lunes, marzo 04, 2013

Viveza criolla o pendejada institucionalizada



No recuerdo ni un año en que el comentario general no sea la debacle económica, tampoco que nadie defendiese rabiosamente la probidad administrativa de algún funcionario público, al parecer siempre hemos vivido mal y nadie ha podido remendar la plana y hacernos subir de nivel económico ni social. El petróleo nos hace creer que somos ricos como nación, siempre, en todas las administraciones se habla de patria, de progreso, de leyes, pero pura retórica siempre nadamos en el mismo marasmo de pudrición. De paso y a pesar de todos los escándalos en estos catorce años, siguen eligiendo a la  misma partida de “señores” para administrar los servicios del estado, estos siguiendo un guion de malvados derechistas que no los dejan vivir en paz y los otros lloriqueando en cuanto la malvada izquierda irracional hace lo que le viene en gana sin respetar leyes, mismas que se inventan para joder al adversario pero jamás para aplicarlas a sus mismos copartidarios, siempre inauditables, siempre patriotas, por más descomunal y súbita sea su riqueza patrimonial.
Al final, creo yo, es un asunto de idiosincrasias, basta salir a cualquier ciudad medianamente grande de mi país para adivinar las razones, por ejemplo, estuve hace unos días en los Teques, vi con estupor como TODO el mundo se saltaba la luz roja del semáforo, los motorizados se paraban en mitad de la calle para comentar cualquier pendejada, los automovilistas trancaban toda la via para intentar cruzar una avenida siempre colapsada y lo peor, la policía a escasos metros de todo el desbarajuste comiendo perros calientes y conversando como si nada pasara, si los árbitros y guardianes no reaccionan menos aun lo hará el ciudadano de a pie.
Esta viveza más parecida a la pendejera es la que nos tiene jodidos, nadie respeta las leyes si no los están vigilando, nadie saca un trámite si tiene plata para pagar a algún funcionario que le tramite sin gran problema lo que sea, todos quieren sueldos astronómicos sin saber gran cosa y a los que saben les quieren pagar miserias pues al parecer el esfuerzo intelectual es desdeñado por el común del venezolano. Alguien anunciará que el venezolano es muy trabajador, puede ser, la generalización es muy mala, pero no podrán negar que cuando el deporte nacional es la lotería la cosa no se ve muy futurística por cierto.
¿Estudiar?, una pérdida de tiempo, ganan más los perrocalenteros, los queadminitran las aceras con cartelitos de “carro vigilado”, los “comerciantes informales” que los profesores de todos los niveles educativos, cuando menos en mi estado es así, en cambio si haces carrera política no importa el nivel académico, siempre habrá un espacio donde laborar y ser jefe de varios profesionales aun sin ser bachiller tan siquiera. Si tienes un buen padrino político puedes cometer cualquier abuso, total eres intocable, por ahí dicen que no me moleste que siempre ha sido así, pero por eso mismo me incomodo, el hecho de que siempre sea todo una mierda no hace que me agrade más el asunto, al contrario, me incomoda muchísimo, la gente se queja pero no pone nada de si para superarlo, uno que se ha cuidado siempre de llevar el asunto por los caminos regulares se sorprende de saber cómo es realmente el asunto, hasta para que lo atienda un especialista en un hospital público debes conocer aunque sea al portero para lograr la fulana cita en u tiempo prudencial y no los meses que usualmente tienen llenas las agendas.
La renta nacional está signada por el devenir petrolero, ya ni se producen las caraotas acá, pero la gestión del gobierno es arrechísima, ya las granjas comunitarias (o como quiera que se llamen ahora) producen cincuenta kilos de tomates que se venden en tres bolívares para el beneficio del pueblo, sin embargo nadie dice que son solo tres granjas y hay 30 millones de habitantes, se vendieron seiscientas toneladas de alimentos este mes en mercal, pero tampoco dicen que para comprar un pollo o carne toca comprar otros tantos productos que aun sin necesitarlos les dan más ganancia al vendedor, de bolas él tiene que ganar algo para vivir, pero el estado maquilla las cifras para presentarse como el salvador de los pobres.
Cuando desde el gobierno, hasta el último de los ciudadanos sean respetuosos de las leyes, los canales regulares sean respetados, el derecho del vecino esté a resguardo más allá de los caprichos del individuo, los funcionarios públicos sean auditables, las instituciones del estado estén al servicio de todos y no de una parcialidad política, la actividad comercial y productiva sea apoyada, impulsada y protegida desde los estamentos oficiales, la actividad intelectual seas protegida y respetada en todas sus variantes para evitar la fuga de cerebros, los politiqueros no sigan siendo apoyados por esa cantidad de gente que apoyada en su esperanza los eleva para después ser relegados pues se les inculca que papá estado debe ser consecuente con ellos, en una suerte de apuntalamiento de la “clase obrera” cuan su fuesen retrasados mentales a os que se les debe tener más consideraciones por no tener las oportunidades de todos, que el gobierno so pena de cierre y hasta confiscación o expropiación siga apoyando una inamovilidad laboral tan perniciosa para la productividad como para la creación de nuevos empleos, total, que tengamos CONCIENCIA CIUDADANA y olvidemos la tan mentada “viveza criolla” no dejaremos ser este caos terrible con tintes africanos, cada días más pobres, cada día más atormentados por la delincuencia, cada día con menos posibilidades.
José Ramón Briceño, 2013
@jbdiwancomeback




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