A petición de un amigo virtual,
quien le da como curiosidad el acontecer social y algunas particularidades de
mi país, voy a intentar hacer un resumen bastante sucinto de lo que considero
la herencia colonial que aún pervive en el inconsciente colectivo de muchos
venezolanos.
En el siglo XVI comienza
formalmente la conquista y colonización en mi país, al confirmar que acá no había
oro sus majestades católicas nos consideraron poco rentables por tanto nos
dejaron como una simple capitanía, casi que olvidados de la metrópoli, fuimos
tomados por asalto de cuanto forajido se le ocurría saltar el charco a esta
tierra olvidada de dios, por tanto fuimos dejados de la autoridad real para ser
más que el traspatio de renegados que por asuntos de la distancia hacían y deshacían
a su antojo, sin que la ley o cualquier otra instancia pudiere poner coto a las
arbitrariedades, claro, hubo también familias patricias bien avenidas, sin
embargo puertas afuera los hombres de su casta eran poco menos que
dictadorzuelos.
Otra cosa que tenemos que tener
en cuenta es que desde la conquista y a causa de ese distanciamiento mismo de
la metrópoli que de cierta forma aseguraba total impunidad a los hombres
fuertes, obligaba a todos a adaptarse o a morirse tempranamente en el intento,
si no eran los indígenas, eran los otros terratenientes cuando no el hampa de
aquellos tiempos de hombres bravos y “ciudades” de apenas cientos de
habitantes. La esclavitud llegó para quedarse, con ella pues llegaron
tradiciones de otras tierras que se mezclaron, así mismo la carne reclamaba su
parte y comenzó otra raza de mestizos, que fueron desplazados por los hijos de
matrimonios blancos una vez que el rey levantó la prohibición de mujeres en
esta tierra, ahí comienza otra fuente de odios entre hermanos, literalmente.
Durante trescientos años el
cacicazgo de los grandes cacaos (hacendados de mano fuerte y látigo ligero) la
autoridad real fue algo menos que decorativa, sin embargo estos tipos fuertes
aun se creían súbditos españoles cuando la realidad era que los despreciaban
por ser eso que dieron en llamar “blancos de orilla”, en el siglo XIX hizo su
entrada le llamada compañía Guipuzcoana, una suerte de empresa reguladora del
monopolio real de lo que acá se producía, España era un amo voraz pues Europa
misma era un espinero de bayonetas y cañones en guerra eterna, esa empresa
comenzó a obligar a los hacendados locales a vender toda su producción a la
corona, así estos perdían poder económico ya que entre otras cosas les prohibían
comerciar con otras naciones que si pagaban muy bien la mercancía local, ese
fue el real germen de la independencia.
Allí comenzó un siglo de sangre y
plomo, el poder era del más fuerte, fue un siglo de hazañas guerreras, en que
una mitad del país mató a la otra mitad, desapareció la mano de obra y el
precario equilibrio de las leyes pues se terminó de olvidar. La historia ha
negado totalmente el carácter económico de esa primera revuelta que origino
ochenta años de guerras, después de la independencia hubo varias guerras más,
hasta comenzado el siglo XX. En el principio de la guerra de independencia ya
era un asunto político y como tal fue tratado, la economía la discutían solamente
quienes tenían bienes de fortuna, el país por ser pobre no le interesaba, por
esa razón los políticos de ese tiempo tomaron a los románticos del siglo
anterior, esos que determinaron mucho del ideario de la revolución francesa y
los adaptaron a la realidad local, por esa razón no es de extrañar que casi
todos los grandes generales de la independencia fuesen familia, Bolivar mismo
era primo de muchos altos oficiales con contadas excepciones, a todos los
ligaban lazos de sangre o por afinidad, eran cuñados, primos, tíos hasta la llegada
de los andinos, pero eso fue mucho más adelante en esa historia.
