viernes, octubre 18, 2013

Entre pranes nos vemos

Lo bueno y lo malo de este Pandemónium económico llamado Venezuela y su combo rojorojito es que cualquier vaina mala que se vaticine, no solo es posible, pasa, a pesar de que uno ciertamente se cuestione el asunto y diga que no puede pasar, no son tan brutos, nadie va a dejar, pero al igual que los niños mala conducta, van y zas, lo hacen y uno pues estupefacto no tiene más que rendirse a la evidencia y gritar una muy criolla,audible y fuerte mentada de madre como para liberar presión. Ya la quejadera parece un tango arrabalero de la más rancia estirpe mezclado por supuesto con un bolero rompe venas de botiquín de mala muerte, esos de despechos épicos que nunca se recuerdan con cariño ni gracia,como en efecto uno ve los despechos desde la distancia del olvido.

Algunos amigos que militan en el lado oscuro, ese mismo que ya no es negro como uno piensa, ni blanco como lo describe Saramago en su “Ensayo sobre la ceguera”, si no rojo como las cifras de la morgue, me preguntan ¿que me he creído para criticar tan acremente a los funcionarios si yo pues soy un gritón solitario sin apoyo alguno?, yo simplemente les respondo que como buen Venezolano preocupado, profesional y de mediana edad tengo la obligación de gritar mi incomodidad y bronca, para, cuando mi hija crezca sepa que si me quejo en privado, también lo hice públicamente, jamás cómplice, creo que al final eso se los debemos a ellos, los hijos pues en cualquier momento uno se va de este mundo y les queda a quienes vienen creciendo, si no hacemos nada o cuando menos colaboramos para que se haga seremos cómplices de este descalabro de país y de los ciegos que al igual que el libro que cité lineas arriba irá al holocausto sin pena ni gloria.

Lo gracioso de todo es que no toca ser economista, gerente, administrador ni nada por el estilo para ver el panorama de una economía destrozada por cientos de malas decisiones basadas en un argumento político-pendejo de agarrarse con uñas y dientes a unos cargos y a una ideología cuya efectividad está harto demostrada es poco menos que nula y nociva, lo peor es que aun estando todos jodidos todavía hay quien dice que toda esta alharaca de gente molesta, devaluaciónes, escasez, inflación, apagones, violencia y demás “detalles” que nos agobian son invento de la derecha malvada y producto de un “plan desestabilizador” del imperio, caramba, toca ser muy tarado para creer todo eso de los planes desestabilizadores si ni sus madres deben de querer a los tipos, pues toca ser de muy mala entraña para saberse chapaleando en una cloaca solo para sobrevivir y negarse al aroma de mierda  por no dar su brazo a torcer sobre la inutilidad de ciertas ideologías que ya ni eso son, más bien son excusas para segur haciendo desmanes con inmunidad garantizada, allá los pendejos de bajo nivel si son descubiertos pues ellos, los menos apadrinados pagarán la cárcel de la que los jefes escaparán.

Hoy viernes, les pregunto a los que objetan el pensar opositor, si no, ¿sería mejor tener la posibilidad de planificar el futuro de manera real?, ¿tener la posibilidad de ahorro para la vejez?, ¿inflación anualizada de menos de un dígito?, ¿posibilidad de descargar al estado de funciones con un seguro privado sin tener que soñar un cargo que te lo proponga como parte del paquete de contratación?, ¿acceso a los bienes, servicios y tecnologías sin que esto presuponga un lujo extremo?, ¿apartar el cuento ideológico de las escuelas?, ¿no andar angustiado por el mañana?, ¿una economía tan cómoda que tenga como consecuencia una baja en el crimen pues la gula por lo ajeno baja cuando eso ajeno es tan común que ya ni les interesa?, una vez expresado todo lo anterior ¿creen de verdad que los animales esos disfrazados de gente lo van a lograr si en 15 años n han podido?.

No sé pero creo que los “oficialistas” deberían planearse esas cosas antes de accionarse en las redes de defensa de su plasta de gobierno, no creo ya que esta situación sea un asunto de ideologías tal y como pretenden los genios de la información que les creamos pues de otra no tendríamos esta eterna economía de náufragos de la felicidad, cuando menos la salud publica o la educación serían arrechisimas, cuando menos una nominación al Nobel de alguna vaina, pero todavía seguimos siendo famosos por nuestras mujeres (Bravo, son bellisimas) y por la violencia de nuestras calles , pero ya ni la industria petrolera sirve, solamente seguimos siendo unas estrellas en culos y malandros que de plano no trae nada espectacular a nuestro gentilicio como venezolanos.

La memoria selectiva del estado, que al no poder aprobar una adefesio de ley habilitante, ahora pues perseguirá de manera legal a los señores diputados para encontrar la manera de anular a los dos votos opositores para así salirse con la suya en el congreso (me niego a llamarlo asamblea por que no me da la gana). Por ahí me preguntaron si yo estaría de acuerdo en un golpe realizado por los mlicos, yo no contesté en su momento por lo álgido de la situación y el elevado tono de la conversa pero ahora, más sensato y acompañado por café y cigarrillo en esta mañana atipicamente fría respondo como debe ser, en principio no estoy de acuerdo con ningún milico ni con sus ideas, somos antagonistas pues esos tipos bajo ningún concepto son gente decente, la otra, por mucho que me agrade ver a tanto bicho de uña entre rejas, estoy claro que los “métodos” de investigación militares distan mucho de ser justos y si bien en la redada caen algunos tipos pesados y realmente culpables el reguero de sangre será grande y copioso, pero sobre todo más de la mitad de ese sangrero será de gente que solo tiene como delito conocer, saber de su existencia y si acaso ser vecinos de los realmente buscados, la historia está llena de ejemplos sanguinolentos de lo que los milicos son capaces de hacer, el problema básico es que a sabiendas de este asco genético que le tenemos a esa situación, el estado se ha aprovechado de este entrampamiento armando a gente, levantando hamponatos de pranes protegidos y aleccionados para “proteger la revolución” y lograr que todos temamos una escabechina, mucho lo anuncian cada vez que se ven con el agua al cuello o es que los van a matar o es que ellos aseguran la paz, una muy abierta amenaza a los ciudadanos siempre asustados de estas tierras, pero uno inmediatamente piensa como ellos y resulta que en estos años han habido más muertos que en la guerra de independencia, más muertos que los desaparecidos por las animaladas de las distintas facciones derechosas e izquierdosas que han tiranizado a mi continente querido sin que las cárceles hayan dejado de ser paraísos insalubres para os jefesotes de las cárceles.

La gran pregunta es ¿Que hacer?, ideas son muchas, opiniones más aun, dudas sobran, esperanzas ya no tantas, pero todavía existe demasiada bronca plena de neveras vacías, billeteras anhelantes, hospitales llenos de tristeza, muertos al por mayor, incapacidad manifiesta y persecución tenaz para que en un momento dado exista un renacimiento hormonal y por un milagro de José Gregorio Hernandez exista una epidemia de recrecimiento testicular y terminen el oprobio en que vivimos sin que el remedio parezca peor que la enfermedad.

José Ramón Briceño Diwan, 2013
@jbdiwancomeback




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