lunes, noviembre 26, 2012

Inframundo


Hoy lunes volví al universo digital, este fin de semana entre mil cosas no tuve chance de revisar nada, sin embargo, al volver a mirar mis espacios en las redes sociales me encuentro con un panorama excesivamente extraño, la virulencia de las declaraciones  de ciertos personajes, así como la dureza de las mismas me dejaron en al sitio y aun me pregunto si tanta verborrea coprológica responde a su sentir, o es que su nivel de sumisión a los dicterios miraflorinos los obliga a expresarse de esa manera.
Resulta que en días pasados trascendió la noticia de que una jueza, presa por el régimen, fue violada en su presidio, aun la verdad no sé que pensar, en el universo de la política criolla cualquier vaina es posible, según algunos eso fue cierto y a petición de la señora se mantuvo en secreto el asunto hasta que esta semana reventó la noticia.
Ese asunto de las violaciones, al parecer , es algo común en los reclusorios de este país donde por algún misterio divino, la delincuencia hace lo que le da la gana en las cárceles al parecer con la anuencia de las autoridades, hasta allí el de por si terrible hecho sucedido a la jueza entra dentro de las posibilidades, pues las cárceles son tierra de nadie donde (según me cuentan) los presos portan armas que ni los custodios poseen y tiene más poder que los directivos de esos centros de reclusión.
Lo que más sorprende de todo son las declaraciones de ciertos personajes, por ejemplo, Juan Barreto (ex alcalde de Caracas)  escribió en Facebook: "Afiuni merece todo lo que le pase por delincuente "Rosita es una señora, Afiuni una delincuente, no se pueden comparar". Se puede entender que le tenga cierta bronca por solidaridad con quienes le pagan el sueldo desmesurado y lo mantienen en la seguridad de que su gestión de por si cuestionable no lo va a mandar a la cárcel, pero de allí a expresar en publico que la violación es un castigo merecido no tiene justificación posible, además con el agravante de defender a una joven que estuvo ligada a un criminal bastante peligroso que de paso fue dejada en libertad condicional, claro, esa joven ahora es militante y representante de un partido que apoya al gobierno y su popularidad presume votos. Otros ya amenazaron con demandas por perjurio, pero nadie se ha pronunciado por la posibilidad de abrir averiguaciones o dicho alguna palabra en contra de la agresión sufrida por la señora.
Imagino que todos esos funcionarios están consientes que mientras estén a la sombra del poder sin intocables, pero señores por favor, todos tenemos madres, hermanas, novias, esposas e hijas a las que no quisiéramos que jamás pasen por semejante trance. Creo que los funcionarios tienen familia y que por lo menos madre han tenido, hasta las prostitutas tienen la potestad de consentir que su cuerpo sea prestado para placeres de la carne y si da ahí tuvieron hijos al parecer todos son ahora altos funcionarios del estado.
Cada día me dan más pena esos que se doblegan más allá de la razón por cuestiones políticas y peor aun me parecen los opositores que no se pronuncian por miedo, tengo la convicción de que el miedo abunda entre tirios y troyanos, además de la plata que seguramente fluye entre ambos bandos y que ha logrado que aparentes opositores de conciencia se conviertan en tránsfugas cuan si al PSUV fuese una suerte de inquisición y todos los que no lo queremos fuésemos herejes condenados a las llamas purificadoras de la  turba.
Desde estas líneas vaya mi solidaridad con la Jueza Afiuni, aunque no mitigue su pena cuando menos compartiré con otros en el mundo este desastre en el que vivimos, a pesar de la censura de los medios y la basura que escupen desde las pantallas de los canales del estado, siempre existiremos quienes desde nuestras propias plateas gritamos nuestro descontento, no sin antes desearles a las madres de los funcionarios que escupen su basura un cordial saludo de mi parte y que se les recuerda bastante cada vez que leo las estupideces de sus hijos.



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