viernes, marzo 08, 2013

Descargo


Descargo

Hoy no pienso hablar de política, no es que no tenga temas, es que la verdad me tiene agotado el tema, ya me fastidia remachar y estrellarme contra las paredes con el fulano tópico que ahora nos persigue hasta en el baño, claro la escases de pasta dental y jabones con este calor infernal que nos obliga a bañarnos varias veces al día, hace obligatoria la reflexión y hasta la mentada de madre.
Pero hasta allí, hoy hablaré del mercado laboral, como mis lectores saben soy profesor y me gusta pensar que artista, pero esta búsqueda de empleo me tiene seco ya, estoy a tres minutos de considerar buscar empleo como vigilante en algún centro comercial, esos de uniforme, gorra y radio en el bolsillo, los que hacen de todo pues según me han dicho hasta de conserjes hacen para llenar las horas de ocio vigilante en sus lugares de empleo, ¿por qué me hablo de ser vigilante?, la respuesta es que ganan más que en la educación pública y privada, aunque no se requieren estudios superiores la calma de la quincena  fija y las responsabilidades cubiertas lo hace interesante, otro oficio es el de parqueador, fíjense como esos señores se ganan el dinero casi que en horario de oficina y seguramente más que en algún empleo fijo y de seguro muchísimo más que de profesor o administrador de los millones que andamos por acá desempleados.
Es más, si alguno de los panas (cosa muy difícil) me ofreciera trabajo en el gobierno, sería muy capaz de aceptarlo, claro, con una cantimplora llena de té de manzanilla reforzado con valeriana y en el maletín unas tres cajas de lexotanil por si las moscas y el humor no aguante muchas de las incongruencias de trabajar, pero repito, la calma de la quincena es difícil soslayarla. Ya estoy harto de enviar TODOS los días hasta diez currículos a cuanto aviso sale en todas las páginas de empleo y clasificado sale, en el último año ni una entrevista me ha salido y el medio empleo que tengo (unas horitas en una universidad privada) salió gracias a la colaboración de un pana con el cual estoy muy agradecido pero que realmente no cubre ni lo mínimo  (el empleo claro).-
Estoy a tres minutos de comenzar a hacer yoga, tai chi o cualquier vaina que baje el estrés de la cuenta vacía y los malabarismos propios de quien tiene un ingreso muy bajo, ya le debo hasta al señor de las fotocopias en la universidad y eso a mi edad es un asunto muy triste.
Quisiera no recomendar a nadie no estudiar, pero la verdad es que deberían estudiar cosas útiles en esta tierra de regeton y Ron, donde la cultura y el arte van de la mano con un mecenas político. La literatura y eso del arte son un asunto muy sublime pero poco entendido por las empresas tanto públicas como privadas, nadie parece interesarse en ninguna cosa, el estado pues se siente tranquilo con su folklore olvidando lo demás, la empresa privada pues ni eso y cuando lo hacen quieren que lo hagas de gratis para “colaborar” con su labor social. Otras cosas están en que sin plata para invertir igual estas jodido como artista, pues ya nadie quiere (ni puede) patrocinar ningún evento de esa naturaleza, a menos que en la cosa vaya mezclada música popular y muchachas en tangas que sean émulos de una diosa, pero la canales, eso que a la menor provocación se quita la ropa y se mueve de verdad como diosa, pero de valor cultural poco menos que ínfimo.
Disculpen la descarga, hoy ando de pocos amigos y mucha preocupación, por el presente, por el futuro y por mi bolsillo, aun no sé hasta dónde va, por ahí hablan que el tiempo de dios es perfecto, el problema es que él tiene la eternidad y yo no, así como tampoco el universo que no se detiene a esperar ni la vida te hace más joven.
@jbdiwancomeback
José Ramón Briceño Diwan 2013

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