que se cotizan como el euro y
solo las comen los ricos y famosos pero los ciudadanos de a pie las
conocemos gracias a las revistas y el internet, bajo ningún concepto
las comemos, así va la cosa con la mesa tradicional. Unos las
comerán , otros verán que se ingenian los más harán su respectiva
cola de humillaciones para que en un “operativo” les vendan
algunas cosas a precios ridículos, el problema es que toque hacer la
cola y calarse las tres o más horas de pie, con música proselitista
a niveles de concierto de rock, llenar listas de compradores con
numero de cédula y teléfono incluido, para que al final te puedas
llevar solo algunas cosas para tu mesa navideña, una suerte de
racionamiento disfrazado de mercado libre.
Voto desde mi esquina por
una radicalización, no se escandalicen, es una radicalización de
las ideas, de no colaboración con el régimen, de reivindicar la
conciencia gremial, de clase y hasta de ideas, para dejar esta nación
de camaleones por supervivencia y retornar a la de héroes con
conciencia, para en algun momento dejar de ser los mendigos
millonarios del mundo, para ser los ciudadanos que nuestros hijos y
nietos se merecen, no esta romería de arrastrados que a diario vemos
por las calles, como dice Sabina, unos peces de mar que en vez de
nadar reptan por las ciudades y cuya característica más visible es
una franelita roja, una boina, una imagen del nefasto che y que
hablan de un tal comandante galáctico, que se dicen
ultranacionalistas pero hablan de su comandante fidel.
José Ramón Briceño,
2013
@jbdiwancomeback
No sabes cuanto me identifico con tu escrito, cada día me siento mas decepcionada de la política de este país, y no solo de los rojitos, sino de todos los colores. Es difícil para mi una persona de 26 años que estudio y trabajo desde los 13 años darse cuenta de que lo que construyo durante mas de 10 años en estos últimos 2 años no valga nada, que a pesar de tener dos negocios muchas veces las ganancias no alcanza ni para medio vivir, pero mas difícil es darme cuenta que ahorita no veo un futuro que dejarle a mi hijo y mucho menos un país prospero.
ResponderBorrarCon que cara un padre le dice a su hijo estudia para que progreses, si en este país un titulado no vale nada, si es mas rentable ser buhonero que doctor o maestro.
no puedo volverme camaleón como dices es tan grande mi indignación que de solo ver o escuchar a cualquier político me da nauseas. no creo en la oposición de este país, desde antes de la muerte del difunto, si voto por un cambio pero no creo que venga de quienes esperamos, no soy profeta pero algo en mi corazón dice que nuestro héroe vendrá de un personaje anónimo que ara despertar el pueblo.
No sabes cuanto me identifico con tu escrito, cada día me siento mas decepcionada de la política de este país, y no solo de los rojitos, sino de todos los colores. Es difícil para mi una persona de 26 años que estudio y trabajo desde los 13 años darse cuenta de que lo que construyo durante mas de 10 años en estos últimos 2 años no valga nada, que a pesar de tener dos negocios muchas veces las ganancias no alcanza ni para medio vivir, pero mas difícil es darme cuenta que ahorita no veo un futuro que dejarle a mi hijo y mucho menos un país prospero.
ResponderBorrarCon que cara un padre le dice a su hijo estudia para que progreses, si en este país un titulado no vale nada, si es mas rentable ser buhonero que doctor o maestro.
no puedo volverme camaleón como dices es tan grande mi indignación que de solo ver o escuchar a cualquier político me da nauseas. no creo en la oposición de este país, desde antes de la muerte del difunto, si voto por un cambio pero no creo que venga de quienes esperamos, no soy profeta pero algo en mi corazón dice que nuestro héroe vendrá de un personaje anónimo que ara despertar el pueblo.