De la censura y otros demonios...

Antes de tener Internet en mi casa, lo primero que hacia era encender el televisor para ir escuchando las noticias mientras me iba alistando para salir a la calle, ahora pues ya no tiene sentido mirar los noticieros pues se han vuelto mudos y sordos ante los sucesos no oficiales , la censura y la autocensura han llegado para quedarse.

El país está encendido pero quien no tiene cuenta twitter no se entera de nada, la verdad desde que Globovisión fue adquirida de manera forzosa por un tipo bastante cercano a la caterva demente de la “tropa” gubernamental ya ni me interesa encender la tele y por primera vez en mi vida tengo cable, prefiero ver una película o serie donde desde el primer momento estoy consciente de que es ficción a ver un noticiero donde las verdades son dichas a medias y los funcionarios que dan declaraciones pretenden que uno se crea sus mentiras tan ruidosas y evidentes.

No es asunto de culpar a los dueños, el miedo es libre como dijo aquel general, el mismo que dijo vía TV que el presidente había aceptado la renuncia aquel lejano 11 de abril ya casi olvidado. Toca hacer un acto de comprensión y entender que más allá de la información está la supervivencia del negocio y con ello la propia vida por tanto el asunto no es ser muy virulento con las ideas en torno a criticar el accionar de los dueños de los medios, ni el de muchos periodistas, ellos por cierto son los de peor sueldo despues de los profesores y si encuentran empleo les toca cuidarlo como el tesoro que es, sobre todo en estos tiempos tener empleo.

A quienes les sale una critica bastante acre es a los censores, desde los jefes que ordenan callar cualquier cosa que no sea loas al proceso hasta aquellos que pescan en rio revuelto para cobrar coimas y hacerse los importantes para poder accionar los mecanismos que eviten que tal o cual medio sea intervenido por cualquier celula política interesada en invadir ese espacio.

Hace tiempo alguien me dijo que cuando la critica hace efecto urticante es por que realmente es verdadera, ¿será por eso que estos tipos se dan tan duro con la censura?, claro que si, a nadie le gusta que a diario le recuerden su inutilidad manifiesta, mejor, les agrada más que les digan lisonjas sobre las tres a cuatro pendejadas medio buenas que han hecho, seguramente alguno dirá que soy un mal agradecido con el proceso pues “le ha dado mucho al país” , pero no me siento nada mal agradecido, los malagradecidos son los jerarcas quienes el país les dio la oportunidad de ser algo más que humildes buhoneros (su capacidad académica lo demuestra) para manejar los destinos de un país y mira como han terminado reventando todo y robando a manos llenas para acomodarse la vida.

Bajo esa premisa, alguna vez un buen amigo, quien por cierto ahora reniega de esa militancia, me dijo que ya habia pasado el tiempo de los doctores que ahora el pueblo debía gobernar, pues solo el pueblo sabe lo que le hace falta, recuerdo haberle respondido algo así como que estaba bien su razonamiento pero que lo más seguro era que ese mismo pueblo de deslumbraría con tanta plata y se dedicaría más bien a pelearse los puestos para hacer fortuna, ese amigo me dijo que yo era un determinista que mi fatalismo me llevaba a pensar mal, lo malo pues es que al final acerté y en estos días tomandome unos tragos con ese amigo, el no tuvo más que ceder y recordarme es la conversa solo para darme la razón, en este país la virtud es confundida con pendejada y la maldad es un valor agregado para poder ejercer el poder, así sea desde una miserable parcela.

Ojalá se queme el país, la gente de verdad se moleste y salga a las calles, que todos aprovechemos las bondades de las nuevas tecnologías para difundir, fotos, vídeos, textos y hasta breves tips de lo que sucede en el país, no nos dejemos perder por la ignorancia inducida por los medios secuestrados y amordazados o el universo paralelo de los otros medios oficiales que tienen sus oficinas en la quinta dimensión adonde el papel y los sueldos son mejores, esa es la razón de su divorcio con nuestra realidad, seamos todos testigos de excepción con la noticia de la nación y rodeemos la censura para que colaboremos a la caída de esta porquería de legado apestoso que se empeñan en clavarnos.

José Ramón Briceño, 2013

@jbdiwancomeback