Ahora y desde hace unos años Venezuela es de todos, pero la verdad es que
esa frase que se usó como eslogan del gobierno, no está completa, realmente
ahora Venezuela es de todos, pero de todos los extranjeros que se sumen a la
golilla gubernamental que intenta, billete de por medio, aparentar que es un
estado “Democrático” y electo con todas las de la ley.
El reconocimiento internacional en estos tiempos es un asunto serio, ya
no son los años en que ese reconocimiento era accesorio pues los estados
totalitarios o no, se sumaban a alguno de los polos en pugna (en la época de la
guerra fría) y hasta allí la cosa, se armaban guerras en terceros países cuando
el fondo eran dos potencias disputándose territorio y en otro caso, el Cubano
por ejemplo, simplemente se ponían bajo la egida del todo poderoso estado soviético
y le llenaban el país de tanques, misiles y productos rusos, además les
aseguraban una precaria pero apenas justa asignación de recursos que le permitían
a esos regímenes mantenerse en el poder mediante cualquiera de las triquiñuelas
típicas de esos gobiernos de izquierda radical, a quienes por cierto la
historia los pateo durísimo hasta que casi desaparecieron, los que no o han
hecho someten a su gente a unas condiciones de vida terroríficas.
Ahora claro no existe la Unión Soviética, el comunismo se recuerda como
una fea epidemia que azotó muchos países pero que ya se siente superada, es más
hasta los Chinos que se asumieron de alguna manera herederos de esa corrient6e
política son tanto o más capitalistas que los Gringos, pero estos señores
Venezolanos, ensorbecidos y empapados en petrodólares aun sueñan con ser
jerarcas comunistoides , sabiéndoles a mierda la mala cosa que pasa su gente y
de paso la economía.
Fíjense, el “presidente” se va de gira al vaticano. Imagino que alguien
en su comitiva le suministra alguna medicación para que la cursilería no le dé
pena, pues leí por ahí que hasta se fue para el fulano monte sacro a “retomar”
el juramento aquel , que casi estoy seguro fue un invento de algún escritor romántico
para apalancar la fama de Bolívar en su tiempo, en el ínterin repartió
contratos y estableció alianzas con países europeos, repartiendo y gozando un imperio
con los impuestos que todos pagamos, mientras, en las calles de mi país la
escasez y la angustia campean sin medida.
Lo peor señores es que esos contratos y esas alianzas no son para
ejecutar obras imposibles, no sé. La cura contra el Sida, un financiamiento arrechísimo
para el proyecto del Doctor Jacinto Convit para su cura contra el cáncer, no,
pues la vaina es para fabricar carreteras, hacer edificios y otras cosas que
fácil las pueden hacer los mismos Venezolanos, imagino que como cada ladrón
juzga por su condición, en virtud de que el cerebro de un chofer de bus que no
pasó por las aulas de una universidad seria, no cree que haya nadie con capacidad
para hacer cosas realmente serias en mi país y por esa razón está haciéndonos pasar
vergüenza en el mundo.
Imagínense que opinión tienen de nosotros como país en el exterior,
cuando toca contratar Bielorusos para hacer edificios que no son nada del otro
jueves y de paso al final son muy mal hechos, que les cambien caraotas por petróleo,
que tienen que ir al Argentina a pedir ayuda en materia agrícola cunado acá
toda la vida hemos producido, perdón, el verbo va en pasado, habíamos ´pues con
su brutalidad perenne, os tipos expropiaron las tierras más fértiles dizque
para producir y ahora las cosechas de hacen en los barcos que traen del
exterior cosas de comer y lo demás pues se paga a precio de oro en las calles. Seguro
ya en muchas naciones nos ven realmente como una república bananera manejada
por unos gorilas pendientes de quedarse con el poder y a quienes le importan
más sus ganancias que lo que pasa en las calles.
Desde esta líneas les digo a mis lectores, que en Venezuela hay gente muy
capaz, buenas universidades, mejores alumnos y de paso si le dan oportunidad,
somos gente que echaríamos a andar el país buscando una salida no petrolera
pues eso embrutece, un país que asume que sus ingresos dependen de algo que
está bajo la tierra y no se ocupa de estimular el intelecto se muere y ahí
aparecen personajes funestos como los que ahora gobiernan, no se dejen engañar
que el gobierno está lleno de Bachilleres que se juran doctores y de
licenciados que se graduaron a duras penas, pero las calles están llenas de
gente que si vale la pena y que si hay estudiado, a esos los tienen condenados
al ostracismo y a buscarse la vida de cualquier manera.
Cuando la política se quite el disfraz de ideología que tiene y se ponga
seria pues seremos un país realmente con futuro, no digamos ese mojón mental
que nos dicen en las cadenas, eso de ser potencias es una entelequia, sin
embargo con que las cosas evolucionen y FUNCIONEN todos los servicios,
incluyendo claro el avance de la economía, Venezuela estará montada realmente
en el camino del progreso. Cuando todos los profesionales retornen a su tierra,
Maiquetia deje de ser una puerta de salida de emergencia, las universidades
espacios de aprendizaje respetados y apoyados por el estado, la productividad
esté primero, las medidas económicas los beneficien a todos y por supuesto, los
empleados del estado dejen de ser intocables por la ley, seremos un país de
verdad, no esta ópera bufa en que se transformó mi patria ni esta burla
continuada a la que nos obliga el simio mayor y sus corifeos.
José Ramón Briceño ,2013
@jbdiwancomeback
José nos entrega una visión desde el ciudadano real sobre a evolución del país que resulta tan real como triste.
ResponderBorrarComo permitimos llegar a esto?
Pbertoglia