viernes, abril 26, 2013

La perversión de mi tricolor patrio




Hoy me levanté con ganas de hacerme el loco con el asunto político, esto me tiene al borde de un ataque neurótico, tanta cosa rara sucediendo, tanta mentira pasando, tanto “demócrata” haciendo uso de su patente de corso, esa misma que viene implícita con el kit del psuv, el de la gorrita, la boina, la franelita, su esvástica tricolor y su carnet de colaboracionista.
De hecho tanto lo intenté que hasta publique un post poco convencional expresando mi disgusto con la otra locura religiosa que cunde en mi país, todo bien hasta que me tropiezo con una noticia espantosa, a unos niños en una escuela en el estado Sucre (Cumaná)  los han puesto a desfilar con su esvástica tricolor en su brazo derecho, seguramente en un arranque de los maestros por protegerse de la purga chavista del ministerio de educación.
Desde mi ventana de cristal líquido puedo hacer uso de mi imaginación para oír como los pragmáticos de la sinverguenzura criolla dicen que eso no importa, que es un ratico nada más, que cual es el alboroto por eso, que la gente debe resguardar su sueldito pues la vaina está muy jodida en las calles por eso del empleo y los beneficios. A los fanáticos haciendo elegía de esos gestos que de seguro no han sido los únicos en el país, pues bien yo desde acá les comento que no estoy para nada de acuerdo con esas demostraciones políticas que incumban a los niños para que sus maestros, representantes, directores de escuelas o liceos, se protejan el culo antes que los cambien por algún otro compadrote del funcionario de turno.
Yo como ciudadano demando respeto para los niños, ellos aún no votan ni tienen por qué hacer proselitismo político a favor de nadie, así como a mi hija de tan solo nueve años, la vivo regañando pues en su inocencia hace comentarios políticos que no son acordes con su edad, así mismo los hijos de todos deberían seguir esa senda y me parece el preludio de cosas peores cuando el virus de la política se le inocula a un niño.
Volteen la mirada y busquen en la historia de los países que sucede cuando un gobierno comienza con la patraña de las juventudes militantes, que pronto serán milicias activas en la conformación del socialismo del siglo XXI. Por cierto no descuidemos la posibilidad de que nos espíen a través de nuestro hijos cualquier vaina es posible con esta locura que nos está arropando a TODOS.
Quizás es mi paranoia personal, a lo mejor estoy haciendo una tormenta de un vaso de agua pero igual me escandaliza nada más pensar que a mi hija un día de estos le pongan como tarea aprenderse de memoria el himno de Cuba, el del Psuv, que la esvástica tricolor sea parte de su uniforme y que desde chiquita sepa lo que es el miedo de exponer su opinión en publico pues de seguro será una de las apartadas por motivos políticos, recordemos que el miedo se contagia más rápido que otros virus y su inoculación tiene lapsos muy cortos para eclosionar en una epidemia que se multiplica y usualmente tiene raptos de violencia.
Quizás alguno se pregunta si yo actuaria de la misma manera si la esvástica tricolor fuese un símbolo de la oposición , yo desde acá les contesto un rotundo si, los niños deben ser sacados de la diatriba política y la radicalización a esos extremos es dañina siempre, no existen medias tintas para mitigar el efecto de los totalitarismos, solo toca rechazarlos.
Ojalá todo sea una exageración de mi parte y al final no pase nada y quede en ridículo ante mis lectores, que todo este circo político sea un evento pasajero, aunque nada lo indique que tirios y troyanos tomen conciencia de que la soberbia solo derrama sangre y deja un regero de heridos en el camino, todos somos venezolanos y muy acostumbrados a ciertas comodidades y libertades que veo en peligro de extinción donde quienes pensamos diferente terminaremos siendo parias cuyo más caro sueño es irnos a pesar de las querencias, para que nuestros hijos tengan futuro y puedan escoger a quien seguir tal y como TODOS las tuvimos hasta estos días de locos y fanáticos cuya mayor muestra es la perversión de nuestro símbolo tricolor para hacerlo un símil de la esvástica cuyo no-uso terminará siendo una señal de exclusión social y económica.
José Ramón Briceño 2013
@jbdiwancomeback


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