Esos pasados cien años donde la cultura y otras
fuentes de educación fueron dejadas de lado, ejemplo clásico es que el más
grande lingüista de América, Don Andrés
Bello terminó en Chile y no en su país natal donde si no eras hombre de armas y
de corta inteligencia no tenias mucho futuro, aunque algunos por acá de seguro
me insultaran con sus comentarios y seguro dirán que Bolívar y otros más fueron
muy cultos, yo les respondería que tienen razón, sin embargo también es de
notar que el índice de analfabetismo era inmenso y esos generales eran de lo
que ahora llamaríamos “Familia bien”, tenía dinero , viajó, estuvo en Europa
gastando a manos llenas, tuvo maestros particulares, su educación incluía los clásicos
de la literatura universal en el idioma original, sin traducciones, en resumen
fue un hombre de mundo en una época donde ni electricidad existía. El cuento es
que más del 95% de la población nunca se alejó más de 40 kilómetros de su lugar
de nacimiento, en resumen el nivel de ignorancia era inmenso y lamentablemente
aun lo es, eso también tiene su génesis en eso de solo ser capitanía, mientras
en el Perú, Colombia , México, Argentina, Chile y alguna otra nación que escapa
a mi memoria habían universidades, escuelas y una organización más o menos
acorde con lo que se pensaría en hacer progreso del conocimiento, acá solo existía
una sola universidad y algunas escuelas, en el siglo XIX cuando menos, esas
pocas escuelas eran para las familias que pudiesen pagar, los otros pues al
trabajo o a la guerra. Cuenta un escritor venezolano que en una recepción en
Europa, un presidente conoció a la reina de España, allí tuvo la osadía de
preguntar por qué Venezuela siendo un país tan pequeño tardó casi veinte años
en darnos la independencia, lo que respondió fue que si no hubiésemos sido tan
rapaces y hubiese negociación quizás la guerra se hubiese acortado pero que la
violencia y la desolación tocaba ser reprimida hasta que ya la corona agotó sus
recursos y nos dejó tranquilos, lo que trasluce un triunfo más de la
perseverancia y el agotamiento que de genio militar, sin embargo no deja de
tener su grado de brillo una milicia no un ejército, derrotando a unos muy bien
entrenados soldados, veteranos de las guerras napoleónicas dejados en el campo
de batalla por miles de hombres semidesnudos a fuerza de machete y valor, se
respeta tal muestra de hombría.
Esa herencia se podría traducir
en que el poder proviene de la fuerza y el dinero, lo otro pues que lo dejen
para los “Doctores y licenciados” considerados poco menos que miriquitas dentro
de una sociedad que ubica el valor en relación a la fuerza o el poder, así pues
hemos venido dando tumbos por la historia, hasta la llegada del petróleo, donde
la riqueza volvió a ser pervertida por la política, las ciudades tuvieron una
ampliación grande de los cinturones de miserias, volvimos al esquema de, tener
poder por sobre cualquier cosa, solo que la política ganó fuerza junto con las cúpulas
militares, la diferencia está en los adelantos tecnológicos y otras bondades de
la contemporaneidad, lo malo es que los militares ya no son tan valientes como
antaño, transformándose en uno de los múltiples canceres de la sociedad venezolana
en conjunto con la política contagiada de petrodolares e impunidad, viéndolo en
perspectiva la cosa en el fondo no ha cambiado tanto, aun el fantasma de la
colonia pulula entre nosotros, para peor mal, no quedó lo bueno, al parecer
todo eso que nos queda como nación ha sido nuestra perdición,
José Ramón Briceño, 2013
@jbdiwancomeback
Q yo sepa, en las guerras de independencia nunca se mandaron o intervinieron tropas "peninsulares". (Los llamados realistas no eran "españoles")
ResponderBorrarLas tropas que vinieron con Pablo Murillo eran veteranos de las guerras napoleónicas, de hecho pensaban que esa era la ultima solución al conflicto, por tanto creo amigo que le toca hacer una revisión más profunda del tema, si hubo tropas peninsulares aunque también mucho del ejercito realista estaba constituido por partidarios criollos.
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